tag:blogger.com,1999:blog-90813011219351534412024-03-13T09:19:32.616-07:00pequen(a) leituraDenise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.comBlogger351125tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-43207794888678108962016-08-21T15:02:00.001-07:002016-08-21T15:02:14.567-07:00Pulsiones y Destinos de Pulsión - Sigmund Freud - Audiolibro<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/NPUdffpR6nA" width="480"></iframe>Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-83185048337640754862016-08-21T14:41:00.001-07:002016-08-21T14:41:42.208-07:00Jacques Lacan Television 1973 (Sub. español)<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="https://www.youtube.com/embed/m6csLeB0Tuk" width="459"></iframe>Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-68065439630363726042014-07-13T10:31:00.000-07:002014-07-13T10:31:24.709-07:00Cómo leer a Freud en el siglo XXI - Por Zygmunt Bauman<br />
<br />
En El retorno del péndulo, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman investiga,
en compañía del argentino Gustavo Dessal, el pensamiento del padre del
psicoanálisis a la luz de sus propias ideas sobre la modernidad líquida.
Aquí, un fragmento de su conferencia magistral "La civilización
freudiana revisitada"<br />
<br />
<span style="color: black;"><br /></span>
"Cada individuo es virtualmente un enemigo de la civilización"
-escribió Freud hace unos ochenta años-. "La civilización es algo que
fue impuesto a una mayoría contraria a ella por una minoría [.]. Puede
creerse en la posibilidad de una nueva regulación de las relaciones
humanas, que cegará las fuentes del descontento ante la cultura,
renunciando a la coerción y a la yugulación de los instintos [.]. Esto
sería la edad de oro, pero es muy dudoso que pueda llegarse a ello. [.]
El dominio de la masa por una minoría seguirá demostrándose siempre tan
imprescindible como la imposición coercitiva de la labor cultural."<br />
¿Por
qué ocurre esto? "Es imputable a dos circunstancias ampliamente
difundidas entre los hombres: la falta de amor al trabajo y la
ineficacia de los argumentos contra las pasiones." Entonces, los seres
humanos deben ser obligados a formar la sociedad [...]. Y allí donde hay
coacción, es decir, allí donde las personas se ven obligadas a mantener
un comportamiento diferente del que dictan sus inclinaciones naturales,
hay descontento y disenso: la mayor parte del tiempo, sofocados,
reprimidos o desviados, pero manifiestos de tanto en tanto.<br />
En
otras palabras, hay un precio a pagar por haberse emancipado de la
existencia bestial: por haber obtenido esa seguridad confortable y
reconfortante que sólo el poder coercitivo de la sociedad puede brindar.
"No hay almuerzo gratis", como lo expresa la sabiduría popular inglesa:
para conseguir algo hay que perder otra cosa. La vida civilizada (más
en general: el tipo de vida que hace posible la comunión humana) es una
transacción. En el relato ya octogenario de Freud, lo que los individuos
humanos ceden en la transacción es una cantidad nada pequeña de
satisfacciones que sus instintos los exhortarían a buscar, y que ellos
buscarían si nada se lo prohibiera o impidiera por la fuerza. A cambio
ganan una medida considerable de seguridad: contra los males y los
peligros que provienen de la naturaleza, del propio cuerpo y de otros
seres humanos.<br />
Los tipos de cambio y los términos de la
transacción nunca son completamente satisfactorios; de ahí que ninguna
transacción pueda considerarse una solución definitiva al dilema de
equilibrar la seguridad con la libertad: dos valores igualmente
indispensables pero obstinadamente incompatibles. Cada "transacción"
específica es más bien algo que uno preferiría llamar "arreglo": una
solución de compromiso, con el subsiguiente armisticio. siempre
temporal, siempre hasta próximo aviso, siempre una espina clavada en el
cuerpo de las relaciones entre el individuo y la sociedad, así como una
tentación a embarcarse en rebeliones anárquicas o golpes de Estado
autocráticos/totalitarios, un estímulo a iniciar otro combate u otra
ronda de negociaciones de los deberes y derechos vinculantes en el
momento.<br />
De hecho, en las reflexiones de Freud, la eutopía (un
buen lugar, donde la seguridad y la libertad estarían equilibradas a la
perfección, sin causar descontento ni disenso) aparece en un combo con
la utopía (un lugar que no está en ninguna parte). La civilización es un
don ambiguo, que suscita impulsos ambivalentes: es irremediablemente
una bendición mezclada con maldición. La civilización (que, me permito
repetir, significa para Freud "todo aquello en lo cual la vida humana se
eleva por encima de sus condiciones animales y se distingue de la vida
animal") no puede prescindir de la coerción, y por ende tampoco puede
existir sin engendrar resistencia contra sí misma, en la medida en que
la coerción, por definición, significa enfrentar situaciones en las que
la balanza se inclina en contra de hacer lo que se quiere y a favor de
hacer algo que se querría evitar. [...]<br />
Me pregunto qué diría
Freud si tuviera que revisar su manuscrito de 1929 para preparar la
edición de 2008. Conjeturo que generalizaría su veredicto, insistiendo
en que toda y cualquier civilización -es decir, toda comunión humana
elevada por encima de sus "condiciones animales"- es una transacción, y
nuestra variedad no es una excepción. Pero también conjeturo que Freud
invertiría su diagnóstico de los bienes que se intercambian en la
transacción. Probablemente diría que los principales descontentos de
nuestro tiempo se originan en la necesidad de ceder una buena parte de
nuestra seguridad a cambio de seguir eliminando, una por una, las
restricciones impuestas a nuestra libertad. En lo que concierne a esa
minoría de la cual suelen reclutarse los pacientes que buscan cura
psicoanalítica, la fuente del padecimiento parece ser ahora la carencia
de seguridad, que envenena el goce de una libertad individual sin
precedentes. Los temores a la desprotección personal, que la
civilización del trascendental estudio de Freud había prometido
extirpar, volvieron recargados. Y los grilletes que solían reprimir los
instintos personales, los grilletes que los hombres y las mujeres de
aquella época bregaban desesperadamente por romper, ya no parecen tan
repulsivos si se los compara con los recién descubiertos horrores de la
perpetua y continua inseguridad.<br />
<figure class="foto-encolumnada"><a href="https://www.blogger.com/null"><img src="http://bucket3.clanacion.com.ar/anexos/fotos/52/1897652w300.jpg" /></a></figure>En
años recientes pude ver una y otra vez entrevistas televisivas a
infortunados pasajeros que perdían sus anheladas vacaciones o urgentes
reuniones de negocios por quedarse varados en aeropuertos durante la
prolongada serie de alertas terroristas. Muy pocos de los entrevistados
se quejaban: en su mayoría estaban cansados, aburridos y exhaustos, pero
alegres y encantados a pesar de todo. Cubrían de elogios a las
autoridades que los habían salvado de peligros ocultos e inefables:
"Nunca nos hemos sentido tan seguros y cuidados como ahora", repetían
sin cesar. Obedientes y plácidos, hacían cola para esperar que les
llegara el turno de dejarse olfatear por perros y someterse a
palpaciones corporales que no mucho tiempo atrás habrían tachado de
escandalosas afrentas a su privacidad y dignidad personal. Hoy las
alertas terroristas ya han adquirido un sólido estatus permanente, al
igual que la reconciliación de los pasajeros con las sucesivas cesiones
de crecientes partes de su libertad personal. Día a día, millones de
hombres y mujeres en miles de aeropuertos de todo el mundo, presurosos
por abordar sus vuelos, hacen largas colas con actitud dócil, si no
entusiasta, para someterse a controles personales y palpaciones
corporales que no muchos años antes ellos mismos o sus propios padres
habrían denostado como una manifestación más, siniestra y humillante, de
las aspiraciones totalitarias atribuidas a los poderes vigentes. Y lo
hacen del mismo modo en que pululan alegremente por los centros
comerciales, aliviados por la presencia de guardias armados y las
decenas de cámaras de circuito cerrado de televisión que graban cada uno
de sus pasos y gestos para ojos de extraños y usos desconocidos.<br />
Seamos
claros: estos fenómenos no son acontecimientos aislados; no son
desviaciones temporales de la norma, inusitadas y a contracorriente.
Tampoco son respuestas lógicas (quizá lamentables pero sin duda
inevitables) a necesidades excepcionales y "externas", ocasionadas por
hazañas terroristas o por un aumento, presunto o genuino, en la
incidencia de la criminalidad; justificar estos fenómenos con referencia
a tales factores equivaldría a colocar el carro delante de los bueyes.
Los fenómenos en cuestión deben verse como síntomas prodrómicos de una
nueva norma emergente. [...]<br />
El mundo que analizó Freud era el
mundo de los Buddenbrook de Thomas Mann: un mundo de normas rígidas y de
severas penalidades (como quedar excluido de la competencia
empresarial, caer en la desgracia social o sufrir el ostracismo) que se
aplicaban por quebrantarlas; también de normas claramente articuladas y
legibles, que debían ser aprendidas de una vez y para siempre: para toda
la vida individual y para todos los ámbitos de la vida, desde la cuna
hasta la tumba. El linaje, la familia, la fortuna familiar y la
continuidad de los vínculos sanguíneos trazaban un eje en torno al cual
habría de girar el itinerario de la vida, ya concebido pero aún
pendiente de completarse. Tal como lo proclamarían mucho más tarde los
psicólogos existencialistas como R. D. Laing o Thomas Szasz, aquella
familia, inscrita en un entorno y a través de él en una clase, era el
perro guardián colectivo (o un vaso capilar del sistema panóptico de la
vigilancia social, como lo enunciaría después Michel Foucault) que
obligaba a sus miembros a mantenerse en el camino recto, excomulgando y
eliminando a los desviados (en términos freudianos, la familia era el
baluarte, la plenipotenciaria y la ejecutora del principio de realidad,
encargada de podar y domar los excesos perpetrados por el "principio del
placer"). Así lo sintetizó Daniel Cohn-Bendit con la ventaja de una
mirada retrospectiva que abarcaba cuarenta años: quienes en mayo de 1968
hicieron carne la palabra por entonces blasfema han ganado no obstante
su batalla, desde el punto de vista social y cultural (aunque -se
apresuró a agregar Cohn-Bendit- por suerte la perdieron desde el punto
de vista político).<br />
<figure class="foto-encolumnada"><a href="https://www.blogger.com/null"><img src="http://bucket1.clanacion.com.ar/anexos/fotos/49/1897649w300.jpg" /><span class="ampliar-foto" title="Ampliar imagen"> </span></a></figure>En
el filme El diablo, probablemente, estrenado por Robert Bresson en
1976, los héroes son varios jóvenes completamente desorientados que
buscan el sentido de la vida, su misión en el mundo y el significado de
"tener una misión". Cualquiera sea el drama en el que participan como
actores entusiastas o comparsas renuentes, no hay dramaturgos ni
directores a la vista, ni llega ayuda alguna de sus mayores. De hecho,
durante los 95 minutos que necesita la trama para alcanzar su trágico
desenlace no aparece un solo adulto en la pantalla. Los jóvenes
personajes, completamente inmersos en sus obstinados e infructuosos
esfuerzos por comunicarse entre ellos (la película escasea notablemente
en diálogos articulados), recuerdan y mencionan apenas una vez la
existencia de los adultos: cuando, hartos de sus proezas, sienten hambre
y corren a la nevera repleta de comida que los invisibles padres
aprovisionaron para tales ocasiones.<br />
Los años que siguieron
confirmaron y revelaron con creces la visión profética de Bresson. El
cineasta francés había vislumbrado las consecuencias que tendría la
"gran transformación" de la que él y sus contemporáneos eran testigos
presenciales, aunque muy pocos entre ellos percibían su verdadero
alcance y no muchos más habían advertido siquiera que estaba ocurriendo
algo: nada menos que el pasaje de una sociedad de productores
-trabajadores y soldados- a una sociedad de consumidores -individuos por
decreto y adictos a corto plazo por adaptación-. [...] La sociedad
"moderna sólida" que analizó Freud era en realidad una sociedad de
productores y soldados. Los padres de los futuros trabajadores y
soldados tenían un papel sencillo y claro que desempeñar: la función
parental en la sociedad "moderna sólida" de productores/soldados
consistía en instilar la autodisciplina indispensable para alguien con
pocas opciones aparte de la obligación de soportar la monótona rutina
impuesta en el lugar de trabajo o los cuarteles militares, y de quien a
su vez se esperaba que fuera para sus hijos un modelo personal de
comportamiento regulado por las normas. Había un fuerte vínculo de
realimentación y consolidación recíproca entre las exigencias de la
fábrica y los cuarteles, por un lado, y una familia regida por los
principios de la supervisión y la obediencia, la confianza y el
compromiso, por el otro.<br />
De acuerdo con Michel Foucault, los casos
de sexualidad infantil y "los peligros de la masturbación" eran
especímenes del surtido arsenal utilizado para legitimar y promover el
estricto control y la vigilancia permanente de los hijos que los padres
de aquella época tenían como misión. El ejercicio de esta función
parental exigía presencias constantes, atentas y curiosas; presuponía
proximidades; se aplicaba mediante el examen minucioso y la observación
insistente; requería un intercambio de discursos a través de preguntas
que arrancaban confesiones, y de confidencias que sobrepasaban las
preguntas formuladas. Implicaba una proximidad física y una interacción
de sensaciones intensas.<br />
Foucault sugiere que en esa campaña
perpetua con el fin de fortalecer la función parental y su impacto
disciplinante, "el 'vicio' del niño no era tanto un enemigo como un
soporte"; "en todas partes donde aparecía el riesgo [del 'vicio'] se
instalaron dispositivos de vigilancia, se establecieron trampas para
exhortar a la confesión". Los baños y los dormitorios eran los sitios
donde se concentraban los mayores peligros, el suelo más fértil para las
inclinaciones sexuales malsanas de los niños: de ahí que requirieran
una supervisión particularmente atenta, íntima e implacable, y por ende
una constante, manifiesta y prominente presencia de los padres.<br />
En
los tiempos modernos líquidos, el pánico a la masturbación se ha
reemplazado por el pánico al "abuso sexual". La amenaza oculta que causa
el pánico actual no acecha desde la sexualidad de los niños, sino desde
la de los padres. Los baños y los dormitorios siguen considerándose
antros de la horrenda perversión, tal como antes, pero ahora los
acusados han pasado a ser los padres. El propósito de esta cruzada que
blande como arma el nuevo pánico al abuso sexual es exactamente opuesto a
los objetivos del pánico a la masturbación que había explorado
Foucault. Sean expresos o tácitos, los fines de la presente guerra son:
la merma del control parental, la renuncia a la presencia ubicua y
prominente de los padres, la determinación y el mantenimiento de una
distancia entre los "viejos" y los "jóvenes", tanto en la familia como
en su círculo de amigos. [...]<br />
La primera víctima del pánico a la
masturbación fue la autonomía del individuo: la misma libertad personal
cuya pérdida registró Freud en su vivisección del orden civilizado. Los
futuros adultos debían ser protegidos desde su más tierna infancia
contra sus propios instintos e impulsos malsanos y potencialmente
desastrosos (si no se los controlaba). En términos de Freud, el orden
civilizado exigía imponer restricciones al antisocial "principio del
placer", que los hombres y las mujeres tomarían como guía en el caso de
que el "principio de realidad", socialmente impuesto, no los mantuviera a
raya. [...]<br />
Hoy la principal tarea de la "socialización" (la
preparación para la vida conforme a las normas sociales) consiste en
provocar/facilitar el ingreso en el juego de las compras, así como
incrementar las oportunidades de permanecer en el campo de juego
evitando la amenaza de la exclusión. Los miembros de la sociedad tienen
que desarrollar la sensibilidad a los encantos seductores del mercado y
responder a ellos de acuerdo con el guión escrito por los expertos en
mercadotecnia; y el fracaso en esa empresa es el principal contenido de
los actuales temores a la "ineptitud". Tal como observó Pierre Bourdieu
hace ya dos décadas, hoy vivimos en una sociedad que ha reemplazado la
regulación normativa por la seducción, y el mantenimiento del orden por
las estratagemas de las "relaciones públicas" (en términos más simples,
la publicidad), mientras los deseos en expansión y el despertar de
nuevas necesidades han vuelto redundante la coerción manifiesta: no
obstante, estos nuevos mecanismos de reproducción social sólo adquieren
eficacia si se dirigen a hombres y mujeres "capacitados para el
desafío".<br />
En clara oposición a la familia ortodoxa con su estricta
supervisión parental, esta laxa estructura familiar, que expande la
autonomía infantil y deja a los jóvenes librados a la orientación de sus
pares, se ajusta bien a los requisitos impuestos por nuestra sociedad
moderna líquida de consumo, individualizada en toda su extensión.<br />
Lo
que atormenta a los jóvenes de nuestros días ya no es el exceso de
restricciones y prohibiciones insidiosas, temibles y demasiado reales,
sino la abrumadora y vasta expansión de las opciones aparentemente
abiertas por el don de la libertad consumista. Hoy, las ansiedades de
los jóvenes y sus consecuentes sentimientos de inquietud e impaciencia,
así como la urgencia por minimizar los riesgos, emanan por un lado de la
aparente abundancia de opciones, y por otro del temor a hacer una mala
elección, o al menos a no hacer "la mejor disponible"; en otras
palabras, del horror a pasar por alto una oportunidad maravillosa cuando
aún hay tiempo (fugaz) para aprovecharla.<br />
A diferencia de lo que
ocurría con sus padres y abuelos, que se criaron en el estadio "sólido"
de la modernidad, orientado a productores y soldados, ahora las opciones
recomendadas no adjuntan códigos de conducta perdurables o acreditados
(por no hablar de perdurables y acreditados) que guíen a los electores
por un itinerario infalible una vez que hacen su elección o aceptan
obedientemente la opción recomendada. Nunca cesa de atormentarlos la
idea de que el paso dado pueda (por poco) ser un error y que quizá sea
(por poco) demasiado tarde para disminuir las consecuentes pérdidas, y
mucho más para revocar la opción desafortunada. De ahí el resentimiento
que suscita todo "largo plazo", ya sea la planificación de la vida
propia o los compromisos con otros seres vivos. Un aviso publicitario
reciente, que a todas luces apelaba a los valores de la generación
joven, anunciaba la llegada de un nuevo rímel que "promete mantenerse
impecable durante 24 horas", agregando un comentario:<br />
¿Estás en
una relación estable? Con una sola pasada, la belleza de tus pestañas
sobrevivirá a la lluvia, el sudor, la humedad, las lágrimas. Pero la
fórmula se elimina sin problemas con agua caliente.<br />
Al parecer, un
periodo de veinticuatro horas ya se percibe como una "relación
estable", pero ni siquiera semejante "compromiso" sería una opción
atractiva si no resultara fácil borrar sus huellas y si no hubiera agua
caliente al alcance de la mano. Cualquiera sea la opción que se elija en
última instancia, deberá parecerse al "manto sutil" de Max Weber, que
uno puede quitarse de los hombros a voluntad y sin notificarlo con
anticipación, y no a su "jaula de hierro", que ofrece protección eficaz y
duradera contra las turbulencias pero también obstruye los movimientos
del protegido y estrecha severamente su espacio de libre elección. Lo
más importante para los jóvenes, en consecuencia, no es tanto la
configuración de la identidad como la retención (¡perpetua!) de la
capacidad de re-configurarla cada vez que llegue -o se sospeche que ha
llegado- la necesidad de reconfigurarse. La preocupación de los
ancestros por la identificación pierde cada vez más espacio ante el
anhelo de re-identificación. Las identidades deben ser desechables; una
identidad insatisfactoria o no del todo satisfactoria, o bien una
identidad que delate su edad avanzada al compararse con las identidades
"nuevas y mejoradas" disponibles en el presente, tiene que ser fácil de
abandonar: quizá la biodegradabilidad sea el atributo ideal de la
identidad más deseada.<br />
En ausencia de valores perdurables,
indisputados y respaldados por una autoridad, la evaluación de las
opciones sólo puede seguir el modelo de las mercancías comercializadas:
es preciso "colocar en el mercado" el modelo de la identidad elegida a
fin de "averiguar su valor". De acuerdo con un sentido común que -tal
como observó Bourdieu- se inspira en la pensée unique de la economía de
mercado, la mercancía carece de valor a menos que disponga de clientes, y
el valor que pudiera ya tener o aun adquirir se mide por la cantidad de
clientes y la intensidad que éstos le dedican. El castigo por fracasar
en el hallazgo/creación de clientes para la identidad diseñada y
exhibida es la exclusión (ostracismo, "eliminación por decisión del
jurado", desaire, caso omiso): el equivalente social al vertedero de
basura. Vibeke Wara llegó a la conclusión de que los jóvenes tienen "un
talento especial para mercantilizarse" y sugirió que la eficacia de ese
talento se mide principalmente por la cantidad de contactos que exhibe
cada uno: los "más talentosos" son los que tienen más contactos (hechos
en "redes sociales", como MySpace, Facebook, Second Life y sus numerosas
imitaciones en menor o mayor escala, que hoy se aproximan a cien en
número, así como en blogs personales, que hoy superan los setenta
millones y crecen a paso acelerado).<br />
"Hoy crece el número de
adolescentes que se sienten instados a crear identidades más grandes
para sí mismos, como las celebridades que ven retratadas en los medios
nacionales", dijo Laurie Ouellette, profesora de Ciencias de la
Comunicación y experta en telerrealidad (reality shows) de la
Universidad de Minnesota, reafirmando una opinión ya integrada al bagaje
de saber común que los expertos comparten con el gran público.<br />
Las
"identidades más grandes" implican en primer lugar una mayor
exposición: más gente mirando, más personas (usuarios de Internet de
banda ancha) con posibilidades de mirar, más devotos de Internet
estimulados/excitados/entretenidos por lo que han visto, y estimulados
hasta el punto de compartirlo con sus contactos (rebautizados como
"amigos", tal como sugieren las "redes sociales"). MySpace, Facebook,
Second Life y los blogs que se reproducen como hongos son algo así como
una revista ¡Hola! de la gente común, u otros incontables templos,
capillas o santuarios menores del culto a la celebridad: una copia que
se reconoce inferior (puesto que ofrece una identidad en cierto modo
menos extensa), pero que alberga la esperanza de hacer por la gente
común lo mismo que ¡Hola! hace por las ambiciones de los rostros que
aparecen en su tapa y por las vidas acerca de las que informan sus
columnas de chismes sobre celebridades. Para los "aspirantes a ser los
elegidos", los blogs son las versiones masivas -estilo "hágalo usted
mismo"- de los originales de boutique haute-couture para los pocos
elegidos.<br />
Todos sabemos que la posibilidad de abrirse camino hacia
la visibilidad pública a través de la intrincada espesura de los blogs
personales es apenas poco más grande que la perspectiva de supervivencia
de una bola de nieve en el infierno, pero también sabemos que las
oportunidades de ganar la lotería sin comprar un boleto son nulas.<br />
Ninguna
representación del yo, por muy instantáneo que resulte su éxito, es
segura en el largo plazo. Lo que hoy es de rigueur, mañana o pasado
mañana estará condenado a volverse rancio y bochornosamente anticuado, o
bien completamente ilegible. Mantener actualizada la representación es
una tarea de veinticuatro horas por día y siete días por semana.<br />
Y
la capacidad interactiva de Internet está hecha a la medida de esta
nueva necesidad: ayuda a permanecer au courant de lo que está en boca de
todos, como los hits musicales más escuchados y los últimos diseños de
ropa, así como las fiestas y los eventos de celebridades más recientes y
comentados; simultáneamente, ayuda a actualizar los contenidos y
redistribuir los énfasis del autorretrato; y dada la "cultura de la
prisa", que es endémica a la comunicación electrónica, sumada al breve
lapso de memoria que ésta condiciona, también ayuda a borrar las huellas
del pasado: los contenidos y énfasis que hoy son bochornosos porque
pasaron de moda. En líneas generales, Internet facilita enormemente la
tarea de la reinvención, hasta un punto inalcanzable en la vida
desconectada; he ahí, sin duda, una de las razones más importantes por
las que la nueva "generación electrónica" pasa tanto tiempo en el
universo virtual, un tiempo que crece a ritmo constante a expensas del
tiempo vivido en el "mundo real".<br />
En consonancia, los referentes
de los principales conceptos, que a todas luces elaboran y cartografían
el Lebenswelt de los jóvenes, se trasplantan de manera gradual pero
constante desde el mundo desconectado hasta el mundo conectado.<br />
Entre
ellos adquieren mayor prominencia los conceptos referidos a los
vínculos interpersonales y los lazos sociales, como "contactos",
"citas", "reunión", "comunicar", "comunidad" o "amistad". Este
trasplante influye de modo indefectible en el significado de los
conceptos desplazados y las respuestas conductuales que ellos evocan y
suscitan. [...]<br />
El tiempo percibido por la actual generación joven
no es cíclico ni lineal, sino "puntillista", como los cuadros de
Seurat, Signac o Sisley; cada "punto" es minúsculo, pero cualquiera de
ellos puede convertirse en un momento del big bang, como todos sabemos
gracias a los científicos del cosmos; no obstante, a diferencia de las
obras legadas por los maestros pretéritos de la escuela puntillista
(lienzos en los que cada punto ya tiene asignado su lugar inequívoco y
en los que la forma de las cosas ya se ha preconfigurado de una vez y
para siempre con el fin de que la veamos con claridad y sin cambios cada
vez que miramos), resulta absolutamente imposible predecir qué momento
experimentará tal transformación. Los cosmólogos pueden decirnos en
minucioso detalle qué ocurrió con el universo una fracción de segundo o
miles de millones de años después del big bang, pero absolutamente nada
de lo que ocurrió antes, y mucho menos cuál fue su causa, si es que la
hubo, o qué auguró/anunció su advenimiento. En consecuencia, cada punto
del tiempo requiere un tratamiento serio y ninguno puede quedar
desatendido ni escurrirse entre los dedos. [...]"<br />
La vida de la
generación joven se vive hoy en un estado de emergencia perpetua. Es
preciso mantener los ojos bien abiertos y aguzar los oídos de forma
constante para captar de inmediato las visiones y los sonidos de lo
nuevo: lo nuevo que siempre ya-está-viniendo, a una velocidad sólo
comparable a la de un bólido que pasa y se esfuma en un instante. No hay
momento que perder. Desacelerar es derrochar.<br />
¿Qué augura todo
esto para el destino del "principio de realidad", encargado de domar y
mantener a raya la búsqueda de placer a instancias del deseo? La gran
novedad es la eminente revocabilidad de este principio. La realidad se
percibe cada vez más como una irritación temporal que es preciso
circunvalar, y no algo a superar o ante lo cual darse por vencido; en
nuestro mundo de repuestos y del derecho a devolver en la tienda
cualquier producto que no nos brinde plena satisfacción, los objetos que
causan incomodidad se descartan y sustituyen por otros "nuevos y
mejorados". En particular para los jóvenes, esto incluye la realidad
fuera de Internet, que para cumplir con las expectativas debe adecuarse
sin demora a los parámetros de su homóloga online. Hoy le toca al
"principio de realidad" ser considerado culpable hasta que demuestre su
inocencia, y no le resulta fácil encontrar una prueba convincente. Le ha
llegado el turno de argumentar profusamente ante su antagonista -el
placer- y disculparse por los inconvenientes que ha causado por abusar
de su hospitalidad.<br />
Esto puede que sea o no verdad, pero lo más
probable es que no sea toda la verdad. El jurado aún no ha dictado
sentencia; el caso sigue abierto. El resultado de las confrontaciones
entre ambos principios no está cantado en absoluto. En la ininterrumpida
confrontación entre los principios de la realidad y del placer, no hay
un solo enfrentamiento que permita vislumbrar una clara línea final:
pocas batallas son concluyentes, si es que alguna lo es, y rara vez o
nunca se llega al "punto sin retorno". Como ya he señalado, esta
situación redunda en un estado de emergencia perpetua, pero también en
un estado de perpetua Unsicherheit. Mientras que el primer impacto
psicológico de ese cambio en la índole de la confrontación es un
reconfortante augurio de que habrá más espacio para la búsqueda de
placer, el segundo aspecto presagia malestares, diferentes a los del
pasado pero potencialmente tan severos y patogénicos como los que
sabemos que causó el "principio de realidad" en los tiempos de su
supuesta invencibilidad.<br />
En pocas palabras, la situación actual se
caracteriza por una intrínseca y extrema ambivalencia. Y la condición
de ambivalencia no tiene visos de definirse. Puede suscitar reacciones
mutuamente opuestas que redunden en sufrimientos ostensiblemente
contrarios. Tanto el carpe diem como la búsqueda febril de "raíces" y
"cimientos" son sus resultados igualmente probables y legítimos. Sin
embargo, un pequeño pero creciente número de razones lleva a sospechar
que el perpetuo movimiento pendular entre el deseo de conquistar mayor
libertad y el anhelo de contar con mayor seguridad está por iniciar su
trayecto opuesto. No hay manera de pronosticar con certeza hacia qué
lado se desplazarán las cosas una vez que este equilibrio notoriamente
inestable alcance su "punto de inflexión": la hoy revelada
insostenibilidad del sistema económico mundial y del sistema global de
explotación de los recursos planetarios podría aún redefinir las
recientes desviaciones culturales como un callejón sin salida al que ha
ido a parar la parte más privilegiada de la humanidad, tal vez
subrepticiamente manipulada, durante las últimas dos o tres "décadas
furiosas".<br />
Lo más probable es que, a pesar de que el "principio de
realidad" parezca haber perdido su batalla más reciente contra el
"principio del placer", la guerra entre ellos está lejos de haber
llegado a su fin y el resultado final (si es que algún acuerdo es capaz
de alcanzar el estatus de "final") no está definido en absoluto.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"> http://www.lanacion.com.ar/1700733-como-leer-a-freud-en-el-siglo-xxi</span><br />
<br />
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-61917461845300548932014-05-23T08:20:00.000-07:002014-05-23T08:20:09.450-07:00 Ese "milagro" llamado lenguaje <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="color: #45818e; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ese "milagro" llamado lenguaje</span></span></b>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span></b><br />
<br />
Miquel Bassols<br />
<br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-¿Cuál es la diferencia del cuerpo para el
Psicoanálisis y el cuerpo para la ciencia?</span></span></b>
<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Partamos de la
diferencia entre organismo y cuerpo. Para llegar a tener un cuerpo es necesario
cierto recorrido, más bien complejo, que pasa por el vínculo con los otros, que
supone la construcción de una imagen real de ese cuerpo para el ser que habla,
una construcción que Lacan investigó ya con su famoso “estadio del espejo” como
formador de la función del Yo. No nacemos con un cuerpo, nacemos con un
organismo, y debemos pasar por ciertos circuitos de lenguaje, circuitos
enteramente simbólicos distintos del orden puramente biológico, para llegar a
hacernos con ese cuerpo. Y, en efecto, “nos hacemos” con el cuerpo del mismo
modo que podemos afirmar que hablamos con el cuerpo. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Llegar a tener un
cuerpo supone un vínculo con el lenguaje a partir del cual este cuerpo será
experimentado de una u otra forma. De modo que, como afirmará Lacan, no somos
un cuerpo sino que sólo llegamos a tenerlo gracias a ciertas operaciones
simbólicas fundamentales que el psicoanálisis estudia en la clínica. Por
ejemplo, podemos verificar que en ciertos sujetos diagnosticados de autismo
este cuerpo no se construye de una manera evidente, que la relación con los
agujeros y los límites del cuerpo siguen una lógica muy singular, diferente a
la que mantienen otro sujetos. Basta ver la angustia del niño que rodea de
manera repetida y frenética el borde de un agujero como si pudiera ser tragado
por él, como si ese agujero estuviera en continuidad con los agujeros de su
propio cuerpo sin poder distinguirlos de él. En este tipo de operaciones podemos
verificar qué supone experimentar el cuerpo como un conjunto desordenado de
agujeros, sin poder disponer de una imagen corporal unificada. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De modo que el
cuerpo es una construcción simbólica e imaginaria a partir de un organismo que,
en sí mismo, no dispone de ninguna función subjetiva. La ciencia trata
generalmente con organismos, seres que califica de vivos aún sin tener nada
claro todavía qué es la vida como tal, qué es lo que especifica a un ser como
vivo. La pregunta fue ya planteada por Erwin Schrödinger en su famoso texto
“¿Qué es la vida?” y está todavía por responder. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pues bien, aún es
más enigmática para la ciencia la pregunta “¿Qué es un ser que habla?”. Y sólo
un ser que habla llega a tener propiamente un cuerpo. Es este ser que habla con
un cuerpo el que trata el psicoanálisis.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-Es sabido que para la ciencia de nuestro tiempo
los cuerpos dicen, hablan por sí mismos, significan cosas con un saber ya
escrito en ellos, ya sea en un gen o en una neurona. ¿Qué del sujeto para la
ciencia entonces?</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es cierto, la
ciencia también se confronta a su manera con este “misterio del cuerpo que
habla”, como lo llamaba Jacques Lacan. De hecho, tanto la Física como las
Neurociencias de nuestro tiempo se dan de cabeza por distintos caminos con este
real imposible de resolver. La Física divulgada por un Stephen Hawking termina
por aceptar que en el fundamento del universo en el que vivimos se encuentra el
“milagro”, literalmente, del lenguaje. ¿De dónde viene este aparato infernal del
lenguaje que sirve tanto para hacer frente a lo real como para dejarse
aniquilar por él? Las Neurociencias sueñan todavía con la idea de que
topografiando el cerebro y mapeando todas su zonas y conexiones neuronales llegaremos
a encontrar las huellas de este virus que es el lenguaje, un virus que modifica
al cuerpo hasta límites insospechados. La moda es sólo un juego de niños al
lado de lo que hoy nos promete la ciencia para modificar este cuerpo. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sin embargo, la
localización del lenguaje en el sistema nervioso —ya sea en el cerebro como en
sus conexiones con el resto del organismo—, se resiste de manera especial. La
búsqueda sigue, inútilmente porque se busca en el mal lugar con la excusa de
que ahí hay más luz, como el personaje de aquel cuento que había perdido su
llave y la buscaba debajo del farol con este argumento. Finalmente, lo mejor
que se puede decir desde esta perspectiva —es, por ejemplo, lo que dijeron hace
una década neurocientíficos como G. Edelman y G. Tononi—, es que el lenguaje
viene del lugar del Otro, que no hay nada en la naturaleza y evolución del
sistema nervioso que pueda asegurar su presencia, y que este lenguaje nos
convierte a cada uno en una “muestra comparable a nada”, en seres absolutamente
distintos unos de los otros. Es muy sugerente, es una idea que nos conduce a lo
más genuino de la concepción que el psicoanálisis tiene del síntoma, incluso
del síntoma al final de un análisis, una muestra singular que no es comparable
a nada, a ningún otro síntoma.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por otra parte,
la ciencia encuentra un saber ya escrito en lo real, en lo real del gen o de la
neurona por ejemplo, como si alguien lo hubiera escrito ya allí. El problema es
que a veces en nombre de este saber que se supone ya escrito en lo real se deja
de escuchar al sujeto responsable de sus actos, al sujeto del síntoma. Es lo
que sucede, por ejemplo, cuando se hace de la genética la causa de fenómenos
que tocan el sentido singular de la vida y de la elección del sujeto, como es su
elección sexual. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lacan sostenía
que cuanto más la ciencia avanzaba, más lo real enmudecía y más se hacía
escuchar correlativamente en los nuevos síntomas de nuestra época. Ahí está el
retorno del sujeto excluido por la ciencia. El psicoanálisis es el que se hace
destinatario del mensaje de este sujeto enmudecido que habla en el síntoma.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Con todo, es
interesante rastrear en el interior de la propia ciencia las huellas de este
sujeto excluido por su operación. De nuevo alguien como Erwin Schrödinger puede
ser muy ilustrativo de este retorno del sujeto en el interior del propio campo
de la ciencia. Él mismo pudo situar este huella del sujeto que está presente en
cada paso, en cada operación, en cada demostración del método científico. Es también
una huella presente en cada paso de la ciencia actual y es muy importante que
sepamos leerla y hacerla escuchar.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> http://miquelbassols.blogspot.fr/2014/01/ese-milagro-llamado-lenguaje.html</span></span></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-25851358978995520662014-05-23T08:11:00.000-07:002014-05-23T08:11:54.396-07:00Her, la película de Spike Jonze, bajo la mirada del psicoanálisis<span class="volanta">Pierre-Gilles Gueguen</span><br />
<br />
<span class="volanta"> </span>Miembro de la Ecole de la Cause Freudienne, de la New Lacanian School,
también lo es de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), cuyo IX
congreso internacional empieza a sesionar en París, en pocos días más.<br />
<br />
“La película de Spike Jonze, <em>Her</em>, tiene en este momento en
Nueva York un gran éxito (…) ¿Por qué tanto éxito para esta película.
