La angustia -que no es lo mismo que el miedo, ni la depresión, ni
siquiera el ataque de pánico con el que a menudo se la relaciona- se
propaga cual pandemia en este siglo XXI. Más extendida de lo que podría
pensarse, tal vez, precisamente, porque se vive en silencio. Un
trastorno -o quizás una señal de alarma- de terapia incierta, que tiene
relación con el deseo, y con nuestra percepción del Otro
Palpitaciones, sudor frío, escalofríos, temblores, mareo, ahogo, nudo
en el estómago, sensación de locura, de muerte inminente... Son los
signos más visibles del cuadro clínico denominado trastorno de ansiedad, en cuya clasificación encontramos desde el panic attack, pasando por el stress,
hasta las fobias más diversas. Se ha convertido hoy en uno de los
diagnósticos más comunes, asociado muchas veces al de depresión, hasta
el punto que ha merecido el título de la epidemia silenciosa del siglo XXI.
Tal como nos recuerdan los gestores de la salud, es hoy una de las
causas más frecuentes de baja laboral. Frente a su avance, tan sutil
como imparable, se ha ido desplegando un amplio arsenal terapéutico:
psicoterapias de diversas orientaciones, con técnicas de sugestión,
ejercicios de relajación y de respiración, de confrontación y exposición
repetida al objeto temido... Todo ello acompañado de la oportuna
medicación con ansiolíticos, cuyo consumo ha aumentado en las últimas
décadas de modo exponencial. Resultado: si bien se consiguen por una
parte algunos efectos terapéuticos, pasajeros con demasiada frecuencia,
por la otra la epidemia sigue avanzando de manera impasible,
desplazándose de un signo a otro, como un alien que siempre
sabe esconderse en algún lado de la nave vital del sujeto para
reaparecer, poco después, allí donde menos se lo esperaba.
"Ya no tengo tanto miedo a volar en avión —me decía una joven que
había utilizado uno de dichos métodos—, pero ahora siento un vacío
tremendo cada vez que debo separarme de mi madre". "Es una espada
invisible que me atraviesa el pecho", me decía un hombre, y era, en
efecto, una espada de sinsentido que hendía cada momento de su vida
cotidiana.
Constatamos entonces este hecho: cuantos más efectos terapéuticos
se intentan producir directamente sobre los signos manifiestos de la
epidemia, más esta retorna con signos nuevos. Y retorna para dejar al
descubierto una experiencia que transcurre en silencio, una experiencia
singular e intransferible que ya desde hace tiempo se ha llamado con
este término: la angustia.
La experiencia subjetiva de la angustia es, en efecto, distinta e
irreductible a ninguno de los signos que intentan describirla y que sólo
nos indican algunas de sus manifestaciones. La experiencia subjetiva de
la angustia permanece en el silencio más íntimo del sujeto como algo
indescriptible, sin concepto, no se deja atrapar por gimnasia mental
alguna, por ninguna sugestión más o menos coercitiva ante el objeto que
la causa.
Más allá de los signos en los que se expande la epidemia silenciosa,
el silencio de la angustia es, él mismo, un signo fundamental que
recibe el sujeto desde su fuero más íntimo con estas preguntas: ¿qué
quieres? ¿qué eres finalmente, tanto para aquellos a quien quieres como
para ti mismo, una vez confrontado a ese silencio que te agita
ensordecedor? El signo de la angustia toma entonces un valor de agente
provocador, de esfinge que plantea a cada sujeto la pregunta más certera
sobre su ser y su deseo. Tantos ideales largamente sostenidos y esa
pregunta había quedado enterrada bajo su excesivo ruido.
La angustia se manifiesta entonces como el signo de un exceso, de un demasiado lleno
en el que vive el sujeto de nuestro tiempo, inundado por la serie de
objetos propuestos a su deseo. Es el signo de que hace falta un poco de
vacío, de que hace falta la falta, como decía hace tiempo el psicoanalista Jacques Lacan en su seminario dedicado por entero a ese extraño afecto, La angustia.
Es interesante subrayar que la ciencia de nuestro tiempo ha detectado
este exceso por su otra cara, más bien como un defecto, como una
insuficiencia. Lo ha detectado en el denominado retraso genómico del ser humano, como la razón última de los crecientes signos de su ansiedad.
¿En qué consistiría este retraso? La civilización humana habría
transformado el mundo con tal rapidez que nuestro soporte genético no
habría dispuesto de tiempo suficiente para adaptarse a él. El reloj de
nuestro organismo tendría así un retraso genético, anclado como estaría
en sus respuestas a una realidad que ya no existe. Diremos por nuestra
parte que sólo puede entenderse este retraso si lo consideramos con
respecto al tiempo subjetivo que podemos definir como el tiempo de lo
simbólico, el tiempo de una civilización que exige una satisfacción
inmediata de las pulsiones, el tiempo de un mundo que exige cada vez más
rapidez, más satisfacción inmediata, siempre un poco más... "Dios mío,
dame un poco de paciencia, ¡pero que sea ahora mismo!", decía
una historia que sigue la misma lógica que el sujeto que llega hoy
angustiado a nuestras consultas. Este rasgo de urgencia temporal, de ahora mismo, tiene su traducción en un rasgo espacial, en un demasiado lleno. La realidad de la angustia
es así una realidad a la que parece faltarle el vacío necesario para
que este exceso no termine con su propia existencia, con su cohorte de
objetos virtuales donde todo debe estar al alcance de la mano, sí, ahora
mismo.
Deberíamos entender entonces el efecto llamado retraso genómico
más bien como un efecto invertido de este exceso, producto él mismo de
nuestra civilización, de su maquinaria simbólica. Es a este exceso de
ruido al que responde el silencio ensordecedor de la angustia de un modo
singular en cada sujeto. Y ante él, parece tan inútil huir como
intentar adaptarse con formas más o menos coercitivas, más o menos
sugestivas, que lo desplazan siempre hacia otro lugar.
La angustia, inevitable, hay que saber atravesarla tomándola como
signo de la pregunta radical del deseo de cada sujeto sobre el sentido
más ignorado de su vida. Pero para responder a esta pregunta, primero
hay que saber dar la palabra al silencio de la angustia, hay que hacerla
hablar en cada sujeto, uno por uno. Cosa nada fácil en un momento en el
que sobran consignas y protocolos para silenciarla de nuevo. Solamente
desde ahí, sin embargo, la angustia nos librará el sabio secreto del que
es respuesta, aunque siempre sea con su tiempo de urgencia precipitada.
From: http://www.lavanguardia.com/cultura/20121128/54355912682/epidemia-silenciosa.html#ixzz2FvGdbUTH
sábado, 29 de dezembro de 2012
sexta-feira, 28 de dezembro de 2012
Martirio católico para niños
Un párroco del Opus y dos monjas provocan una rebelión entre fieles de Zas por predicar la mortificación y el ayuno entre los pequeños de la catequesis
No le cuentes nada de esto a tus padres”. Cuando los niños en el
municipio coruñés de Zas (5.219 habitantes) empezaron a confesar en casa
la frase que las dos monjas de la parroquia les susurraban aprovechando
el recogimiento espiritual, las familias se asustaron. Desde que estas
mujeres se pusieron en septiembre al frente de la catequesis, los
chavales, de entre 6 y 16 años, comenzaron a mostrarse temerosos con las
religiosas y a caer en el llanto fácil, cuentan sus padres. Las
hermanas, con la colaboración del párroco, Severo Lobato, miembro
declarado del Opus Dei, distribuyeron un nuevo libro de preparación a la
comunión que enaltece el sufrimiento de los pequeños fieles para servir
a Dios y glorifica a Escrivá de Balaguer. Los ejemplos de vida a seguir
según el manual son un niño soldado que se alistó en un ejército en
defensa de Cristo y la Iglesia; el pequeño mártir San Tarsicio, que
murió con una sonrisa en los labios apedreado por “los paganos”; o
Montserrat Grases, una joven entregada al Opus Dei que falleció de
cáncer de huesos entre inmensos dolores “sin perder el buen humor”.
A los menores se les ha impuesto un rígido control de asistencia a misa y un programa de acciones obligatorias que incluye el “ayuno de chuches y televisión”, rezar el vía crucis, “hacer un sacrificio por la salvación del mundo” o mantener una “sonrisa permanente”. “Si no los cumplen, las monjas les han dicho que el demonio entrará en su cuerpo y en su casa”, afirma una madre.
