sábado, 21 de janeiro de 2012

Nuevos anudamientos de lo simbólico.

Carlo Viganò (Milan)

 por jalvarez,http://www.blogelp.com/index.php

Para simplificar la pregunta planteada por la aproximación de lo simbólico y del orden, y por lo tanto, de las consecuencias de los cambios sufridos por los dos términos en la “civilización” (1) contemporánea, intentaremos tomar como referencia la antropología estructural de Levy-Strauss. Él propone(2) tres ejes del lenguaje: la metonimia(tiempo lineal, reversible), la metáfora (sincronía, irreversible) y el mitema (sincronía que dura un período de la historia humana).
El mismo autor, sin embargo, cuando intenta formular en términos de mitema la sociedad contemporánea, debe repensar sobre el hecho de que sus transformaciones sean atribuibles a la sustitución del mitema precedente y en consecuencia a un nuevo orden simbólico. En 1962, de hecho, él publica Le totemisme aujourd’hui,(3) donde evita usar las estructuras de la antropología como llave (clave) de lectura de la historia: “sucede tanto para el totemismo como para la histeria. Cuando nos interrogamos si se pueden aislar arbitrariamente ciertos fenómenos y reagruparlos, para hacer de ellos indicadores diagnósticos de una enfermedad o de una institución objetiva, los síntomas han desaparecido o han demostrado ser rebeldes a las interpretaciones unificantes”.
En este sentido la lectura basada en la clave estructural del mito(4) de Edipo, llevó a Lacan a bajar un grado el punto de solidez de la metáfora, confiándolo al symptôme. El proyecto finalizó cuando Lacan pudo pasar del mitema del fantasma neurótico al matema del síntoma como letra de goce, más allá de (y no de este lado) de las clasificaciones clínicas. Que una letra pueda anudar goce nos coloca fuera del esquema en tres tiempos del antropólogo: el mitema no está más todo unificado a la función paterna y no da lugar a un nuevo mitema, en el sentido de una nueva metáfora compartida.
Como alternativa surge un paradigma generalizado de la consistencia del Otro, que no está basado sobre el orden que el significante produce como efecto (dialéctica) real, esto es subjetivo y con valor legal, sobre lo imaginario. El significante en este paradigma del síntoma, opera en una especie de no anudamiento(5) con lo imaginario, se somatiza, para anudar el goce. La estructura de este “lazo” fue escrita por Lacan en referencia al nudo borromeo, donde el significante no tiene más la primacía de ordenador lingüístico, pero puede contribuir a orientar lo Real que “no tiene orden”(6), cuando se genera, junto con el symptôme, un “verdadero agujero”.
En la escritura borromeana puesta en escena por el nudo, se puede leer el cambio de lo simbólico vinculado a lo real de la forclusión científica del sujeto, que tiene el mérito de no haberlo tornado caótico. De hecho, la función de dar un orden a la vida del hablanteser, se produce en un tiempo-espacio inédito. La escritura del anudamiento nos permite darle una razón, donde lo real como imposible no es la negación del sentido (sinrazón), sino el espacio-tiempo que constituye el paradigma según el cual el anudamiento puede contener lo real de la singularidad absoluta del viviente. Podríamos decir, en el estilo de C. E. Gadda, que aquí el matema realiza la parodia de la matemática(7).
Este inédito tiempo-espacio marca la fractura entre la ciencia clásica y la contemporánea, realiza aquella forclusión generalizada del sujeto que la ciencia clásica procuraba con el ideal del observador neutro del objeto que está delante de sí. En la epistemología lacaniana es esta revolución científica, ocurrida entre los siglos XIX y XX, que permitió a Freud descubrir el inconsciente como saber no sabido del sujeto de la ciencia.
Ahora la elucidación del no-todo significante del inconsciente y de la acción de la letra como conjunción espacio-temporal, abren a una pluralidad de soluciones sintomáticas (el “mito individual”) de la relación con el objeto. Llevan a una inversión de la relación sujeto-objeto, a través de la cual, de esto último, se producen infinitas facetas. El objetoa lacaniano, es el matema de este infinito.
En la sociedad contemporánea se ha impuesto una nueva forma de resistencia al psicoanálisis, que no se apoya en la eliminación, sino más bien, imita la solución freudiana de proponer la ilusión de un nuevo idealismo. Se trata de una máscara de hierro, el consumo, que da al sujeto de la ciencia un rostro hecho en serie, el del homo socialis. El es el heredero del homos economicus y totalmente mensurable, no barrado. En esta ilusión el no-todo de la ciencia (indeterminismo) se colma, en el lugar de la investigación, por el saber hacer técnico. Esto no requiere de científicos, diferentemente del saber hacer ahí (con el inconsciente) de la técnica analítica. Para el analista la eficacia se demuestra en el acto y no en la técnica.
Desde el punto de vista del tratamiento, esta subversión fue posible por Lacan dado que, único entre los investigadores del campo freudiano, él tornó generalizable la estructura más allá del síntoma neurótico y, por lo tanto, abrió las operaciones a los cambios de lo simbólico. Se trata de una operación antifilosófica, esto es, de un estilo de pensamiento que rompe con lo clásico, para dar cuenta de la revolución producida en el pensamiento lógico de Kantor, Goedel, un pensamiento que no piensa como una máquina (de Turing).
La posición de Lacan fue siempre de no ceder sobre el deseo accionado por lo real de la interpretación: en vez de bajar de nivel la transferencia a la psicología de la intersubjetividad (contratransferencia), tornó la interpretación aplicable al sujeto como tal, bajando un grado el concepto de síntoma: de mensaje a letra de goce. Lo que abre a la extensión de la conjetura freudiana también a aquellas soluciones sintomáticas que se sustraen a la lógica del fantasma, o por un rechazo del Otro significante, o por un compromiso con el Otro y su goce, jugado a nivel de la realidad de la máscara tecnológica.
Todo eso coloca el lugar del Otro, de la cadena significante, en una topología que no es más binaria (S1-S2), sino por lo menos cuaternaria, donde el S1 no es más el amo de la metáfora compartida en una época histórica, a través de la cual, en la época clásica el mito antiguo sería sustituido por el científico –el progreso como portador de una verdad, que no puede producirse toda. Sólo si el S1 realiza el anudamiento como tal, entonces no coincidirá con la propia ciencia. Cuando, de hecho, esta fue ubicada como ideal mítico, provocó el derrumbe del Ideal y la “elevación al cenit” del objeto.
El mito científico ya reveló su límite, en el interior de una ciencia que no opera más transformando la naturaleza escrita en lenguaje matemático, al contrario, ésta transforma la matemática, creando modelos virtuales que reconfiguran la naturaleza y el imaginario colectivo, con una modalidad autística -la tecnología- que prescinde de la imagen que los individuos tienen de sí.
En otros términos es ya evidente –más a las personas comunes y a los mismos científicos, que a los amos del pensamiento– que el mito regulador de la civilización no puede ser sustituido por una ciencia que es probabilística. Esta puede producir algoritmos de cálculo muy potentes, que dan a la técnica el poder de realizar cosas capaces de cambiar la realidad, sin vincular aquel grado de verdad que es indispensable para la supervivencia humana.
En otros términos, la realidad se produce como “imaginario colectivo” sin llegar a dar al hablanteser una imagen, un yo. La técnica no es una demostración de la “cientificidad” de un algoritmo, sino sólo un operador de la psicosis generalizada.
Traducción: Carlos A. Alonso
Notas:

1-. También la expresión freudiana – die Kultur – debería aggiornarse: para él esta era la expresión del orden simbólico y se oponía a la “visión del mundo” (Weltanshauung), hoy llamado “imaginario colectivo”. Estas últimas son visiones sufridas pasivamente por el sujeto- dicho por Lacan “patológico” o “débil”, porque no entra realmente en la alienación de la imagen, sino sólo por adaptación a la realidad.

2-. cfr. C. Lévi-Sreauss, La estructura de los mitos, en “Antropologia estructural”, Il Saggiatore, Milán 1966, ps. 231-261

3-. C. Lévi-Strauss, El totemismo hoy, PUF, Paris 1962

4-. La dificultad de esta conferencia no es tanto de orden interno, sino que deriva del hecho de que se trata de algo nuevo (subrayado del autor), que me han permitido registrarlas sea por mi experiencia analítica, sea por el intento realizado por mi, durante una enseñanza llamada seminario, de profundizar la realidad fundamental del análisis”. Lacan, J,El mito individual del neurótico. Astrolabio, Roma 1986 P. 13. Dictada por Lacan en 1953 y establecida por Miller en 1978.

5-. Ese no anudamiento en la práctica se da en una en superposición de dos registros y en consecuencia está en la base de todos los desanudamientos.

6-. J. Lacan, Seminario XXIII, cit., p.134

7-. “Muchas cosas había aprendido y enseñado: y los matemas ( Battaglia le da la siguiente definición: “todo aquello que es objeto de aprendizaje”) y las cuadraturas de Kepler que persiguen en la vacuidad de los espacios sin sentido la elipse de nuestro dolor desesperado”. C.E. Gadda, La cognizione del dolore, Einaudi, Turín 1963, p. 168
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Publicado en:

Papers nº 6 - Boletín Electrónico del Comité de Acción de la Escuela Una - Scilicet
2011-2012

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