Los cinéfilos encontrarán todas las razones que quieran desde el punto
de vista de la estética, la poética, la actuación, etcétera, y tendrán
razón. Pero la verdad de la película es que un hombre se enamora de un
software, es decir, de una mujer que no existe, reducida a un objeto a:
la voz. Y The New York Times no se equivoca al titular <em>Sin cuerpo, ciertamente, pero oh, qué voz</em>.<br />
<br />
<em>Her</em>, ¿será necesario volverlo a decir? no es <em>She. Her </em>designa
el complemento de objeto. Muy masculino, dirá usted, y lacaniano: el
hombre, primero, busca en la mujer el objeto que falta y lo vuelve un
fetiche. En <em>Her</em>, la voz. Que aquellos psicoanalistas que practican el análisis por teléfono empiecen a preocuparse...<br />
<br />
Desde luego esto se complica una vez que el señor, un poco cansado de la
buena escucha, pide que su fetiche tome cuerpo. Es un enamorado
desamparado. Descubre que la voz no es la mujer , y que hay un <em>no sé qué </em>más allá del objeto que se impone para que las cosas <em>funcionen</em> entre un hombre y una mujer.<br />
<br />
En resumidas cuentas, el amor se sostiene solamente si hace un puente
sobre el vacío de la no relación entre los sexos y así mantiene el
deseo. El amor verdadero, como el objeto verdadero, impone esa dimensión
de vacío que Lacan intentaba hacer entender, hablando del objeto a como
vaciador, su <em>color de vacío</em>, <em>sustancia episódica</em>,
maneras de hacer saber que la pulsión finalmente no es sin objeto, pero
también que no tiene objeto en el sentido de un objeto pulsional único:
oral, anal, escópico, invocante, etcétera. De ahí las páginas esenciales
del <em>Seminario XI </em>sobre la tarea de la mirada y la crítica radical de Sartre y de Merleau-Ponty.<br />
<br />
La deliciosa voz, tan sexy de la coprotagonista de Joaquin Phoenix, seductor geek un poco <em>bobo</em> (del francés, bohemio, burgués), intenta hacernos creer lo contrario. En todo caso, él cree antes de darse cuenta de que <em>cree lo que es bueno</em>. En ese momento, su fantasma empieza a ceder. Y no se deja engañar (por su fantasma): creer que una mujer es un <em>objeto</em>
en su mano. Eso que venía a obturar la nostalgia donde estaba atrapado
respecto a su ex-mujer, con quien está en proceso de divorcio.<br />
<br />
Así, encuentra una compañera de trabajo, ella también <em>en falta</em>:
la acaba de dejar su pareja. Los dos fracasados del amor se encuentran,
tanto el uno como el otro dispuestos a nuevas peripecias (amorosas)
menos ficticias, apostando por el desplazamiento del goce solitario
hacia el compañero-síntoma.<br />
<br />
Un nuevo amor”.<br />
<br />
http://www.telam.com.ar/notas/201403/57147-her-la-pelicula-de-spike-jonze-bajo-la-mirada-del-psicoanalisis.htmlDenise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-14339663584714757672014-05-05T16:24:00.000-07:002014-05-05T16:24:28.454-07:00“No creo engañar a mi marido” - Por Jacques-Alain Miller *<div id="cuerpo">
<div class="margen0">
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;">Una joven
tiene un amante. Lo explica en el análisis: “De hecho, yo no tengo la
impresión de que engaño a mi marido. Lo que él no sabe, para él no
existe. Sólo existe para mí”. Dicen que están los hechos, y Lenin
agregaba que son tercos. Y bien, no es tan así. Sólo existen los hechos
que son dichos. ¿Qué es un hecho que no se dice? Esta joven divide su
vida entre dos mundos. En uno, el amante existe. Es un mundo que sólo
ella conoce, con el amante y con el analista. Y es un mundo muy estrecho
ya que las aventuras son breves y las sesiones de análisis son pocas y
cortas. ¿Qué valor tiene este mundo al lado del otro, el de su vida
cotidiana, con marido, hijos, padres, compañeros de trabajo? El mundo
del amante, si apenas puede existir, existe en un paréntesis, es una
balsa bogando en el océano de su vida.</span></span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;">Dirán: tiene mala fe, lo sabe y no quiere saberlo. Pero no. Lo
importante no es lo que ella sabe o no. Lo que importa es que el otro,
en cambio, no sabe. Porque lo que el otro no sabe, no existe. Para el
marido, la familia, el discurso común, el amante es como si no
existiera. El otro no es el Dios que examina su mente y su corazón, que
lo ve todo, lo sabe todo. Es un otro perforado, con un hueco, un punto
ciego. Y es ahí precisamente donde habita el deseo.</span></span><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;">Hable usted de cualquier cosa y la hará existir. El problema
atormenta a los filósofos desde siempre: el no ser no es, por supuesto,
pero al nombrarlo, ¿no se le confiere un ser? Entonces, callar algo es
hacerlo desaparecer. Un escritor, un artista, un político lo saben.</span></span><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;">Es el principio de Madison Avenue, donde habitan los Mad Men en
Nueva York: “La mala publicidad no existe”. Preste atención: cuando
hablamos de un producto, bien o mal, lo hacemos existir.</span></span><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;">Por lo tanto, el sujeto es sincero cuando miente. Separa los dos
mundos y se divide a sí mismo según esté en uno o en otro. Sin embargo,
sucede que un personaje del mundo común logra introducirse por efracción
en su mundo íntimo. Es un horror. Intenta expulsar al intruso. El
insiste. Se instala. Al poco tiempo, usted está obligado a volver al
mundo común. Su ontología se desmorona. Lo que no existía es expuesto a
todos. El no ser es, absolutamente. El hecho, pasado al dicho, será
terco. La marca se quedará. Y su ser quedará atrapado allí.</span></span><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;"><em>* Miembro de la Ecole de la Cause Freudienne (ECF). Creador de
la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Artículo publicado en la
revista Enlaces, Psicoanálisis y cultura, Nº 19.</em></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><em> http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-245267-2014-05-02.html</em></span></span></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-25365486603465766412014-03-09T08:04:00.000-07:002014-03-09T08:09:57.961-07:00Radio de la Asociación Mundial de Psicoanálisis<br />
<br />
http://www.radiolacan.com/es/home<br />
<br />
<br />
Todos los miércoles de<br />
<span style="font-size: 30px; line-height: 30px;">17 a 19 hs.</span><br />
(Buenos Aires)<br />
Usted puede conectarse y escucharnos en directo desde cualquier dispositivo móvil.<br />
La actualidad mundial del psicoanálisis con todas sus voces lo están esperando.Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-39276493865195916562014-03-08T10:03:00.000-08:002014-03-08T10:03:29.911-08:00Dustin Hoffman <h1 class="yt" id="watch-headline-title">
<span class="watch-title long-title yt-uix-expander-head" dir="ltr" id="eow-title" title="Dustin Hoffman Se Quiebra Llorando Al Explicar Algo Que Toda Mujer Tristemente Ya Experimentó">Dustin Hoffman Se Quiebra Llorando Al Explicar Algo Que Toda M</span><span class="watch-title long-title yt-uix-expander-head" dir="ltr" id="eow-title" title="Dustin Hoffman Se Quiebra Llorando Al Explicar Algo Que Toda Mujer Tristemente Ya Experimentó">ujer Tristemente Ya Experimentó </span></h1>
<h1 class="yt" id="watch-headline-title">
<span class="watch-title long-title yt-uix-expander-head" dir="ltr" id="eow-title" title="Dustin Hoffman Se Quiebra Llorando Al Explicar Algo Que Toda Mujer Tristemente Ya Experimentó"> https://www.youtube.com/watch?v=IPeES14Nq48</span></h1>
<h1 class="yt" id="watch-headline-title">
<span class="watch-title long-title yt-uix-expander-head" dir="ltr" id="eow-title" title="Dustin Hoffman Se Quiebra Llorando Al Explicar Algo Que Toda Mujer Tristemente Ya Experimentó"> </span></h1>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-75204105378128693272014-03-08T10:00:00.000-08:002014-03-08T10:00:05.599-08:00El sentimiento de culpaGoce, culpa, impunidad<br />
<br />
<h1 class="t1">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;">El sentimiento de culpa</span></span></h1>
<span style="font-size: small;"> </span><h2 class="p1">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;"> Paradojas de sujeto contemporáneo, situado entre el goce, la corrupción, la impunidad, la vergüenza y el perdón <span>|</span> Los países luteranos, donde no basta la confesión para obtener la absolución, son los menos corruptos <span>|</span> La ciencia hecha discurso nos desresponsabiliza; todo se da por leyes de las que no tenemos culpa.</span></span></h2>
<h2 class="p1">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;">Miquel Bassols | José R. Ubieto | Enric Berenguer </span></span></h2>
<h2 class="p1">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;"> </span></span></h2>
¿Cómo se vive hoy el
sentimiento de culpa, en esta época de escándalos públicos? ¿Y el
perdón? ¿Hasta qué punto ha cambiado nuestra noción de la
responsabilidad, en una época que prima el goce y la satisfacción
inmediata?<br />
El sentimiento de culpa está ligado, en nuestra
tradición judeocristiana, a un obrar en oposición a la moral convenida
que conlleva el castigo. En cuanto a la impunidad, en esta perspectiva
quedaba vinculada a una vivencia clandestina y mal vista. Pero hoy el
goce, satisfacción que empuja a su máximo logro, otorga otro estatuto a
la impunidad. Ya no se trata de los viejos vicios privados, y
discretamente practicados, que quedaban sin reprimenda. Ahora, el no ser
castigado se presenta a menudo precedido de un investimento social
positivo: la idolatría de ciertos personajes –algunos enjuiciados– como
ejemplos públicos resulta muy significativo al respecto.<br />
¿Dónde
queda pues la culpa y que tratamientos observamos para aliviarla? Por un
lado la ciencia ofrece argumentos de disculpa ligados a las
explicaciones causales de muchos actos vitales (infidelidad, fracaso
escolar, trastornos mentales, inversiones especulativas) que dejarían de
implicar la responsabilidad del sujeto para reducirse a aspectos
‘moleculares’ (genética, neurotransmisores) sobre los cuales el sujeto
nada tendría que decir. La paradoja es que ese sentimiento de culpa
arrojado por la puerta, retorna por la ventana de las imputaciones
hereditarias (padres con antecedentes genéticos).<br />
¿No será la
angustia la que toma el relevo de ese sentimiento de culpa y de la
vergüenza que, en ocasiones, la acompañaba? La prevalencia actual de los
cuadros de angustia (desde el estrés postraumático hasta el ‘panic
attack’) así parece atestiguarlo. En este dossier, tres psicoanalistas
discuten estas cuestiones.<br /><br />
<strong>Culpa y corrupción</strong><br /><em>Por Miquel Bassols</em><br />
Los
vínculos inconscientes que existen entre la corrupción y los
sentimientos de culpa son más bien paradójicos y fuente de toda suerte
de hipocresías. Son tan secretos que terminan por ser secretos para cada
uno. La historieta contada per el cómico americano Emo Philips lo
resume muy bien: "Cuando era pequeño solía rezar cada noche para tener
una bicicleta. Un día me di cuenta de que Dios no funciona así, de modo
que robé una y recé para que me perdonara." Así de paradójica es la
relación del sujeto de nuestro tiempo con el goce y con la culpa. El
cinismo del argumento no excluye la mísera verdad escondida en la
operación: mejor creer en la absolución de la culpa, en la impunidad del
goce inmediato, que en el deseo que me haría merecer por mí mismo este
objeto de goce. Es una ecuación que el psicoanálisis descubre en los
entresijos del sentimiento de culpa: sólo la certeza y la constancia de
un deseo me hacen responsable de un goce que nunca obtendré de manera
impune. <br /><br />Es sin duda una de las razones por las que, según los
rankings internacionales, los países con menos corrupción son los más
influidos por la tradición luterana, una tradición que no confía en modo
alguno en la simple confesión de los pecados para lograr la absolución y
la impunidad del goce. Es una tradición que ha criticado duramente la
costumbre del tráfico de indulgencias -la compra del perdón-, principio
de toda corrupción. No hay goce impune, responde el sentimiento de culpa
al argumento utilitarista del cómico americano, tu deseo de bicicleta
tiene un precio que no puedes negociar. Si a este argumento añadimos la
creencia en la reciprocidad del goce -si el otro lo hace, también puedo
hacerlo yo- la lógica del virus de la corrupción está asegurada hasta en
el mejor de los mundos posibles. <br /><br />No es de extrañar entonces que
todos los historiadores del fenómeno de la corrupción lo conciban como
un hecho irreductible e inherente al ser humano, en todas las sociedades
y culturas, a veces como un mal menor, a veces como el principio mismo
de su funcionamiento. La corrupción sería así "un fenómeno inextirpable
porque respeta de forma rigurosa la ley de reciprocidad", tal como
indica Carlo Brioschi en su <em>Breve historia de la corrupción</em>.
Siguiendo esta ley, no hay ningún favor desinteresado y gozar de una
prebenda quedará siempre justificado. A la vez, esta ley de reciprocidad
autoriza a cada uno a gozar de lo que otro goza sin sentirse culpable
por ello.<br /><br />A partir de aquí, todo parece una cuestión de grado, de
la mayor o menor suposición del goce del otro, del mayor o menor
intercambio recíproco de prebendas, de más o menos concesiones para
obtener el objeto de goce, esa bicicleta que cada uno exige como derecho
propio. La creencia en el Otro que perdona y en el Otro que contabiliza
el goce está en el principio del mercantilismo y de una parte de los
vínculos sociales. En realidad, es una creencia tan religiosa como
cualquier otra. <br /><br />En nombre de esta creencia puede admitirse toda
corrupción como algo relativo al tiempo y a la realidad en la que
vivimos. ¿Quién se atrevería a sostener hoy, por ejemplo, como
políticamente correcta la frase del gran Winston Churchill: "Un mínimo
de corrupción sirve como un lubricante benéfico para el funcionamiento
de la máquina de la democracia"? Sólo una cuestión de grado la distingue
de las afirmaciones que sostenía hace poco Luis Roldán, ejemplo de
corrupción de la sociedad española de nuestro tiempo, en una contundente
entrevista: "La corrupción era y es estructural".<br /><br />Es, me dirán,
sólo un problema de lenguaje, de la significación que demos a las
palabras para sentirnos más confortables en la justificación intelectual
del fenómeno de la corrupción. Pero entonces, será más cierta todavía
aquella afirmación de Jacques Lacan: "El más corruptor de los conforts
es el confort intelectual, del mismo modo que la peor corrupción es la
del mejor". Lo que quiere decir también que la primera corrupción a la
que cedemos es la corrupción del lenguaje que modula y determina
nuestros deseos. Porque a todo esto ¿por qué y para qué quería usted una
bicicleta?<br />
<strong>Culpa, vergüenza y perdón</strong><br /><em>Por José R. Ubieto</em><br />
La
culpa tiene diversas causas, la primera es la que los clásicos
resaltaron: el dolor de existir. Aún sin haber pedido venir al mundo,
paradójicamente, nos sentimos culpables de habitarlo. Freud habló luego
del sentimiento de culpa por gozar y transgredir los límites, sea bajo
la forma de una compulsión, una infidelidad o un desafío.<br />
Lacan
añadió otra vertiente de la culpa, más compleja pero más actual, ahora
que los límites se difuminan: la culpa por no gozar lo suficiente, por
no ser felices con todos los objetos que pueblan nuestra existencia.<br />
El
mito del padre edípico, agente de la prohibición, ya no sirve para
explicar el hecho de que uno se siente culpable de gozar poco, lo que
obliga al sujeto a hacerse cargo de esa falta sin poder culpar al otro
castrador de esa insuficiencia. El goce está limitado al hombre por su
condición de ser hablante -ya Hegel se refirió al lenguaje como
asesinato de la cosa- y la respuesta a esta falta de gozar es la culpa
que deviene así estructural. El <em>nothing is impossible</em>, lema global, vela esa imposibilidad con su ilusoria promesa.<br />
Culpa <em>secreta</em>
y causa del imperativo superyoico que exige de nosotros un esfuerzo más
y un sacrificio que hoy toma formas diversas, muchas de ellas ligadas a
la gestión xtreme de los cuerpos. Informaciones recientes de <em>The New York Times</em>
nos hablan de que el 35 por ciento de los estudiantes universitarios
toman psicoestimulantes para combatir el estrés de los periodos de
exámenes y circunstancias similares. Otros consumos compulsivos
(tóxicos, cibersexo, comida) muestran como ese empuje al "¡Goza!" (<em>Enjoy!</em>)
certifica que lo que no está prohibido es obligatorio, en la búsqueda
imposible de ese goce perdido cuya culpa (falta) no cesa de agitar al
sujeto.<br />
El reverso de todo ello es la prevalencia actual de la
angustia como pathos. Basta como muestra los 500.000 soldados americanos
(de los dos millones desplazados a Iraq y Afganistán) que padecen
secuelas graves postraumáticas.<br />
Diversidad de la culpa a la que
corresponden también modos distintos de tratarla. Uno es el autocastigo,
fijación a un síntoma que nos produce malestar consciente si bien
implica un alivio de esa culpa inconsciente. ¿Cuántos varones infieles <em>se hacen castigar</em> por ello de diferentes maneras? ¿Cuántos conductores demasiado veloces <em>se hacen multar</em> o limitar por otros motivos?<br />
Otro
modo clásico, y hoy de renovada actualidad, es pedir perdón y mostrar
arrepentimiento. Lo practican políticos, líderes religiosos, empresarios
e incluso países enteros. Algunos -no todos- añaden a la petición los
signos de otro afecto: sentir vergüenza por sus actos. Otra manera de
dar salida a la culpa, que implica un grado de subjetivación mayor que
el simple perdón.<br />
Que extrañas suenan hoy las palabras de Vatel,
cocinero del Gran Condé: "Señor, no sobreviviré a esta desgracia. Tengo
honor y una reputación que perder". Pronunciadas como preludio de su
posterior suicidio, al no poder cumplir con sus obligaciones en el
festín con el que el príncipe quería seducir al rey francés, evocan el
afecto de la vergüenza.<br />
Pretender hacerse perdonar por los daños
causados implica la existencia de un discurso moral, teñido de
religiosidad, que busca más la absolución del pecador que su
rectificación efectiva. El problema es que esa petición de perdón no es
seguro que confronte al sujeto con su responsabilidad. Y si no lo hace
sabemos que la única consecuencia posible será la repetición de ese
exceso. Es lo que la clínica nos enseña: cuando un sujeto no elabora la
culpa respondiendo de sus actos, queda entonces fijado a la búsqueda de
ese perdón sin que su posición se modifique lo más mínimo. La
responsabilidad queda entonces del lado del Otro que es quien puede/debe
perdonar.<br />
"Lo que tú haces sabe lo que eres", aseveración de
Lacan que indica que un sujeto ético no es aquel que se disculpa sino el
que testimonia de lo íntimo de su ser que se halla comprometido en sus
actos y decide qué hacer con ello, lo cual no va sin una pérdida, sea en
bienes, en imagen, en afectos. Cuando el sujeto no consiente a esa
pérdida, y si además se trata de un personaje público, el mensaje que
transmite es la impunidad por el goce obtenido.<br />
<strong>Culpa y responsabilidad en el tiempo de la ciencia</strong><br /><em>Por Enric Berenguer</em><br />
De
leer un día en el diario que alguien importante se mató tras ser
acusado de corrupto, ¿qué diríamos? ¿Que era un enfermo, con una grave
depresión más o menos latente? Quizás alguien precisara, alegando datos
sobre tiempos mejores del finado, que era <em>bipolar</em>. Antaño se hubiera hablado del honor perdido.<br /><br />Hoy
los hechos predominan sobre las palabras. Y ¿qué es el honor, sino una
palabra? Reducido todo a puro hecho, la transgresión de una ley es un
tema práctico: importa si hay una condena, si grande o pequeña, la
fianza. El condenado, si lo es, saldrá de prisión, venderá sus memorias.<br /><br />En
un mundo objetivado, cierto discurso sobre la ciencia tiene mucho peso.
Claro, no se trata de la ciencia misma, a la que esto no le importa,
sino de un uso que de ella se hace en la construcción de una
racionalidad hoy imperante.<br /><br />Según esta, la culpa y la
responsabilidad no son relevantes, son sentimientos y como tales no
importan tanto. Si uno está sano, son pasajeros. Si le duran o le pesan
demasiado, debería medicarse. Cosa de autoestima y de serotonina.<br /><br />Leímos
hace poco este descubrimiento: "Científicos comprueban por qué los
hombres son infieles". Argumentos así, buenas coartadas, quizás lleguen a
ser plausibles en una discusión de pareja. Ya se sabe... O quizás se
olviden hasta la próxima gran noticia.<br /><br />Descubren la sopa de ajo
cada semana, pero no es novedad: el ya se sabe existió siempre. Y, como
mínimo desde el siglo XVIII, la divulgación de la ciencia tuvo un lugar
notable en la producción de yasesabes para todos los gustos.<br /><br />Desde entonces toda una reflexión, inspirada en la ciencia, sobre lo que era <em>lo real</em>
se volvió un argumento autorizado para decir cómo deben ser las cosas.
Así lo ético tiende a reducirse a un "debe ser como es realmente más
allá de las apariencias". Es una creencia en la naturaleza: de un modo u
otro, el ser humano debe adaptar su comportamiento a sus leyes
ineludibles.<br /><br />Una de las realidades que se quiso fundamentar
enseguida en tal apetito científico generalizado fue la del mercado.
Tanto es así, que se dijo podía ser objeto de una ciencia económica.
Bentham consideró al interés motor de todo lo humano susceptible de
cálculo, como la gravedad, al modo de Newton. Ciencia supuesta en cuyo
nombre luego se ha querido acabar con la política. Que se haya diluido
la responsabilidad (por ejemplo, con la responsabilidad limitada de las
corporaciones y los accionistas) y que esto haya contribuido a la
extensión de la impunidad no es un hecho casual: está, permítanme la
metáfora científica, en el ADN del invento del mercado.<br /><br />Mas,
curiosamente, el sentimiento de culpa no desaparece. Se transforma, se
desplaza, se niega, se proyecta. Persiste en expresiones que surgen,
también del inconsciente, como cuando alguien dice, o piensa: "si le
ocurre esto a mi hijo no es por mi culpa, son los genes de mi marido".
La negación apasionada de la culpa, en cosas en las que nadie ha dicho
que la haya, lleva a cosas extrañas, como la culpa genética. Fantasía
sin consecuencias en una pareja, si quien la tiene puede escucharse y
acaba riéndose de lo que dice. Pero socialmente es más complicado y ha
demostrado a qué conduce. La culpa vuelve tozudamente, más cuando nadie
es responsable. Vuelve por donde menos se piensa: por ejemplo, se dice
que todo es por las leyes del mercado... pero sean austeros, vivieron
por encima de sus posibilidades. Y en todo caso... ¡la culpa es del
Otro! ¡Que pague!<br /><br />¡Arrepentíos! ¿Les suena? Ahora parece que les
toca a las mujeres, también a los médicos que las ayuden en un momento
tan difícil de sus vidas. Quizás dentro de poco haya mujeres expiando
con su dolor quién sabe qué crímenes de otros. Y más buenos médicos en
la cárcel que malos banqueros.<br /><br />El discurso de la ciencia, la
ciencia hecha discurso, nos desresponsabiliza. Todo se da por leyes de
las que no tenemos culpa. Pero los fundamentalismos, que siempre andan
cerca, ya se encargan de poner los puntos sobre las íes. Quizás el uno y
los otros formen, sin saberlo, una extraña pareja.<br />
<b>http://www.lavanguardia.com/cultura/20140305/54402802835/el-sentimiento-de-culpa.html</b><br />
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</div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-5020127892637370042014-03-06T15:17:00.000-08:002014-03-06T15:17:05.624-08:00Entrevista:EMERGENTES Y DIVERGENTES | Leopoldo María Panero / Poeta "España es la que está loca, no yo"<u><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> </span></span></u><span class="firma"><u><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span></u><span class="autor"><u><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
<a href="http://elpais.com/autor/jesus_ruiz_mantilla/a/" rel="author" title="Ver todas las noticias de Jesús Ruiz Mantilla">Jesús Ruiz Mantilla</a> /
<a href="http://elpais.com/autor/miguel_mora/a/" rel="author" title="Ver todas las noticias de Miguel Mora">Miguel Mora</a></span></span></u> </span></span><br />
<br />
La cita es en la Residencia de Estudiantes, y están con él dos
amigos: el poeta canario Félix Caballero, con quien Panero ha escrito ya
dos libros, y Amaraba, una <em>fan</em> misteriosa. Los dos fuman como
él (hay siete paquetes abiertos sobre la mesa) y asisten risueños a la
exhibición de Panero, que lleva ingresado cinco años en el manicomio
canario del doctor Rafael Inglod (ahora sólo duerme dentro), tras pasar
14 en el de Mondragón. Hablando también escribe poesía.<br />
<strong>Pregunta.</strong> ¿Cómo es el manicomio?<br />
<strong>Respuesta.</strong> El puto infierno. El asunto del veneno
empezó en Mondragón, pero lo de Inglod es peor. Me han dado toneladas de
haloperidol y todavía no he muerto. Lo de Rasputín fue una noche y a
puerta cerrada; lo mío va para 20 años y es a la luz del día: el diario
de un hombre infinitamente envenenado. España es la que está loca, no
yo.<br />
<strong>P.</strong> ¿Por qué le dan haloperidol?<br />
<strong>R.</strong> Porque me pasé tres años sin cerrar la ventana.<br />
<strong>P.</strong> ¿Y qué le hace?<br />
<strong>R.</strong> Atonta. Pero más inteligente que yo, imposible. Soy tan inteligente como Nieztsche.<br />
<strong>P.</strong> ¿Cómo se vive dentro?<br />
<strong>R.</strong> Todo ingreso es un secuestro clínico, toda
internación es ilegal. Allí se tortura: no dejan fumar, te hacen hacer
la cama siete veces, azuzan a los locos contra mí y no les atan... Atan a
los viejecitos por nada y a esos cabrones no los atan.<br />
<strong>P.</strong> ¿Le dan electroshocks?<br />
<strong>R.</strong> López Ibor te daba electroshocks y luego te ponía
una imagen de santa Teresa en la mesilla. No he visto un nazi parecido
en los días de mi vida. Ahora, la lobotomía y el electroshock están
prohibidos, y las correas también, salvo en caso de sangre o pelea...<br />
<strong>P.</strong> ¿Mienten los locos?<br />
<strong>R.</strong> El loco yerra pero no miente, tiene la perniciosa manía de decir la verdad, como el borracho.<br />
<strong>P.</strong> ¿Acaso existe la locura?<br />
<strong>R.</strong> No. Los locos son gente muy puteada y se esconden para que no les hagan más daño. <em>El mito de la enfermedad mental,</em>
de Thomas S. Szasz: si el loco es un hipócrita, no está loco, es un
hipócrita y punto. Yo aprendí telepatía en París, entendí que pensar
venía de hablar, y hablaba y leía en voz alta. Me quedé telépata. "El
cante sin guitarra, / el cante a palo seco, / el cante sin meis nada".