Según relatan varios vecinos de Zas, las religiosas han puesto en práctica también ejercicios de riesgo para los menores: como prueba de su confianza ciega en un ser supremo, los niños debían cruzar una carretera con los ojos vendados o mirando hacia el cielo. Aquel día, quienes presenciaron lo que las monjas llamaron “yincana”, se temieron una desgracia. Y la armonía entre los católicos de Zas, un pueblo de la Costa da Morte en el que no se recuerdan conflictos, saltó por los aires. Medio centenar de familias, que se declaran “católicas, apostólicas y romanas”, se niegan ahora a enviar a sus hijos a las clases de las hermanas y han montado una catequesis alternativa en el auditorio municipal. El veterano sacristán, con más de 20 años de servicio, dimitió y la mayor parte de las catequistas lo han dejado. Las abuelas de los rebelados, pese al disgusto por el daño que percibían en sus nietos, fueron incapaces de dejar de ir a la parroquia cada domingo. Pero en misa, lamentan, no encontraron misericordia. En uno de los oficios, escucharon al cura de Vimianzo proclamar desde el púlpito que todos los sacerdotes de la diócesis de Soneira habían firmado un documento en el que se comprometían a negarle los sacramentos “a los niños de ahí fuera”. “Eso no se hace con nadie”, afirma, indignada, una de las feligresas.
La petición de ayuda de los padres de Zas que se oponen a las prácticas de estas monjas, que califican de “fanáticas” y dañinas para sus hijos, no ha recibido respuesta de momento por parte de la jerarquía. El Arzobispado de Santiago, en boca de un portavoz, defiende a los religiosos y hace un llamamiento al diálogo “entre las partes”. “Hay temas personales, por eso va lento”, añade. El gobierno de la Iglesia gallega acepta los métodos de formación católica que emplean las religiosas de Zas con los niños y no cree necesario investigarlos. Sobre la incitación al ayuno, la jerarquía considera que “se adapta” al universo infantil porque se refiere, al menos en las enseñanzas que han dejado rastro por escrito, a las golosinas y la televisión. Sobre las instrucciones secretas que los pequeños deben ocultar a sus padres, el Arzobispado explica que son “dinámicas de confianza” habituales en las catequesis de toda España.
Las hermanas que han provocado el cisma en esta municipio de Costa da Morte pertenecen a la Fraternidad Reparadora en el Corazón de Cristo Sacerdote, un instituto religioso fundado en 1977 por Luis María Mendizábal, jesuita ultra, bien considerado por la jerarquía católica, al que la Conferencia Episcopal ha encomendado incluso cursos de formación de sacerdotes. Les llaman las “monjas azules”, por el color del hábito, y, aunque su “casa madre” está en Oropesa (Toledo) han empezado a desplegarse por parroquias de Galicia. El Arzobispado compostelano asegura que han impartido catequesis a niños en otras zonas como Camariñas y “no ha habido ningún problema”. Desde la congregación rechazan dar su versión del conflicto.
Los testimonios que han llegado a oídos de los padres de Zas son muy distintos. La madre de una de las religiosas de la Fraternidad, que denuncia que la congregación le restringe las visitas a su hija, llamó a Costa da Morte desde Extremadura para contarles su caso. También vive en un pueblo pequeño de población devota y confiada en la Iglesia. Cuando su hija se marchó al convento, ella halló en su habitación sus escritos de infancia y adolescencia, lo que pensaba y sentía cuando recibía la catequesis de las monjas azules. En ellos no leyó la historia de una “vocación”, dice, sino la de una “captación” por parte de las hermanas. Mientras relataba las prácticas que la Fraternidad desarrollaba con su hija y que ella, lamenta, no percibió a tiempo, a la madres de Zas les entró un escalofrío. “Era la misma estrategia maquiavélica que les aplicaban a nuestros niños. El objetivo es la confianza ciega en ellas, el control absoluto”, denuncian, asustadas.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/22/galicia/1356175495_104640.html
A los menores se les ha impuesto un rígido control de asistencia a misa y un programa de acciones obligatorias que incluye el “ayuno de chuches y televisión”, rezar el vía crucis, “hacer un sacrificio por la salvación del mundo” o mantener una “sonrisa permanente”. “Si no los cumplen, las monjas les han dicho que el demonio entrará en su cuerpo y en su casa”, afirma una madre.
Según relatan varios vecinos de Zas, las religiosas han puesto en práctica también ejercicios de riesgo para los menores: como prueba de su confianza ciega en un ser supremo, los niños debían cruzar una carretera con los ojos vendados o mirando hacia el cielo. Aquel día, quienes presenciaron lo que las monjas llamaron “yincana”, se temieron una desgracia. Y la armonía entre los católicos de Zas, un pueblo de la Costa da Morte en el que no se recuerdan conflictos, saltó por los aires. Medio centenar de familias, que se declaran “católicas, apostólicas y romanas”, se niegan ahora a enviar a sus hijos a las clases de las hermanas y han montado una catequesis alternativa en el auditorio municipal. El veterano sacristán, con más de 20 años de servicio, dimitió y la mayor parte de las catequistas lo han dejado. Las abuelas de los rebelados, pese al disgusto por el daño que percibían en sus nietos, fueron incapaces de dejar de ir a la parroquia cada domingo. Pero en misa, lamentan, no encontraron misericordia. En uno de los oficios, escucharon al cura de Vimianzo proclamar desde el púlpito que todos los sacerdotes de la diócesis de Soneira habían firmado un documento en el que se comprometían a negarle los sacramentos “a los niños de ahí fuera”. “Eso no se hace con nadie”, afirma, indignada, una de las feligresas.
La petición de ayuda de los padres de Zas que se oponen a las prácticas de estas monjas, que califican de “fanáticas” y dañinas para sus hijos, no ha recibido respuesta de momento por parte de la jerarquía. El Arzobispado de Santiago, en boca de un portavoz, defiende a los religiosos y hace un llamamiento al diálogo “entre las partes”. “Hay temas personales, por eso va lento”, añade. El gobierno de la Iglesia gallega acepta los métodos de formación católica que emplean las religiosas de Zas con los niños y no cree necesario investigarlos. Sobre la incitación al ayuno, la jerarquía considera que “se adapta” al universo infantil porque se refiere, al menos en las enseñanzas que han dejado rastro por escrito, a las golosinas y la televisión. Sobre las instrucciones secretas que los pequeños deben ocultar a sus padres, el Arzobispado explica que son “dinámicas de confianza” habituales en las catequesis de toda España.
Las hermanas que han provocado el cisma en esta municipio de Costa da Morte pertenecen a la Fraternidad Reparadora en el Corazón de Cristo Sacerdote, un instituto religioso fundado en 1977 por Luis María Mendizábal, jesuita ultra, bien considerado por la jerarquía católica, al que la Conferencia Episcopal ha encomendado incluso cursos de formación de sacerdotes. Les llaman las “monjas azules”, por el color del hábito, y, aunque su “casa madre” está en Oropesa (Toledo) han empezado a desplegarse por parroquias de Galicia. El Arzobispado compostelano asegura que han impartido catequesis a niños en otras zonas como Camariñas y “no ha habido ningún problema”. Desde la congregación rechazan dar su versión del conflicto.
Los testimonios que han llegado a oídos de los padres de Zas son muy distintos. La madre de una de las religiosas de la Fraternidad, que denuncia que la congregación le restringe las visitas a su hija, llamó a Costa da Morte desde Extremadura para contarles su caso. También vive en un pueblo pequeño de población devota y confiada en la Iglesia. Cuando su hija se marchó al convento, ella halló en su habitación sus escritos de infancia y adolescencia, lo que pensaba y sentía cuando recibía la catequesis de las monjas azules. En ellos no leyó la historia de una “vocación”, dice, sino la de una “captación” por parte de las hermanas. Mientras relataba las prácticas que la Fraternidad desarrollaba con su hija y que ella, lamenta, no percibió a tiempo, a la madres de Zas les entró un escalofrío. “Era la misma estrategia maquiavélica que les aplicaban a nuestros niños. El objetivo es la confianza ciega en ellas, el control absoluto”, denuncian, asustadas.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/22/galicia/1356175495_104640.html
YO NO QUIERO VOLVERME TAN LOCO
ENTREVISTAS > ERIC LAURENT Y LA GUERRA CONTRA LA MEDICALIZACION DEL MUNDO
YO NO QUIERO VOLVERME TAN LOCO
Discípulo y paciente de Lacan, devoto de Freud y de
la ciencia ficción, educado durante el París en ebullición de fines de
los ’60, Eric Laurent es un psicoanalista –como muchos, pero nunca los
suficientes– en pie de guerra con los sistemas de clasificación de
patologías contemporáneos. Atención dispersa, depresión, bipolaridad,
bullying, angustia, Ritalín: sin ir más lejos, la inminente quinta
edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de los Desórdenes
Mentales de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría dictaminará que
todos padecemos algún trastorno mental. Sin embargo, para Laurent, este
movimiento que aspira a medicalizar a todo el mundo está en crisis. ¿Qué
tienen que ver Obama, las mujeres y las prepagas con ello? De paso por
Buenos Aires, él mismo lo explica.