Es un poema de João Cabral de Melo Neto.<br />
<strong>P.</strong> Ah. ¿Le gusta el flamenco?<br />
<strong>R.</strong> No creo en la clase obrera española. Son payasos
alfredolandescos. Tras 40 años sin ideología obrera, sólo queda la
picaresca y un proletariado chistoso.<br />
<strong>P.</strong> ¿Psiquiatría o poesía?<br />
<strong>R.</strong> He pensado dejar la poesía como Rimbaud para dedicarme a la psiquiatría, pero a la real, no a esa falsa que Wittgenstein llamó <em>La máscara y el lenguaje.</em><br />
<strong>P.</strong> ¿La literatura cura?<br />
<strong>R.</strong> Alguna sí. Los literatos españoles se dividen en dos: el burgués ambicioso y los mamarrachos abominables.<br />
<strong>P.</strong> ¿Cree en la democracia?<br />
<strong>R.</strong> Soy anarcoindividualista, pero creo. Me sorprende
que alguien dijera que la democracia es un anacronismo. No creo que
Tejero sea muy moderno. Pero los diputados están como cabras.<br />
<strong>P.</strong> ¿Qué le parece la ley de matrimonio homosexual?<br />
<strong>R.</strong> Yo soy bisexual y sadomasoquista. Sádico con las mujeres y <em>masoca</em> con los hombres, aunque también sádico con algunos tíos, depende de lo guapos que sean.<br />
<strong>P.</strong> ¿Cómo se hizo poeta?<br />
<strong>R.</strong> A los cinco años. Mis padres estaban aterrados.
El poema decía: "Mi corazón temblaba y no era un sueño / fueron muriendo
todos los soldados de la guardia del rey / y mi corazón seguía
temblando".<br />
<strong>P.</strong> ¿Freud o Lacan?<br />
<strong>R.</strong> Freud se creía el anticristo, pero era ambiguo.
Decía: "¡¿Sabía usted que soy el diablo y Dios construye catedrales en
torno a mí?!". Lacan sabía que los locos sabían que él era el
anticristo. Según Jung, Cristo y el anticristo son el <em>sí mismo.</em> El <em>yo</em> no existe en la especie humana. Es lo que Lacan llamaba "el sombrero de Napoléon". El <em>yo</em> es en lo que se pierde el loco. Y el anticristo son los bancos.<br />
<strong>P.</strong> ¿Por qué no abre un dispensario antipsiquiátrico?<br />
<strong>R.</strong> Pensé hacerme millonario con la antipsiquiatría y lo sería si me pagaran los derechos.<br />
<strong>P.</strong> ¿Su poesía es automática?<br />
<strong>R.</strong> No me prohíbo nada salvo cagar en la silla. Pero
mi poesía es técnica. Hablando del cuerpo, Spinoza dijo: "Nadie sabe lo
que puede el cuerpo". Y Neruda: "Te escucho orinar al fondo de la
habitación". Voy a echar una meada.<br />
<strong>P.</strong> [Se va, vuelve] ¿Cuál es su poeta favorito?<br />
<strong>R.</strong> Neruda no me gusta. Mallarmé, sí. Escribe científicamente [recita un poema en francés].<br />
<strong>P.</strong> ¿Preferiría ser francés?<br />
<strong>R.</strong> Querría irme a París. Allí no están tan locos
como aquí. Aquí no se puede pensar. No es raro que el Quijote sea el
ídolo. A san Juan de la Cruz casi lo queman porque se lavaba todos los
días. Este país está obsesionado con el sexo desde hace siglos y por eso
odian a Dios, porque lo ven castrador.<br />
<strong>P.</strong> No le gusta el <em>Quijote</em>.<br />
<strong>R.</strong> Es una novela río asquerosa. Me gusta <em>El licenciado Vidriera.</em><br />
<strong>P.</strong> ¿Quién le dicta sus poemas?<br />
<strong>R.</strong> Como no sea mi conciencia... El hombre no habla, es hablado, dijo Lacan.<br />
<strong>P.</strong> ¿Escribe en trance?<br />
<strong>R.</strong> No creo en la bestia de la inspiración, yo cultivo el espanto como una ciencia.<br />
<strong>P.</strong> ¿El nuevo Papa?<br />
<strong>R.</strong> Un filonazi. Mi doble.<br />
<strong>P.</strong> ¿Zapatero?<br />
<strong>R.</strong> El príncipe de las tinieblas. "Oh, Satán, tú tienes dos cosas: el oro y el regazo de la mujer" (Goethe).<br />
<strong>P.</strong> ¿Negociar con ETA?<br />
<strong>R.</strong> Por supuesto. Hace siglos dije que sólo ETA hace oposición.<br />
<br />
http://elpais.com/diario/2005/08/09/ultima/1123538401_850215.html<br />
<br />
<br />
<h2>
Un falso majareta, culto y sarcástico</h2>
"Hola. ¿Es usted Mora o Mantilla? ¡Da igual! ¿Me puede traer cinco
paquetes de Nobel?". Leopoldo María Panero (Madrid, 1948) fuma como un
loco pero apaga los pitillos antes de la mitad. Sufre esquizofrenia, o
eso dicen los psiquiatras. Los únicos síntomas aparentes son sus
murmullos inaudibles, su enganche a la <i>coca light</i> y su paranoia
(comprensible) con la CIA. Por lo demás, su lucidez destellante, su
inteligencia sarcástica, su cultura-baúl (suelta citas y recita en
varias lenguas y sectores: Lacan, Marx o ¡Ana Torroja!: "Y los jamones
son de York") y su curiosidad insaciable (poesía, literatura,
psiquiatría, antipsiquiatría, física...) le convierten, más bien, en
estos tiempos lelos, en un cuerdo tan indispensable como inalcanzabl<br />
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-41488628032861504192014-02-28T16:18:00.000-08:002014-02-28T16:18:41.765-08:00Neurocientistas confirmam que teoria de Freud está correta<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidJqxMHCWdNfeGosVUUi16Fz99BSZ0xjOdp1fIdNAHulZQeQoaDZ7xNhVBv7P2QRf2K0qBz3NqjYF1pfvvpqRIFa9RKhxja8bGL3x1XWTFyFUPP2DLZVTTVaGUYArvXma3UiCxPqZJkQ/s1600/freud.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidJqxMHCWdNfeGosVUUi16Fz99BSZ0xjOdp1fIdNAHulZQeQoaDZ7xNhVBv7P2QRf2K0qBz3NqjYF1pfvvpqRIFa9RKhxja8bGL3x1XWTFyFUPP2DLZVTTVaGUYArvXma3UiCxPqZJkQ/s1600/freud.jpeg" height="640" width="425" /></a></div>
<h2>
<br /></h2>
<div class="info">
<span class="date"><br /></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Os
pacientes apresentaram diferenças na atividade cerebral quando tiveram
lembranças traumáticas comparados com voluntários saudáveis em um estudo
publicado na edição da revista JAMA Psychiatry do mês passado. Além de
apoiar a teoria de Freud e ajudar a explicar uma das reclamações mais
comuns ouvidas pelos neurologistas, a pesquisa poderia criar novas
abordagens de tratamento para os pacientes cujos sintomas costumavam ser
menosprezados pelos doutores no passado.<br />
“Trata-se do primeiro artigo de que eu sou ciente que realmente mostra
que eventos traumáticos prévios definitivamente podem desencadear esse
tipo de resposta motora”, disse John Speed, professor de medicina e
reabilitação física na Universidade de Utah em Salt Lake City, que não
esteve envolvido na pesquisa. “Isso é muito estimulante”.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">A
pesquisa é uma das mais recentes que demonstram como dispositivos de
escâner cerebral feitos por companhias como a Siemens AG, a General
Electric Co. e a Royal Philips NV estão sendo usados para ajudar a
desvendar sintomas neuropsiquiátricos que costumavam desconcertar os
médicos.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Os
cientistas utilizaram imagens de ressonâncias magnéticas (fMRI) para
acompanhar mudanças no fluxo sanguíneo para áreas específicas do cérebro
enquanto se perguntava aos participantes sobre seu passado, o que
produziu vistas anatômicas e funcionais dos seus cérebros.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">As
lembranças reprimidas foram um princípio das teorias psicológicas de
Freud sobre a natureza dos processos mentais inconscientes. O
neurologista austríaco, que ficou conhecido como o pai da psicanálise,
usou o termo repressão para descrever a forma em que eventos
emocionalmente dolorosos podiam ser bloqueados fora da consciência. Este
mecanismo de autoproteção, postulou Freud, podia criar sintomas
psicossomáticos rotulados “histeria” na época, em um processo atualmente
conhecido como conversão.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Os
casos se manifestam tipicamente em forma de uma fraqueza ou paralisia
em um lado do corpo, similar a um derrame. Entre os sintomas podem
ocorrer convulsões não causadas por epilepsias. Os médicos nunca
descobriram uma base neurológica para a condição – os cérebros, nervos e
músculos dos pacientes pareciam estar normais –, o que os leva a
acreditarem que os sintomas são psicossomáticos e criam a suspeita de
que os pacientes estejam inventando suas doenças, disse Richard Kanaan,
professor de psiquiatria na Universidade de Melbourne e um dos autores
do estudo.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">“Ainda
é pouco entendido, até mesmo pela maioria dos médicos”, disse Speed,
que tratou mais de 200 casos. “Eu tive inúmeros pacientes que me
disseram que ninguém acreditava neles, ou que lhes disseram bruscamente
que estavam fingindo”.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">O
estudo realizado por Kanaan e seus colegas da King’s College, em
Londres, envolveu 12 pacientes com desordem de conversão e 13 adultos
saudáveis sem a condição.</span></span></div>
<b>Modelo freudiano</b><br />
<div class="wp-caption alignleft" id="attachment_3623" style="width: 310px;">
<img alt="" class="size-medium wp-image-3623" height="225" src="http://rcristo.files.wordpress.com/2014/02/fmri.jpg?w=300&h=225" title="Siemens fMRI" width="300" /><div class="wp-caption-text">
Sistema avançado de fMRI da Siemens. (Divulgação).</div>
</div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Nos
pacientes com conversão, a lembrança pareceu ativar uma área do cérebro
conhecida como o córtex pré-frontal dorsolateral esquerdo, ao passo que
outras lembranças – até mesmo as irritantes – em ambos os grupos de
pacientes ativaram o hipocampo, uma parte do cérebro importante para a
formação das lembranças.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">“Trata-se,
eu acho, da primeira exploração científica de algo como um modelo
freudiano, que é ignorado há tempos”, disse Kanaan, em entrevista do seu
escritório no Austin Hospital de Melbourne, no qual é diretor de
psiquiatria.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">A
abordagem de Freud para tratar os pacientes com desordem de conversão
consistia em desvelar o trauma suprimido mediante a psicoterapia e
ajudar a relembrar e reprocessar essas lembranças para aliviar os
sintomas.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Ainda
que Freud não tivesse as ferramentas para explorar os mecanismos
mediante os quais podia ocorrer a desordem da conversão, ele “acertou o
conceito”, disse Speed. “A conversão é simplesmente uma manifestação
física muito incomum e mais grave do estresse, na qual há um bloqueio de
mensagens do ou para o cérebro”.</span></span></div>
<b>Freud está de volta</b><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Neurocientistas
descobrem que descrições biológicas do cérebro funcionam melhor se
combinadas às teorias delineadas pelo pensador austríaco há um século.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Na
primeira metade do século 20, as ideias de Sigmund Freud dominaram as
explicações sobre o funcionamento da mente. Seu pressuposto básico era
que nossas motivações permanecem em sua maior parte no inconsciente.
Mais que isso, são mantidas longe da consciência, por uma força
repressora. O aparato executivo da mente (o ego) rejeita iniciativas do
inconsciente (o id) que estimulam comportamentos incompatíveis com nossa
concepção civilizada de nós mesmos. A repressão é necessária porque
esses impulsos se manifestam na forma de paixões incontroláveis,
fantasias infantis e compulsões sexuais e agressivas.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Quando
a repressão não funciona, dizia Freud até sua morte, em 1939, surgem as
doenças mentais: fobias, ataques de pânico e obsessões. O objetivo da
psicoterapia, portanto, era rastrear os sintomas neuróticos até suas
raízes inconscientes e aniquilar seu poder através de sua confrontação
com a análise madura e racional.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Conforme
as pesquisas sobre a mente e o cérebro se sofisticaram, a partir da
década de 1950, os especialistas se deram conta de que as evidências
fornecidas por Freud eram bem tênues. Seu principal método de
investigação não era a experimentação controlada, mas a simples
observação de pacientes no cenário clínico, combinada a inferências
teóricas. Os tratamentos com remédios ganharam força, e a abordagem
biológica das doenças mentais deixou a psicanálise nas sombras. Se Freud
estivesse vivo, é possível que até saudasse essa reviravolta. </span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Neurocientista
muito respeitado até hoje, ele frequentemente fazia comentários como
“as deficiências de nossa descrição provavelmente desapareceriam se já
pudéssemos substituir os termos psicológicos por termos fisiológicos e
químicos”. </span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Na
década de 1980, os conceitos de ego e id eram considerados antiquados,
mesmo em certos círculos psicanalíticos. Freud era passado. Na nova
psicologia, o motivo de as pessoas deprimidas se sentirem mal não é a
destruição das primeiras ligações sentimentais da infância – há um
desequilíbrio nas substâncias químicas de seu cérebro. A
psicofarmacologia, no entanto, não oferece uma grande teoria sobre a
personalidade, as emoções e as motivações – uma nova concepção do que
realmente governa o que sentimos e o que fazemos. Sem esse modelo, os
neurocientistas concentraram seu trabalho em pontos específicos e
deixaram de lado o quadro geral.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Esse
quadro está voltando, e a surpresa é: não é muito diferente do que o
delineado por Freud há um século. Ainda estamos longe de um consenso,
mas um número cada vez maior de neurocientistas está chegando à mesma
conclusão de Eric R. Kandel, da Universidade Columbia, o Prêmio Nobel de
2000 em fisiologia ou medicina: a psicanálise “ainda é a visão da mente
mais intelectualmente satisfatória e coerente”.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Freud
está de volta, e não apenas na teoria. Grupos interdisciplinares
reunindo os campos antes distantes e muitas vezes contrários da
neurociência e da psicanálise se formaram em praticamente todas as
grandes cidades do mundo. Essas redes, por sua vez, uniram-se na
Sociedade Internacional de Neuropsicanálise, que organiza um congresso
anual e publica a bem-sucedida revista Neuro-Psychoanalysis. O conselho
editorial da publicação, formado por uma constelação de especialistas da
neurociência comportamental contemporânea – incluindo Antonio R.
Damasio, Kandel, Joseph E. LeDoux, Benjamin Libet, Jaak Panksepp,
Vilayanur S. Ramachandran, Daniel L. Schacter e Wolf Singer -, é o maior
testemunho do renovado respeito pelas ideias de Freud.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Juntos,
esses pesquisadores estão desenvolvendo o que Kandel chama de “novos
parâmetros intelectuais para a psiquiatria”. Dentro desses parâmetros, a
ampla organização da mente esboçada por Freud parece destinada a
funcionar como a teoria da evolução de Darwin em relação à genética
molecular – um modelo ao qual novos detalhes vão se ajustando. Ao mesmo
tempo, neurocientistas revelam provas de algumas das teorias de Freud e
desvendam os mecanismos que estão por trás dos processos mentais
descritos por ele.</span></span></div>
<b>Motivação Inconsciente</b><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Quando
Freud introduziu a noção central de que a maioria dos processos mentais
que determinam nossos pensamentos, sentimentos e desejos, acontece
inconscientemente, a ideia foi rejeitada. Mas descobertas atuais
confirmam a existência e o papel essencial dos processos mentais
inconscientes. Um exemplo é que o comportamento de pacientes incapazes
de lembrar os acontecimentos passados por causa de danos a estruturas
que armazenam lembranças no cérebro é claramente influenciado pelos
fatos “esquecidos”. Os neurocientistas cognitivos analisam casos assim,
determinando sistemas de memória diferentes, que processam a informação
“explicitamente” (conscientemente) ou “implicitamente”
(inconscientemente). Freud havia dividido a memória da mesma forma.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Os
neurocientistas também identificaram sistemas de memória que controlam o
aprendizado emocional. Em 1996, na Universidade de Nova York, LeDoux
demonstrou a existência, sob o córtex consciente, de uma via neuronal
que conecta informações de percepção com estruturas primitivas do
cérebro responsáveis pela geração de reações de medo. Como essa via
atravessa o hipocampo – que gera memórias conscientes -, acontecimentos
do presente desencadeiam lembranças emocionalmente importantes,
provocando sensações conscientes que parecem irracionais, como “homens
de barba me dão arrepios”.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">A
neurociência mostrou que as principais estruturas cerebrais essenciais
para a formação de memórias conscientes não são funcionais durante os
dois primeiros anos de vida, explicando o que Freud chamou de amnésia
infantil. Como supôs Freud, não é que tenhamos esquecido nossas
lembranças mais antigas; simplesmente não conseguimos trazê-las à
consciência. Mas essa incapacidade não as impede de afetar os
sentimentos e o comportamento adultos. Seria difícil encontrar um
neurobiólogo que não concorde que as experiências da primeira infância,
principalmente entre mãe e bebê, influenciam o padrão das conexões
cerebrais de modo a moldar nossa personalidade e saúde mental futura.
Apesar disso, não é possível lembrar-se dessas experiências
conscientemente. Fica cada vez mais claro que boa parte de nossa
atividade mental é motivada pelo inconsciente.</span></span></div>
<b>Repressão Justificada</b><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Mesmo
que sejamos fundamentalmente guiados por pensamentos inconscientes,
isso não prova a afirmação de Freud de que reprimimos informações
desagradáveis por vontade própria. No entanto, começam a se acumular
estudos que apoiam essa noção. O mais famoso deles foi feito em 1994
pelo neurologista Ramachandran, da Universidade da Califórnia em San
Diego, com pacientes que sofriam de “anosognosia”. Danos na região
parietal direita do cérebro dessas pessoas fazem com que não percebam
que possuem problemas físicos graves, como um membro paralisado. Depois
de ativar artificialmente o hemisfério direito de uma paciente,
Ramachandran observou que ela percebeu que seu braço esquerdo estava
paralisado – e estava assim desde que ela havia sofrido um derrame, oito
dias antes. Ela era capaz de reconhecer a ausência e tinha registrado
inconscientemente esse fato nos oito dias anteriores, apesar de suas
negativas conscientes de que houvesse algo errado.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Quando
o efeito da estimulação acabou, a mulher não apenas voltou a acreditar
que seu braço estava normal, mas também esqueceu a parte da entrevista
em que tinha percebido que o braço estava paralisado, apesar de
lembrar-se nos mínimos detalhes da conversa. Ramachandran concluiu: “A
extraordinária implicação teórica dessas observações é que as lembranças
realmente podem ser seletivamente reprimidas. Ver essa paciente me
convenceu, pela primeira vez, da realidade do fenômeno da repressão que
compõe a pedra fundamental da teoria psicanalítica clássica”.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Assim
como os pacientes com o “cérebro dividido”, cujos hemisférios
permanecem sem ligação entre si, os pacientes de anosognosia abstraem
fatos indesejados, dando explicações plausíveis, mas inventadas, sobre
ações motivadas pelo inconsciente. O hemisfério esquerdo emprega
claramente os “mecanismos de defesa” freudianos, diz Ramachandran.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Fenômenos
análogos também vêm sendo demonstrados em pessoas com cérebros
intactos. Como disse o neuropsicólogo Martin A. Conway, da Universidade
Durham, na Inglaterra, em comentário publicado na Nature em 2001, se
efeitos significativos de repressão podem ser produzidos em pessoas
normais num cenário inocente de laboratório, imagine só o tamanho dos
efeitos produzidos pelo turbilhão emocional das situações traumáticas da
vida real. </span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Freud
foi mais além. Para ele, não somente grande parte de nossa atividade
mental é inconsciente e vive em negação, mas a parte reprimida do
inconsciente opera de acordo com um princípio diferente do “princípio de
realidade” que governa o ego consciente. Esse tipo de pensamento
inconsciente está ligado ao desejo e ignora tanto as leis da lógica
quanto o tempo.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Se
Freud está certo, danos a estruturas inibidoras do cérebro (a morada do
ego “repressor”) liberariam formas irracionais, ligadas ao desejo, de
funções mentais. É exatamente isso que se observa em pacientes com danos
na região límbica frontal, que controla os aspectos essenciais da
autoconsciência. Os pacientes apresentam uma síndrome conhecida como
psicose de Korsakoff: não percebem que têm amnésia e preenchem as
lacunas da memória com histórias inventadas, as confabulações.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">A
neuropsicóloga da Durham, Aikatereni Fotopoulou, estudou um paciente
desse tipo em seu laboratório. O homem não conseguia se lembrar, nas
sessões de 50 minutos em minha sala, durante 12 dias consecutivos, que
já me conhecia e que havia se submetido a uma operação para retirar um
tumor dos seus lobos frontais, o que causava a amnésia. Para ele, não
havia nada de errado com sua saúde. Quando questionado sobre a cicatriz
na cabeça, ele confabulava explicações absolutamente improváveis: que
tinha sofrido uma cirurgia odontológica, ou uma operação de ponte de
safena. Ele realmente tinha passado por esses procedimentos – anos
antes.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Da
mesma forma, quando questionado sobre quem eu era e o que ele fazia em
meu laboratório, dizia que eu era um cirurgião dentista, um companheiro
de bebida, um cliente em consulta profissional, um colega de time de um
esporte que não praticava havia décadas ou um mecânico que estava
consertando um de seus vários carros esporte (que ele não possuía). Seu
comportamento era coerente com essas falsas crenças: ele olhava para a
cerveja sobre a mesa ou para o carro através da janela.</span></span></div>
<b>Desejos Ocultos</b><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">O
que chama a atenção nessas ideias falsas é a presença de desejo, uma
impressão que Fotopoulou confirmou com a análise quantitativa de 155 das
confabulações do paciente. As falsas crenças do paciente não eram
aleatórias – eram geradas pelo “princípio de prazer” que, segundo Freud,
é central para o inconsciente. O homem simplesmente reconstruía a
realidade como queria que fosse. Observações semelhantes foram relatadas
por outros pesquisadores, como Martin Conway, de Durham, e Oliver
Turnbull, da Universidade de Gales. Eles são neurocientistas cognitivos,
não psicanalistas, mas interpretam suas descobertas em termos
freudianos, alegando, basicamente, que os danos à região límbica frontal
que produzem as confabulações prejudicam os mecanismos de controle
cognitivo, que são a base da monitoração normal da realidade, e libertam
da inibição as influências implícitas do desejo na percepção, na
memória e no julgamento.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Freud
argumentava que o princípio do prazer, na verdade, exprimia impulsos
primitivos, animais. Para seus contemporâneos vitorianos, a ideia de que
o comportamento humano fosse no fundo governado por compulsões sem
nenhum propósito mais nobre que a auto-realização carnal era
simplesmente escandalosa. O escândalo se atenuou nas décadas seguintes,
mas o conceito freudiano do homem como animal foi mantido em segundo
plano pelos cientistas cognitivos. Agora ele está de volta.<br />
</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Neurocientistas
como Donald W. Pfaff, da Universidade Rockefeller, e Jaak Panksepp, da
Universidade Estadual de Bowling Green, acreditam hoje que os mecanismos
instintivos que regem a motivação humana são ainda mais primitivos do
que imaginava Freud. Nossos sistemas básicos de controle emocional são
iguais aos de nossos parentes primatas e aos de todos os mamíferos. No
nível profundo da organização mental que Freud chamou de id, a anatomia e
a química funcionais de nosso cérebro não são muito diferentes daquelas
dos animais que vivem nos currais ou dos bichos de estimação.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">No
entanto, os neurocientistas modernos não aceitam a classificação
freudiana da vida instintiva humana como simples dicotomia entre
sexualidade e agressão. Através do estudo de lesões e do efeito de
drogas, além da estimulação artificial do cérebro, eles identificaram
pelo menos quatro circuitos instintivos básicos em mamíferos, sendo que
alguns deles se sobrepõem. São o sistema de “recompensa” ou de “busca”
(que inclui a procura de prazer); o sistema da “raiva” (que comanda a
agressão raivosa, mas não a predatória); o sistema de “medo-ansiedade”; e
o do “pânico” (que inclui instintos como os que comandam os impulsos
maternais ou as relações sociais). Também se investiga a existência de
outras forças instintivas, como um sistema de “brincadeira”. Todos esses
sistemas cerebrais são regulados por neurotransmissores, substâncias
químicas que carregam mensagens entre os neurônios do cérebro.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">O
sistema de busca, controlado pelo neurotransmissor dopamina, apresenta
uma incrível semelhança com a “libido” freudiana. De acordo com Freud,
os impulsos sexuais ou libidinosos são um sistema de busca de prazer que
move a maioria de nossas interações com o mundo. Pesquisas recentes
mostram que seu equivalente neural está diretamente envolvido em quase
todas as formas de compulsão e vício. É interessante notar que as
primeiras experiências de Freud com a cocaína – na maioria delas ele
aplicava a droga em si mesmo – o convenceram de que a libido devia ter
algum fundamento neuroquímico.</span></span></div>
<b>Farmácia Freudiana</b><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Ao
contrário de seus sucessores, Freud não via motivo para o antagonismo
entre psicanálise e psicofarmacologia. Ele antevia com entusiasmo o dia
em que a “energia do id” seria diretamente controlada por “determinadas
substâncias químicas”. Os tratamentos que combinam psicoterapia com
medicamentos que agem no cérebro são considerados hoje a melhor
abordagem para muitos transtornos. E tecnologias de imagem mostram que a
psicoterapia atua no cérebro de modo semelhante aos medicamentos.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">As
ideias de Freud também estão ressurgindo na ciência que trata do sono e
dos sonhos. Sua teoria dos sonhos – a de que são um modo de vislumbrar
os desejos inconscientes – foi desacreditada com a descoberta da
correlação estreita entre o movimento rápido dos olhos (REM) e o ato de
sonhar, nos anos 1950. A visão freudiana perdeu praticamente toda a
credibilidade nos anos 1970, quando pesquisadores mostraram que o ciclo
do sonho era controlado pela substância química acetilcolina, produzida
em parte “desimportante” do tronco encefálico. O sono REM acontecia
automaticamente, mais ou menos a cada 90 minutos, e era desencadeado por
substâncias químicas e estruturas cerebrais que nada tinham a ver com a
emoção e a motivação. Essa descoberta queria dizer que os sonhos
provavelmente não tinham nenhum significado; eram simplesmente histórias
concatenadas pelo cérebro para tentar refletir a atividade cortical
aleatória provocada pelos acontecimentos do dia.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Estudos
mais recentes vêm mostrando que o sono REM e o sonho são estados
dissociáveis, controlados por mecanismos distintos, embora interajam. O
sonho é produzido por uma rede de estruturas reunidas nos circuitos
instintivo-motivacionais do cérebro anterior. Essa revelação deu origem a
uma miríade de teorias sobre os sonhos, sendo que a maior parte delas
remete a Freud.</span></span></div>
<b>Fibras dos Sonhos</b><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Mais
intrigante é a observação feita por mim e por outros cientistas de que
os sonhos param totalmente quando determinadas fibras nas profundezas do
lobo frontal se rompem – um sintoma que coincide com a redução geral do
comportamento motivado. A lesão é a mesma que era deliberadamente
produzida na lobotomia pré-frontal, um procedimento cirúrgico obsoleto
usado para controlar alucinações. Esse tipo de operação foi substituído
na década de 1960 por medicamentos que reduzem a atividade da dopamina
nos mesmos sistemas cerebrais. O sistema de busca, portanto, pode ser o
produtor básico dos sonhos.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Se
a hipótese for confirmada, a teoria de que os sonhos estão ligados à
realização dos desejos pode voltar a determinar a agenda do estudo do
sono. Mas, mesmo que prevaleçam outras interpretações, todas elas
demonstram que a conceituação “psicológica” dos sonhos voltou a ser
cientificamente respeitável. Poucos neurocientistas ainda negam – como
já fizeram sem medo – que o conteúdo dos sonhos tenha um mecanismo
básico emocional.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Nem
todos são entusiastas do ressurgimento dos conceitos freudianos na
ciência mental. Não é fácil para a geração mais antiga de psicanalistas,
por exemplo, aceitar que seus alunos e colegas mais jovens podem e
devem sujeitar a sabedoria convencional a um nível totalmente novo de
escrutínio biológico. Mas um número animador de cientistas mais velhos,
dos dois lados do Atlântico, – comprometidos a pelo menos manter a mente
aberta, como demonstram minha menção anterior aos psicanalistas
eminentes que fazem parte do conselho da Neuro-Psychoanalysis e as
muitas cabeças grisalhas da Sociedade Internacional de Neuropsicanálise.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Para
os neurocientistas mais antigos, a resistência ao retorno das ideias
psicanalíticas vem de um tempo, no início de suas carreiras, em que o
edifício da teoria freudiana era praticamente indestrutível. Eles não
reconhecem nem a confirmação parcial de alguns conceitos fundamentais de
Freud; exigem sua completa eliminação. Nas palavras de J. Allan Hobson,
um renomado psiquiatra especialista em sono da Faculdade de Medicina de
Harvard, o recente interesse em Freud é nada menos que uma inútil
readaptação de dados modernos a parâmetros teóricos antiquados. Mas,
como disse Panksepp em entrevista de 2002 à revista Newsweek, para os
neurocientistas que estão entusiasmados com a reconciliação entre
neurologia e psicanálise, “não é uma questão de provar se Freud estava
certo ou errado, mas de terminar o serviço”.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Se
esse serviço puder ser concluído – se os “novos parâmetros intelectuais
para a psiquiatria” de Kandel forem estabelecidos -, vai virar passado o
tempo em que as pessoas com dificuldades emocionais tinham de escolher
entre a terapia psicanalítica, que pode estar em desacordo com a
medicina moderna e as drogas prescritas pela psicofarmacologia, que
desvaloriza a conexão entre as substâncias químicas cerebrais que
manipula e as complexas trajetórias de vida que culminam nos problemas
emocionais. A psiquiatria do futuro promete oferecer aos pacientes,
assistência fundamentada na compreensão integrada do que realmente
governa o que sentimos e fazemos.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Quaisquer
que sejam as terapias que o amanhã nos reserva, os pacientes só podem
se beneficiar de um entendimento melhor de como o cérebro funciona. À
medida que os neurocientistas modernos se voltam mais uma vez para as
questões profundas da psicologia humana que tanto preocuparam Freud, é
gratificante perceber que podemos construir sobre os alicerces que ele
edificou, em vez de começar do zero. Mesmo que identifiquemos os pontos
fracos das teorias de Freud e corrijamos, revisemos e completemos seu
trabalho, é maravilhoso ter o privilégio de terminar o serviço.</span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Fonte: <a href="http://exame.abril.com.br/tecnologia" target="_blank" title="Exame Tecnologia">Exame Tecnologia</a></span></span></div>
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<span style="color: navy;"><span style="font-size: 14px;">Fonte: <a href="http://www2.uol.com.br/vivermente/" target="_blank" title="Viver Mente">Viver Mente</a></span></span></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-70653914424611113502014-01-27T04:47:00.000-08:002014-01-27T04:47:03.584-08:00AUTISMO <span style="font-size: 14.0pt;"><b>VÁN RUIZ
</b>PSICOANALISTA I PRESIDENTE DE LA
ASOCIACIÓN TEADIR DE PADRES, MADRES I
FAMILIARES DE PERSONAS CON AUTISMO </span>
<br />
<div>
<u><i><span style="font-size: 14.0pt;">Diari Avui
27/01/14 - <b>LÍDIA VIDAL </b></span></i></u></div>
<u><i>
</i></u><div>
<u><i><span style="font-size: 14.0pt;"> </span></i></u></div>
<div>
<img align="left" alt="http://d2cuqn1adi18n6.cloudfront.net/imatges/49/46/alta/780_008_4946961_80d678aca476c05799617692f8128192.jpg" height="363" hspace="12" src="https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=28ce9ce9c3&view=att&th=143d395d80b6cd03&attid=0.1.1&disp=emb&zw&atsh=1" width="221" /><b><span style="font-size: 14.0pt;"> Aplicar un
ideal de normalidad a los autistas los
desprovee de lo más singular que ellos
han encontrado. </span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;">Con una
clara intención de divulgar los
beneficios del psicoanálisis en el
tratamiento del autismo, primero fundó
la Asociación TEAdir y después
codirigió el documental “Otras voces.
Una mirada diferente sobre el autismo<i>.
</i>Ahora, con Neus Carbonell, han
escrito el libro<i> ‘No todo sobre el
autismo', </i>que presentan hoy en
la Llibreria +Bernat de Barcelona.<i>
</i></span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;"> </span></b></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;">¿El autismo
es como una burbuja en la que el niño
se protege del mundo? </span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<span style="font-size: 14.0pt;">La burbuja es
la manera más conocida de explicarlo,
pues supone estar aislado de la relación
con los otros. Y acostumbra a aparecer
en la edad previa al inicio de la
palabras, momento en el que el niño, con
el balbuceo, se escucha su voz. Es
entonces cuando se espera su entrada en
el mundo del lenguaje, del
reconocimiento de la imagen propia en el
espejo. Esto es vivido con mucha
angustia por algunos, y la única
protección posible estable que
encuentran es el aislamiento. </span></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué
relación tienen con el lenguaje? </span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<span style="font-size: 14.0pt;">No hay nada
que haga pensar que los autistas no
están inmersos en el lenguaje como
cualquiera de nosotros, de hecho, los
padres son testimonios de que su hijo
entiende lo que se le dice, lo que pasa
es que su respuesta no tiene en
consideración ni el sentido común ni las
convenciones. Ahora bien, una cosa es
estar en un mundo de lenguaje y la otra
es acceder a las funciones complejas de
la palabra. Porque es por medio de la
palabra que transitamos por el espacio.
Es por esto que los niños con un autismo
importante, sin imagen propi ni
palabras, lo que hacen son intentos de
construcción de la idea del espacio. </span></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué nos
quieren decir tapándose las orejas,
mirando hacia otro lugar o moviendo
las manos? </span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<span style="font-size: 14.0pt;">El autismo se
sostiene en una no-referencia al otro.
Por tanto, no es seguro que cuando se
tapan las orejas, gritan o se golpean
estén dirigiéndose al otro. Ahora bien,
es aquí donde tenemos la oportunidad de
escucharles, y conviene diferenciar lo
que son recursos que sirven para un auto
tratamiento de la angustia. [Se oye una
ambulancia en la calle]. Por ejemplo, yo
puedo obviar esta ambulancia porque
tengo una idea del espacio que me
permite pensar que el origen está fuera.
Pues para un autista, por el hecho de
que el ruido lo oye en su interior, este
sonido puede ser un motivo de angustia,
pues no tiene los recursos de la palabra
para entender que tenemos un cuerpo y
que es por medio de las palabras que nos
definimos o por medio también de la
imagen que creemos tener. El autista
hace este proceso de otra manera y, a
menudo, con movimientos repetidos de una
parte de su cuerpo. Es como cuando
alguien tiene dolor de muelas y, para
él, su cuerpo en ese momento es
únicamente esa muela. Entonces, el
autista necesita concentrar la
satisfacción en una parte de su cuerpo
para sentírselo como propio. </span></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué
diferencia el psicoanálisis de los
tratamientos habituales de los
psicólogos conductistas? </span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<span style="font-size: 14.0pt;">Las técnicas
cognitivo-conductuales son técnicas de
reeducación, y ellos mismos las llaman
técnicas de adiestramiento. Hay una
versión actual del conductismo que,
según ellos dicen, se aplica teniendo en
cuento al niño; pero lo que no se dice
es que lo hacen para conseguir su
consentimiento en repetir palabras y
conductas que lo hagan comportarse como
aquello que se supone que es un niño
normal. En cambio, el psicoanálisis
considera que aplicar un ideal de
normalidad a los autistas los desprovee
de lo más singular que ellos
encontraron. Tenemos que pensar que el
autista es el insumiso de la
identificación, ya que ni se identifica
con el otro ni tampoco con una idea de
grupo. Entender esto nos permite
escuchar y respetar cuáles son los
hallazgos que hace el niño para
desarrollarse como persona. </span></div>
<div>
<b><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué futuro
les espera a los autistas? </span></b><span style="font-size: 14.0pt;"></span></div>
<div>
<span style="font-size: 14.0pt;">Un futuro muy
incierto. Primero, porque las políticas
sanitarias implementan las técnicas
conductistas a los más pequeños con la
idea de que eso será preventivo, cuando
en realidad es una irrupción drástica en
todo aquello por lo que pasa un niño
mientras se está construyendo como
sujeto. Y, contrariamente, los adultos
son los grandes olvidados. Los
psicoanalistas recibimos a pacientes que
han pasado por un periplo de técnicas y
terapias diversas que lo único que
pretenden es normalizarlos, pero en las
que no se ha atendido ni su
particularidad como persona ni sus
intereses. Muchas de ellos ya no pueden
sostenerse más en la convivencia
familiar y no hay instituciones donde
puedan ser acogidos. Precisamente, uno
de los objetivos de TEAdir es crear una
institución socio-sanitaria destinada a
adolescentes y adultos con autismo o
algún tipo de psicosis grave, donde
puedan ser atendidos en sus necesidades
y desde una vertiente terapéutica.</span></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-82922536996144282022014-01-26T12:13:00.000-08:002014-01-26T12:13:02.208-08:00OCCIDENTE, PALABRA EQUÍVOCA<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUakiB0tO0hV1KKIYJ6W6IKW0V8BwwpwAMFytJ1l66W8MYeIUycdxZyPd6CjvDXf-JiOxeyJfa7uJBOsHRvHI6iPCSjoZq9mhCqBL6dhjE3eHLVBoRtjWsVe6htjv7KF9KIe-kSZqR6Q/s1600/eugeniotrias.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUakiB0tO0hV1KKIYJ6W6IKW0V8BwwpwAMFytJ1l66W8MYeIUycdxZyPd6CjvDXf-JiOxeyJfa7uJBOsHRvHI6iPCSjoZq9mhCqBL6dhjE3eHLVBoRtjWsVe6htjv7KF9KIe-kSZqR6Q/s1600/eugeniotrias.jpeg" height="262" width="400" /></a></span></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
La filosofía medieval disputaba sobre si el <em>ser</em>
era palabra unívoca, análoga o equívoca. Se planteaban con ello la
relación de Dios con la criatura, o del ser necesario con el ser
contingente. No es mi intención terciar en tan ilustre polémica sino
evocarla en relación a lo que en nuestra época ocupa un papel semejante
al <em>ser necesario</em>. Me refiero a una palabra cuyo sentido se nos ha evaporado de tanto usarse y abusarse. <br />
Dio título al libro de Oswald Spengler, que hablaba de su decadencia
irreparable. Sirve para muchos de coartada para la legitimación y la
autocomplacencia; a otros para la diatriba más acerba. Convoca
referencias crepusculares porque literalmente evoca el ocaso, o el lugar
en donde el sol se pone. Forma pareja con su lugar antípoda, o lugar
de emergencia solar. Sólo cobra sentido contrapuesta a Oriente, y en
ello revela su gran miseria semántica.<br />
Comencemos con Oriente. ¿Tiene algún sentido perpetuar el uso
de esta palabra para referirse a mundos tan distintos como Egipto,
Irán, el continente indio, Tailandia, Filipinas, Japón, la China
continental, o la mitad (oriental) del antiguo imperio soviético?
Tienen razón los críticos de esta noción: fue un invento “occidental”
sobre culturas que provocaban fascinación y repulsión a la vez; o que
servía, como sucede con los chivos expiatorios o con los dobles
siniestros, para que el propio “occidente” se definiera y reconociera a
sí mismo. <br />
Hoy el término occidente se nos descompone en la palabra y en la
escritura. No es un término unívoco, pues alude a realidades cada vez
más dispares, diferenciadas y hasta enfrentadas. Ni siquiera por
analogía podemos usar el término, ya que no hay parámetro alguno que
nos lo imponga. Desde el punto de vista de la formación socioeconómica
dominante (capitalismo tardío quizás) se deshace un concepto que
descubre, como actores hegemónicos del mismo, a Europa y a Estados
Unidos, desde luego, pero también a Japón, a Singapur, a Taiwán, y
seguramente a sustanciosos ámbitos de la China litoral. Desde el punto
de visto geopolítico sucede lo mismo, esta vez con el agravante de que
el binomio perfecto del vocablo, Estados Unidos y Europa, va revelando,
a medida que pasa el tiempo, su latente disconformidad; incluso una
particular divergencia en asuntos importantes (sobre todo de política
internacional). <br />
La sensación de que Estados Unidos gira en torno a su propia órbita,
envuelto en ese aislacionismo espléndido que sólo sabe romper, en buena
lógica narcisista, con irrupciones (aéreas) de una agresividad sin
límites, se impone cada vez de manera más evidente entre los europeos. <br />
Hoy el <em>middlewest</em> mental domina en Estados Unidos, hasta el
punto de mostrar tendencia de absorción de enclaves que servían de
puente (California, Nueva Inglaterra). Leer prensa americana, escuchar
sus televisiones, hablar con colegas y conocidos de ese país que hasta
anteayer nos podía resultar próximo se convierte, salvo contadas
excepciones, y con creciente intensidad, en una comprobación de la
lejanía que se ha impuesto entre ambas sociedades. <br />
El Atlántico se ha ido ensanchando cada vez más por esa zona del
norte. Europa nos puede proporcionar sustos políticos, como
recientemente Francia; pero Estados Unidos provoca agresiones reales,
comprobables (directas o inducidas). No se trata ya del vago
antiamericanismo que flotaba hace unos años en ciertos sectores de las
derechas y las izquierdas (siempre extremas). Se trata de algo peor y
más grave, o más irreversible: de un auténtico divorcio; y lo que es
más sorprendente: de un progresivo desinterés. Un desinterés cultural,
que llega a derivar incluso en multitud de productos que de allí
provienen. <br />
Estados Unidos en Europa empieza a cansar; a hastiar; sus formas
culturales; la exhibición de sus propias costumbres, incluso de las más
respetables. Y sobre todo harta a unos y a otros una mórbida
autocomplacencia en las propias maravillas que sus voceros no parecen
tener freno alguno en declarar (“somos la mejor democracia del
planeta”, recordaba recientemente uno de sus representantes oficiales
en España).<br />
Podría decirse que compartimos la misma cultura, o que existen unas
raíces comunes, sobre todo religiosas, que revelan nuestra
participación en un mismo entorno de civilización. Es verdad que el
inglés es lengua de origen europeo, lo mismo que el español (por
referirme a las lenguas más habladas en ese continente americano).
También es verdad que pueden hallarse múltiples referencias comunes en
literatura, arte, cine, teatro, música. Pero este fenómeno es común a
todo el globo (y debe situarse dentro de la expresión “globalización”,
que bajo ningún concepto puede creerse equivalente a
“occidentalización”). Los orígenes de las cosas importan; pero sobre
todo son relevantes sus distribuciones y usos; y hoy ya no puede
hablarse sin más de la técnica, de la lengua inglesa o del cine como
realidades “occidentales”. Nuevamente perpetuamos con este término un
equívoco que encubre un errado juicio de valor (que sin embargo es
conveniente para ciertos usos ideológicos y políticos). <br />
En terminología añeja podría decirse que Occidente es una palabra
ideológica; responde a una “falsa conciencia” que usa la vaguedad de
significaciones del término para servir de coartada a ciertos intereses
de la sociedad dominante o hegemónica. Es muy útil hablar de
supremacía de la cultura o de la sociedad “occidental”, o sugerir
formas sinónimas entre “democracia” y “occidente”.<br />
También podría decirse que Estados Unidos y Europa poseen la misma
raíz cultural en un terreno particularmente sensible: el religioso.
Ambas son sociedades cristianas, o mayoritariamente cristianas. O en
las que el cristianismo ha permitido que cristalizase una cultura
propia y específica, en Europa desde el año mil (quizás con el
antecedente carolingio); y en Estados Unidos desde la colonización
inglesa y la “gesta” de los pioneros. <br />
Algunos analistas como Samuel Huntington, hablan de la “civilización
occidental” con el fin de diferenciarla de otras (todas ellas marcadas,
para este autor, por su raíz religiosa). Habla Huntington de la
civilización islámica, india, china, ruso-ortodoxa y occidental. En su
libro ésta última es, en la práctica, sinónima de la norteamericana
(siendo la europea, en su concepción particularmente etnocéntrica, un
apéndice de aquélla). Huntington se las ve y se las desea para encajar
en su lecho de Procusto (que eso es su defectuoso patrón de
diferenciación) a las sociedades y culturas latinoamericanas, que ni se
ajustan a su concepto de “civilización occidental” ni le inspiran una
formación propia y autónoma. El libro de Huntington es revelador de una
de las peculiaridades más sorprendentes de una mentalidad, de la cual
da buena cuenta un estilo político determinado: el que impera sin
discusión en el planeta americano. <br />
Se trata de una autocomplacencia sin límites en la propia excelencia
aislada. Lo importante es mostrar al mundo la propia supremacía, sin
confrontación alguna con la alteridad (pues nadie podría disputarla). Y
en seguir en todas las cosas la lógica del “sagrado egoísmo” que rige
en el propio estado-nación, cuya peculiaridad y rasgo de supremacía
moral estriba en su carácter multiétnico, integrador. Hablo de
estado-nación; no de imperio.<br />
Estamos en un mundo que requiere a gritos soluciones imperiales, ya
que los problemas que nos acechan e instigan son globales, ecuménicos,
universales. Pero un Imperio no puede existir sin el ejercicio de una <em>auctoritas</em> que legitima el monopolio de la <em>potestas</em>.
Un imperio siempre generará, en su ejercicio, descontentos marginales;
pero no es tal si provoca agrios resentimientos casi universales. Un
imperio no es aquél que ejerce presión e influencia en las sociedades
que domina; es aquél que además de vencer, en la acción bélica y en la
vida material, también convence. O que atiende también al núcleo,
existente en todo ser humano, en que sus necesidades materiales
conectan con sus formas de creencia, de auto-respecto o de sentido de
la propia dignidad. <br />
La sociedad americana, que ha exportado con éxito formas materiales
de vida que invaden todos los países y naciones, no ha sido capaz de
generar consensos ni sentimientos de aceptaciones en su errático
deambular político por el globo, en sus inicuas filias y fobias, o en
su incomprensión radical de muchos de los fenómenos políticos,
religiosos o ideológicos que forman parte del paisaje de nuestro mundo
actual. A Estados Unidos le sobra <em>potestas</em>; pero le falta<em> auctoritas</em>.
No es de hecho, ni parece querer serlo, lo que podría ser: un
verdadero imperio. Le falta voluntad política y auto-convencimiento
para ello. <br />
Pero vuelvo a la falacia occidental, ya que de eso se trata: de un
término falaz para reunir realidades que se irán dando progresivamente
la espalda: Estados Unidos y Europa. Podría decirse también: occidente
es, quizás, un eufemismo; lo que se quiere significar con ese término
es una cultura o civilización: la cristiana. Occidente y cristianismo
serían, así, casi términos sinónimos (si no fuese porque existe un
cristianismo ortodoxo, y otros cristianismos muy vivos en el próximo
oriente).<br />
Ni siquiera desde este punto de vista puede aceptarse el carácter
unívoco o análogo del término Occidente. El cristianismo europeo y el
que subyace a muchas de las manifestaciones religiosas norteamericanas
es radicalmente diferente. E importa subrayarlo, ya que este aspecto de
la cuestión es particularmente revelador. En él conviene demorarse.<br />
Las raíces cristianas de la sociedad y cultura norteamericana son
múltiples; pero en gran medida se caracterizan por una exacerbada
tendencia <em>vetero-testamentaria</em>. Procede ese cristianismo de
minorías expulsadas de sus países de origen de tendencia calvinista
radical; en ellas parece que el cristianismo retrocediera a sus raíces
del Viejo Testamento, o que, frente al mensaje del Nuevo (evangelios,
epístolas de Pablo, etc.), se regresase al Pentateuco y a los libros
históricos.<br />
En ese cristianismo popular norteamericano la idea de Pueblo Elegido
es predominante. Y con ella la familiaridad entre el Antiguo Testamento
y la experiencia que vivieron en su día los pioneros y colonizadores
de un inmenso territorio por descubrir y habitar, en el que fueron
creando sus propios asentamientos, en lucha con los habitantes
aborígenes del lugar (hasta culminar la epopeya en la práctica
extinción de éstos). Esta conciencia de Pueblo Elegido, y de Tierra de
Promisión, se halla en la raíz de las más arraigadas creencias del
pueblo americano. Forma parte de su <em>paideía. </em>En cierto
calvinismo extremo, a diferencia del reformismo luterano y del
catolicismo, parece que se retroceda del Nuevo Testamento al Viejo. <br />
La figura de Jesús de Nazaret marca la diferencia; también las
epístolas de Pablo. El ecumenismo del mensaje contrasta con la
focalización de todos los asuntos en el Pueblo Elegido, o en un
mesianismo en el cual al final siempre es ese Pueblo Elegido el que, en
el banquete del último día, juzga y discrimina las naciones. Y la
prueba de la elección viene dada por la pertenencia a una comunidad
que, en lucha con las poblaciones preexistentes, provenientes de un
orden natural, corrompido radicalmente por la Caída originaria del
primer hombre, pueden ser siempre objeto de exterminio y de persecución
(actual o escatológica) por parte de la única Nación predilecta a los
ojos del Dios Único.<br />
En ese calvinismo radical esa corrupción de la naturaleza primigenia
que se comprueba en todos los “gentiles” deriva de un decreto
originario, de naturaleza inexorable, en el cual, ya con la creación, y
con los eventos siguientes (pecado original, redención), se destaca la
diferencia abismal entre los elegidos de Dios y los pueblos sometidos a
reprobación.<br />
Esta convicción se transfiere, secularizándose sólo de modo aparente,
a la doctrina del “destino manifiesto”, y de la Gran Nación
(integradora de puertas adentro, extremadamente excluyente de puertas a
fuera), predilecta entre todas por Dios, y llamada a ejercer su
poderío sobre todas las demás naciones de la tierra.<br />
En los ámbitos europeos, católicos, luteranos, anglicanos, se
advierte en cambio la inclinación hacia una lectura del texto bíblico
en dirección a las premisas del Nuevo Testamento. Lutero tradujo la
Biblia entera, pero su texto de identificación fue sobre todo la
epístola a los Romanos de Pablo. Su concepto relativo a la corrupción
del pecado original (y el carácter cuestionable del libre albedrío) no
condujo en ningún caso a una regresión tan ostentosa hacia la geografía
religiosa y mental del Pentateuco, o de las crónicas de la monarquía
davídica.<br />
Lo cual explica (mucho mejor que referencias a <em>lobbies,</em> que
por supuesto existen) las sintonías espontáneas que se producen en el
imaginario de ese país con realidades políticas que siempre se
entienden del mismo modo; y que son especialmente sangrantes en el
Oriente Próximo.
<span class="style1"> Podría ser conveniente para la clarificación
mental y moral del mundo en el que vivimos, que ciertos estados aliados
se convirtiesen en una estrella más dentro de la unión de estados
federados que compone la Nación. En la cual importa más destacar con el
máximo de <em>potestas</em> su carácter de Pueblo Elegido, aun a costa de arruinar un proyecto de <em>auctoritas</em> imperial, que en el aspecto religioso requiere, lo mismo que en el cultural y el político, un cambio de escenario <em>mental</em>;
quizás el que se advierte nada más transitar de los últimos profetas
menores a los textos evangélicos, o a las epístolas paulinas.</span>
<br />
<div align="right" class="style1">
<strong>EUGENIO TRIAS<br />
Diario <em>El Mundo</em></strong>.</div>
<div align="right" class="style1">
<br /></div>
<div align="right" class="style1">
<span style="font-size: xx-small;">http://eugeniotrias.com/ </span></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-76295390098273801742014-01-14T04:54:00.000-08:002014-01-14T04:54:14.590-08:00“El pase desmiente la novela familiar del neurótico” - Antoni Vicens<h2>
<span style="font-size: small;">http://www.telam.com.ar/notas/201401/48016-el-pase-desmiente-la-novela-familiar-del-neurotico.html </span></h2>
<br />
<h2>
----<i><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En <em>Lenta, precipitadamente. Una experiencia psicoanalítica</em>, el
psicoanalista y docente español Antoni Vicens recapitula o recrea el
pase, testimonio de su propio análisis cuya lógica y procedimiento
teorizó Jacques Lacan para quebrar esa experiencia en el punto que podía
convertirse en infinita y dificultar su transmisión.</span></span></span></i></h2>
<h2>
<i><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: small;"> ------------------------------------------------------------------------------------------ </span></span></span></i></h2>
<h2>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbzpQyeXg5tmp19_0cXrfa6tjvk2ZhDNWrgks-LO12cVgHNooRlFu_iv07YbR_fZo1YqD2srbZonBoTXf66PDkqB60ftSickLAVpYY0bqF5gBHqSrTqCEhyUat7CG9Rbo-2J5PosHN-Q/s1600/livrodevicens.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbzpQyeXg5tmp19_0cXrfa6tjvk2ZhDNWrgks-LO12cVgHNooRlFu_iv07YbR_fZo1YqD2srbZonBoTXf66PDkqB60ftSickLAVpYY0bqF5gBHqSrTqCEhyUat7CG9Rbo-2J5PosHN-Q/s200/livrodevicens.jpg" width="142" /></a><span style="font-size: small;"><i><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"> </span></span></i><span style="font-weight: normal;">El libro, publicado por la editorial de la Universidad General de San
Martín (UNSAM) en la serie Tyché, es una muestra de cómo un analista
puede hablar de los momentos clave de su experiencia del inconsciente, y
del fin de la misma.<br />
<br />
Vicens vive en Barcelona, es miembro de la Escuela Lacaniana de
Psicoanálisis (ELP) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP).
En la actualidad es presidente de la ELP y titular de Filosofía en la
Universidad Autónoma de Barcelona.</span><br />
<br />
<i><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-weight: normal;">Esta es la conversación que tuvo con Télam desde la ciudad donde reside.</span></span></i></span></h2>
<h2>
<span style="font-size: small;"> </span></h2>
<h2>
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;">T : ¿Cuál es la diferencia entre el testimonio del pase y la novela familiar del neurótico? <br />
V : (Jacques) Lacan definió bien el pase, y la concreción de su
procedimiento está en los distintos reglamentos. El resto lo van
decidiendo los nuevos analistas de la Escuela tal como son nominados. El
pase desmiente la novela familiar del neurótico. Si en ésta el
neurótico se construye una familia que le sea más familiar que la
propia, en el pase aparece lo <em>unheimlich</em> de aquella familia -del tipo que sea- en la que se constituyeron sus primeros objetos de deseo y de amor. La <em>novela familiar</em> implica un desacuerdo con la propia familia; en el pase se obtiene un <em>así la quise</em>: no hay Otro del Otro.<br />
<br />
T : Hay momentos que el libro se lee como una novela. Pero nunca como una educación de las pasiones. ¿Cómo logró ese efecto?<br />
V : Las pasiones no se educan; lo que uno aprende es a aceptarlas como
guía de la existencia, de la creación, del circuito de los dones.<br />
T : ¿Qué diferencia estructural hay entre el pase y una suerte de revelación mística?<br />
V : La revelación mística comporta una declaración de lo inefable y de
lo infinito. El pase se hace con explicaciones. Aun sabiendo que nunca
se llega al final, el testimonio del pase se hace dentro de los límites
de la existencia como finita. Es lo que Lacan denominó en los primeros
tiempos de su enseñanza como <em>la subjetivación de la propia muerte</em>. Aunque sí tienen en común algún tipo de amor en la ausencia del Otro.<br />
<br />
T : La pregunta anterior la relaciono con algunas páginas de Carlos Castaneda o de René Daumal. Por momentos pareciera el discurso de alguien lastrado de las escorias del yo de las que hablaban uno y otro.<br />
V : No conozco lo suficiente esas referencias que cita para poder responderle.<br />
<br />
T : ¿Cuánto tiempo de análisis es necesario antes de pedir el pase? Como estas cosas no se cuentan cronológicamente, supongo que es una pregunta conjetural. Pero usted dirá.<br />
V : Los pasantes suelen decir que el análisis mismo les llevó al momento de dar testimonio, y que era ese momento y no otro.<br />
<br />
T : Quien haya hecho el pase, ¿se transformará necesariamente en psicoanalista?<br />
V : No conozco ningún caso en que no haya sido así. Y sucede a menudo
que el pasante es alguien que tiene ya una experiencia como
psicoanalista. El objetivo fundamental del pase es obtener un saber
sobre el paso de psicoanalizante a psicoanalista. Del saber que
obtengamos sobre ese paso depende el porvenir del psicoanálisis. </span></span></span></h2>
<h2>
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"> </span></span></span></h2>
<h2>
<span style="font-size: small;"><br /></span></h2>
<h2>
<i><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: small;"> </span></span></span></i></h2>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-8609023111162713052014-01-05T11:36:00.000-08:002014-01-05T11:36:10.899-08:00Del “Album Blanco” al papa Francisco<div class="volantasuple">
CULTURA › ENTREVISTA DE MIGUEL REP AL PSICOANALISTA JORGE ALEMAN</div>
<h2>
<span class="cespectaculos">Del “Album Blanco” al papa Francisco</span></h2>
<div class="intro">
Prestigioso exponente de la izquierda lacaniana y
consejero cultural de la embajada argentina en España desde 2004, Alemán
analiza la racionalidad del neoliberalismo en sintonía con los “modos
de producción de la subjetividad”.</div>
<div class="botones">
<div class="iconoa">
<br /></div>
</div>
<a href="http://www.blogger.com/null" name="formu_mail"></a>
<div id="cuerpo" style="font-size: 13px;">
<div class="margen0">
<strong>–¿En
qué mundo vivimos? Estoy pensando en algo que nos gusta mucho a ambos, y
que es el Album Blanco de Los Beatles, donde creo que ellos llegaron a
sumar todos los colores, como en el disco de Newton, y de la psicodelia
salió el blanco como prisma y posibilidad abierta a todas las tensiones
sonoras del rock. Ante tanto bullicio, ¿llegaremos a esa suma, o la
resta, de todos los colores?</strong></div>
–Partiendo de lo más obvio, vivimos en el mundo del capitalismo bajo
su forma ilimitada, donde se revela por fin su verdadera potencia de
disolución de lo “sólido en el aire”, y en donde no se puede, al menos a
priori, pensar de qué modo podría realizarse la salida de su tiempo
histórico. Esto, por otra parte, hace que la descripción del capitalismo
en su estado actual no sea nada obvia. Su interrupción se piensa, de un
modo apocalíptico, como si incluso el apocalipsis ya hubiera ocurrido
en la Shoá y sus modos de crueldad derivados, y ahora el mundo se
hubiera agotado, con el desvanecimiento de distintas figuras históricas y
sus encrucijadas: “El revolucionario que hace posible el retorno de la
verdad, el escritor que marca con su estilo la lengua, el pensador que
se abre a otro acontecimiento del ser”. Como muestra de esta atmósfera
apocalíptica véase la epidemia zombie-vampírica que adorna las pantallas
en distintas secuencias fílmicas del fin del mundo. En este aspecto, el
“anticapitalismo” dispone de buenos argumentos teóricos, éticos y
políticos, pero esa postura, especialmente en los intelectuales
europeos, deja sin resolver qué precio se estaría dispuesto a pagar en
el caso de lograr el derrumbe de la máquina capitalista. Tampoco se
esclarece si se ha imaginado otra cosa que el histórico vaivén entre el
terror y la virtud en el proceso revolucionario. A algunos posmarxistas
de esos intelectuales no les incomoda jugar de nuevo con la palabra
terror, que lógicamente nosotros, por lo que concierne a nuestro legado,
no la podemos tomar ni siquiera en su sentido irónico.<br />
<strong>–Si es un apocalipsis, quizá se presente bajo la forma de un orden.</strong><br />
–Sí, también vivimos en el mundo del orden e incluso de la
racionalidad del neoliberalismo que se impone a partir de un conjunto de
dispositivos que podríamos considerar como modos de producción de la
subjetividad. Esos procedimientos dominantes de la subjetivación de la
vida: la vida vista como una empresa que se debe gestionar y ser juzgada
en sus rendimientos, como una gestión de recursos del cuerpo, la salud,
el cerebro, etcétera, que de un modo regular necesita de la asistencia
del manual de autoayuda, el coach, el personal trainer, el monitor
espiritual, etcétera. Pero este “emprendedor de sí mismo” contiene su
reverso implícito: el deudor confrontado de un modo inédito a un
acreedor que lo somete a una deuda impagable, que además de un modo
subrepticio fue obligado a contraer. Es sorprendente al respecto,
observar a las naciones enteras capturadas en ese movimiento que Freud
llamaría “superyoico”. Las autoridades neoliberales le recuerdan a la
población que han dilapidado mal sus recursos, que participaron de una
fiesta y un despilfarro y que ahora ha llegado el tiempo del sacrificio,
el recorte, el pago incluso con vidas, el ajuste, para evitar que el
acreedor aun se vuelva más furioso y voraz y continúe demandando
sacrificios insostenibles. Pero resulta que, una vez hecho el
sacrificio, el acreedor, se llame eventualmente troika, FMI, Banco
Central Europeo, exige más y más renuncia, porque no es suficiente el
ajuste y señala de este modo que no puede ni debe haber vida por fuera
de la deuda. Es lo que podríamos llamar el goce obsceno del acreedor.<br />
<strong>–¿Y qué pasa si la política no dispone en el archivo de sus posibilidades de una respuesta a todo esto?</strong><br />
–Vivimos también en la época en la cual vuelve a retornar, con
distintas variaciones, aquella fórmula presente en Heidegger: “Sólo un
Dios puede salvarnos”. Más allá de sus constantes en la explotación de
la fuerza de trabajo bajo la forma de mercancía, también es difícil
saber de qué Dios se habla en esa fórmula, si aún es el que pertenece a
las religiones del libro o se está promoviendo desde un nuevo lugar, lo
que podríamos designar como un “significante nuevo”. Lo cierto es que
antes las creencias religiosas flotaban en el orden público y era el
sujeto en su intimidad el que eventualmente se permitía ponerlas en
duda, ahora puede pasar que todo el mundo se presente como “agnóstico,
liberal, pragmático, etcétera...” y luego es en su foro interno donde se
interroga por el sentido de la vida, que según Freud es el principio
mismo de la neurosis en su equivalencia con la religión. También este
puede ser el motivo por el cual Lacan profetizó: la religión vencerá.<br />
<strong>–Antes se decía “religión o ciencia”, pero ahora, ¿podemos decir religión o política?</strong><br />
–Sí, también vivimos en la época en donde reflotan, desde los más
profundos pliegos de la historia, la idea de emancipación y de
comunismo. Si bien ahora ya intentándolas separar de su metafísica
progresista e ilustradas y reformuladas desde otra perspectiva. Esa otra
perspectiva, según mi punto de vista, es la del sujeto en su
singularidad más incomparable e irreductible. Una vez hecho el duelo por
el sujeto histórico que iba a llevar la historia a su final, retorna el
sujeto transindividual en toda su problematicidad. Ya no se puede, una
vez hecho el duelo por el proletariado industrial como “clase para sí”,
pensar en una voluntad colectiva que no tenga en cuenta el “fantasma”
como un término más apropiado que el de “ideología”, el sujeto como un
término más preciso que individuo, el común como un término distinto del
de población, sociedad, o psicología de las masas. El deseo, como una
voluntad distinta de la de la conciencia autorreflexiva. En suma, estos
serían algunos términos que emergen en las “conjeturas de una izquierda
lacaniana en el debate posmoderno”.<br />
<strong>–Empecé recordando el disco blanco de Los Beatles, y como
vengo de Roma hago un pase caleidoscópico al blanco del Papa. He visto
en Roma a la propia izquierda sorprendida por esto.</strong><br />
–Es el propio tren del capitalismo el que se lleva todo por delante y
entonces, más que nunca, se vuelve urgente discutir qué merece ser
conservado, qué sería importante que no se desvanezca en el aire. En
Europa, las corporaciones han vaciado de sentido, al menos
momentáneamente, aquellas decisiones políticas que no van en la
dirección de sus intereses. A esto los sociólogos lo llaman “desafección
hacia la clase política”. Queda por verse qué articulan, como discurso,
los nuevos movimientos sociales que se despliegan por fuera de las
lógicas “representativas” de los partidos políticos. Francisco, que ya
no es Bergoglio porque la función ahora lo determina, emerge en este
horizonte. Tengo la curiosidad personal de saber si él ha leído Imperio
de Hardt y Negri, texto problemático a mi juicio, y que al fin y al cabo
fue un best- seller. Allí en un debate con San Agustín, Negri y Hardt
proponen a Francisco de Asís como el verdadero antecedente del sujeto
político de la multitud. Francisco, con su entusiasmo juvenil y su
ascetismo radical fue para Hardt y Negri aquel que atravesó la barrera
que impide que lo común emerja como colectivo político transformador. No
sé si el papa Francisco tuvo en cuenta esta interpretación presente en
Imperio. Es demasiado temprano para comprobar si puede “cristianizar” el
catolicismo y arrancarlo como él dice de su autoclausura narcisista.