Por Pablo Chacon
Eric
Laurent nació en París en 1945 y según propia confesión, era muy joven
cuando empezó a leer a Freud en las pésimas traducciones de la
Biblioteca Payot. Freud y la ciencia ficción eran sus dos pasiones.
Freud y Clifford Simak, “tan próximos –dice–, a los clones de
Houellebecq, la interpretación de los sueños y la histeria”. Laurent no
hacía más que hablar del vienés a parientes y amigos. Pero los
preocupados eran sus parientes. Al finalizar el liceo (nuestra
secundaria), Freud fue expulsado de la biblioteca de Laurent. Sin dudar,
se prometió retornar sobre su lectura cuando hubiera cumplido con el
deseo parental. “Allí donde estaba con el pensamiento, en un lugar
híbrido entre (Louis) Althusser y sus cursos de filosofía para
científicos, la economía política, el sindicalismo estudiantil no
orientado, me encontraba extraviado, inmovilizado. Era el momento de
retomar el camino.” La época lo favoreció. Althusser escribía sobre
Freud y Lacan. Laurent compró su primer ejemplar de los Escritos el
mismo año de su salida, en 1966. Pero el libro permanecía cerrado. Un
amigo le confirmó que Lacan existía, y que practicaba el psicoanálisis
en París. El problema era que había que esperar mucho para obtener una
cita. Animado, le pidió a su padre, diplomático, que intercediera por
él. “Obtuve una cita para la vuelta de las vacaciones, el 12 de
septiembre de 1967 a las 15.30. Todavía lo sé porque conservo la carta
de respuesta de Jacques Lacan, y durante la semana que siguió a ese
martes, lo vi todos los días para las entrevistas preliminares. Durante
los primeros años, vi a mi analista no menos de cuatro veces por semana.
No era fácil en 1968, pero yo no me perdía ni una sesión, ni una
manifestación.” Pero el lugar de la práctica clínica estaba muy lejos de
París. Las rutas del norte están desde el otoño llenas de neblina. “Yo
continuaba mi ruta, la que fuere. La neblina era, después de todo, una
buena metáfora de la marcha de la cura. No veíamos ni jota, pero
continuábamos tomando algunas precauciones. La banda amarilla del
costado de la ruta era la cuerda roja bajo la cual estábamos.” A buen
puerto iba Laurent. Así, durante unos diez años, hasta convertirse en
analista. Fue titular de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP),
en la actualidad es miembro de esa institución y uno de los pocos que
conocen los sistemas de salud mental de la mayor parte del globo.
Preocupado por extender el psicoanálisis incluso al campo de la “salud
mental”, también es profesor de posgrado en el Departamento de
Psicoanálisis de la Universidad de París VIII, donde dictaron clases
Michel Foucault, Gilles Deleuze, Alain Badiou y el propio Lacan. Este
hombre que publicó numerosos libros –entre otros El sentimiento
delirante de la vida, Ciudades analíticas, El goce sin rostro,
Psicoanálisis y salud mental, Lost in cognition, El blog-note del
síntoma, La psicosis en el texto, Entre transferencia y repetición–,
recién llegado de El Salvador, recibe a Página/12 cansado pero siempre
curioso sobre el curso de la política local. E igualmente crítico con el
“espíritu de la época”, dominado por la técnica bajo el auspicio de los
Estados Unidos: “En Irak –dice–, pasaron de un modelo de laboratorio al
de país sin pensar en la gente. Esta concepción técnica del mundo no
deja de producir catástrofes.” Laurent es un crítico riguroso de los
sistemas clasificatorios rápidos que pueden terminar en diagnósticos
equivocados y redundar en matanzas como la de la última semana en los
Estados Unidos. Actualizado en neurociencias, lógica, matemáticas y
filosofía, no ignora que un analista tiene que estar a la altura de la
subjetividad de la época y no desfallecer en el intento por más que el
contexto se haya vuelto cada vez más refractario a la cura por la
palabra. Esta es la conversación exclusiva que sostuvo con Radar.
Se dice que habitamos una época donde todo se evalúa, se
mide, se clasifica, se categoriza. Es decir, lo contrario a lo que
pretende el psicoanálisis. ¿Esto es así?–Efectivamente. La pregunta por la singularidad es el horizonte del psicoanálisis, incluso en el mundo contemporáneo, donde el sujeto está sometido a sistemas de clasificación, vigilancia y evaluación permanentes. Esos sistemas, en el campo de la “salud mental”, llamémoslo así, no pueden evitar los puntos de fuga y el malestar, no pueden abolir el inconsciente. Por esa razón, entre otras, existimos los psicoanalistas.
¿Cómo están organizados esos sistemas y por qué la diferencia (con el psicoanálisis, con la práctica artística) se ha vuelto tan notoria?
–Bueno, es un lugar común hablar hoy del fin de la intimidad, de la privacidad, etcétera. Eso sucede porque acompaña un movimiento de época hacia las clasificaciones y la vigilancia. El campo donde opera el analista está organizado ahora por sistemas de clasificación múltiples siendo el más importante el DSM (Manual de Diagnóstico y Estadística de los Desórdenes Mentales) que elabora la Asociación Americana de Psiquiatría y que en mayo de 2013 conocerá su quinta versión (aunque en rigor, ya se aplica). La ambición del nuevo DSM es diseñar una clasificación que pueda aplicarse y cambiar a gran velocidad; que permita establecer y deshacer categorías que tienen diez o doce años y pasar a otras. Es un sistema que fue adaptado a la época. Por un lado, una clasificación amplia, global, veloz y variable que se adapta a la sintomatología que está de “moda” en el malestar. Es un ideal de medicalización general de la existencia. Los ataques al psicoanálisis (que vienen desde tiempos de Freud) ahora son más agresivos y están financiados por cierta prensa y por los laboratorios farmacéuticos, a punto tal que existen grupos de presión para prohibir la práctica analítica especialmente en los casos de autismo y depresión. El presidente de mi país, François Hollande, está a punto de emitir la prohibición del tratamiento psicoanalítico para los autistas, guiado por un informe que no tiene validez científica alguna. Y acá mismo, en la provincia de Santa Fe, logró revertirse esa prohibición, que dejaba las manos libres al cognitivismo y a los psiquiatras de laboratorio, gracias a la intervención de algunos psicoanalistas que contaron con el apoyo de Judith Miller y de Jacques-Alain Miller. Pero no diría que es una pelea despareja –en cierto sentido lo es– porque prefiero pensar que son las nuevas condiciones, los nuevos desafíos, y que es necesario estar a la altura de esos desafíos, es decir, darse una política.
¿Cómo sería esa política?
–Dar una respuesta al avance de la ideología cognitivo-comportamental, a la concepción biologizante propuesta por el DSM. Sus estrategias de evaluación, que hoy dominan el campo, excluyen la eficacia del psicoanálisis.
Dicho así, parece una tarea titánica.
–Parece. Porque también hay que saber que esos sistemas conocen una crisis importante. Es cierto que el DSM está divulgado en las zonas más extensas del mundo, pero al mismo tiempo, su ampliación lo ha puesto en crisis.
¿Cuál es la situación?
–En el último congreso de la American Psychiatric Association (APA), en junio pasado, se hicieron evidentes las tensiones entre los grupos que dominan la psiquiatría norteamericana. Por ejemplo: sucedió por primera vez que se difundieran cartas de protesta escritas por los responsables de las ediciones previas del DSM, de la cuarta y de la tercera versión. Hay dos psiquiatras, de los cuales Allen Frances es el más sólido, que escribieron cada uno una carta, y otra en conjunto, dirigida a la cúpula de APA, denunciando al equipo que está redactando la quinta edición del DSM. Los describen como una banda de irresponsables que no tienen idea de lo que están produciendo y que no han hecho testeos serios y todavía más, que esa metodología es susceptible de producir una serie de catástrofes sanitarias y de las otras (el asesinato de 28 personas por una persona medicada y tratada por conductistas es el ejemplo más reciente). Para Frances, “hay muchas sugerencias de que el DSM V podría dramáticamente incrementar las tasas de trastornos mentales. El DSM V podría crear decenas de millones de nuevos pacientes mal identificados, exacerbando así los problemas causados por un ya demasiado inclusivo DSM IV. El V promueve la inclusión de muchas variantes normales bajo la rúbrica de enfermedad mental, con lo cual el concepto central de trastorno mental resulta enormemente indeterminado”. Es notable, existe una reacción contra la medicalización excesiva y los casos testigo son el déficit de atención generalizada y los supuestos casos de autismo y depresión en niños. Y es llamativo, claro, que aquellos que redactaron el DSM III se hayan puesto en contra de quienes están redactando la nueva edición. Pero lo que no ven es que las críticas que hacen ahora también se podrían haber hecho contra las ediciones que ellos establecieron.