Por lo pronto, él ha vaciado, o esto parece intentar, el carácter
superyoico del discurso de sus predecesores. El invoca a los “culpables”
a que se reúnan de nuevo en el perdón de un Dios que quiere amigos.
Hablé de esto con Vattimo en una cena en Madrid, al fin y al cabo fue él
el que en su ecuación personal de cristianismo y homosexualidad, pasó
del “pensamiento débil” al “pensamiento de los débiles”. Este
“semblante” de un padre que no aprieta con la tenaza ahora se presenta
bajo el modo de una nueva retórica, casi inédita en la historia
discursiva del papado. ¿Pero quién podría afirmar que esto tendrá un
alcance real en la transformación política del Vaticano, de Europa y
finalmente del mundo? A su vez, no deja de sorprender cómo los
pensadores laicos y marxistas, que exigen una transformación radical y
comunista, se ven en algunos momentos en el curso de sus reflexiones
atravesados por los temas que pertenecían a la tradición teológica. Si
esto es un nuevo paso hacia un materialismo “menos tonto” y por lo tanto
de mayor alcance subversivo, o es el resultado lógico por la impotencia
desesperada que surge de la imposibilidad de transformar el capitalismo
aún, queda por verificar. La servidumbre actual de las clases,
estamentos, segmentos sociales hacia los objetos de la técnica hacen
surgir inevitablemente una pregunta de difícil respuesta: ¿en qué
condiciones estaría “permitido” no gozar de la pulsión de muerte que
propone el discurso capitalista en su movimiento circular ilimitado?
Afrontando las diversas derivas de este interrogante tal vez se pueda
echar luz sobre una experiencia política que no consolide el fantasma
con el que cada uno sostiene, sin saberlo, aquello que ya no tiene
medida y que ni siquiera puede ser encauzado por las mismas fuerzas que
desencadenaron esa ausencia de límite.<br />
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-30992-2014-01-05.html<br />
</div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-410812166276724472014-01-02T08:22:00.000-08:002014-01-02T08:22:37.050-08:00La sociedad en movimiento <header class="entry-header" style="background-color: #f7f3ee; font-family: Georgia, serif;"><div class="entry-meta" style="clear: both; color: #888888; display: inline; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 13px; margin-left: 15px;">
<span class="entry-byline">de <span class="author vcard"><a class="url fn n" href="http://senti2comunes.wordpress.com/author/hackbogados/" sl-processed="1" style="color: #888888; text-decoration: none;" title="Ver todas las entradas de hackbogados">hackbogados</a></span></span></div>
</header><div class="entry-content" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; background-color: #f7f3ee; color: #333333; font-family: Georgia, serif; line-height: 26px;">
<div class="wp-caption aligncenter" id="attachment_148" style="background-color: white; clear: both; margin-left: auto; margin-right: auto; max-width: 95.9000015258789%; padding: 0.8em; text-align: center; width: 557px;">
<a href="http://senti2comunes.files.wordpress.com/2013/12/15m_setas_sevilla.jpg" sl-processed="1" style="color: #5e191a; text-decoration: none;"><img alt="concentración del movimiento 15M en la Plaza de la Encarnación, Sevilla. Foto Flick: Ale Arillo" class="size-full wp-image-148" src="http://senti2comunes.files.wordpress.com/2013/12/15m_setas_sevilla.jpg?w=640" style="border: none; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%;" /></a><div class="wp-caption-text" style="-webkit-font-smoothing: subpixel-antialiased; color: #666666; font-size: 13px; margin: 0.5em;">
concentración del movimiento 15M en la Plaza de la Encarnación, Sevilla. Foto Flick: Ale Arillo</div>
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Me gustaría despedir el año haciendo una reflexión personal. Un año en el que <strong>#LaMafia</strong> ha contraatacado, tras el terremoto popular de las plazas y las redes, y nos ha dejado la cara colorada a base de <em><strong>B.O.E.fetones</strong></em>.<br />
Y es que este 2013 ha estado especialmente caracterizado por atropellos en forma de leyes y decretos, de indultos, de multas o de <em>tarifazos</em>. Y no sé si es mi sola impresión, pero percibo cierto agotamiento en “la resistencia”. Lógico, por otra parte, porque resistir cansa. Mucho.<br />
¿Qué ha pasado para que concentraciones como la de la foto se vean ya con nostalgia? ¿Por qué es cada vez más difícil movilizar a la gente? Son necesarias más preguntas para poder responder a estas cuestiones.<br />
¿Qué teclas se tocaron para que se movilizasen? ¿Qué sensación queda de lo que se ha hecho o conseguido? ¿Por qué se movilizaban? ¿Cuáles son los costes de esa movilización y cuáles los factores que erosionan una posición activa, activista, sostenida? Lamentablemente, aquí no funciona el 2+2=4.<strong>La relación entre el maltrato al que nos someten desde el Poder y la reacción en contra no es una regla de tres directa</strong>. Ojalá pudiera serlo…<br />
Hace no mucho, Mayo Fuster publicaba en eldiario.es un interesante artículo que trataba sobre la <a href="http://www.eldiario.es/interferencias/Participacion-_Formas_organizativas_emergentes-_Organizacion_en_red-_Ley_de_potencias_6_205839432.html" sl-processed="1" style="color: #5e191a; text-decoration: none;">Ley de Potencias</a>. En él se intentaba dar sentido a esa máxima que indica que sólo un 10% de las personas integrantes de una red son las que se movilizan. Pero quizás es más apropiado, para analizar lo que sucedió en 2011, para responder a tantas preguntas, retrotraerse un paso antes, cuando la red no está aún formada, cuando se encuentra en plena construcción.<br />
En este sentido, mi memoria, alterada por el paso del tiempo o no, me lleva a los primeros meses de vida de Democracia Real Ya. Y paseando desde ese Febrero de 2011, a través de estos casi 3 años, hay un concepto que considero central en el éxito de lo que fue y en lo que pueda estar por llegar: el <strong>desbordamiento</strong>.<br />
DRY fue un sujeto colectivo consciente y continuamente desbordado en sus inicios. Cierto es que se daban las condiciones de una oportunidad política para lanzar un órdago así. No cabe duda de que movimientos y agentes políticos y sociales ya instituidos arrastraban un inmovilismo, o una trayectoria errática, que dejaba espacio para una nueva experiencia. Pero fueron las características propias de DRY las que propiciaron que, en apenas tres meses de preparación, se creasen más de 60 nodos locales, una red estatal con lazos en otros países, un manifiesto y unas reivindicaciones comunes, espacios de encuentro y grupos de trabajo, <em>online</em> y <em>offline, </em>y que todo se condensase en una jornada de manifestaciones masivas, que pilló por sorpresa a propios y extraños, a medios, a partidos o a la policía.<br />
Como decía, DRY vivía en continuo desbordamiento. Eso se debía a que<strong>cualquier persona que se reconociese en el manifiesto, en los objetivos o en la propia idea de una Democracia Real, pudiera ser parte, pudiera ser él o ella, pudiera tomar todo lo que ya estaba elaborado, reelaborarlo y devolverlo al común</strong>, impregnado de su propia aportación. Eso pasó, por ejemplo, con todos los virales que se lanzaron antes del 15 de Mayo. La mayoría, eran realizados por personas que quizás no pertenecían a un nodo local, o que no estaban en el grupo de coordinación. Gente que, simplemente, quería poner su granito de arena. Imagínense si nos hubiéramos puesto nerviosos porque había personas “utilizando nuestra marca” sin nuestro permiso, sin nuestro control. Pues sí que nos poníamos nerviosos, a veces, al no poder contrastar de dónde venían o quiénes eran los que habían creado tal o cual perfil en FB o Twitter… hasta que comprendimos que ese desbordamiento, ese ser sin ser de nadie, era la clave del éxito.<br />
Cuando parecía que habíamos llegado a nuestro tope, ese 15 de Mayo, pasó lo que nadie esperaba (o sí, pero pocos…), otro <strong>desbordamiento: </strong>plazas abarrotadas de gente, de comunes y corrientes. ¿Eran DRY? ¿no eran DRY? ¿Qué y quiénes eran? Estas preguntas, por las experiencias que me han llegado y por la propia que viví, se dieron en muchas acampadas, hasta que se empezó a interiorizar este nuevo desbordamiento, aparejado a una nueva identidad, libre y colectiva, el sujeto <strong>15M. </strong>Los desbordamientos propician algo muy interesante: permiten que sea real, aún por un periodo de tiempo no muy extenso, que no existan líderes, que no se <em>reifiquen</em> las experiencias, que no se burocraticen las dinámicas, que no se desarrollen sentimientos de propiedad hacia la cosa, ni de la cosa hacia uno mismo. Pero si esa cadena de desbordamientos se detiene, inevitablemente acabamos por instituir la cosa, por dotarla de una identidad, de unos símbolos, de un lenguaje…, que van más allá de los propios objetivos, del “meme” designificado, con esa propiedad de poder ser aprehendido, modificado y devuelto al común por cualquiera.<br />
Hay puntos fuertes en ese proceso, por supuesto. La especialización, encontrar a las personas con las que mejor trabajas en lo que mejor trabajas, organización, perfeccionamiento de las metodologías, etc. La cuestión es si, aparejado a este proceso de institución, no va también un proceso paralelo de marginalización (en el sentido de poner márgenes, de acotar, de seleccionar a una parte del todo) y de profesionalización. A su vez, esta marginalización y profesionalización llevan a que unas personas -o grupos- asuman más tareas, se hagan reconocidas o reconocibles, delegándose en ellas la iniciativa y el peso de las mismas. Nos lleva, al final, a una suerte de representación por delegación.<strong> Se ha construido la red, sí, y ahora empieza a funcionar la Ley de Potencias.</strong><br />
Pero sucede otra cosa perniciosa, perjudicial. Al tratarse de activismo, de una actividad política por definición no remunerada (y esto no es un alegato para que se remunere, sino una constatación de la realidad), es insostenible a la larga. Además, la profesionalización, las largas horas dedicadas a-y-en un grupo más o menos homogéneo, favorecen un distanciamiento del resto de la sociedad. En el activismo nos “contaminamos” de nosotr@s mism@s y transferimos esa contaminación, aún sin quererlo, al sujeto o experiencia colectiva.<br />
Como pueden ver, este proceso es completamente el opuesto a lo que sucede cuando existe y se promueve el desbordamiento, ya que, cuanta más gente se decida a participar, menos riesgo hay de anquilosamiento. Se combate o se compensa la <strong>subjetivación</strong> con-y-por la<strong>multisubjetividad</strong>.<br />
Llegados a este punto, como persona a la que le preocupa el mañana, me pregunto en el hoy cómo se pueden relanzar experiencias, en el campo que sea, donde se puedan producir nuevas oleadas de desbordamientos y, no menos importante, cómo poder mantenerlos en el tiempo, sin que nuestra propia inercia de prácticas políticas y culturales nos lleven a marginalizarlas.<strong> Lo que pretendo, en el fondo, con estas reflexiones, es que se desborden las respuestas.</strong><br />
Feliz y combativo año nuevo,<br />
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Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-73739811034037436072014-01-02T08:20:00.000-08:002014-01-02T08:20:05.858-08:00Ese "milagro" llamado lenguaje Rosario/12 habló con este especialista sobre las neurociencias que aún sueñan "con la idea de que mapeando el cerebro y sus conexiones neuronales llegaremos a encontrar las huellas de este virus que es el lenguaje".<h2 style="color: #028ccd; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 32px; font-weight: normal; line-height: 36px; margin: 0px; padding: 6px 0px 0px;">
<div class="volanta" style="color: #565144; font-size: 12px; line-height: 13px; padding: 0px; text-transform: uppercase;">
ENTREVISTA CON EL PSICOANALISTA CATALAN MIQUEL BASSOLS I PUIG.</div>
</h2>
<h2 style="color: #028ccd; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 32px; font-weight: normal; line-height: 36px; margin: 0px; padding: 6px 0px 0px;">
<span class="crosario" style="color: rgb(62, 112, 148) !important;">Ese "milagro" llamado lenguaje</span></h2>
<h2 style="color: #028ccd; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 32px; font-weight: normal; line-height: 36px; margin: 0px; padding: 6px 0px 0px;">
<div class="intro" style="color: black; font-size: 14px; line-height: 18px; margin-bottom: 20px; margin-top: 10px;">
Rosario/12 habló con este especialista sobre las neurociencias que aún sueñan "con la idea de que mapeando el cerebro y sus conexiones neuronales llegaremos a encontrar las huellas de este virus que es el lenguaje".</div>
<div class="botones" style="color: black; display: inline; float: left; font-size: 13px; line-height: 17px; padding-top: 0px;">
<div class="icono" style="padding: 0px 0px 4px;">
<a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/21-42090-2014-01-02.html" style="color: black; text-decoration: none;" target="_blank" title="Abrir nota en una ventana nueva"><img src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/ico-abrirnota.gif" style="border: none; text-align: center;" /></a></div>
<div class="iconoa" style="padding: 0px;">
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<div class="icono" style="padding: 0px 0px 4px;">
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<a href="" name="formu_mail" style="color: black; font-size: 13px; line-height: 17px;"></a><span style="color: black; font-size: 13px; line-height: 17px;"></span><span style="color: black; font-size: 13px; line-height: 17px;"></span><div class="autor" style="border: 0px; color: rgb(86, 81, 68) !important; font-size: 13px; line-height: 17px; padding: 0px 0px 0px 30px;">
<img alt="" src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif" style="border: none; text-align: center;" /> Por José Manuel Ramírez*</div>
<div id="cuerpo" style="color: black; font-size: 13px; line-height: 17px; margin-top: 10px; padding-left: 30px;">
<div class="margen0" style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px;">
Rosario/12 pudo entrevistar a quien será el próximo Presidente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis; el psicoanalista barcelonés Miquel Bassols i Puig. La entrevista fue posible en el marco del VI ENAPOL, Encuentro Americano de Psicoanalistas de Orientación Lacaniana. De manera que las preguntas y respuestas que siguen son producto de ese Encuentro y de la imprescindible gestión que generó Ricardo Seldes, presidente del mismo de este prestigioso encuentro.</div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
<strong>-Cuál es la diferencia del cuerpo para el psicoanálisis y el cuerpo para la ciencia?</strong> -preguntó este diario a Bassols i Puig.</div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
-Partamos de la diferencia entre organismo y cuerpo. Para llegar a tener un cuerpo es necesario cierto recorrido, más bien complejo, que pasa por el vínculo con los otros, que supone la construcción de una imagen real de ese cuerpo para el ser que habla, una construcción que Lacan investigó ya con su famoso "estadio del espejo" como formador de la función del Yo. No nacemos con un cuerpo, nacemos con un organismo, y debemos pasar por ciertos circuitos de lenguaje, circuitos enteramente simbólicos distintos del orden puramente biológico, para llegar a hacernos con ese cuerpo. Y, en efecto, "nos hacemos" con el cuerpo del mismo modo que podemos afirmar que hablamos con el cuerpo. Llegar a tener un cuerpo supone un vínculo con el lenguaje a partir del cual este cuerpo será experimentado de una u otra forma. De modo que, como afirmará Lacan, no somos un cuerpo sino que sólo llegamos a tenerlo gracias a ciertas operaciones simbólicas fundamentales que el psicoanálisis estudia en la clínica. Por ejemplo, podemos verificar que en ciertos sujetos diagnosticados de autismo este cuerpo no se construye de una manera evidente, que la relación con los agujeros y los límites del cuerpo siguen una lógica muy singular, diferente a la que mantienen otro sujetos. Basta ver la angustia del niño que rodea de manera repetida y frenética el borde de un agujero como si pudiera ser tragado por él, como si ese agujero estuviera en continuidad con los agujeros de su propio cuerpo sin poder distinguirlos de él. En este tipo de operaciones podemos verificar qué supone experimentar el cuerpo como un conjunto desordenado de agujeros, sin poder disponer de una imagen corporal unificada. De modo que el cuerpo es una construcción simbólica e imaginaria a partir de un organismo que, en sí mismo, no dispone de ninguna función subjetiva. La ciencia trata generalmente con organismos, seres que califica de vivos aún sin tener nada claro todavía qué es la vida como tal, qué es lo que especifica a un ser como vivo. La pregunta fue ya planteada por Erwin Schrödinger en su famoso texto "Qué es la vida?" y está todavía por responder. Pues bien, aún es más enigmática para la ciencia la pregunta "Qué es un ser que habla?". Y sólo un ser que habla llega a tener propiamente un cuerpo. Es este ser que habla con un cuerpo el que trata el psicoanálisis.</div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
<strong>-Es sabido que para la ciencia de nuestro tiempo los cuerpos dicen, hablan por sí mismos, significan cosas con un saber ya escrito en ellos, ya sea en un gen o en una neurona. -Qué del sujeto para la ciencia entonces?</strong></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
-Es cierto, la ciencia también se confronta a su manera con este "misterio del cuerpo que habla", como lo llamaba Jacques Lacan. De hecho, tanto la Física como las Neurociencias de nuestro tiempo se dan de cabeza por distintos caminos con este real imposible de resolver. La Física divulgada por un Stephen Hawking termina por aceptar que en el fundamento del universo en el que vivimos se encuentra el "milagro", literalmente, del lenguaje. De dónde viene este aparato infernal del lenguaje que sirve tanto para hacer frente a lo real como para dejarse aniquilar por él? Las Neurociencias sueñan todavía con la idea de que topografiando el cerebro y mapeando todas su zonas y conexiones neuronales llegaremos a encontrar las huellas de este virus que es el lenguaje, un virus que modifica al cuerpo hasta límites insospechados. La moda es sólo un juego de niños al lado de lo que hoy nos promete la ciencia para modificar este cuerpo. Sin embargo, la localización del lenguaje en el sistema nervioso -ya sea en el cerebro como en sus conexiones con el resto del organismo-, se resiste de manera especial. La búsqueda sigue, inútilmente porque se busca en el mal lugar con la excusa de que ahí hay más luz, como el personaje de aquel cuento que había perdido su llave y la buscaba debajo del farol con este argumento. Finalmente, lo mejor que se puede decir desde esta perspectiva -es, por ejemplo, lo que dijeron hace una década neurocientíficos como G. Edelman y G. Tononi-, es que el lenguaje viene del lugar del Otro, que no hay nada en la naturaleza y evolución del sistema nervioso que pueda asegurar su presencia, y que este lenguaje nos convierte a cada uno en una "muestra comparable a nada", en seres absolutamente distintos unos de los otros. Es muy sugerente, es una idea que nos conduce a lo más genuino de la concepción que el psicoanálisis tiene del síntoma, incluso del síntoma al final de un análisis, una muestra singular que no es comparable a nada, a ningún otro síntoma. Por otra parte, la ciencia encuentra un saber ya escrito en lo real, en lo real del gen o de la neurona por ejemplo, como si alguien lo hubiera escrito ya allí. El problema es que a veces en nombre de este saber que se supone ya escrito en lo real se deja de escuchar al sujeto responsable de sus actos, al sujeto del síntoma. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando se hace de la genética la causa de fenómenos que tocan el sentido singular de la vida y de la elección del sujeto, como es su elección sexual. Lacan sostenía que cuanto más la ciencia avanzaba, más lo real enmudecía y más se hacía escuchar correlativamente en los nuevos síntomas de nuestra época. Ahí está el retorno del sujeto excluido por la ciencia. El psicoanálisis es el que se hace destinatario del mensaje de este sujeto enmudecido que habla en el síntoma. Con todo, es interesante rastrear en el interior de la propia ciencia las huellas de este sujeto excluido por su operación. De nuevo alguien como Erwin Schrödinger puede ser muy ilustrativo de este retorno del sujeto en el interior del propio campo de la ciencia.</div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
<em>*Psicoanalista. Editor Psicología Rosario/12.<a href="mailto:josemanuelramirez@eldigital.com.ar" style="border-bottom-color: rgb(170, 170, 170); border-bottom-style: dashed; border-bottom-width: 1px; color: #993399; text-decoration: none;" title="">josemanuelramirez@eldigital.com.ar</a></em></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
<a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/21-42090-2014-01-02.html">http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/21-42090-2014-01-02.html</a></div>
</div>
</h2>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-38966405210895837932013-12-12T17:58:00.000-08:002013-12-12T17:58:15.741-08:00La locura de Hamlet y la del mundo por Antoni Vicens<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj6TaM08XKCYjcSk2e6f4rXP_vgEeT3fhiPKBINWA0wJGdAIj7iZLo2oyi7pPhRVh8j3eusw3pkjWV6gg1kj-ZoWH-EeYYXwMuoXp_7F1DMxpDaPuQYcAsKz3ToxraPPzmopPSBCOYdg/s1600/hamlet.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="134" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj6TaM08XKCYjcSk2e6f4rXP_vgEeT3fhiPKBINWA0wJGdAIj7iZLo2oyi7pPhRVh8j3eusw3pkjWV6gg1kj-ZoWH-EeYYXwMuoXp_7F1DMxpDaPuQYcAsKz3ToxraPPzmopPSBCOYdg/s320/hamlet.png" width="320" /></a></div>
<br />
“¿Alguien comprende ni tan solo a Hamlet? No es la duda,
sino la certeza lo que lo enloquece... (...) Todos tenemos miedo de la
verdad.”<br />
“Shakespeare (...) concibió el tipo de César. Una
cosa así no se inventa.”<br />
<blockquote>
<div align="right">
Friedrich Nietzsche, <i>Ecce homo</i></div>
</blockquote>
<br />
<br />
Hamlet sigue avanzando hacia nosotros, armado de pies a cabeza con los
signos de nuestro ser, y nos arroja su desafío: ¡Ven hacia
mí, si puedes. Sal a mi encuentro y encuéntrate a tí
mismo! Sé el hombre de deseo que dices que quieres ser; pero antes
pasa por mi historia.<br />
Jacques Lacan dedicó a <i>Hamlet</i> sus siete lecciones de seminario
el año 1959 en un momento crucial de su carrera y de su enseñanza.
La necesidad de hacer reconocer el valor de la formación psicoanalítica
que él y su grupo dispensaban aparece como un acto en el cual el
sentido de su clínica, de su elaboración conceptual y de
su política estaban a punto de dejarlo, como el hombre auténtico,
solo con su deseo. Creo que esas lecciones que dedicó a Hamlet
ilustran la posición tomada por Lacan en el destino del psicoanálisis,
y anticipan los contenidos de lo que desarrolló en el seminario
del curso siguiente, <i>La ética del psicoanálisis</i>.
Quiero decir con esto que anuncian el viraje extremo que tomaría
su trabajo, y que de hecho nos lleva hasta las instituciones actuales
del psicoanálisis.<br />
Lacan presenta a Hamlet como a un hombre de deseo, que no puede dejar
de actuar, pero cuya acción es pospuesta. No indefinidamente, sino
hasta un punto muy preciso: Hamlet sólo hace lo que ha de hacer
- matar a Claudio - cuando él mismo ya está condenado a
muerte sin remedio.<br />
En este trayecto nos muestra su culpabilidad inconsciente: aquella que
se liga a su ser. “Le es insoportable ser”, dice Lacan. Y su
monólogo <i>To be or not to be</i>, el solo hecho de pronunciarlo,
lo lleva al compromiso de ser. L’<i>engage (...) dans l’être</i>,
dice Lacan, haciendo referencia a las doctrinas entonces próximas
del engagement; pero también <i>l’engage</i> se lee <i>langage</i>.
Leamos pues ahí que Hamlet enseña el compromiso de nuestro
ser con el lenguaje.<br />
Hamlet desea, pues, pero no sabe qué quiere. Avanza en la vía
de su deseo, pero sólo lo asume cuando ha entrado en un espacio
cuya lógica había de desarrollar Lacan en su Seminario al
año siguiente. Se trata del espacio privilegiado de la tragedia:
la dimensión del ser entre dos muertes. En la tragedia <i>Edipo
rey</i>, lo que introduce a Edipo en esa dimensión es la peste
de Tebas; y a Antígona su acto fatal la conduce a ser enterrada
en vida, muerta antes de morir, para morir después de muerta.<br />
A través de la obra de Freud, el psicoanálisis recupera
ese espacio para nuestros tiempos “áridos del cientifismo”.
En este sentido, la lectura de <i>Hamlet</i> es muy ilustrativa porque,
a diferencia de Edipo, que es un héroe de los tiempos antiguos,
Hamlet es un hombre de nuestra época: es el sujeto de la ciencia,
el hombre contemporáneo a <i>The Advancement of Learning</i>, de
Francis Bacon, que antecede en poco al <i>Discurso del método</i>
cartesiano.<br />
Hamlet es un hombre que sabe y, podríamos decir, que sabe demasiado.
Así como Edipo, dice Lacan, mata a su padre y se casa con su madre
sin saber que lo son, Hamlet es aquel que, de entrada, y merced a la palabra
del espectro, ya sabe. Y precisamente sus dificultades provienen de ese
saber y de su dominio. Es por eso que se impone a sí mismo una
forma de locura: suspendido como está a la hora del Otro - como
dice Lacan en su Seminario -, se ve obligado a desconcertarlo en busca
de la oportunidad de llevar a cabo su política.<br />
De otro lado, la tragedia nos muestra que su deseo no se realiza si no
es pasando por todo un campo de obstáculos especulares. Y si lleva
adelante su deseo es frente a esos espejos. Nos encontramos ciertamente
en el espacio de la política de los tiempos modernos: el palacio
de Versalles es un palacio de espejos; y también cuando se firmaron
los tratados que supuestamente habían de poner fin a la Gran Guerra.<br />
L<i>a tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca</i> se desarrolla
entre unos personajes inolvidables. Digamos para empezar que Ofelia no
es el espejo de Hamlet, sino que, precisamente, ella es la ocasión
de que surja el objeto que no tiene imagen especular. Ofelia es para Hamlet
la idea que él tiene del ser: o es una condena o es un don. Si,
de un lado, Ofelia representa la matriz, Hamlet precisa que de esa matriz
saldrán nuevos condenados. Si, por otro lado, Ofelia es el objeto
más precioso, el objeto excelente, si es lo que viene a completar
el narcisismo masculino de Hamlet, si responde a la figura de lo que significa
su nombre - como dice Lacan: o <i>phallos</i>, el falo -, entonces Ofelia
es el signo propicio del don del amor. Es en esa vacilación donde
se juega la ambigüedad de la actitud de Hamlet con Ofelia. Pero a
esos dos aspectos de Ofelia hay que añadir un tercer paso: es el
de Ofelia muerta. Y es ahí donde ya no quedan espejismos; Ofelia
muerta es la ocasión para que el héroe pronuncie su <i>cogito</i>
y asuma su ser: <i>This is I, Hamlet the Dane</i>. Lo que quiere decir:
“A mí me toca hacer su duelo; y con el trabajo de ese duelo
asumo mi deseo”.<br />
Claudio, en un sentido, es un personaje edípico, es aquel que
hizo lo que Hamlet no se atreve a hacer: matar al padre; pero, al mismo
tiempo, encarna el poder real. Aunque hay que decir que, como político,
resulta bastante mediocre: si de un lado consigue detener la ofensiva
de Fortimbrás, del otro aparece como un rey culpabilizado, dividido
pues, y que no puede llegar a dar la talla. De hecho, con sus decisiones
políticas, va destruyéndose más y más, como
un hombre poseído por la pulsión de muerte. Fijémonos
en cómo ha de soportar todas y cada una de las insolencias de Hamlet;
y cómo no consigue convertirlo en uno de sus hombres fieles, ni
tan sólo ofreciéndole la sucesión al trono. Utiliza
como espías a dos tontos como Rosencrantz y Guildenstern; ha de
esconderse ridículamente tras los tapices para espiar; tiene remordimientos
todo el tiempo y por todo lo que hace; no le cae bien el vestido de rey;
no soporta verse reflejado en la pantomima; prepara un complot para matar
a Hamlet, y le sale mal; esconde la muerte de Polonio y provoca una rebelión
popular. La obra nos da los suficientes indicios de que fue él
quien hizo matar a Ofelia, pero es sólo porque no sabe qué
hacer con ella. Y, finalmente, prepara un segundo complot para matar a
Hamlet que acaba llevándose a todo el mundo y dejando el reino
en manos de otra dinastía. Y, para colmo, ni siquiera es él
quien vota por el nuevo monarca, sino que lo hace Hamlet moribundo.<br />
Gertrudis, por su parte, es una mujer dividida entre un amor enfermizo
por su hijo y un deseo tan grande de no dormir sola - <i>con béant</i>,
según el calificativo de Lacan -, que acorta su duelo de viuda
hasta servir su cuerpo aún caliente del anterior marido al usurpador.
Y dejamos de lado su hipotética participación en el asesinato
de Hamlet, cuyo examen resultaría muy elocuente para la comprensión
de aquel amor idealizado que, según Hamlet hijo, le tenía
su padre.<br />
Lacan nos hace prestar atención también al hecho de que
Laertes, amigo de Hamlet, amigo de verdad, a pesar o quizá a través
incluso de su rivalidad, viene a ser su imagen especular, tal como él
mismo se lo dice cuando acepta el duelo:<i> I’ll be your foil, Laertes!</i>:
“seré tu espejo, seré la hoja brillante sobre la cual
darás tu reflejo mejor”.<br />
En efecto, <i>La tragedia de Hamlet</i>, príncipe de Dinamarca
se nos presenta como un juego de espejos en el cual el espectador es capturado.
La <i>play-scene</i> es como el espejo en el fondo de <i>Las meninas</i>,
donde nos vemos reflejados, pero precisamente ahí donde no nos
corresponde estar: en el lugar de los reyes que está pintando Velázquez.
Cuando Claudio se ve en la pantomima, no puede ver más que aquello
que pone en crisis su cualidad de rey: su culpa, su interior; olvidando
lamentablemente que los reyes no tienen interior.<br />
La obra propone también otra simetría, la que se produce
entre la corona de Dinamarca y la de Noruega. Como dice Hamlet, en una
línea que ha desafiado las interpretaciones, <i>I am but mad north-north-west</i>,
“Sólo estoy loco nornoroeste.” En efecto, esa es la orientación
exacta de la línea recta navegable que conduce desde Elsinor hasta
la capital de Noruega. En cambio, dice Hamlet “cuando el viento sopla
del sur, sé distinguir un halcón de un serrucho.” Es
que, exactamente al sur de Elsinor, en su mismo meridiano, está
Wittemberg, en cuya Universidad Hamlet aprendió las distinciones
básicas del lenguaje y las artes políticas de los tiempos
modernos.<br />
Noruega es pues el “Otro escenario” de la obra, que nunca aparece
en escena, pero que está presente todo el tiempo. De ahí
van llegando indicios hasta que, con el desenlace de la obra, podríamos
decir que el espejo se gira: de Hamlet padre a Fortimbrás padre;
de Hamlet hijo a Fortimbrás hijo; y en ambos casos un tío
mediador.<br />
En este juego de escenarios, y en relación con los personajes
de la tragedia, se desarrolla la locura de Hamlet, en la que distinguimos
tres formas, que llamaremos la neurosis hamletiana, la locura bufonesca
de Hamlet, y una tercera clase de locura, que hay que referir a la locura
del mundo.<br />
En primer lugar pues, Hamlet es un neurótico; o podríamos
decir incluso que representa la neurosis misma. Tal como dice Lacan, le
es insoportable ser; se siente culpable por su ser. No puede atacar a
Claudio, porque ve en él a su padre; y si se ve ahí a sí
mismo es en tanto que hombre de su madre. Y de otro lado, no puede separarse
de Gertrudis, está fijado a ella. Y es precisamente por todo eso
que se encuentra sin saber qué es lo que ha de querer; a la vez
que está embarazado con un saber que lo impulsa inevitablemente
a actuar. En este sentido, procrastina; pospone su acto. Y esa neurosis
se cura: cuando Ofelia está muerta, surge, del duelo, la posibilidad
de una nueva metáfora y de un nuevo objeto motor de su deseo. Lo
que equivale a la recuperación freudiana del superyó con
el acontecimiento inconsciente denominado por Freud complejo de castración.<br />
Pero, de otro lado, Hamlet, a partir del momento en que sabe las circunstancias
de la muerte de su padre el rey, adopta como estrategia política
la de hacerse el loco, la de actuar como un bufón de corte, personaje
de otro lado bien shakespeariano. No es por nada que, en la escena con
los enterradores, se encuentra frente a frente con la calavera de uno
de ellos, de uno de los auténticos, de los que ya no quedan en
el tiempo de Hamlet hijo, un bufón al que profesó verdadero
amor y que le enseñó cosas esenciales en su formación
como hombre de corte. Y, a partir de ahí, Hamlet representa la
transformación en la que hacerse el loco pasa a ser, como dice
Lacan, una de las dimensiones esenciales en la política del héroe
moderno.<br />
La de hacerse Hamlet el loco es una maniobra que saca de sus casillas
a Claudio y lo pone a su merced. Maniobra política de gran vuelo
que contrasta con las intrigas anticuadas y ridículas de sus adversarios.
Véanse, por ejemplo, los caricaturescos consejos que Polonio da
a Laertes como viático. De esa locura, lo más divertido
es quizá la respuesta psicoterapéutica que, como indica
Lacan, despierta en Polonio. Su diagnóstico es: “Vuestro noble
hijo está loco, loco, loco.” Y la causa de esa locura es el
amor.<br />
Hamlet, en efecto, se pone a hablar de una manera casi maníaca,
como diagnostica Lacan. Juega a negar el sentido, a desligarse del falo,
del falo monárquico por ejemplo. Con lo cual no diremos que ridiculiza
a sus adversarios, sino, mejor, que hace surgir la thing que se esconde
bajo los ropajes, los brillos, los toques de trompeta de la corte. Y es
precisamente por aquí que esta segunda locura de Hamlet nos lleva
a la tercera. Pero antes de hablar de ella, habremos de referirnos a la
locura del mundo.<br />
A lo largo de <i>La tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca</i>,
Shakespeare esparce numerosos indicios del desorden del mundo en el que
viven tanto Hamlet como los demás personajes. Por ejemplo, conocemos
cómo Lacan resalta un detalle que había escapado a los lectores
más perspicaces de la obra, que se encuentra en su comienzo mismo,
en la escena del cambio de guardia. El que llega pregunta: <i>Who’s
there?,</i> “¿Quién está ahí?” -
cuando la pregunta debería haberla hecho quien hace la guardia.
Y éste replica, naturalmente: “No, respondedme a mí.
Deteneos. ¿Quién sois?” Desde el mismo comienzo de
la obra se nos indica que algo está trastocado. El sentido de estas
réplicas es: ¿Hay alguien que vigile, aquí?<br />
Unas líneas más abajo, Horacio y Marcelo hablan de la aparición,
como de un presagio, “de alguna extraña erupción en
nuestro estado”. Parece, vienen a decir, que el cadáver del
<i>valiant Hamlet</i>, de Hamlet padre, se remueve en su tumba, porque
el joven Fortimbrás quiere atacar el estado, el cual, en estas
condiciones, está en pie de guerra. Horacio recuerda entonces los
presagios que anunciaron la caída de César: muertos saliendo
de sus tumbas, cometas y eclipses. Y sólo por una fanfarronería
denegadora Claudio se burla de ese joven Fortimbrás que cree que,
muerto Hamlet padre, “el estado está desamparado y fuera de
quicio”.<br />
Recordemos también la frase de Hamlet: <i>All is not well</i>,
“No todo está bien”. O la famosa réplica de Marcelo:
<i>Something is rotten in the state of Denmark</i>, “Algo está
corrompido en el estado de Dinamarca.” O también cómo,
al final del primer acto, Hamlet utiliza palabras parecidas a las de Claudio,
pero él afirmativamente: “Los tiempos están desquiciados.”<br />
Es pues en relación con este desquiciamiento de los tiempos que,
como dice Hamlet, “El rey es una cosa; una cosa hecha de nada”.
Y es de ahí que proviene la tercera clase de locura hamletiana.<br />
En la obra escuchamos de la boca de Hamlet algunas manifestaciones que
apuntan a señalar que él, Hamlet en persona, sabe muy bien
lo que es ser rey, lo que es ser rey en los tiempos que le toca vivir;
y también que sabe que ese rey que ahora gobierna Dinamarca, un
“rey de harapos y remiendos”, es demasiado corpóreo,
demasiado obsceno para representar la verdad de la corona: es indigno.<br />
Por ello se lo puede capturar, al rey, su consciencia culpable, con una
representación teatral: <i>The play’s the thing, Wherein I’ll
catch the conscience of the King</i>. “La obra de teatro es la cosa
en la cual capturaré la consciencia del rey.” Esto es tanto
como decir que Claudio no está a la altura de la thing incaptable
que el rey ha de representar. Y es el propio Claudio quien, justo antes
del monólogo de Hamlet <i>To be or not to be,</i> se compara con
la puta que no vale ni la cosa - <i>the thing</i> - que le sirve para
maquillarse.<br />
Y también, cuando Rosencrantz le suplica a Hamlet que indique
dónde está el cuerpo de Polonio, Hamlet responde: “El
cuerpo está con el rey, pero el rey no está con el cuerpo”,
lo que señala de nuevo la incapacidad de Claudio para ser la cosa
de nada que sostiene la corona.<br />
El rey, pues, es una cosa. Es, de un lado, el falo, la sombra alargada,
<i>outstretched</i>, erecta; es una anamorfosis; pero también es
polvo, un cuerpo finalmente, mortal como tal. Pues bien, esta dualidad
está presente todo el tiempo en <i>La tragedia de Hamlet</i>, y
la tragedia es que nunca llega a ser sintetizada.<br />
Ciertamente, en la transmisión de este poder real, de padre a
hijo especialmente, hay algo que falla. Pero hemos de entender también
el cambio de época que se produce entre Hamlet padre y Hamlet hijo.
En efecto, Shakespeare los utiliza para representar una transformación
capital que se produce en Europa en la constitución de la monarquia,
una transformación de la que fue pionera la Inglaterra del Renacimiento.
Es algo sobre lo que nos ilustra el libro de Ernst Kantorowicz, publicado
en los EEUU dos años antes del Seminario de Lacan sobre Hamlet:
<i>The King’s two Bodies</i>, o: <i>Los dos cuerpos del rey</i>.
En él vemos de qué manera Inglaterra se avanzó un
siglo respecto del continente en la identificación clásica
del monarca con el Estado, que para los franceses llegaría a su
cumbre con Luis XIV. Kantorowicz describe minuciosamente las nociones
teóricas que contribuyeron a una transformación paulatina,
que quizá pasó desapercibida para los contemporáneos,
pero de la cual el genio de Shakespeare nos permite captar algunas dimensiones.<br />
Es de destacar la interesante lectura que Kantorowicz hace del <i>Ricardo
II</i> de Shakespeare, y la forma en que muestra cómo una noción
cristiana como la de <i>cuerpo místico</i> fue secularizándose
hasta formar la noción del cuerpo del Estado que, desde el Renacimiento
hasta nuestros días, es vigente. Kantorowicz muestra cómo,
desde el Renacimiento, el rey está provisto, de hecho, de dos cuerpos:
uno caduco, mortal, hecho de realidad, y otro inmortal, permanente, ficción
de la realidad del reino. Así se hace posible que el rey, siendo
como es la cabeza del Estado, sea a la vez su cuerpo entero, y que el
rey, de legitimar su poder por el uso de la fuerza, pase a ser el sostén
corporal del Estado.<br />
En el paso de la edad media al Renacimiento, el rey se sitúa,
como una nueva e inédita figura del tiempo, en el espacio intermediario
entre la eternidad y la temporalidad. Como los ángeles, es creado
y temporal, a la vez que, permanente como es, es un ser inmortal.<br />
La monarquia moderna nace provista de la noción de un tiempo que,
aun siendo infinito, posee un pasado y un futuro: es el tiempo de la crónica,
antecedente de la historia propiamente dicha. Y, si el cuerpo del rey
es una ficción - Kantorowicz insiste en el hecho de que, nacida
esta doctrina en Inglaterra, no podía consistir en una abstracción,
sino en una ficción -, es una <i>fictio figura veritatis</i>, como
decía santo Tomás, o una verdad con estructura de ficción,
como dice Lacan.<br />
Lo que aquí nos interesa subrayar que es el cuerpo del rey, un
cuerpo instalado en la dimensión de la inmortalidad, lo que sostiene
esta ficción. Y es así que el rey no muere nunca: él
es la continuidad dinástica: <i>Corona non moritur</i>. Es un ave
fénix: “!El rey ha muerto! ¡Viva el rey!”.<br />
El rey tiene pues una existencia doble: doblemente amenazada, doblemente
mortal, por la muerte que le amenaza a él, y por la Otra muerte,
la que amenaza a la corona. Esta es pues la <i>thing</i>, la cosa que
es el rey: un ser que tiene que componérselas con esas dos muertes.
Y esta es también la cosa que debe llegar a ser el rey en Dinamarca,
justo en el tiempo que va de Hamlet padre - un rey sacado de una saga
medieval, que se juega, él con su <i>único</i> cuerpo, en
un duelo a muerte, un trozo del reino - a Hamlet hijo, que sabe ya qué
cuerpo de ficción son los reyes.<br />
Vemos entonces lo que tiene Hamlet frente a sí: llegar a ser esa
cosa, aceptar serla, encarnar esa ficción que figura la verdad.
Y, efectivamente, no faltan las referencias de Hamlet a sus derechos a
la dignidad real, a su legítima pretensión a la corona.
Y es algo que también tiene presente Laertes cuando advierte a
Ofelia de que la elección de esposa por parte de Hamlet se ha de
ceñir a la ley y a los consejos de este cuerpo del cual él
es la cabeza.<br />
Recordemos también cómo, después de la frase: <i>The
time is out of joint</i>, “Los tiempos están descoyuntados”,
Hamlet añade: “Maldita suerte, que hubiese de nacer yo para
enderezarlos”. Entendamos: para ponerlos en el Derecho. Y evoquemos
también cómo Ofelia, en la cima de su locura de angustia,
pregunta: “¿Dónde está la bella Majestad de
Dinamarca?”. Se trata de la misma majestad que ella había
de representar con Hamlet después de la venganza. Pero de algún
modo Ofelia sabe que Hamlet fue enviado a la muerte - y que la Majestad
de Dinamarca es Claudio, un cobarde “hecho de harapos y remiendos”.<br />
Hamlet, por lo que a él respecta, se comporta realmente como un
rey. No es por casualidad que se va a Inglaterra llevando en su equipaje
el sello del Danés, el sello de Dinamarca, el de su padre, aquél
cuyo guardián es ahora su linaje. Y también tiene este sentido
de asunción de la realeza el grito que profiere desde dentro de
la tumba de Ofelia: “Soy yo, Hamlet el Danés.” Y también
deja claro a Horacio, cuando le relata la aventura del barco, que “ese
que ha matado a mi padre y ha puteado a mi madre, se ha interpuesto entre
la elección y mis esperanzas”; refiriéndose, claro
está, a las de ser rey. Ya señalábamos que sus últimas
palabras, las que le dan su voto a Fortimbrás, son las de un rey.<br />
Aquí reside pues la tercera locura de Hamlet: ha de ser rey. Ha
de ser por tanto algo que es y no es a la vez. Pero esa cosa, esa <i>thing</i>
hecha de <i>nothing</i>, no llega a serla sino muerto.<br />
Esta locura se pone de relieve aún más si comparamos a
Hamlet con otro personaje en el que Shakespeare estuvo ocupado durante
la misma época.<br />
Kantorowicz analiza <i>Ricardo II</i> de Shakespeare para enseñarnos
los secretos del cuerpo del rey. Es especialmente relevante la escena
de su abdicación; y cómo, cuando pide un espejo para verse,
lo rompe enseguida sin poderse mirar en él. También en <i>Macbeth</i>,
cuando las brujas describen la procesión de un linaje real, el
último de sus miembros porta un espejo en el que están reflejados
todos sus ascendientes.<br />
En la tetralogía que forman Ricardo II, Enrique IV (primera y
segunda partes) y Enrique V, escrita en la misma época que <i>Hamlet</i>,
Shakespeare muestra un linaje real, una corona mantenida inmortal por
unos reyes ingleses que, más o menos indignos, estuvieron con todo
a la altura del poder del reino.<br />
Y, sobre todo, destacándose sobre el <i>foil</i>, sobre el contraste
que forma Falstaff, encontramos el que parece el contraejemplo de Hamlet:
Hal, o Harry, el futuro Enrique V. Ciertamente, el espectador es sacudido
por un escalofrío cuando el desconsiderado Hal, el sinvergüenza,
creyendo ya muerto a Enrique IV, se prueba la corona y es sorprendido
por su padre. A pesar de la desmesura de ese acto, no es de mal augurio.
Cuando efectivamente muere Enrique IV, Hal es coronado como rey Enrique
V. Manda entonces a paseo a Falstaff, y hace lo que ha de hacer. Luego
vemos a Enrique V como un gran rey, vencedor de la batalla de Agincourt,
con la que comienza el imperialismo británico.<br />
También podríamos comparar los obstáculos de Hamlet
para llegar a ser cuerpo de rey. Veánse sus monólogos: “Esta
carne que se derretirá...”, y contrástense con el monólogo
de Enrique V en la noche anterior a la batalla: <i>Upon the King</i>!
“¡Todo sobre el rey! (...) ¿Qué tienen los reyes
que no tenga la gente, sino las ceremonias, las constantes ceremonias?”<br />
Y por lo que se refiere a la relación con la herencia, con los
pecados del padre y la manera cómo Enrique IV se había hecho
con la corona de Ricardo II, antes de la batalla explica muy bien que
ya tiene ajustadas todas las cuentas: una tumba, dos monasterios, trescientos
pobres; una tumba nueva para Ricardo, dos monasterios con monjes que cantan,
y trescientos pobres que comen gracias a él; a lo que se añaden
sus propias acciones, que lo pagan todo. No hay que hablar más
de eso, hoy es san Crispiniano, y lo que hay que hacer es batallar.<br />
¿Por qué Hamlet no puede actuar así? Él sabe
que es el Danés, un equivalente al reino, y que el otro es un usurpador.
Un buen asesinato de Claudio crearía un poco de caos, pero bastaría
que él dijera entonces, desde su poder incrementado: “No os
preocupéis. Yo soy el heredero legítimo. ¡Y tú,
Polonio, jubílate!” - Durarás poco. - “Laertes,
veamos qué has aprendido en la corte de Francia; Horacio, quédate
de consejero; Rosencrantz y Guildenstern, seguiré exprimiéndoos
como una esponja.”. Hamlet se casa con Ofelia, y continúa
haciendo inmortal el cuerpo del rey.<br />
¿Pero por qué Hamlet no hace nada de ésto? ¿Por
qué se detiene horrorizado ante el vientre de Ofelia? No es porque
le falten ni fuerza ni inteligencia. Y sin embargo, sólo muerto
puede poner su cuerpo al servicio de la ficción monárquica;
no puede prestarlo antes a ser soporte de los signos del poder. Sólo
muerto puede Hamlet mirarse en el espejo de su linaje: sólo muerto,
sólo en un espacio entre dos muertes realizado como sacrificio.
El por qué de esa su incapacidad ya lo sabemos: es un neurótico.
Y lo es en la dimensión de los signos de la realeza, la cual es,
todo el tiempo, su vocación, su destino: su deseo.<br />
Pero Shakespeare nos invita a seguir preguntándonos: ¿Por
qué Hamlet es un neurótico? Y la solución nos la
dan los clowns sepultureros. Lo sabe cualquier simple: Hamlet nació
el mismo día en que “nuestro último rey Hamlet venció
a Fortimbrás”.<br />
Situémonos en la época. Un duelo como ése no se
improvisaba: se preparaba con tiempo, se anunciaba, la gente acudía.
Y Hamlet fue concebido, y luego vino al mundo, bajo la sombra de ese duelo.
La reina Gertrudis llevó en el vientre un hijo, que quizá
viviría, que quizá sería varón. Y fue así,
y rompió aguas el mismo día en que ella estaba en peligro
de quedarse viuda y el reino descuartizado. Ese niño sería
heredero de un rey que, en la situación del momento, esperando
la hora fatídica del duelo a muerte de los reyes ya era, por anticipación,
un muerto. Y esto sucedía con un rey de los tiempos antiguos, cuando
los reyes tenían un solo cuerpo que, como en ese caso, era idéntico
al reino.<br />
Esta era la situación que Hamlet tuvo que encontrar en la repetición:
un duelo que lo haría, o muerto, o rey; y definitivamente <i>the
Dane</i>, el Danés.<br />
Tengamos en cuenta que, además, al hijo que había de nacer
le pusieron el mismo nombre de su padre; para Gertrudis era un Hamlet
por otro.<br />
Y es porque el padre murió anticipadamente en aquella decisión
de jugarse la vida que ahora vuelve a aparecer, desde el mundo de los
no todavía muertos del todo, vestido como el día del combate;
y lo hace para recomponer el cuerpo inmortal del rey, para reordenar el
linaje.<br />
Hamlet es el sujeto concebido y parido bajo aquellos signos que, en la
coyuntura de su tragedia, debe elegir entre aceptar y repudiar su herencia.
Se trata de una elección forzada: no puede repudiarla; pero para
aceptarla debe pagar un precio: no podrá, al contrario que Hal,
calzarse la corona.<br />
Los signos le matan el deseo, al mismo tiempo que se lo dan; es por esto
que lucha, todo el tiempo, encarnizadamente, contra lo que lo mortifica.
No se somete vergonzosamente al sacrificio, porque es, a pesar de todo,
hombre de deseo.<br />
¿Cuál podría ser la moraleja? Shakespeare, soporte
de su monarca, la deja bien clara. Con <i>La tragedia de Hamlet</i> dice
a sus contemporáneos: respetad la corona; es una ficción
del reino; y más importante que el mismo rey. Fijaos en lo que
pasa ese país, en Dinamarca, un país lo suficientemente
lejano para no estar en la órbita inglesa, pero lo bastante cercano
para no ser exótico: si falla, no el rey, sino la corona, el cuerpo
político se desmembra; y, al cabo, acaba siendo conquistado por
el extranjero.<br />
Pero a nosotros nos interesa otra clase de genialidad: y es que Shakespeare
no se limita a presentarnos el simple cuadro de los hechos y su moraleja,
sino que trata a sus personajes como causas. Y por eso vemos en <i>La
tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca</i> el vínculo
que hay entre el inconsciente y las estructuras del poder, tal como hoy,
como siempre, nos causan a todos.<br />
<br />
http://www.lacanian.net/Ornicar%20online/Archive%20OD/ornicar/articles/209vic.htmDenise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-86466128097597613992013-12-12T17:41:00.000-08:002013-12-12T17:41:00.258-08:00 Presentación del Seminario 6 - Jacques-Alain Miller<span><span class="actAsInlineDiv normal_text" id="u4354"><span class="actAsDiv clearfix excludeFromNormalFlow" id="u4349-34"><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Voici
un livre qui, dans l’édition que je viens de me procurer, compte 600
pages et se découpe en 24 chapitres. Cette épaisseur rend difficile de
le résumer d’autant que tout son prix réside dans des analyses de
détails. De plus ce livre, comme d’autres livres du séminaire, n’est pas
un traité. Il ne constitue pas l’exposé d’une conception achevée. Ce
n’est pas un texte dont la fin serait contemporaine du commencement.
C’est un texte qui demande à être lu en tenant compte de son étoffe
temporelle qui est faite d’une succession de prises de parole
hebdomadaires sur toute une année universitaire. Il y a donc, d’une
leçon à l’autre, des avancées, des corrections, des changements de
perspective qui demandent à être relevés, notés, précisés à chaque fois.
Et il y a des formules de Lacan parfois tranchantes qui paraissent
définitives et qui ne seront plus reprises par lui ni dans un séminaire
ni dans un écrit. Il s’agit donc de savoir, à chaque fois pour qui lit,
si ce qui est lu est une pépite, un terme qu’il vaut de relever et de
propager, de développer, ou si, au contraire, c’est un à-côté, un
glissement qui est ensuite corrigé. Et en feuilletant une fois de plus,
de nouveau, ce séminaire, cette fois-ci sous forme de livre, je me suis
aperçu à quel point la question pouvait se poser pour de nombreuses
phrases y compris pour des mots. Quand Lacan définit ici ou là un terme
d’une façon qui restera unique, faut-il l’accentuer dans notre réflexion
? Est-ce que cela doit être repris parce que Lacan aurait là dévoilé un
aspect méconnu ou est-ce qu’il s’agit d’un glissement, d’une dérive qui
ensuite est corrigée ? Et l’exercice de lecture d’un séminaire, pour
qui le lit, pour qui le rédige - l’ayant rédigé je suis aussi et encore à
le lire - c’est de savoir d’une fois sur l’autre que la perspective se
transforme, se déplace et que des corrections, le plus souvent tacites,
sont opérées. Alors ici, dans cette masse de signifiants, je vais tirer
un fil, un seul. C’est un fil qui, au début du séminaire, est très
mince. Au début du séminaire, ce fil est perdu dans un écheveau mais, au
fur et à mesure que progresse l’élaboration, ce fil s’épaissit et,
finalement, devient une corde qu’on ne peut plus méconnaître. Plus
personne ne peut le méconnaître. Ce fil c’est celui du fantasme.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Ce
séminaire s’intitule Le désir et son interprétation et c’est en effet
dans la question de l’interprétation du désir qu’il prend son départ et
au fur et à mesure que le séminaire progresse, il se révèle autre. Il se
transforme de façon continue. Comme on voit dans les figures
topologiques, il change de forme sans se déchirer. Et à la fin, il
délivre une configuration sensiblement différente, très différente même,
de ce qu’elle est au début. On ne connaît pas de livre de ce genre. En
tout cas pour le moment je n’en vois pas de comparable. On en a d’autres
comparables dans le séminaire de Lacan, mais ce livre est tout de même
une sorte de livre très spécial. Pour aller vite je dirais que ce
séminaire contient, élabore, la première logique du fantasme que Lacan a
construite. Il y aura plus tard le Séminaire XIV qui portera ce titre
de La logique du fantasme. Cette seconde logique du fantasme, la vraie
si on veut, sera adossée à cet article de Lacan qui, je dois le
supposer, a été étudié par beaucoup ici et qui s’appelle « Position de
l’inconscient » et que Lacan a commenté dans son Séminaire XI, Les
Quatre concepts fondamentaux à partir du couple de l’aliénation et de la
séparation. Dans une note de l’édition des Écrits, Lacan signale que
cet écrit « Position de l’inconscient » constitue le complément et
presque le redépart de ce qu’il avait ouvert avec son texte inaugural «
Fonction et champ de la parole et du langage ». Je m’étais jadis
interrogé sur la valeur éminente que Lacan donnait à ce texte qui s’est
trouvé rédigé au moment où il prononçait son Séminaire XI et qu’il a,
dans le cours de ce séminaire, inclus dans ses commentaires.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Le
Séminaire VI comme première logique du fantasme reste dans le fil de «
Fonction et champ de la parole et du langage » et il se centre
progressivement sur la formule que Lacan donne du fantasme $ ◇ a. Cela
s’écrit S majuscule avec une barre, ce que nous appelons le poinçon,
c’est un losange, et le petit a qui est un a minuscule en italique. Nous
pouvons d’emblée compléter le mot de fantasme par un adjectif qui vient
à sa place essentiellement au chapitre XX, page 434, l’adjectif «
fondamental ». Et cette expression a déjà, quand Lacan la profère dans
son chapitre XX, figuré sous sa plume en particulier dans l’écrit qui
précède exactement le séminaire VI à savoir « La direction de la cure ».
Mais « La direction de la cure » est un rapport qui a été délivré en
juillet de l’année 58 et Lacan commence son Séminaire VI en novembre de
la même année. Le Séminaire VI prolonge donc le thème de « La direction
de la cure ». Il prolonge en particulier la conclusion du texte qui
porte précisément sur l’interprétation du désir. Donc c’est dans ce fil
que ce Séminaire VI s’inaugure. Ce qui est affirmé à la fin de l’écrit
est problématisé au début du séminaire VI qui prend la suite. Lacan
conclut son article et, dans le fil-même, il rouvre la question et
précisément la déplace. Et dans « La direction de la cure » on trouve,
deux fois l’expression déjà du fantasme fondamental qui n’a pas encore
dans cet écrit-même de précision. On trouve cette précision seulement
dans le séminaire VI. L’expression « le fantasme fondamental » m’a paru
mérité d’être portée en titre de ce chapitre XX et le fantasme
fondamental ne se dit qu’au singulier. Chez Lacan il n’est pas monnayé
sous la forme des fantasmes fondamentaux mais quand il apparaît dans son
discours c’est porté au singulier. En quoi est-il fondamental ? C’est
une question que jadis je m’étais posée et que nous nous étions posée
dans un certain cercle et nous ne disposions pas d’un texte à ce
moment-là qui nous permettait de trancher sur la valeur à donner à cet
adjectif fondamental. En quoi est-il fondamental ? Je crois qu’on peut
maintenant apporter cette réponse : en ce qu’il est minimal,
c’est-à-dire qu’il s’écrit avec les deux termes de la formule et la
relation à double entrée qui lie les deux termes. Cette relation est à
double entrée puisqu’elle peut se lire dans un sens et dans l’autre. Ces
deux termes et la relation à double entrée qui les lie sont sensés
donner la structure minimale du fantasme. Il me semble qu’on peut dire
que c’est une structure minimale du fantasme au sens où plus tard Lacan
donnera la structure minimale de la chaîne signifiante en écrivant
S1-S2. Il est d’autant plus justifié de rapprocher ces deux structures
minimales que plus tard Lacan les regroupera, les articulera dans la
formule du discours du maître, point de départ, canevas, du quatuor de
ces discours. Avant même l’écriture mémorable de ce discours du maître
on trouve déjà, dès Le Séminaire XI, adjointés ces deux couples de
termes minimes.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Dans
cette même page 434, Lacan présente cette formule minimale comme la
forme vraie de la prétendue relation d’objet et là, ce n’est pas un
hapax, ce n’est pas dit une seule fois mais plusieurs fois au cours de
ce séminaire. La véritable relation d’objet qui a fait le thème du
séminaire IV de Lacan, la véritable relation d’objet se trouve au niveau
du fantasme. C’est une assertion qu’on ne devrait pas admettre comme
venant de soi. Elle veut dire, au sens de Lacan, que la relation d’objet
ne se situe pas au niveau de la pulsion. Pourquoi ? Pourquoi, au fond, à
cette date, n’y a-t-il pas à proprement parler chez Lacan, me
semble-t-il, l’objet pulsionnel ? C’est qu’à cette date, dans
l’élaboration de Lacan, la pulsion a le statut d’une demande et d’une
demande d’autant plus impérative qu’elle est inconsciente. Comme
demande, elle n’est pas attachée à des objets mais à des signifiants. Il
y a parfois sur ce point des variations de Lacan mais je crois pourvoir
dire que la pulsion dans le séminaire VI comme dans « La direction de
la cure », désigne un rapport inconscient au signifiant et non pas à
l’objet. Le rapport à l’objet se situe au niveau non pas de la pulsion
mais du désir et ce par l’intermédiaire du fantasme. C’est ainsi que,
dans son graphe, Lacan fait de la pulsion le vocabulaire ou plus
précisément le code, c’est le terme qu’il emploie à l’époque, de la
demande inconsciente, écrit $ ◇ D, tandis que le fantasme s’écrit $ ◇ a,
a étant l’objet. Autrement dit et curieusement pour ceux qui suivent le
cours de l’enseignement de Lacan et sont parfois entrés dans
l’enseignement de Lacan par son dernier enseignement, avec la pulsion
telle quelle est quand on lit le séminaire VI, on ne sort pas du
signifiant. C’est seulement avec le désir qu’on a un rapport à l’objet
par le biais du fantasme. Et d’une certaine façon je crois que tant que
Lacan n’admettra d’objets qu’imaginaires, il n’y aura d’objet à
proprement parler, que dans le fantasme. La page ne se tourne qu’à la
fin du séminaire VI. En même tant que la page se tourne Lacan laisse de
côté son graphe à deux étages qui suppose cet écart entre pulsion et
fantasme. Tant que Lacan n’admettra d’objets qu’imaginaires, tant qu’il
n’admettra d’objets que procédant du stade du miroir, tant qu’il
n’admettra d’objets que dérivés de l’image de l’autre c’est-à-dire de
l’image du corps propre, l’objet est celui du fantasme. Donc la
difficulté pour ceux qui liront le séminaire VI alors qu’ils sont formés
par l’enseignement postérieur de Lacan c’est de se mettre en position
de lecture et d’étude qui comporte que ce séminaire s’élabore dans
l’écart entre pulsion et fantasme et même dans un écart si grand que le
fantasme éclipse la pulsion.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">C’est
seulement à la fin que Lacan donne une sorte de coup de barre par un
mouvement brusque qui se produit vers le chapitre 22. Dans le fil on
commence à voir la pulsion reprendre ses droits et être évoqué un statut
de l’objet qui soit réel, de l’objet comme réel. Et cela restera si peu
assuré que, encore dans son Séminaire XIV La logique du fantasme ou
peut être est-ce L’objet de la psychanalyse, je n’ai pas eu le temps de
vérifier, Lacan surprendra son auditoire en disant le statut de l’objet a
c’est un statut de réel et cela figure si l’on veut dans ces quelques
lignes du séminaire VI.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Au
fond, ce revirement est tel qu’il n’a pas été enregistré par
l’auditoire de Lacan et que lui-même ne l’a pas consolidé tant sa
conception de l’objet des années durant est restée enracinée dans
l’imaginaire et précisément dans la relation spéculaire, dans le stade
du miroir, dans la relation du moi et du petit autre. Ce qu’on peut
noter de ce revirement ne sera donc déployé et sanctionné que des années
plus tard.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Évidemment,
je vous ramène à une autre époque c'est-à-dire au fondement même des
discours que nous tenons. Je ne sais pas si j’exagère en disant que le
terme de fantasme, par exemple, dans le colloque que nous avons tenu, le
terme de fantasme, qui aurait pu être appelé par beaucoup des
évocations cliniques qui ont été faîtes le terme de fantasme est, au
contraire, presque, on aurait pu le croire, tombé en désuétude. C’est
dire qu’il ne faut pas lire seulement ce séminaire comme le témoignage
d’une époque passée et qu’il faut peut-être retrouver certains des
fondements de notre propre abord dans ce séminaire. On trouverait à
redonner parfois des couleurs ou de la précision à nos évocations
cliniques d’aujourd’hui. Il est certain que, pour ce que j’ai entendu
des débats qui ont eu lieu sur le genre et les aspirations des sujets au
changement dont François Ansermet notait à juste titre qu’au fond il y a
certitude - en effet il y a, si je puis dire 50 nuances de certitude
pour reprendre le titre d’un roman - il est certain que pour préciser
ces nuances, se référer au fantasme serait de la plus grande utilité
pour la précision de nos constructions. C’est par un mouvement inverse
que, plus tard, la pulsion retrouvera sa place et s’adjointera au
fantasme, que l’objet sera reconnu comme étant du registre du réel et
que dans le dernier enseignement de Lacan fantasme et pulsion seront
confondus dans le sinthome comme mode de jouir. Autrement dit le ballet
que j’esquisse entre fantasme et pulsion est de grand avenir dans
l’enseignement de Lacan jusqu’au point où les deux termes vont trouver à
se confondre dans l’usage que Lacan fera du terme de sinthome. Donc
quand on s’est introduit à Lacan par son dernier enseignement, il faut
un effort pour accommoder la vue sur le séminaire VI et pour pouvoir
être enseigné par la perspective qu’il propose sur l’expérience du
désir.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">L’expérience du
désir c’est un terme que Lacan emploie dans le séminaire. Pour ne pas
le laisser dans le vague j’en donnerai un premier exemple. Le premier
exemple, ce serait le recours que le sujet fait au fantasme quand il a
affaire à l’opacité du désir du grand Autre -et que cette opacité, son
illisibilité a pour effet l’Hilflosigkeit freudienne, la détresse du
sujet. C’est alors que le sujet a recours au fantasme comme à une
défense. Ce n’est dit qu’une fois dans le séminaire par Lacan mais c’est
une fois qu’il faut relever. Le sujet a recours au fantasme comme à une
défense c'est-à-dire qu’il puise dans les ressources du stade du miroir
qui lui offre toute une gamme de postures, du triomphe à la soumission,
et c’est alors, dit Lacan page 29, que le sujet se défend avec son moi.