¿Entonces?
–Entonces, según el DSM V, todos padecemos algún trastorno mental. Y todos necesitamos tratamiento medicamentoso. Y esto no es sólo una cuestión de intereses económicos sino de una concepción del hombre como una máquina a la cual se le cambia un chip y vuelve a la normalidad. Frances y su colega el peligro que denuncian es la posibilidad de hacer existir una categoría que pueda incluir a alguien sin que exista un fenómeno clínico bien establecido. Un nivel preclínico, de intensidad baja.
¿Un ejemplo?
–En el campo de las depresiones. Si alguien tiene un rasgo de tristeza, en el DSM está incluido como depresivo. Eso implica que los protocolos ad hoc indican la prescripción de antidepresivos durante largos períodos. El DSM V es la medicalización de la vida en el mayor rango de amplitud conocido hasta el momento. Los que están redactando el documento piensan que están dando un paso más hacia la salud mental y defienden su posición, pero las tensiones son muy fuertes, sobre todo ahora, con la instalación, en los Estados Unidos, del sistema de salud propuesto por el presidente Obama y el senador John Kerry, porque quienes auditan los gastos se niegan a pagar más dinero a los laboratorios farmacéuticos. Estamos hablando de sumas desconocidas con las indicaciones de prescripción. Como puede verse, la disputa no es sólo en el interior de la psiquiatría sino también entre la psiquiatría y las instancias de control estatales, las burocracias sanitarias. La tensión es tan grande que Frances propone sacar al DSM de la APA. Este hombre considera que dada la situación, la que tendría que hacerse cargo de la cuestión podría ser la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es una tensión en varios niveles...
–Por un lado, están los trastornos de atención, las drogas, la bipolaridad, las masacres en centros de estudio o shoppings, la sociedad del doping, del bullying, todo eso representa un enorme mercado, el “mercado de la salud”. El Ritalín, psicólogos, psicopedagogos, antidepresivos, ansiolíticos... Esto se encuentra a un tiempo en auge y en crisis. ¿Por qué? Porque es contradictorio con el otro movimiento mundial, que implica, en pocas palabras, atender a la singularidad del uno por uno. Por eso la reforma Obama-Kerry es de estricta justicia y enfrentó a tipos tan retrógrados como los mormones o el Tea Party.
Y por eso este eje farmacológico del DSM se enfrenta al psicoanálisis: para plantearse la posibilidad de un análisis es imprescindible, en principio, estar módicamente “sano”.
–Por supuesto. En Europa y los Estados Unidos existe una cantidad de pacientes que han denunciado a los laboratorios por esconder los resultados negativos de los estudios de confirmación de patologías a las instancias de control estatal. El otro problema que agudizó la reforma Obama-Kerry es que las aseguradoras médicas están obligadas a pagar más por los tratamientos. La extensión de la prescripción de medicamentos en patologías cada vez más diversas y el aumento de los gastos para las prepagas por primera vez pusieron en jaque a la industria farmacéutica.
¿A qué se refiere cuando habla de un movimiento que pide atender la singularidad del uno por uno?
–Digámoslo así. Existe eso que Miller llamó la feminización del mundo. Es el hecho de que las mujeres tienen cada vez más poder, más maneras de hacerse escuchar, formas de ubicarse más allá del machismo, del sistema patriarcal. En las elecciones norteamericanas, las comunidades que decidieron la reelección de Obama fueron las mujeres y los latinos, y especialmente las mujeres no casadas. El 65 por ciento votó por Obama, y también el 70 por ciento de los latinos. Es un poder nuevo. Ya no son los hombres los que dicen a las mujeres lo que hay que votar. Es más bien al revés. Son las mujeres quienes han dicho a los hombres que no había que votar a gente que quería desmantelar las conquistas sociales de los ’60.
Eso es un poco impresionista...
–Bueno... este movimiento de hacerse escuchar por parte de las mujeres tiene entre sus consecuencias una llamada a la diferenciación. Como dice Lacan, las mujeres no son locas del todo. Carecen de afán clasificatorio. No se ubican, respecto de lo común, de la misma manera que los hombres. Y esto implica una llamada a vivir su vida de manera singular, particular. No es un nuevo individualismo de masa sino una particularización. Es la idea de ser tratadas en su particularidad. Es una exigencia menos individualista que particular. Y esta insistencia femenina tiene efectos en la elaboración de políticas más allá de lo que fue el feminismo. Eso se mantiene. Pero existe una suerte de posfeminismo que insiste sobre la particularidad de la relación con el otro que hay que mantener a todos los niveles del lazo social.
¿Cuál es la tarea de un psicoanalista en esta doble pinza?
–Creo que es tener en cuenta este doble movimiento para permitir que uno pueda inventarse una solución posible para vivir la pulsión. Es una época donde hay ofertas contradictorias presentes en el malestar común. Japón quizá sea un ejemplo. En el movimiento hacia la clasificación, ese país no tenía la categoría de depresión en su cultura. Los japoneses se mataban, pero no eran depresivos. No existía en su cultura la idea de que uno se mata porque es depresivo. La presión contemporánea obligó a los laboratorios a inventar el llamado “catarro del alma”, y el remedio para ese catarro del alma. Así, esa categoría terminó siendo aceptada. Eso abrió un mercado nuevo para la difusión de los antidepresivos. Pero también se ven los esfuerzos de diferenciación que introduce la cultura del manga, cierta literatura y el vestuario increíble de las jóvenes japonesas, que antes, cuando entraban en el subte, se veían, todas, unas iguales a las otras.
¿Y qué papel hay para la biopolítica en este escenario?
–Michel Foucault empezó a utilizar el concepto de biopolítica. Si antes el Estado provocaba guerras, en el Estado de Bienestar no hay guerras, o hay ejércitos profesionales. Los ciudadanos no tienen por qué morir. El Estado se ocupa de ellos. Define, cada vez más, cómo viven, si toman tóxicos, si fuman, si beben, qué comen, si son obesos, diabéticos, etcétera. Es decir, el Estado se centra en los detalles de la vida de una manera inédita. La manera es controlar la disciplina del cuerpo. La medicina define el curso de las cosas de acuerdo con el trastorno que padece el sujeto según el diseño de las clasificaciones imperantes. Pero eso era antes. Ahora podría decirse que la biopolítica es la política.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-8480-2012-12-23.html
sábado, 24 de novembro de 2012
TODA LÍNGUA É POESIA. UMA CONVERSA COM ERIN MOURE
http://www.revistazunai.com/entrevistas/erin_moure.htm
Por
Gleuza Salomon
Erin
Moure mora em Montreal (Quebec), no Canadá. Lá mesmo ela iniciou
sua obra poética, em 1976. O seu primeiro livro foi lançado
em 1979. É poeta em inglês, traduziu do francês Nicole Brossard
e alguns trechos de Christophe Tarkos, além do galego Chus Pato.
Verteu para o inglês Fernando Pessoa.
Um
fato inédito: o que seria o intraduzível portunhol (português
e espanhol), além do guarani que são marcas de Mar Paraguayo,
novela do escritor brasileiro Wilson Bueno, publicada
em vários países, é reinventada pela poeta canadense Erin
Moure, em francenglish (francês e inglês). Escolhe,
por exemplo, algumas palavras do mohwak e as insere substituindo
as palavras do guarani, como kania:tare - large body
of water (muita água); kaniatara'ko:wa'- ocean (oceano);
khe'kenhren'stha- I humiliate someone (eu humilho alguém).
O
interesse de Moure por Mar Paraguayo advém de sua própria
experiência em ter como língua materna o frores, dialeto
medieval de híbridos do galego e do português, além do fato
de vivenciar duas línguas: o inglês de sua infância e, na
atualidade, o francês não mesclado pela língua autóctone -
oportunidade em que se discute o pulsante ressurgir do racismo.