C’est une telle expérience qui permet de parler de l’usage du fantasme
que nous avons repris par la suite. Il faut voir que cela s’enracine
exactement dans ce point : l’usage du fantasme comme une défense en face
de l’opacité de l’Autre et cette expérience permet de parler de l’usage
du fantasme parce qu’il est instrumentalisé à proprement parler afin de
parer à la détresse. Ce que Lacan appelle dans ce séminaire
l’expérience du traumatisme reste marqué du recours au fantasme.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Christiane
Alberti et Marie-Hélène Brousse ont donné dans les documents qu’elles
ont diffusés pour préparer les prochaines Journées de l’ECF sur le thème
du traumatisme, les références au traumatisme dans le séminaire VI.
Ayant à ce moment-là ce séminaire sur mon ordinateur, tous les chapitres
joints, je n’ai eu qu’à m’enquérir grâce à l’ordinateur du mot
traumatisme ou trauma et j’ai pu leur communiquer toutes les
occurrences. On peut donc compter que dans les Journées, il y a assez de
temps entre maintenant et les Journées de l’ECF pour que ceux qui y
participeront aient le temps de lire le séminaire VI et n’omettent pas,
s’agissant du traumatisme, de donner sa place à l’usage du fantasme et,
en particulier, à l’usage du fantasme comme défense. On me dit que les
500 exemplaires qui avaient été en primeur apportés ici, puisque pour
l’instant aucune librairie en France ne les a encore, ces 500
exemplaires ont été vendus. On peut compter que l’intérêt sera maintenu
pour les constructions de Lacan des époques antérieures parce que, au
fond, les nouvelles constructions de Lacan n’annulent pas les anciennes,
elles les prolongent. Mais parfois les nouvelles perspectives effacent
des reliefs que les anciennes mettaient en évidence et je crois que
concernant le fantasme c’est le cas. Bien que le fantasme ait été
relancé par le séminaire XIV qui est La logique du fantasme, c’est un
terme, je crois que notre colloque est probant là-dessus, c’est un terme
qui est un peu tombé en désuétude et qui va retrouver des couleurs
après l’étude de ce séminaire et, en tout cas, après le fil que je
propose.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Je
rapprocherai ce passage de la page 29 d’un autre de la page 108 où Lacan
isole ce qu’il appelle le point panique du sujet. Là le terme de point
n’est pas négation. Le point signale ce qu’on obtient normalement en
coupant deux lignes Ce point panique du sujet est celui, dit-il, où le
sujet s’efface derrière un signifiant. Il ne faut pas entendre par cet
effacement que le sujet est identifié mais qu’il est comme gommé : c’est
le point où il ne peut plus rien dire de lui-même, où il est réduit au
silence et c’est alors qu’il se raccroche à l’objet du désir. C’est la
même logique du fantasme qui opère au niveau de l’inconscient où le
sujet n’a pas la possibilité de se désigner lui-même, où il est affronté
à l’absence de son nom de sujet. C’est alors au fantasme qu’il a
recours et c’est dans son rapport à l’objet du désir que réside la
vérité de son être. Ce que le séminaire VI explore, c’est un champ peu
exploré, qui se trouve au-delà du signifiant et qui est désigné comme
celui du fantasme. Il est articulé dit Lacan à partir d’une conciliation
entre le symbolique et l’imaginaire. Cette conciliation est mise en
évidence dans l’écriture même $ ◇ a. L’objet a vient de l’imaginaire, il
est emprunté au stade du miroir, au miroitement de la relation
spéculaire tandis que le sujet S barré est le sujet du signifiant, le
sujet de la parole. Les deux éléments de Lacan donc ici se trouvent
conciliés. On sait que Lacan donnera plus tard dans le séminaire IX sur
l’identification une articulation topologique de cet adjointement de
deux éléments hétérogènes. Mais on peut dire que, par référence à
l’enseignement postérieur de Lacan, ce champ du fantasme fonctionne
comme un réel. Ce terme de réel va s’imposer progressivement dans la
dernière partie du séminaire.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Il
en est manifestement ainsi dans la 1ère partie du séminaire
essentiellement consacrée à l’analyse du rêve fameux du père mort. Je
vous rappelle le texte de ce rêve, que Freud a inclus d’abord dans sa «
Formulation sur les deux principes » et qu’il a intégré ensuite à La
science des rêves. Le père est encore en vie, il parle à son fils qui
est le rêveur. Le fils a le sentiment douloureux que son père est déjà
mort mais que le père n’en sait rien. Lacan détaille, y compris sur son
graphe, comment Freud traite le rêve par le signifiant et l’interprète
en restituant les clausules qu’il estime être élidées par le texte du
rêve et en particulier le fameux « selon son vœu ». Il y a le traitement
de ce rêve par Freud que Lacan reprend et le traitement de ce rêve par
Lacan. Lacan traite essentiellement ce rêve par l’objet et non pas par
le signifiant et traitant le rêve par l’objet, vous le verrez en
particulier page 75, il implique le fantasme dans le rêve. Il pose la
question : cette confrontation du père et du fils, cette scène
structurée, ce scénario, qu’est-ce que c’est ? Est-ce un fantasme ?
D’autres questions sont posées mais une réponse vient, dite une fois par
Lacan, que c’est effectivement un fantasme. Il énonce ici que nous nous
trouvons devant un fantasme de rêve. Lacan est donc amené, dans
l’interprétation du rêver, non pas à procéder à l’analyse signifiante
mais à assumer la représentation imaginaire qu’offre le rêve et à la
qualifier de fantasme, une catégorie de fantasme qui est le fantasme de
rêve. Il admet qu’un fantasme est passé dans le rêve. Cela fait sens
précisément parce que nous sommes au niveau des représentations
imaginaires au point que Lacan peut dire que ce fantasme peut garder la
même structure et la même signification dans un autre contexte qu’il ne
soit plus de Verneinung mais de Verwerfung, qu’il ne soit plus de
dénégation mais de forclusion, qu’il ne soit plus de rêve mais de
psychose. Autrement dit on a ici le début d’une gradation, d’un nuancier
du fantasme où vous avez le fantasme de rêve mais vous avez aussi le
fantasme de psychose. Mutatis mudandis il en donne l’exemple saisissant :
ce sera dans la psychose le sentiment d’être avec quelqu’un qui est
mort mais qui ne le sait pas. Autrement dit là, l’unité fantasme peut se
déplacer du rêve à la psychose. Il ajoute même qu’après tout on peut
avoir cela aussi dans la vie quotidienne quand on fréquente des gens
momifiés et qu’on a le sentiment qu’ils ne le savent pas mais qu’ils
sont déjà à bout. On peut penser que là il a en tête ceux qui sont alors
ses adversaires dans la psychanalyse. La conclusion de l’interprétation
freudienne c’est que ce rêve est manifestement un rêve œdipien et que
le vœu dernier d’un rêve œdipien est en rapport au père, c’est le vœu de
la castration du père. Eh bien pas du tout ! Cette conclusion-là n’est
pas celle de Lacan puisqu’il considère que le fantasme conçu comme la
réponse dernière au point panique va au-delà du vœu œdipien. On voit que
l’Oedipe est encore dans le champ du signifiant et que Lacan pense
qu’avec le fantasme on touche au-delà de ce qu’il en est même de
l’Œdipe. Il le dit : le fantasme ici va bien au-delà du vœu œdipien.
Vous lisez cela page 118. Plus essentielle, plus profonde que la
souffrance du fils, il y a son affrontement à l’image du père comme le
rival comme fixation imaginaire. Autrement dit l’interprétation dernière
pointe le fantasme, pointe la présence irréductible de l’image. On peut
dire que cette fonction de reste est justement l’indice de réel dont
est affectée cette image. Il y a toujours chez un sujet un point
panique, peut-on dire, pour autant qu’il y a dans le rapport du sujet au
signifiant une impasse essentielle qui fait, là je cite Lacan, qu’il
n’y a pas d’autre signe du sujet que le signe de son abolition de sujet
et c’est pourquoi il s’accroche à l’objet imaginaire.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">La
seconde partie du séminaire est constituée par la reprise d’un rêve
analysé par la psychanalyste anglaise Ella Sharpe. Vous y retrouvez une
dialectique entre le rêve et le fantasme. Je rappelle l’épisode qui
précède l’analyse du rêve et la communication du rêve à l’analyste : le
sujet a l’habitude, depuis quelques temps, de tousser avant d’entrer
dans le cabinet de l’analyste. Je renvoie aux pages 181-182. Le sujet
rapporte un fantasme qu’il a eu et Lacan valide en effet que c’est un
fantasme. Ce qu’il s’agit d’analyser, dit-il, c’est le fantasme, et sans
le comprendre, c’est-à-dire en y retrouvant la structure qu’il révèle.
Dans le chapitre X Lacan procède à une consultation méthodique du
fantasme et du rêve et il trouve entre fantasme et rêve, pages 211-212,
une structure symétrique et inverse. Cette dialectique du fantasme et du
rêve est d’autant plus prégnante que, page 269, il note qu’on peut
distinguer le niveau du fantasme et celui du rêve. « On peut aussi dire
qu’il y a fantasme des deux côtés, les fantasmes du rêve et ceux du rêve
éveillé ». Autrement dit l’expression fantasme de rêve se retrouve là
pour la seconde fois dans le séminaire et c’est ce que je vous invite à
retrouver dans la lecture. Cette dialectique du rêve et du fantasme fait
des analyses de rêve qu’on trouve dans ce séminaire la spécificité qui
les décale tout à fait de celles qu’on trouve, par exemple, dans le
séminaire V. L’originalité de ces interprétations de rêve est qu’elles
impliquent le fantasme et cette catégorie singulière du fantasme qu’est
le fantasme de rêve. On voit ici comme un dynamisme de la catégorie du
fantasme : dès qu’il y a représentation il y a fantasme et, dans la même
ligne, on pourrait dire que le rêve est fantasme. Lacan ira plus loin
encore jusqu’à dire que la réalité est fantasme. Cette catégorie a un
grand dynamisme et notre usage n’exploite pas sa vitalité propre, sa
vitalité conceptuelle propre, qui est ici tout à fait en évidence. Notez
page 274-275 que le dernier mot de l’interprétation du rêve que Lacan
propose porte sur le rêve du patient d’Ella Sharpe. Ella Sharpe a
analysé très complètement ce rêve, et Lacan le surinterprète. La
surinterprétation lacanienne de ce rêve est un fantasme et c’est sur un
fantasme que se termine cette partie, pages 274-275.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Hamlet,
sept leçons, que je ne vais pas reprendre. Il est clair qu’à cette
occasion Lacan élargit le concept de l’objet a au-delà de l’autre
imaginaire, qu’il admet que toute une chaîne, tout un scénario peut
s’inscrire dans le fantasme et il reconnaît en même temps l’objet comme
étant l’élément structural des perversions ce qui ouvre sur la
distinction clinique entre le fantasme dans la névrose et dans la
perversion, page 373. Le critère que Lacan met en avant, c’est le temps.
Le fantasme de la perversion est hors temps, disons en simplifiant, et
le fantasme de la névrose est, au contraire, sous-tendu par le rapport
du sujet au temps, l’objet se chargeant dans ce cas de la signification
de l’heure de vérité. C’est ce qui apparaît dans le phénomène bien connu
de la procrastination d’Hamlet. Dans Hamlet et à travers les leçons
d’Hamlet, le fantasme est indiqué comme le terme de la question du sujet
comme le lieu où la question du sujet sur son désir trouve sa réponse
c’est-à-dire comme le nec plus ultra du désir. Et c’est là que Lacan
détermine le lieu où pour lui se jouera la fin de l’analyse quand il
définira la passe. Il y a un certain paradoxe à ce que, dans notre
clinique, le terme de fantasme se soit trouvé en quelque sorte effacé
alors qu’on se passionne dans le même temps pour identifier et cerner la
fin de l’analyse comme si, par un clivage, on réservait la question du
fantasme à la fin de l’analyse et qu’on l’oblitérait du côté de la
clinique. C’est le lieu où se jouera pour Lacan la fin de l’analyse
quand il définira la passe comme la solution à l‘impasse essentielle du
sujet dans son rapport au signifiant. Dans Hamlet vous verrez aussi le
fantasme jouer un rôle essentiel. Il y a deux personnages qui viennent
jouer le rôle de l’objet a, le personnage attendu, Ophélie, objet
sublime du désir, qui se trouve ensuite par une oscillation objet déchu,
mais aussi Laërte, son frère. Lacan accentue, ponctue le moment où ce
frère ayant sauté dans la tombe creusée de sa sœur, est rejoint par
Hamlet et qui s’affronte ici comme à son double à ce personnage.
Autrement dit, il faut relire les sept leçons d’Hamlet qui sont
encadrées par ces deux émergences essentielles du fantasme.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">La
dernière partie qui comporte huit chapitres nous permet de saisir ce
qui a ici mené Lacan. Il explique en effet dans ce chapitre XX qui est
le premier de cette dernière partie, celui du fantasme fondamental, que
c’est une limite de l’interprétation telle que lui-même l’avait posée en
conclusion dans son article sur « La direction de la cure » à savoir –
je le cite – « Tout exercice d’interprétation a un caractère de renvoi
de voeu en voeu ». Nous avons une succession de désir et c’est ce qui
est resté des analyses, par exemple, sur le rêve de la Belle Bouchère,
etc… c’est précisément l’effet de renvoi indéfini du désir. La reprise
dans le séminaire VI, c’est la reprise de la question de savoir comment
interpréter le désir si le désir est essentiellement métonymique. Or ce
qui était posé dans l’écrit de « La direction de la cure », qui est
celui sur lequel Lacan a branché son séminaire, c’est en fait que le
désir n’avait pas à proprement parler d’objet. Le désir tel qu’il figure
dans « La direction de la cure », tel qu’il constitue même la cinquième
et dernière partie de cet article, ce désir, au fond, est défini et là
c’est une citation, il est défini comme métonymie du manque à être.
Avant le séminaire VI le désir était précisément posé comme absolument
insubstantiel mais en tant que la répercussion d’un manque. C’est
pourquoi Lacan avait fixé cette image du Saint-Jean de Léonard souvent
commentée, le doigt levé vers toujours ailleurs. Ceci nous arrêtait sur
une définition de l’interprétation, qu’interpréter c’est faire signe
vers ailleurs et que donc l’allusion est le mode énonciatif privilégié
de l’interprétation. C’est précisément ce que Le Séminaire Le désir et
son interprétation est fait pour rebuter et contester en posant au
contraire que le désir implique un rapport à l’objet par le biais du
fantasme et qu’il est possible dans ce séminaire, d’interpréter le
fantasme. C’est même que le fantasme est lui-même l’interprétation du
désir à condition de partir de la diachronie du désir, de la succession,
tout en ramassant dans la synchronie et c’est la valeur de la formule $
◇ D. Lacan propose ces deux registres, la diachronie et la synchronie.
On voit bien qu’il a privilégié l’aspect métonymique du désir mais il le
complète de la synchronie qui est articulée dans le rapport du sujet
barré et de l’objet a. Et donc, si je vous renvoie à la page 446, vous y
trouverez la logique du fantasme telle qu’elle est déployée et
articulée dans ce séminaire. Premièrement, le sujet rencontre dans
l’Autre un vide articulé. Ce vide, c’est celui qui est défini par la
négation, il n’y a pas d’Autre de l’Autre, qui dément une catégorie qui
avait été créée dans le Séminaire V, et laisse le sujet sans repère de
nomination. Deuxièmement, le sujet fait alors venir du registre
imaginaire – c’est l’usage, l’instrumentation de l’imaginaire – il fait
venir du registre imaginaire une partie de lui-même engagée dans la
relation imaginaire, dans la relation spéculaire au petit autre.
Troisièmement, cet objet a une fonction de suppléance par rapport à la
carence essentielle du signifiant. C’est alors que Lacan s’intéresse à
ce qui est proprement la structure du sujet et la trouve dans
l’intervalle de la chaîne signifiante, dans la coupure et la coupure
sera au fond le dernier mot de ce séminaire.</span><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo">Mais
ce qui est et qui doit créer une surprise à quelqu’un qui a saisi la
cohérence de la construction de Lacan jusqu’alors, c’est qu’au chapitre
XXII, quand Lacan questionne à nouveau ce qu’il en est de l’homme objet
qui correspond à un sujet coupure, il fait venir l’objet prégénital qui a
été de tout le séminaire tout à fait absent du registre fantasmatique.
L’objet prégénital, dans tout le séminaire, a été abandonné à la pulsion
et considéré essentiellement comme un signifiant. Il se retrouve ici
impliqué dans le fantasme en tant qu’objet de coupure et c’est là un
coup de barre sensationnel que Lacan donne à l’orientation du séminaire
comme si de rien n’était. On découvre que cet objet a n’est pas
seulement enraciné dans l’imaginaire mais que c’est aussi bien le sein à
partir du sevrage en tant qu’objet de coupure, c’est aussi bien
l’excrément qui est éjecté et coupé du corps et Lacan y ajoute la voix,
et spécialement la voix interrompue et tous les objets de structure
phallique qui sont impliquées dans la structure de coupure par la
mutilation et par la stigmatisation. Et donc de façon surprenante, avec
un effet de coupure pour le coup, à la fin, au chapitre XXII, nous
voyons revenir le réel puisque les objets prégénitaux qui sont ici les
objets du fantasme, Lacan pose la question de savoir que sont ici ces
objets prégénitaux qui sont les objets du fantasme si ce n’est des
objets réels. Et voilà d’un coup une nouvelle orientation prise et il
signale que ce sont des objets réels qui sont dans un rapport étroit
avec la pulsion vitale du sujet. Il ne reviendra pas là-dessus mais
c’est déjà ici que s’introduit la fonction de la jouissance qui prépare
la fonction dont Lacan rendra compte de la construction de ce séminaire
deux ans plus tard quand il posera que le je inconscient est au niveau
de la jouissance. A partir de là Lacan étudie, avec une précision
clinique qui n’a pas d’équivalent ailleurs, le fantasme pervers dans le
passage à l’acte de l’exhibitionniste et du voyeuriste et le compare
avec ce qui est le fantasme dans la névrose. Le dernier mot du
séminaire, c’est la coupure qui serait, dit Lacan, sans doute le mode le
plus efficace de l’interprétation à condition qu’elle ne soit pas
mécanique. C’est aussi la coupure qui fait le joint entre le symbolique
et le réel, comme au début du séminaire c’est au fantasme qu’était
dévolu de faire le joint entre le symbolique et l’imaginaire. C’est pour
Lacan renouer avec le début de son enseignement, avec le séminaire
consacré à « L’au-delà du principe du plaisir » et à la structure de la
chaîne signifiante où déjà il émergeait que le symbolique trouve son
fondement dans la coupure. Simultanément la fin du séminaire du désir
ouvre sur celui de l’éthique de la psychanalyse qui prendra son départ
de l’instant du réel. Ce sera aussi un séminaire qui tiendra pour acquis
le joint fait entre fantasme et pulsion, condition pour que puisse
émerger en tant que telle l’instance de la jouissance. Je terminerai en
lisant un passage du dernier chapitre du séminaire du désir qui consonne
étrangement avec ce qui se produit sous nos yeux cette année à savoir
le remaniement des conformismes voire leur éclatement. C’est pourquoi il
ne m’a pas paru excessif en présentant ce séminaire d’écrire que ce
séminaire éloigné dans le temps d’un demi siècle néanmoins parlait de
nous aujourd’hui. Voilà l’extrait que je vais lire pour conclure cette
présentation du séminaire VI dans ce cadre où j’ai pensé parler à des
lecteurs de Lacan. Page 569 : « Ces normes sociales, s’il est une
expérience qui doive nous apprendre combien elles sont problématiques,
combien elles doivent être interrogées, combien leur détermination se
situe ailleurs que dans leur fonction d’adaptation, c’est bien celle de
l’analyse. Dans cette expérience du sujet logique qui est la nôtre, une
dimension se découvre à nous, qui est toujours latente, mais aussi
toujours présente, sous toute relation intersubjective. Cette dimension,
celle du désir, se trouve dans un rapport d'interaction, d'échange,
avec tout ce qui, de là, se cristallise dans la structure sociale. Si
nous savons en tenir compte, nous devons arriver à peu près à la
conception suivante. Ce que je désigne par le mot de culture – mot
auquel je tiens fort peu, et même pas du tout – c'est une certaine
histoire du sujet dans son rapport au logos. Assurément, cette instance,
le rapport au logos, a pu rester masquée au cours du temps, et, à
l'époque où nous vivons, il est difficile de ne pas voir quelle béance
il représente, à quelle distance il se situe d’une certaine inertie
sociale. C’est pour cette raison que le freudisme existe à notre époque.
Quelque chose de ce que nous appelons culture passe dans la société. Le
rapport entre les deux, nous pouvons provisoirement le définir comme un
rapport d'entropie, pour autant que ce qui passe de la culture dans la
société inclut toujours quelque fonction de désagrégation. Ce qui se
présente dans la société comme la culture – et qui est donc entré, à des
titres divers, dans un certain nombre de conditions stables, elles
aussi latentes, qui déterminent les circuits des échanges à l'intérieur
du troupeau – y instaure un mouvement, une dialectique, qui y laisse
ouverte la même béance que celle à l'intérieur de laquelle nous situons
la fonction du désir. C'est en ce sens que nous pouvons poser que ce qui
se produit comme perversion reflète, au niveau du sujet logique, la
protestation contre ce que le sujet subit au niveau de l'identification,
en tant que celle-ci est le rapport qui instaure et ordonne les normes
de la stabilisation sociale des différentes fonctions […] Nous pourrions
dire en somme que quelque chose s'instaure comme un circuit tournant
entre, d’une part, le conformisme, ou les formes socialement conformes,
de l’activité dite culturelle – l’expression devient ici excellente pour
définir tout ce qui de la culture se monnaie et s’aliène dans la
société – et, d’autre part, toute structure semblable à celle de la
perversion, pour autant qu'elle représente au niveau du sujet logique la
protestation qui, au regard de la conformisation, s’élève dans la
dimension du désir, en tant que le désir est rapport du sujet à son être
». Et c’est là que Lacan promet de parler plus tard de la sublimation
et ce sera l’éthique de la psychanalyse. Et Lacan termine en disant page
571 : « La sublimation se place comme telle au niveau du sujet logique,
là où s'instaure et se déroule tout ce qui est, à proprement parler,
travail créateur dans l'ordre du logos. De là, viennent plus ou moins
s'insérer dans la société, viennent plus ou moins trouver leur place au
niveau social, les activités culturelles, avec toutes les incidences et
tous les risques qu'elles comportent, jusques et y compris le
remaniement des conformismes antérieurement instaurés, voire leur
éclatement ». Nous sommes aujourd’hui le 26 mai, et Paris est entrain,
vous le verrez en sortant, de vivre en effet le remaniement des
conformismes antérieures, leur éclatement et c’est précisément ce que
Lacan nous annonçait déjà il y a un demi siècle. Merci.</span></span></span></span><br />
<span><span class="actAsInlineDiv normal_text" id="u4354"><span class="actAsDiv clearfix excludeFromNormalFlow" id="u4349-34"><span class="actAsPara Texto-para-Latigazo"> http://www.latigolacaniano.com/textos.html</span></span></span></span>Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-16279517558068055672013-12-12T17:36:00.000-08:002013-12-12T17:36:01.366-08:00Presentación del Seminario 6 por Jacques-Alain Miller
<br />
<br />
<div id="u3802-3">
<br /></div>
<br />
... continuación•<br />
<br />
<span><span class="actAsDiv normal_text" id="u3834"><span class="actAsDiv clip_frame" id="u3829"><img alt="" class="block" height="300" id="u3829_img" src="http://www.latigolacaniano.com/images/boletin%202%20-%201.jpg" width="410" /></span></span></span>Hamlet,
siete lecciones, que no voy a retomar. Es claro que en esa ocasión
Lacan extiende el concepto de objeto a más allá del otro imaginario,
admite que toda una cadena, todo un guion, puede inscribirse en el
fantasma y reconoce al mismo tiempo el objeto como siendo el elemento
estructural de las perversiones, lo que abre a la distinción clínica
entre el fantasma en la neurosis y en la perversión, en la página 373.
El criterio que Lacan resalta, es el tiempo. El fantasma de la
perversión está fuera del tiempo, digamos simplificando, y el fantasma
de la neurosis es, al contrario, sostenido por la relación del sujeto al
tiempo, cargándose el objeto en ese caso de la significación de la hora
de la verdad. Es lo que aparece en el fenómeno bien conocido de la
procrastinación de Hamlet. En Hamlet y a través de las lecciones sobre
Hamlet, el fantasma está indicado como el término de la pregunta del
sujeto, como el lugar donde la pregunta del sujeto sobre su deseo
encuentra una respuesta, es decir como el nec plus ultra del deseo. Y es
allí que Lacan determina el lugar en donde para él se jugará el fin del
análisis cuando habrá definido el pase. Hay una cierta paradoja en que,
en nuestra clínica, el término de fantasma se haya encontrado en cierto
modo borrado cuando al mismo tiempo nos apasionamos por identificar y
cernir el fin del análisis, como si, por una escisión, reserváramos la
pregunta por el fantasma para el fin del análisis y lo obliteráramos del
lado de la clínica. Es el lugar en donde se jugará para Lacan el fin
del análisis cuando definirá el pase como la solución al impasse
esencial del sujeto en su relación al significante. En Hamlet, ustedes
verán también que el fantasma juega un rol esencial. Hay dos personajes
que vienen a jugar el rol esencial del objeto a, el personaje esperado,
Ofelia, objeto sublime del deseo, que se encuentra después por una
oscilación, como objeto degradado, pero también Laërte, su hermano.
Lacan acentúa, puntúa el momento en el que este hermano, habiendo
saltado a la tumba excavada para su hermana, es alcanzado por Hamlet y
que se enfrenta aquí como a su doble a este personaje. Dicho de otro
modo, hay que releer las siete lecciones sobre Hamlet que están
enmarcadas por estos dos surgimientos esenciales del fantasma.<br />
<br />
La última parte, que cuenta con ocho capítulos, nos permite
discernir lo que aquí ha llevado a cabo Lacan. Él explica en efecto en
el capítulo 20, que es el primero de ésta última parte, el del fantasma
fundamental, que éste es un límite de la interpretación tal como él
mismo lo había propuesto como conclusión en su artículo La dirección de
la cura, a saber -lo cito- “Todo ejercicio de interpretación tiene un
carácter de reenvío de anhelo en anhelo (voeu en voeu)”. [3] Tenemos una
sucesión de deseo y es lo que ha quedado de los análisis, por ejemplo,
del sueño de la Bella Carnicera, etc... este es precisamente el efecto
de reenvío indefinido del deseo. Lo que se retoma en el Seminario 6, es
lo que se retoma de la pregunta de saber cómo interpretar el deseo si el
deseo es esencialmente metonímico. Ahora, aquello que es formulado en
el escrito de La dirección de la cura que es aquel sobre el cual Lacan
ha conectado su Seminario, es de hecho que el deseo no tenía, hablando
con propiedad, un objeto. El deseo, tal como figura en La dirección de
la cura que constituye incluso la quinta y última parte de este
artículo, este deseo, en el fondo es definido, y en ese caso se trata de
una cita, es definido como metonimia de la falta en ser. [4] Antes del
Seminario 6, el deseo estaba precisamente formulado como absolutamente
insustancial pero en tanto que repercusión de una falta. Es por esto que
Lacan había fijado esta imagen de San Juan de Leonardo, a menudo
comentada, el dedo elevado siempre hacia otra parte. Esto nos detenía
sobre una definición de la interpretación, que interpretar es hacer
signo hacia otra parte y que entonces la alusión es el modo enunciativo
privilegiado de la interpretación. Esto es precisamente lo que El
Seminario El deseo y su interpretación repele y contesta, estableciendo
al contrario que el deseo implica una relación al objeto por el rodeo
del fantasma y que es posible en este Seminario, interpretar el
fantasma. Es incluso que el fantasma es él mismo interpretación del
deseo a condición de partir de la diacronía del deseo, de la sucesión,
recogiendo al mismo tiempo la sincronía y es éste el valor de la fórmula
$◊D. Lacan propone estos dos registros, la diacronía y la sincronía. Se
ve claramente que privilegió el aspecto metonímico del deseo pero lo
completa con la sincronía que es articulada en la relación del sujeto
barrado y el objeto a. Y entonces, si los envío a la página 446,
encontrarán allí la lógica del fantasma tal como es desplegada y
articulada en este Seminario.<br />
<br />
Primeramente, el sujeto encuentra en el Otro un vacío
articulado. Este vacío, es aquel que está definido por la negación, no
hay Otro del Otro, que desmiente una categoría que había sido creada en
el Seminario 5, y deja al sujeto sin índice de nominación. Segundo, el
sujeto obtiene entonces del registro imaginario –es el uso, la
instrumentación del imaginario- una parte de sí mismo comprometida en la
relación imaginaria, en la relación especular al pequeño otro. Tercero,
este objeto tiene una función de suplencia en relación a la carencia
esencial del significante. Es entonces que Lacan se interesa en aquello
que es propiamente la estructura del sujeto y la encuentra en el
intervalo de la cadena significante, en el corte, y el corte será en el
fondo, la última palabra de este seminario.<br />
<br />
Pero lo que es y que debe crear una sorpresa a quien ha
atrapado la coherencia de la construcción de Lacan hasta entonces, es
que en el capítulo 22, cuando Lacan cuestiona nuevamente lo que tiene
que ver con el hombre objeto que corresponde al sujeto-corte, convoca al
objeto pre-genital que ha permanecido todo el seminario completamente
ausente del registro fantasmático. El objeto pre-genital, en todo el
Seminario, ha sido abandonado a la pulsión y considerado esencialmente
como un significante. Se encuentra aquí implicado en el fantasma en
tanto que objeto de corte y hay allí un golpe de timón sensacional que
Lacan da a la orientación del Seminario como si nada. Se descubre que
este objeto a no está solamente enraizado en lo imaginario sino que es
también el seno del destete en tanto que objeto de corte, es también el
excremento que es expulsado y cortado del cuerpo y Lacan añade allí la
voz, y especialmente la voz interrumpida y todos los objetos de
estructura fálica que están implicados en la estructura de corte a
través de la mutilación y de la estigmatización. Y entonces de manera
sorprendente, con un efecto de corte esta vez, al final, en el capítulo
22, vemos volver a venir lo real puesto que los objetos pre-genitales
que son aquí los objetos del fantasma, Lacan se pregunta qué pueden ser
aquí estos objetos pre-genitales, que son los objetos del fantasma, sino
objetos reales. Y he ahí, de repente una nueva orientación tomada, y él
señala que son objetos reales que están en estrecha relación con la
pulsión vital del sujeto. No volverá sobre ello pero es ya aquí que se
introduce la función del goce que prepara la función a través de la cual
Lacan dará cuenta de la construcción de este Seminario dos años más
tarde, cuando dirá que el Yo (Je) inconsciente está a nivel del goce. A
partir de aquí Lacan estudia, con una precisión clínica que no tiene
equivalente en otro lugar, el fantasma perverso en el pasaje al acto del
exhibicionista y del voyeurista y lo compara con lo que es el fantasma
en la neurosis. La última palabra del Seminario, es que el corte sería,
dice Lacan, sin duda el modo más eficaz de la interpretación, a
condición de que ésta no sea mecánica. Es también el corte que hace
unión entre lo simbólico y lo real, como al inicio del Seminario era al
fantasma al que le correspondía hacer el lazo entre lo simbólico y lo
imaginario. Para Lacan esto es reanudar el inicio de su enseñanza, con
el Seminario consagrado al Más allá del principio del placer y a la
estructura de la cadena significante, donde ya aparecía que lo simbólico
encuentra su fundamento en el corte. Simultáneamente, el final del
Seminario del deseo da paso al de la Ética del psicoanálisis que tendrá
como punto de partida el instante de lo real. Este será también un
Seminario que dará por sentado el lazo entre fantasma y pulsión,
condición para que pueda emerger como tal la instancia del goce.