Recentemente no Canadá francofalante se esboçou esta problemática
concernente ao colonialismo francês no Quebec. Vemos que isso
não se dirige apenas à língua francesa e aos franceses. Nesta
cidade francofalante coexiste a exclusão do mohawk, uma língua
indígena autóctone da região de Montreal.
Vê-se
mais claramente neste trabalho de tradução os três extratos
de línguas na composição da escritura de Mar Paraguayo:
um bordado que o autor tece entre o portunhol e o guarani,
compondo uma literatura de tecido lingüístico infinito. Identifica-se
nessa tessitura uma funcionalidade que se aproxima do guarani
jopara. Seriam as bricolagens de novas palavras, o
que cotidianamente, tanto brasiguaios como paraguaios, inventam
nos seus falares fronteiriços do portuñol e do jopara? Leiam
a seguir, a entrevista:
Zunái:
Você é canadense. Como foi a descoberta da origem galega do
seu sobrenome, Moure?
Erin
Moure:
Foi surpreendente. Meu pai sempre disse que nosso sobrenome
é espanhol, mas os espanhóis a quem perguntei me disseram
que não. Quando encontramos, meu pai e eu, os papéis pertencentes
ao meu avô paterno, guardados durante anos, na casa familiar
em Otawa, foi uma revelação. Naquele momento, soubemos de
onde veio meu bisavô paterno, Bieito Moure Lobariñas, que
emigrou em 1848 para Paris e depois foi para Londres: da Galícia!
Já na primeira vez que fui para lá, fiquei encantada. Logo
aprendi o idioma e descobri que posso ler igualmente em
português. Traduzi Pessoa, Chus Pato e agora alguma coisa
do Crebreiro e de Daniel Salgado, para ajudá-los a participar
de festivais na Europa. Não só os anglo-falantes (anglo-saxões)
os lêem em inglês, mas também os eslovenos e outros.
Zunái:
Ao
se descobrir bisneta de galego, o que mudou em você? Esta
pergunta decorre da sua própria resposta para a A nosa
terra (histórica publicação da Galícia, hoje semanário
e também na internet), ao dizer que "En galego, o meu
xeito de pensar cambia".
EM:
Pois muda, mudou. Falar outro idioma elaborado e histórico,
a embasar uma literatura tão formosa, é um privilégio enorme
para mim. Agora vejo melhor como os galegos percebem o mundo,
como recebem o seu lugar nesse mundo. Ao saber isso, acolho
o meu próprio lugar, Montreal e Canadá, de jeito diferente.
Zunái:
Traduzir Fernando Pessoa para o inglês aproximou-a mais -
na condição de leitora - da língua portuguesa. Isto também
trouxe alguma mudança em você? Há quem diga que o galego é
uma língua em extinção, assim como escrever em português seria
o mesmo que "não ser lido". O seu desejo de escrever
em galego e criar poemas em inglês, a partir das cantigas
medievais em galaico-português, se manifesta no seu livro,
recém-lançado, O cadoiro. Frise-se que, com esse
trabalho, você faz a sua parte para que essas línguas continuem
existindo, ao poderem ser lidas também pelos anglo-saxões.
Pergunto-lhe se você inclui nexo político em seu fazer poético?
EM:
Sim, há algo político neste fazer. Aprender a falar uma língua
de pouca repercussão - e não em extinção! - significa dizer
que há coisas para pensar e para viver fora do império americano.
É importante que um idioma, seja qual for, para sobreviver,
tenha que formar novos falantes. Como eu!
Zunái:
Mudando um pouquinho de assunto, pude ver no Google que você
faz performances, poderia falar sobre isto?
EM:
Pois recito de maneira performática. Sempre recitei sem palco,
com o corpo visível, sem me esconder. A voz é também importante
para mim. E olho para o público. A leitura de poemas e a performance
são dois aspectos relacionados, coligados.
Zunái:
Como você atrai o público para a poesia? É necessário criá-lo,
formá-lo, provocá-lo? Nesse sentido, qual é para você o papel
dos meios de comunicação? E nesses múltiplos suportes à palavra,
à poesia, à literatura enfim, que futuro você vê para o livro?
EM:
Respeito muito o público, provocamo-nos juntos. E penso que
os novos suportes para publicação - Internet e outros - são
bem interessantes. Temos que multiplicar esses suportes e
as maneiras de compartilhar a poesia. E o livro? - o livro
é uma coisa muito flexível, muito formosa, não vai desaparecer.
Penso que ainda temos muito o que aprender.
Zunái:
Fale-nos do seu encontro com as línguas transfronteiriças
e da sua experiência com o portunhol e o guarani, sobretudo
inscritos em Mar Paraguayo, de Wilson Bueno. E, de
você, Erin, que teve como língua materna o frores,
além do silêncio que te cercava em sua cidade natal, Calgary,
onde só se fala o inglês.
EM:
Para mim Mar Paraguayo é um livro transfronteiro por
excelência. É visível que eu ame muito este farfalhar entre
os sons e as palavras na sua prosa poética, sua poesia em
prosa. Para mim é muito importante que as fronteiras mexam-se,
que não sejam tão fixas como imaginávamos. É necessário tornar
visível a sua porosidade. Para mim, a ética reside nisso,
no encontro que ocorre entre as línguas e as pessoas.
Zunái:
Como foi que você percebeu que a língua inventada por Wilson
Bueno em Mar Paraguayo, o portunhol, poderia vir a
ser traduzida para o francenglish e o guarani para o mohwak,
a língua indígena canadense?
EM:
Eu moro num lugar onde o inglês está atravessado pelo francês.
Trata-se de um inglês deformado e reformado, ondulante e leve
que existe num contorno francofalante. Não é, no entanto,
mestiçado com o mohawk, mas eu acrescentei algumas palavras
desta língua para traduzir o portunhol-guarani de Bueno, porque
os mohawks são os indígenas daqui, deste lugar, onde está
a cidade de Montreal. A história da colonização européia é
muito diferente no norte, no Canadá, como também do Brasil.
Por exemplo aqui tivemos dois colonizadores, os franceses
e os ingleses, e a tensão histórica entre os dois grupos (para
explorar os indígenas, é claro) teve suas conseqüências. Eu
não sou nem de um grupo, nem do outro. Eu convivo com o francês
e também falo inglês porque cresci nas terras anglófonas,
que se situam mais ao Oeste.
Zunái:
Do francenglish, em sua nota de página dos fragmentos já traduzidos
de Mar Paraguayo, você informa textualmente que
"o francês que se fala na cidade de Montreal está cercado
e infiltrado pelo inglês falado na América do Norte. O portunhol
de Bueno, sua mescla transfronteiriça de português com espanhol,
neste texto é traduzido para o francês e inglês de modo casual,
assim como ele chega a mim eu o falo." Por quê?
EM:
Talvez seja porque eu habite entre estas duas línguas,
o inglês e o francês, e ainda uma terceira, o galego, e mais
as palavras que me atravessam em vários idiomas. Eu acolho
o portunhol a partir de minhas experiências com essas línguas,
experiências impossíveis de serem encontradas na América do
Norte. Então, no portunhol de Wilson Bueno, eu encontro um
irmão ao Sul.
Zunái:
Explique-nos a transfronteiridade lingüística, e o porquê
de não ter encontrado todas as palavras mohawk para traduzir
o guarani.
EM:
Eu traduzi as palavras de Bueno em guarani pelas de mohawk,
sim. Sem conhecer o mohawk, e utilizando um dicionário. Só
queria estabelecer a tradução conservando os três idiomas
para mostrar ao público inglês, a variedade e a vitalidade
do texto de Bueno.
Zunái:
Ainda dentro da mesma questão, o português do Brasil incorporou
várias palavras do guarani. No francês de Quebec, isso aconteceu
com o mohawk?
EM:
O mohawk não ocupa a mesma posição que a língua colonizadora
(o francês, ou mesmo o inglês), assim como o guarani ocupa
um lugar na língua brasileira. Parece-me que o brasileiro
inscreveu na língua portuguesa (colonizadora) muitas palavras
do guarani, como o espanhol do Chile por exemplo com as palavras
aymara. Mas não fiz pesquisas e as minhas conclusões não têm
nada de científicas! No entanto, temos em Quebec e no oeste
do Canadá muitos nomes advindos dos idiomas indígenas. E existe
no oeste do Canadá um idioma mesclado, um composto de palavras
do inglês com vários idiomas autóctones, o Chinook. Ainda
utilizamos palavras desta língua em inglês no oeste. Algo
muito bonito, por exemplo, é o skookum. Mas, no caso
da tradução de Bueno, queria utilizar a mescla de idiomas
de meu lugar, a cidade de Montreal. A cidade onde moro, onde
traduzo.
Zunái:
Existe um "silêncio" da língua mohawk em sua cidade, sendo
que os mohawks são os indígenas originários daquele lugar.
Como você acaba de nos dizer é "um silêncio que grita". O
mohawk ainda existe, falado e escrito, nas reservas indígenas
da região. Vejo que você se encontra dobrada pelos dois silêncios,
que eles ressoam entre si, tanto o frores como o mohawk. Então,
como você analisa este fenômeno? Por que o mohawk não foi
constitutivo do francês falado no Quebec?
EM:
O francenglish que utilizei é algo particular, inventado por
mim para responder ao texto de Bueno. Vivo num país francófono,
e os mohawks, como todos os outros indígenas, foram cooptados
pelos colonizadores e forças inglesas há 400 anos. Tem que
lembrar que tivemos aqui dois colonizadores antagônicos. Havia
os indígenas que ficaram do lado francófono, como também os
hurons, e outros mais. A situação é muito diferente. Isso
tudo é muito complicado e eu não tenho nenhum aprendizado
técnico neste sentido. Minhas opiniões contam como as de qualquer
um.
Zunái:
Segundo José Kozer, o célebre poeta cubano exilado nos EUA,
as três línguas de Mar Paraguayo resultam, para ele,
numa quarta língua - o portunhol. O que aconteceu para que
o francês falado deixasse de fora o mohwac? Insisto nesta
questão. Crê você que haja um racismo mais ostensivo no Canadá?
Psicanaliticamente falando, poderíamos pensar que não ocorreu
o nó lacaniano na forma de "sinthoma" que possibilitaria a
criação de uma quarta língua como o portunhol?
EM:
Não tenho muita experiência nisso e não poderia situar minhas
observações neste contexto. Creio que o francenglish que traduzi
de Bueno é uma invenção minha, nada mais. É certo que houve
racismo em nossa História, e que isto ainda nos machuca. Também
está claro de que tanto aqui, como nos EUA, os indígenas têm
menos oportunidades, e que nossas prisões têm uma população
de indígenas em número bem mais expressivo do que a população
em geral. Temos que fazer muitas mudanças, é evidente. Não
se trata, creio eu, de um racismo ativo, mas sim histórico
e estrutural, que tentamos retificar. O nosso modo de retificação
(nós, como sociedade) não está sempre à altura deste trabalho,
creio eu. Esta é uma outra situação, não sou especialista
nisso, sou tradutora.
Zunái:
Você faz uma distinção entre idioma e língua. Qual é a diferença
em seu raciocínio?
EM:
A língua é mais vasta, refere-se a todo idioma em geral, os
idiomas para mim situam-se nos lugares. Talvez a língua resida
nas pessoas (e nas flores, nas árvores, nos animais...)
Zunái:
Como tradutora de Mar Paraguayo você também disse de
forma textual : "Por não ter encontrado todas as palavras,
eu as inventei: " takwa'ahson: spider (aranha) takwa'ahson
tehota'a: ronte: spider web (teia de aranha) nitakwa'ahsona:'
a: little spider (uma: pequena aranha)." Você confessou aí
claramente que inventou estas palavras. Como você vê a invenção
de palavras? Você mesma, como poeta, e Wilson Bueno como o
inventor do portunhol na errância fonética da escrita ficcional
de Mar Paraguayo, "inventam" uma nova literatura?
EM:
Encontrei as palavras no dicionário, de um modo bastante simples.
Mas, eu não tenho a menor idéia de como são utilizadas ou
construídas as frases. Em cada tradução existe um pouco de
invenção. Caso contrário, a tradução se torna impossível.
Traduzimos através de nosso próprio corpo que faz parte de
uma cultura, que era e sempre será social, sempre antecipadamente.
Zunái:
Todos os estudiosos de James Joyce sabem que depois dele a
literatura não existe mais. Na sua opinião, existe aí
uma "destruição"?
EM:
Não vejo assim, como a "destruição" da literatura mas sim
como a "destruição" de uma idéia fixa da literatura. A literatura
é algo que "se fixa". São necessários os escritores para fazê-la
se mexer, rebolar, avançar.
Zunái:
Sabemos que o Paraguai possui duas línguas oficiais: o guarani
e o espanhol. Contudo, existe um modo de falar que é um costume
dos índios guaranis que foi transmitido para os paraguaios.
Chama-se apocopar. Cortam-se as palavras e depois as
reúnem, sempre em uma nova forma. Surgem sempre novas palavras
durante a conversação. Parece que aí uma nova língua se desenvolve
no ato mesmo da fala. Um jogo lingüístico e social que compõe
a comunicação.
EM:
Que coisa interessante! Talvez, o mohawk seja semelhante nesse
aspecto.
Zunái:
Podemos acreditar que se tratam de poemas, estas línguas vocalizadas.
Seriam elas mesmas formas poéticas?
EM:
Toda língua é poesia. Diria que isto ocorre principalmente
nas regiões de fronteira onde os idiomas se modificam e a
língua se torna mais interessante, em movimento constante.
Não?
Zunái:
O que você pensa do interesse crescente, em certos meios literários,
dirigido a romances como Mar Paraguayo? Uma obra, por
exemplo, que mereceu inúmeras reflexões, num arco, como no
caso, que vai de Cuba à New York, de Paris ao México e à Argentina?
EM:
Aprovo vivamente! Penso que trabalhos desta natureza merecem
o interesse de qualquer meio literário.
Zunái:
Uma questão para a poeta do inglês, do galego e inventora
do francenglish: O que você pensa da nova poesia anglo-saxônica
produzida nos países de língua inglesa?
EM:
Anglo-saxão para mim quer dizer um período histórico no Reino
Unido! Você está falando da nova poesia em língua inglesa?
Ou que é produto não só de pessoas de ascendência inglesa?
Não posso falar da Inglaterra, nem dos Estados Unidos, nem
da Austrália ou dos países africanos que falam inglês. No
Canadá, posso dizer que existem poetas muito interessantes
que romperam com as normas, que fugiram dos quadradinhos.
É isto que me interessa na poesia. Esta nova poesia tem nomes,
como Lisa Robertson, Christian Bok, Sina Queyras, Daphne Marlatt,
Hiromi Goto, George Bowering, Ray Hsu, Ian Samuels, Lola Lemire
Tostevin, Roberto Kroetsch, Nicole Markotic e outros e outras...
*
Gleuza
Salomon,
psicanalista, membro fundadora da Escola Brasileira de Psicanálise,
organizadora da antologia Sexistências. (Edita Iluminuras,
a sair).
A
tradução das respostas de Erin Moure foi realizada por Gleuza
Salomon e por Ewaldo Schleder.
*
Leia
também poemas de Erin Moure e a tradução feita
por ela de um fragmento do Mar Paraguayo para
o francenglish.
Entrevista com Jacques-Alain Miller
Márcio Peter de Souza Leite • Jorge Forbes
(in Carta de São Paulo, número 10, agosto/setembro/2003)
Em 10 de novembro de 1998, Márcio Peter de Souza Leite e Jorge Forbes
entrevistaram Jacques-Alain Miller, numa tarde agradável, no "Harmonia", em São Paulo
1a. Questão: A Letra e a Carta Amassada*
Pergunta - Você no livro "Os signos do gozo", aponta que, aí, não se trata de um progresso na obra de Lacan, mas de uma mudança de axiomática; apontando esta mudança como sendo o "Há do Um" (II ya de l'Un). Então, em torno desta questão, o que se nos impõe nos nossos estudos é: qual seria a relação entre o Um e o traço unário, entre o Um e a letra; por conseguinte, a relação entre a letra e o traço unário? Isso porque, na obra de Lacan, apresenta-se a letra como o suporte material do significante. Mas em Lituraterre, Lacan coloca a letra como o precipitado do significante. Então, existiriam duas possibilidades: a letra anterior ao significante, ou a letra como conseqüência do significante. Nossa primeira pergunta aponta esta questão.
Miller - Desde o começo de seu
trabalho clínico, Lacan interessou-se pelas formas verbais da expressão.
Há um conhecido artigo do psiquiatra Paul Guiraud, ao qual Lacan se
refere, que estuda as psicoses, as maneiras de dizer, o desvio
específico do sentido, as formas aberrantes do significante. Em sua tese
sobre a psicose, Lacan claramente utiliza o que naquela época podia ter
de filosofia, ou de linguagem, ou de lingüística, quase como se
esperasse o que viria depois, ou seja, a lingüística estrutural. Existia
já como um lugar preparado e vazio - não falemos ainda de seu ensino -
em sua abordagem das coisas; havia uma chamada em direção a uma ciência -
ou, pelo menos, uma consideração do tipo científico - da relação entre o
suporte material da expressão e os efeitos do sentido. De tal maneira
que, depois da 2a. Guerra Mundial, quando Lacan entrou em contato com a
lingüística estrutural, ele adotou esse ponto de vista, não diretamente,
mas sim a partir da intuição primária de Lévi-Strauss - do ponto de
vista saussuriano - tal como Lévi-Strauss pôde conhecê-Io em Nova
lorque, enquanto residia nos Estados Unidos. Ele lecionava no mesmo
lugar que Roman Jakobson e Lévi-Strauss, ouvindo-o, teve a intuição
primária de que isso lhe serviria na antropologia. Foi realmente um
passo essencial que deu consistência à idéia de ciência humana, no que
concerne à cultura, à antropologia, e às disciplinas deste tipo, que
poderiam, assim, escapar ao Humanismo ou ao Empirismo, para tornarem-se
científicas através da abordagem estrutural dos fenômenos da cultura.
Se houve algo que se pode chamar de ensino, foi
pela aplicação desta perspectiva, que dava um algoritmo para transformar
- de maneira sistemática os dados que haviam sido compilados, numa
perspectiva que se pode chamar de humanista, empirista, para
transformá-los e organizá-Ios como estrutura. Era como um algoritmo,
pois consistia em aplicar sistematicamente a vivência "significante
-significado", e a noção de uma ordem sistemática do significante
extensiva a todos os fenômenos da cultura humana. Isso se percebe em
Lacan, e corresponde ao impulso de seu ensino; seus dez primeiros
seminários, cada um consiste na leitura, pelo menos como ponto de
partida, de uma ou de duas obras de Freud, transformando
sistematicamente o que Freud trouxe e organizando o material de maneira
estruturalista. Ou seja, uma idéia simples, uma divisão simples entre
significante e significado, e passar através dela os dados clínicos,
através dos conceitos, através de suas conseqüências, e mostrando que as
dificuldades que Freud encontrava, seus paradoxos e seus impasses, se
solucionam se fazemos essa partição entre significante e significado.
Podemos dizer, também, entre simbólico e imaginário. Foi como uma
explosão em cadeia. Este movimento é muito perceptível. Por exemplo,
tomemos a famosa posição do falo. Lacan mostra que se concebemos o falo
de maneira empirista como o órgão, o pênis, não se entende a existência
da fase fálica entre os dois sexos; somente se concebermos o falo como
simbólico, diferente da forma e da imagem do pênis e da realidade do
órgão, somente com essa distinção se ordena o material clínico. O
conceito de recalque, ou regressão, se o concebemos apenas sobre um
plano de realidade, implicaria que o paciente realmente voltaria,
passaria pelas fases anteriores de seu desenvolvimento, e terminaria
como um bebezinho chorando no divã. A regressão não é isso. Há um plano
simbólico da regressão, que é retornar aos significantes de demandas
anteriores, mas não na realidade. Lacan também mostra que se
consideramos o pai somente como um personagem real, não se compreende a
função que possui, e que somente se distinguirmos entre o pai real, o
pai imaginário e o pai simbólico, se ordenam os dados clínicos.
Este algorítmo, fundamentalmente baseado na
distinção" significante-significado", sob sua forma mais complexa é a
divisão entre o simbólico e o imaginário. Este algoritmo deu uma grande
impressão de novidade e de potência, porque nada resistia à força desse
ordenamento. Isso fundamentou a idéia de Lacan, e continua sendo a base
da popularidade de seu ensino, e é o que agora colegas que não foram
formados por ele, entendem como sendo Lacan: o pai simbólico, o falo,
tudo isso o resultado do algoritmo inicial. Isso, claramente, colocava
em primeiro plano o semântico, o que implicava uma certa redução do
ponto de vista econômico de Freud. E é isso que, de maneira
aproximativa, os contemporâneos daqueles tempos consideraram como um
intelectualismo de Lacan. O que chamavam assim era a primazia que Lacan
dava à semântica sobre o econômico, ou seja, da semântica sobre o
libidinal. E Lacan dava razões para isso, pois o significante, na sua
emergência, na sua ação, em si mesmo, implica uma deslibidinização, um
elemento mortífero, uma ação mortífera, que se encarna sumariamente no
que chamou de "barra significante" .Para se transformar em significante
um dado, um elemento tomado da realidade, ele deverá ser esvaziado,
comprimido, mortificado e é, por isso, que surge, podemos dizer, como
emblema. De tal maneira que, correlativamente ao algoritmo inicial, há
uma barra evidente, que é a que separa "significante significado", que
também suprime o libidinal, para dar lugar à combinação simbólica.
Lacan, através disso, podia simultaneamente dar conta da castração.
Fazia da castração freudiana o efeito da linguagem ou, melhor dizendo,
do significante. Isso implicou muitas transformações dos conceitos
freudianos, em particular, do conceito de pulsão. Lacan claramente deu
uma versão deslibidinizada de pulsão, quando a apresenta como uma
demanda, uma demanda articulada com significantes primários, diferentes
dos significantes uportes do significado, ou como uma cadeia
significante inconsciente.
Está claro que isso permitia dar conta de
muitíssimas coisas com grande eficácia, mas deixava a necessidade de
conceituar o libidinal como tal. que aparecia na conceituação sempre
como uma inércia, como um resto, como algo a mais que aparecia na
dimensão psicanalítica. Quer dizer, como algo real, quando na
psicanálise se tratava essencialmente de elementos simbólicos e
imaginários, de elementos significantes e de significados. E havia, além
disso, o real, do qual Lacan dizia, no Seminário IV: "Do real não
falamos". O real não pertence a nossa operação.
Mas, acredito que precisou conceituá-lo, cada vez
mais, até chegar na sua criação própria, para além do efeito dessa
perspectiva estruturalista, como objeto "pequeno a", que apareceu
primeiro à margem de seu ensino, e que se resume finalmente no esquema
dos quatro discursos. Existe o significante que, no mínimo, deve ser
representado como um par significante, uma vez que ele ocorre
essencialmente como um sistema, uma ordem, no mínimo criando uma relação
de dois. O efeito de sentido, o significado, como terceiro elemento.
Por muito tempo, Lacan considerava o que chamava "o
sujeito" como sendo um efeito de sentido. É a hipótese mais simples,
dado que - na análise pensamos que é através das palavras e efeitos de
sentido que se transforma o sujeito, então o mais evidente é considerar o
sujeito, ele próprio, como um efeito do significante, que responde à
cadeia significante. Finalmente, todo o esforço de Lacan foi - a partir
de seu ponto de partida - acrescentar o quarto elemento, quer dizer, o
elemento libidinal. O divertido é que, vinte anos depois da construção
desse elemento libidinal nesta estrutura, fundamentalmente saussuriana
ou jakobsoniana, acabou por comprender que não era suficiente, que o
objeto "pequeno a" era um artifício fraco demais para dar conta da
instância, da pressão, da importância da libido freudiana. Isto é dito
no Seminário XX. Finalmente, o objeto "pequeno a" é um semblante, e em
comparação com a função do gozo, fica aquém, não dá conta. Foi depois
desse Seminário que começou a repensar tudo, não pensar o gozo a partir
do "significante-significado", do algoritmo inicial, senão repensar este
algoritmo inicial a partir do gozo, que é uma tentativa e tanto. Neste
momento, é como se o ensino de Lacan saísse de sua própria lógica, ou
fosse conduzido até seu próprio limite; há algo assim como um salto, e a
tentativa de ver tudo o que se tinha a partir de uma outra perspectiva,
como um anti-Lacan. Muitas coisas que depois surgem, parecem ser de um
anti-Lacan, uma crítica de Lacan. Como se Lacan tivesse se tornado
suficiente mente velho para dar, ele mesmo, um passo além de Lacan.
Assim, a última parte de seu ensino me parece que é uma espécie de
tentativa de Lacan para ir além de Lacan, do algoritmo lacaniano. Ao
mesmo tempo, não se pode dizer que teve - nesta perspectiva - o mesmo
sucesso que na primeira parte; uma vez que não dispôs de um algoritmo
tão forte quanto o primeiro; a própria idéia de um algoritmo que
funcione não corresponde à perspectiva da segunda e última parte.
Agora, quando vocês bem assinalam que há distinções
sobre a letra entre um momento e outro, é por causa disso. É claro que
Lacan já havia encontrado esta instância da letra antes, por exemplo, se
pensamos na Carta Roubada. Lacan assinalava num primeiro momento, a
insistência mesma da carta, que se me lembro bem, é a rainha quem a
amassa, e é o ministro que percebe isso, e Lacan diz que nenhum analista
descartaria este resto, que é a carta amassada. Assinalando isto, para
além do significante e do significado. O significante em seu efeito de
significado foi consumido, quando lemos a carta e a podemos entender, já
se efetuou a ação do significante; ademais, existe algo que é o objeto
material, que vem por acréscimo, que é um objeto que está invisível na
palavra. Na fala, o significante se desvanece. É claro que agora temos
aparelhos que permitem à palavra tornar-se escritura imediatamente, como
quando se utiliza um gravador. O gravador, sendo material, tem a mesma
função que a carta amassada.
É este elemento que quando Lacan fala de Gide,
também assinala esta materialidade própria das cartas que permite à
senhora Gide queimá-Ias. Para machucar, Gide queima as cartas de amor
enviadas por ele, que as considerava a mais bonita correspondência
amorosa do mundo. Toda a leitura de Lacan termina na materialidade da
carta que, uma vez queimada como coisa, ou uma vez queimado o objeto, o
significante e o significado se desvanecem, porque não havia outros
exemplares, havia um só de cada; se tivessem sido fotocopiadas, a
senhora poderia ter queimado as cartas sem maiores conseqüências.
É essa mesma função que figura, no que diz Lacan,
como uma espécie de suplemento. Quando ele escreve Lituraterre, faz
desta materialidade o centro da operação literária, faz da litura do
dejeto o centro ao redor do qual gira a própria literatura, que não gira
ao redor do mecanismo que vincula o significante ao significado, senão
que gira ao redor da litura, e é por esta razão que seu texto começa com
uma homenagem a Samuel Beckett e a seus personagens que falam desde a
lixeira.
A perspectiva sobre o gozo também se inverte
porque, na primeira parte do ensino de Lacan, do gozo antes do
significante não se podia dizer muito. Falava-se somente do resto que
fica da libido, depois da operação significante. Corresponde bem ao que
diz Freud quando fala da deslibidinização do corpo, e que a libido se
concentra em algumas zonas residuais. No último ponto de vista de Lacan,
é como se ele tentasse se localizar no gozo primário, para situar o
significante a partir deste ponto de vista. Ou seja, é nessa
circunstância que pode finalmente problematizar o que esse significante
tem de estranho, como se introduz o significante a partir do gozo de um
ser vivo, e como se destaca, dentro dos significantes, um significante
organizador, um significante amo.
De tal maneira que, no primeiro ponto de vista é
como se o problema, como se o conceito essencial fosse o conceito do
Outro, enquanto lugar do Outro, enquanto sistema simbólico, mas não um
sistema puro, porque tem um desejo, também do Outro. E, na última
perspectiva, o conceito essencial é o conceito do Um, que deve ser
pensado na distinção do Outro, isto é, na primeira perspectiva, a
questão é a do sistema do significante e, na segunda, da existência do
significante como tal.
Obs: Agradecemos a Jorge Forbes a revisão técnica.
Obs: Agradecemos a Jorge Forbes a revisão técnica.
http://www.marciopeter.com.br/links2/entrevistas/entrevistaJacques.html
20 años sin fronteras (I)
http://www.elmitodeeuropa.blogspot.com.es/2012/10/20-anos-sin-fronteras.html
The Single Market (I) / Le Marché
Unique (I) / El Mercado Único (I)
Por estas fechas, en 1992, en el
seno de la por entonces Comunidad Europea se estaba fraguando algo. Se acercaba
un momento clave en la construcción de Europa. Todo un logro al que se llegaba
a base de pequeños pasos desde 1951. Por estas fechas, en 1992, en Europa se
derribaban todas las barreras para hacer del “Mercado Único” una realidad.
Y esta introducción tan poética
para afirmar que el “Mercado Único” es sin lugar a dudas el mayor éxito
alcanzado por la Unión Europea hasta el momento y que, afortunadamente continúa
perfeccionándose y ampliándose en la actualidad. Su importancia es tal, que ha
conseguido que las Comunidades Europeas, que nacieron con un claro objetivo
económico –aunque a veces nos quieran vender lo contrario- hayan evolucionado
hasta convertirse en una auténtica realidad constitucional que pone al
ciudadano en un primer plano.
Pero, ¿qué es el “Mercado Único”?
Y, lo más importante ¿cómo influye en nuestras vidas?. Pues eso es algo que
intentaré explicaros con esta entrada y otras cuantas que escribiré poco a
poco… Por ahora empecemos con unas nociones.
El “Mercado Único”, tambien
conocido como Mercado Común o Mercado Interior, surge con un objetivo doble:
suprimir todo obstáculo y simplificar las regulaciones comunes a los Estados de
la UE.
De este modo se consigue eliminar
las fronteras interiores de la UE, esto es, las fronteras entre los distintos
Estados Miembros. Y así se establecen “las cuatro libertades fundamentales de
la economía europea”: la libre circulación de mercancías, capitales, servicios
y trabajadores (este último ampliado en la actualidad al concepto “personas”).
Ello significa que tanto mercancías, capitales, servicios y personas pueden
circular dentro del territorio de la UE con la misma libertad con la que
circularían dentro de un único Estado, sin que las fronteras nacionales puedan
suponer cualquier tipo de obstáculo.
A medida que se amplía la UE el
número de Estados y personas que se benefician de estas cuatro libertades se
incrementa. En sus inicios, con 12 Estados Miembros y 350 millones de personas;
en la actualidad con un total de 27 Estados Miembros y más de 500 millones de
personas, conviertiéndolo en el mercado común más grande del mundo.
Sin embargo, alcanzar estas
cuatro libertades exigió superar múltiples obstáculos no solamente de carácter
jurídico, sino, además de carácter burocrático y técnino. Esto se consiguió
unificando poco a poco el Derecho Europeo a través de las Directivas -fuente de
derecho del ordenamiento jurídico europeo que exige para que sea posible
aplicarla su transposición a la legislacion nacional de cada Estado Miembro
cumpliendo los plazos previstos -.
Así, aunque los Tratados declaren
que en la UE rige una economía de mercado único, no es posible afirmar que los
beneficios que este reporta tengan una aplicación automática, pues es necesario
pasar por tres pasos: 1) Que el legislador europeo adopte la directiva sobre un
asunto concreto, 2) Que el Estado Miembro dicte una norma de derecho nacional
en la que realice la transposición de la directiva –lo que sería “vaciarla” en
su ordenamiento juridico interno, 3) Que las Administraciones del Estado
Miembro se encarguen de la aplicación dentro de su territorio de la directiva.
Pero, incluso en la actualidad,
surgen problemas relativos a las “trabas” [del francés entraves] que la legislación de los Estados Miembros presenta
frente a esta libre circulación del mercado único; especialmente, en aquellos
casos en que los nacionales de otro Estado Miembro no son tratados como los
propios nacionales.
Aquí, en la mayoría de ocasiones,
podemos encontrar un cuarto paso para garantizar la eficacia del mercado único:
4) La cuestión prejudicial elevada por un juez nacional al TJUE cuando se
encuentra con un posible obstáculo a cualquiera de las cuatro libertades de
circulación. De forma contundente, el TJUE, dando respuesta a estas cuestiones
prejudiciales, se pronuncia frente a estas “restricciones” considerándolas
contrarias al Derecho de la UE y, en concreto, contrarias a los Tratados que
proclaman estas cuatro libertades y que son directamente aplicables en todos
los Estados Miembros.
Cuando, tras cumplir los pasos
mencionados, la libre circulación se convierte en una realidad, tres son los
grandes beneficiarios del mercado único europeo: las empresas, los consumidores
y las personas.
Las empresas, porque su campo de actuación se amplía y pasan a
poder realizar sus negocios hasta en un total de 27 Estados.
Los consumidores,
porque aumenta el número de productos disponibles y, gracias al incremento de
la competencia entre empresas, pueden adquirirlos a precios más bajos.
Y,
finalmente, las personas, que pueden trabajar, vivir o estudiar en cualquier
Estado Miembro. Pero esto tocará explicarlo detalladamente otro día.
Imágenes:
(1) Fotografía del Mercado de Barcelona.
(2)
Entrada del English Market en Cork (Irlanda). Al ser Cork una ciudad
receptora de estudiantes de inglés es sorprendente la variedad de
productos nacionales de otros Estados que se pueden adquirir en sus
puestos.
(3) Las cuatro piezas clave del Mercado Único (las cuatro libertades fundamentales).
(4) Imagen "Creciendo Juntos" de la Comisión Europea para la conmemoración de los 20 años del Mercado Único.
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