Terminaré leyendo un pasaje del último capítulo del Seminario del deseo
que está extrañamente en consonancia con aquello que se produce delante
de nuestros ojos este año, a saber la reorganización de los
conformismos, inclusive su estallido. Es por esto que no me pareció
excesivo al presentar este Seminario, escribir que éste, hace ya medio
siglo, hablaba de nosotros hoy en día. He aquí el extracto que voy a
leer para concluir esta presentación del Seminario 6 en este marco en el
que pensé hablar a los lectores de Lacan. Página 569: “Estas normas
sociales, si hay una experiencia que debe enseñarnos cuán problemáticas
son, cuánto deben ser interrogadas, cuánto su determinación se sitúa en
otro lugar que en su función de adaptación, es sin duda la del análisis.
En esta experiencia del sujeto lógico que es la nuestra, una dimensión
se revela ante nosotros, que está siempre latente, pero también siempre
presente, bajo toda relación intersubjetiva. Esta dimensión, aquella del
deseo, se encuentra en una relación de interacción, de intercambio, con
todo aquello que, de ahí, se cristaliza en la estructura social. Si
sabemos tenerlo en cuenta, debemos llegar más o menos a la siguiente
concepción. Aquello que designo con la palabra cultura -palabra a la
cual le tengo poco aprecio, incluso ninguno- es una cierta historia del
sujeto en su relación al logos. Ciertamente, esta instancia, la relación
al logos, ha podido quedar encubierta a lo largo del tiempo, y, en la
época en la que vivimos, es difícil no ver qué hiancia representa, a qué
distancia se sitúa de una cierta inercia social. Es por esta razón que
el freudismo existe en nuestra época. Algo de lo que llamamos cultura
pasa en la sociedad. La relación entre los dos, podemos definirla
provisoriamente como una relación de entropía, más aún cuando aquello
que pasa de la cultura a la sociedad incluye siempre alguna función de
desagregación. Lo que se presenta en la sociedad como la cultura –y que
entonces entró, a títulos diversos, en un cierto número de condiciones
estables, también latentes, que determinan los circuitos de intercambio
al interior del rebaño- instaura ahí un movimiento, una dialéctica, que
deja abierta la misma hiancia que aquella dentro de la cual situamos la
función del deseo. Es en este sentido que podemos formular que aquello
que se produce como perversión refleja, a nivel del sujeto lógico, la
protesta contra lo que el sujeto padece a nivel de la identificación, en
tanto que ésta es la relación que instaura y ordena las normas de la
estabilización social de diferentes funciones [...] Podríamos decir en
definitiva que algo se instaura como un circuito giratorio entre, por
una parte, el conformismo, o las formas socialmente conformes, de la
actividad llamada cultural- aquí la expresión resulta excelente para
definir todo lo que de la cultura se amoneda y se aliena en la sociedad-
y, por otra parte, toda estructura semejante a la de la perversión, en
tanto que representa a nivel del sujeto lógico la protesta que, con
respecto a la conformización, se eleva en la dimensión del deseo, en
tanto que el deseo es relación del sujeto a su ser”. [5]<br />
<br />
Y es allí que Lacan promete hablar más tarde de la
sublimación y será de la ética del psicoanálisis. Y Lacan termina
diciendo, página 571: “La sublimación se ubica como tal a nivel del
sujeto lógico, ahí donde se instaura y se desarrolla todo lo que es,
hablando con propiedad, trabajo creador en el orden del logos. De allí,
vienen más o menos a insertarse en la sociedad, vienen más o menos a
encontrar su lugar a nivel social, las actividades culturales, con todas
las incidencias y todos los riesgos que éstas implican, hasta incluso
la reorganización de los conformismos anteriormente instaurados,
inclusive su estallido”.<br />
<br />
Estamos hoy al 26 de mayo, y París está, lo verán a la
salida, viviendo en efecto la restructuración de los conformismos
anteriores, su explosión y es precisamente lo que Lacan nos anunciaba ya
hace medio siglo. Gracias.<br />
<br />
<br />
Traducido del francés por : Gabriela Pazmiño y Luis Iriarte<br />
Establecimiento del texto : Dalila Arpin y Raquel Cors Ulloa<br />
<br />
NOTAS<br />
<br />
* Continuación de la Presentación del Seminario 6 de J.-A
Miller. La primera parte se encuentra en el Boletín Latigazo Nº1
www.latigolacaniano.com<br />
3. N de los T : Esta cita corresponde a la página 426 del
Seminario 6 en francés. La presente traducción fue efectuada por el
comité de redacción de LATIGO.<br />
4. N de los T : Esta cita corresponde, en español, a la
página 609 de sus Escritos: J. Lacan, La dirección de la cura y los
principios de su poder, Escritos 2, Siglo Veintiuno Editores, Buenos
Aires, 2010.<br />
5. N de los T : La presente traducción fue efectuada por el comité de redacción de LATIGO.<br />
http://www.latigolacaniano.com/espa%C3%B1ol.htmlDenise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-42875474758105757742013-11-17T12:36:00.000-08:002013-11-17T12:37:59.088-08:00"La época vive una fascinación por la violencia contra uno mismo y contra los otros" Eric Laurent. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidGzSeE-tSzaAaRs-uERazvEQ27oOzOrYh_MqzEaPzuxgqGKDzEPWSvguehlCxIH30H9dtrjt2w4X3KAG1HTMhdyiLHzrrGjVJx-SMjEPUSCKlYx5TQvCEndb7_4I1mgDcVH6iuiQqXw/s1600/elaurent.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="149" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidGzSeE-tSzaAaRs-uERazvEQ27oOzOrYh_MqzEaPzuxgqGKDzEPWSvguehlCxIH30H9dtrjt2w4X3KAG1HTMhdyiLHzrrGjVJx-SMjEPUSCKlYx5TQvCEndb7_4I1mgDcVH6iuiQqXw/s200/elaurent.jpg" width="200" /></a></div>
<br />
<br />
El psicoanalista francés Eric Laurent, a horas de aterrizar en la
Argentina para participar de las jornadas anuales de la Escuela de
Orientación Lacaniana (EOL), dijo que en gran parte del mundo
contemporáneo se vive una fascinación por la violencia contra uno mismo y
contra los otros.<br />
<br />
<br />
Precisamente, también participará de la 6ta. edición del ENAPOL, esta
vez presidido por el argentino Ricardo Seldes, que sesionará bajo el
título de <em>Hablar con el cuerpo. La crisis de las normas y la agitación de lo real.</em><br />
<br />
Laurent también presentará su último libro, <em>La batalla del autismo. De la clínica a la política</em>,
que editó la casa Grama. Analizante de Jacques Lacan, es uno de los
fundadores de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Publicó más
de veinte libros.<br />
<br />
Este es el diálogo que tuvo con <strong>Télam</strong> desde París.<br />
<br />
<strong>T : <em>Agitación de lo real</em> es un título inquietante. ¿Cómo entenderlo respecto a la cuestión del cuerpo?</strong><br />
L : Bueno, espero que sea un título <em>unheimlich (inquietante)</em>.
Se trata de despertar la atención sobre un punto que Lacan hizo para
esclarecer ciertas aporías en Freud. En Freud, la zona de contacto entre
la ciencia y el psicoanálisis era el funcionamento de la economía
libidinal. Después de 1920, la economía del deseo tenía como horizonte a
la pulsión de muerte y un nivel cero de energía -esto es, <em>el principio del Nirvana</em>,
como decía Sabina Spielrein. Esta perspectiva permitía sostener la
hipótesis de la vigencia de la segunda ley de la termodinámica, que
introduce la inercia entrópica como horizonte energético final. Así, esa
hipótesis definía algo como un real en el psicoanálisis. Lacan, a su
vez, intentó definir la pulsión de muerte a partir de lo que tiene lugar
en la experiencia analítica, <em>sin introducir hipótesis suplementarias</em>.
Primero mostró que se podían ignorar aspectos vitales pensados como
imaginarios, de la pura repetición significante. En la enseñanza de
Lacan (tal como dice Jacques-Alain Miller) aquel fue uno de los <em>paradigmas del goce</em>.<br />
Y siguió: trató (y consiguió) aislar un modo de repetición que no fuera la repetición significante. Definió al <em>Uno del goce</em>
que se repite en el horizonte de la experiencia analítica pero que no
obedece a las leyes de la repetición significante, y tampoco a la lógica
del fantasma. Ese horizonte aparece en los análisis de larga duración. Y
esa repetición diagrama un universo <em>sin ley, sin necesidad</em>, que Lacan pensó como encuentro con la contigencia. De esto trata <em>la agitación de lo real</em>. No del imaginario del movimiento browniano que obedece a las leyes de la mecánica estadística <strong>sino del encuentro de los cuerpos con la contingencia del goce que introduce la consideración del <em>sinhtome</em></strong>.<br />
<strong>T :</strong> <strong> La dietética, la pedagogía, el biopoder,
la genética, etcétera. ¿De qué manera esas prácticas, esos saberes,
tocan al cuerpo del sujeto del discurso de la ciencia?</strong><br />
L : En el Seminario XIX, Lacan hace observaciones muy llamativas sobre
esto. Por ejemplo, constata que el conocimiento del cuerpo es obtenido
primero por la sabiduría de quienes querían aliviarse de la presión del
deseo. Son las prácticas que se centraron en la <em>hygiene</em> como principio fundamental del conocimiento de sí. El <em>souci de soi</em>,
como decía (Michel) Foucault, permitió la elaboración de un saber sobre
el goce a través del control del cuerpo. Y que no tuvo lugar sólo en la
filosofía griega, que en la variedad de sus escuelas, siempre tuvo una
dimensión de <em>técnica del cuerpo </em>; también en la religión judaica, en la cual el <em>Qohelet</em> es un libro de sabiduría. Atenas y Jerusalén se encuentran en la perspectiva del saber higiénico.<br />
La otra vía de conocimiento del cuerpo, que no se controla con la <em>hygiene</em>,
es la enfermedad. Capturado por la enfermedad, el cuerpo revela
posibilidades de sufrimiento y de salvacion impensables. Pero la alianza
entre la medicina y la ciencia ha inventado una nueva experiencia de la
enfermedad, que pone al cuerpo en un aparataje inédito, con técnicas
cada vez más sofisticadas. <strong>El verdadero cuerpo <em>biónico</em>
no es tanto el cuerpo sano que sueña extender el poder de sus órganos :
es el cuerpo enfermo que se transforma en objeto de experimentación, de <em>nuevas generaciones </em>del mismo medicamento, o/y de máquinas de control y suplencia que componen nuevos organismos.</strong>
Claro que esto diseña experiencias inéditas de goce corporal de las
cuales existen cada vez más testimonios, en los análisis, en los relatos
literarios del atravesamiento de una enfermedad potencialmente letal.
Las reacciones del cuerpo, su resiliencia tanto como su abandono, tienen
un efecto sorpresa que inclina a la medicina contemporánea a salir de
la simple consideración sobre los grandes números, la <em>Evidence Based Medicine</em>, para atender una perspectiva de la singularidad. <strong>Esta
perspectiva moviliza a la genética y a los saberes sobre el cuerpo en
un horizonte que trata de encarnar, de hacer presente lo más rápido
posible la empresa eponímica de digitalizacion del mundo que es <em>Google</em>.</strong> Sus últimas jornadas de estudio tenían como título <em>Hacer retroceder la muerte.</em><br />
<br />
El psicoanálisis nombra otro saber sobre el goce : de la repetición del
síntoma y del fantasma hacia la contingencia del síntoma.<br />
<br />
<strong>T :</strong> <strong>¿Existe una diferencia entre el sujeto,
capturado por el discurso de la ciencia, y lo real que agita a ese
sujeto, ese real que se presenta como inasimilable, irrepresentable,
imposible de mensurar?</strong><br />
L : Esa diferencia fue definida por Lacan como una <em>respuesta</em>. Propuso un <em>sujeto respuesta a lo real</em>. Decirlo así implica separarse de las concepciones previas del sujeto. Por ejemplo, el sujeto supuesto por el <em>existencialismo</em> consideraba la reciprocidad imaginaria del <em>Tú </em>y el<em> Yo </em>como una dimensión fundamental : el sujeto era una <em>respuesta al otro fundamental</em>, una suerte de <em>hermano </em>inteligible desde el principio ético de <em>no hacer al otro lo que no quieres que te hagan</em>. Lacan cambia esa perspectiva fundando el sujeto en relación a lo que usted bien define <em>como inasimilable, irrepresentable, imposible de mensurar</em>. Se trata de un sujeto más vinculado a su angustia que a su <em>prójimo</em>. A condición de considerar que la angustia no es angustia <em>de la muerte</em> sino angustia frente al goce articulado de lo vivo, angustia frente al <em>deseo del Otro</em>.<br />
<br />
<strong>T :</strong> <strong>Cuando se dice <em>todos solos</em>, <em>todos autistas</em>, <em>todos adictos</em>, ¿qué se quiere decir estrictamente, si se piensan esos sintagmas desde el psicoanálisis</strong>?<br />
L : Si se piensan esos sintagmas desde el psicoanálisis, aparecen como
aporías. En un primer nivel, se puede decir que trazan un horizonte
común, esto es, <em>cómo se vive la pulsión</em> en la época del discurso de la civilización. En la época del individualismo de masa, existe un registro de <em>soledad para todos</em>
que la puede explorar incluso la sociología. La sociología describe a
un sujeto encerrado en modos de vivir múltiples pero solitarios, con
lazos <em>líquidos </em>hacia el otro (Zygmunt Bauman), relaciones <em>vacías</em>, <em>efímeras</em> al otro de la hipermodernidad (Gilles Lipovetsky) o al refugio de la performance adictiva hasta el <em>cansancio de sí mismo</em>
(Alain Ehrenberg) que pueden llevar a la melancolía, al delirio báquico
o al terrorismo. Este horizonte común está subvertido por Lacan cuando
enuncia : <em>Todo el mundo es loco, es decir, delira</em>, porque reenvía a la manera singular con la cual cada uno delira en este <em>común</em>. En este sentido, el sujeto del <em>delirio</em> singular es una respuesta a lo real que testimonia de otra experiencia que la que describen los <em>sociómanos</em> de Philippe Sollers.<br />
<br />
<strong>T :</strong> <strong>¿Es posible que el sujeto del <em>común</em>
(del que habla Toni Negri), bajo estas condiciones, sea capaz de pensar
una política emancipatoria, teniendo en cuenta los reparos que Lacan
tenía al respecto?</strong><br />
L : Definir al sujeto a partir de <em>lo común</em> es partir de una noción del <em>todo</em> que la experiencia analítica no anula pero pone en cuestión. En ese <em>sujeto del común</em>
hay algo demasiado vinculado al (sujeto) husserliano de la
fenomenología. Así, se piensa la experiencia del mundo posible a partir
de una presencia de evidencias mudas, compartidas como axiomas
silenciosos de la experiencia y de la continuidad de la existencia. Es
lo que el psiquiatra alemán Wolfgang Blankenburg postuló como las
evidencias que definen el <em>sentido común.</em><br />
<br />
Su obra describe lo que sucede clínica y fenomenológicamente cuando se <em>pierde la evidencia natural</em>. En su segunda tópica, Freud también englobó al <em>Yo</em> en función de un <em>Todo</em> transmitido -subraya Lacan- por el sociólogo Gustave Le Bon y su teoría de las masas. Las hipótesis de <em>Massenpsychologie und IchAnalyse (Psicología de las masas y análisis del yo)</em> son criticadas por Lacan desde sus principios. Es conveniente partir de la experiencia del <em>no-todo</em>, el <em>aparato de goce de uno</em>, su síntoma, su fantasma, el <em>delirio</em> singular. Es desde ese punto que se puede considerar un uso <em>no masificante</em>
de las identificaciones. Esta dimensión de la cosa se hace evidente
cuando se revisa la experiencia del sujeto femenino. Algunas feministas
hablan de <em>sororidad</em> como los hombres de<em> fraternidad</em>. Otras subrayan que la originalidad de la posición femenina es la preocupación por el otro, el <em>care</em>,
palabra inglesa difícil de traducir en todas sus acepciones. Pero Lacan
encontró otra manera de presentar la originalidad de la relación
femenina con la identificación. Dijo que las mujeres no tienen la misma
tendencia a la identificación narcisista que los hombres porque pueden
ser el <em>síntoma de otro cuerpo</em>. Esa alteridad es abierta por el
desplazamiento del objeto, punto crucial de lo que Freud aisló como una
de las particularidades del Edipo femenino. Entonces, las mujeres no
tienen la misma relación que los hombres con la experiencia de la
identificación y del <em>Todo</em>. Cuando (Jacques-Alain) Miller habla de <em>la feminización del mundo</em>, esa dimensión aparece cada vez más como un componente de <em>las políticas del todo</em>, sea en la multiplicidad de los modos de vivir la pulsión, o en el pasaje de los <em>derechos humanos </em>a los <em>derechos uno por uno</em>, que implica una desacralización de lo universal.<br />
<br />
<strong>T :</strong> <strong>Finalmente, en la película <em>Das experiment</em>,
de Oliver Hirschbiegel, ¿existiría alguna clave para entender por qué
el psicoanálisis de orientación lacaniana está condenado a sobrevivir en
este mundo que decidió sepultar la relación del sujeto con su finitud, y
se entregó a la acción-reacción del cognitivismo social?</strong><br />
L : Sin dudas. Hirschbiegel tiene una sensibilidad especial para explorar la emancipación de las formas del <em>Todo</em>.
Ultimamente se interesó por la princesa Diana Spencer como objeto de
experimentación social, el uso que ella hizo de su posición de excepción
en relación con un todo, la figura de <em>Princess of the People</em>,
como la llamó el responsable de las comunicaciones del ex premier Tony
Blair. Hirschbiegel inició su carrera concentrándose en la novela de
Mario Giordano , <em>Black Box</em>, inspirada en el experimento de
psicología social de Philip Zimbardo en la Universidad de Stanford,
California, en agosto de 1971. Wikipedia presenta así la cuestión: <em>El experimento
de la cárcel de Stanford es un conocido estudio psicológico acerca de
la influencia de un ambiente extremo, la vida en prisión, en las
conductas desarrolladas por el hombre, dependiente de los roles sociales
que desarrollaban (cautivo, guardia). Fue llevado a cabo en 1971 por un
equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo de la Universidad
Stanford. Se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de
guardias y prisioneros en una prisión ficticia. Sin embargo, el
experimento se les fue pronto de las manos y se canceló en la primera
semana. Las preocupaciones éticas que envuelven a los experimentos
famosos a menudo establecen comparaciones con el experimento de Milgram,
que fue llevado a cabo en 1963 en la Universidad de Yale por Stanley
Milgram, un antiguo amigo de Zimbardo. El estudio fue subvencionado por
la Armada de los Estados Unidos, que buscaba una explicación a los
conflictos en su sistema de prisiones y en el del Cuerpo de Marines de
los Estados Unidos. Zimbardo y su equipo intentaron probar
la hipótesis de que los guardias de prisiones y
los convictos se autoseleccionaban, a partir de una cierta disposición
que explicaría los abusos cometidos frecuentemente en las cárceles. Los
participantes fueron reclutados por medio de anuncios en los diarios y
la oferta de una paga de 15 dólares diarios por participar en la
simulación de una prisión. De los 70 que respondieron al anuncio,
Zimbardo y su equipo seleccionaron a los 24 que estimaron más saludables
y estables psicológicamente. Los participantes eran predominantemente
blancos, jóvenes y de clase media. Todos eran estudiantes
universitarios. El grupo de 24 jóvenes fue dividido aleatoriamente en
dos mitades: los prisioneros y los guardias. Más tarde los prisioneros
dirían que los guardias habían sido elegidos por tener la complexión
física más robusta, aunque en realidad se les asignó el papel mediante
el lanzamiento de una moneda y no había diferencias objetivas de
estatura o complexión entre los dos grupos. La prisión fue instalada en
el sótano del departamento de psicología de Stanford, que había sido
acondicionado como cárcel ficticia. </em><br />
<br />
Acá tenemos una experiencia fuerte de relación entre identificación y goce, o un <em>goce de la identificación</em> que conduce a los sujeto hombres a no a ser síntomas de otro cuerpo sino el estrago de esos cuerpos. En <em>La batalla del autismo</em> recuerdo la experiencia, en la década anterior, de Stanley Milgram, en Yale : se trataba de <em>evaluar
el grado de obediencia de un individuo a una autoridad que considera
legítima y analizar los procesos de sumisión a la autoridad, en especial
cuando ésta induce a acciones que plantean problemas de conciencia al
sujeto</em>. Esta experiencia estaba destinada a saber hasta qué intensidad de <em>electroshocks</em>
estaban dispuestos a llegar unos adultos para castigar a otros cuando
prescribía el castigo en cuestión (y cuyos efectos eran simulados por
actores sin que los participantes lo supieran). De quienes se prestaron,
muy pocos se resistieron a intensificar el <em>daño</em>. Francia no es
el único país donde se ha reflexionado sobre las consecuencias de
efectivizar órdenes absurdas de una autoridad convertida en superyoica, <em>obscena y feroz.</em><br />
<br />
Ahora bien, la repetición del resultado de estas experiencias operan como el revés <em>hard</em> de los desplazamientos de la sensibilidad actual. Películas como <em>Zero dark thirty</em> hacen participar sin distancia de sesiones de tortura <em>por el bien común</em>. Y como éxito de librería está <em>Cincuenta sombras de Grey</em>,
que da una idea del interés de la época en una supuesta verdad,
superior al dolor, como experiencia de goce en el cuerpo. Roman Polanski
también captó esto con su <em>Venus à la fourrure</em>. <strong>La entrega a la <em>acción-reacción del cognitivismo social</em>,
como usted dice, no testimonia un rechazo del sujeto sino una manera
contemporánea de vivir la pulsión, en sintonía con la fascinación epocal
de la violencia contra uno mismo y contra los otros.</strong><br />
<strong><br /></strong>
<strong>http://www.youtube.com/watch?v=EOlBg_0ZFZU#t=10 (</strong>Fragmento de la entrevista que le hizo Jorge Coscia al prestigioso
pscicoanalista francés Eric Laurent en el programa Puerto Cultura)<br />
<br />
<strong>http://www.telam.com.ar/notas/201311/41125-la-epoca-vive-una-fascinacion-por-la-violencia-contra-uno-mismo-y-contra-los-otros.html</strong><br />
<strong><br /></strong>
<strong><br /></strong>Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-4086853649102314482013-11-07T05:43:00.001-08:002013-11-07T06:06:06.508-08:00Elis - A Equilibrista<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilz0QSeQhQTAF_FI4yKLvHz8P14zcjV7rD7TOTL4G4E9CiBz4iUAZTYfCXoM5Y4FpnfKrFcCiB2lApjfRsLuLsg4gtYk1andqRQl6AAwhl9lXtEhcMmOBT3jsOzhSiJkxjf2fgiAD_Ag/s1600/elis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilz0QSeQhQTAF_FI4yKLvHz8P14zcjV7rD7TOTL4G4E9CiBz4iUAZTYfCXoM5Y4FpnfKrFcCiB2lApjfRsLuLsg4gtYk1andqRQl6AAwhl9lXtEhcMmOBT3jsOzhSiJkxjf2fgiAD_Ag/s1600/elis.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">Foram quatro
horas de conversa aqui na redação do Folhetim. E, quando acabou, Elis Regina
não revelava o menor sinal de cansaço, resistindo bravamente à avalanche de
perguntas formuladas por Helô Machado, Luis Fernando Rodrigues e Osvaldo
Mendes. Difícil foi reduzir a entrevista a estas três páginas. Daria um livro.
O que ficou ao final da conversa foi uma certeza: Elis é uma cantora em plena maturidade.
E um ser humano daqueles que fazem um bem danado se ter como amigo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;">FOLHETIM - Durante muito tempo você se recusou
a fazer o "Fantástico", a fazer apresentações em televisão no esquema
da Globo. O que é que aconteceu agora? Mudou a Elis, mudou o
"Fantástico", mudou a Globo, o que é que mudou?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;">ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;">Bom,
mudou uma porção de coisas, principalmente a Elis mudou de gravadora. Quando
eles me propuseram fazer uma série de coisas em televisão, eles perceberam que
eu fiquei meio arredia. Não estava muito a fim de transar, não fiquei
apaixonada pela idéia. Aí, eles me perguntaram por que e eu falei que tinha
sido uma certa atitude adotada, por nós todos, fazer o possível e o impossível
pra não fortalecer essa condição da Globo, de ser a única em que todo mundo
vai. Era prá gente procurar fazer outro tipo de televisão, outros canais de
televisão, como uma alternativa. Porque a figura da Globo é uma figura muito
forte, onipresente, onipotente. Aí pintou a pergunta assim: mas quem são os que
não estão fazendo? E foi exatamente nessa hora que eu me dei conta de que
estava todo mundo fazendo, só a Elis que não fazia. Quer dizer, até um
determinado momento, seguia-se um certo tipo de linha e de repente esse negócio
foi sendo rompido. E está todo mundo realmente fazendo a Globo e, quem não está
ao vivo, está através de suas músicas, inseridas nas novelas da Globo,
entendeu? E eu acho que a melhor maneira de a gente brigar contra uma série de
coisas é ficando próximo do acontecimento, das coisas. Quer dizer, quanto mais
gente, com a consciência até dessa onipotência ou dessa prepotência da
TV-Globo, estiver lá dentro, mais fácil será - quer dizer, não a curto nem a
médio prazos, mas a longo prazo - eles voltarem a conversar com os artistas e
darem a eles o peso e a medida que, na realidade, eles têm. Porque, de uma
época em diante, a única coisa importante que havia era a TV-Globo. A TV-Globo
era a grande artista da TV-Globo. Eles fizeram questão de acabar com a
valorização da mão-de-obra - um negócio muito cômodo pra eles -, ficando todo
mundo num nível só. Eles mantêm uma série de grandes estrelas contratadas,
ainda que não estejam se apresentando em televisão, simplesmente para não irem
embora. E fica assim, como está. Eu acho que é assim que a gente vai poder,
inclusive, acabar com um certo bloqueio que existe contra a música brasileira.
E ainda que, neste exato momento, a TV-Globo esteja fazendo uma série de
programas a respeito de música brasileira, pra mim parece ser só decorrência da
personagem Ana Preta, do "Pai Herói", como a discoteca é decorrência
da personagem Júlia, do "Dancing Days", entendeu? Quer dizer, é
sempre uma questão de modismo. E se a gente ficar muito cheio de escrúpulos,
muito cheio de "nheconheco", numa postura de "não me
misturo", vai a cada dia que passa ficando pior. Porque, objetivamente,
qual é o mercado de trabalho que nós temos?</span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Fora o disco...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Fora o disco, que é o que toca na rádio e que não
nos rende nada ou rende uma coisa ridícula como, assim, quinze mil cruzeiros
por mês, depois de quinze anos de profissão, tocando em todo território
nacional.</span><b><o:p></o:p></b></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<b><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;">FOLHETIM - Quanto você recebe por mês de...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="background-color: #f5f2d9; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif;">Eu recebia, até o ano passado, um milhão e meio.</span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Um milhão e meio?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Por vinte discos. A cada dois meses eu recebia pela
execução dos meus discos, em todo território nacional, nas mil e uma
possibilidades de execução, mil e quinhentos cruzeiros. A Clara Nunes recebia
mil.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você disse mil e
quinhentos cruzeiros.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Mil e quinhentos, menos que um salário mínimo.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Por mês?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Não, por mês não. Por trimestre (risos). É, por
trimestre. Quer dizer, agora, depois do surgimento do Ecade, depois de uma
série de gritarias, uma série de confusões que a Sombrás e a gente foi
arrumando, a partir dessa chiação toda, comecei a receber dezoito mil cruzeiros
por vinte discos.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Dezoito mil por
trimestre?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Por trimestre, quer dizer, seis mil cruzeiros por
mês. Dá pra viver um vidão, né coração...</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Bom, mas já é
maravilha diante do...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Diante do quadro anterior, que era quinhentos
mangos. Aí, tirando esse negócio de tocar discos, a gente tem teatro pra fazer,
que você sabe muito bem que está uma barra.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Acaba caindo na
televisão Globo.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Acaba. Nesse ano, está tudo em pique de loucura:
preço de passagem de avião, preço de hospedagem e, quando você viaja, a
passagem, a hospedagem, verba de alimentação, salário, transporte de equipamento,
percentual de teatro, percentual de Ecade, percentual de Sbat, aí começam os
percentuais todos. Eu acho que, neste ano, inclusive, vai ser muito difícil
transar, se não tiver patrocínio segurando a barra. Ano passado já deu pra
empatar.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Este ano como é
que estão as coisas?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Bom, está assim: eu fiz um disco, estou fazendo o
lançamento de um compacto que foi tirado desse disco, com o "O Bêbado e a
Equilibrista", vulgo Hino da Anistia, e, do outro lado, "As
Aparências Enganam". O disco deve sair entre 25 de junho e 1° de julho. Eu,
nessa época, já vou estar ensaiando um repertório novo, prá apresentação no
Festival de Montreaux, na "Noite Brasileira", com Hermeto Pascoal e
Egberto Gismotonti. Essa apresentação vai ser feita no dia 19 de julho - daí,
sai um novo disco. No dia 25 de julho, eu faço a "Noite Brasileira"
do Festival Internacional de Tóquio. Da Suíça, passamos por Moscou - quer
dizer, escalamos, porque eu não vou nem sair do avião, todo mundo pode ficar
relex, não salto, vejo a pista e se ela é igual às demais - e aí a gente vai
pro Japão. Depois do Japão, eu volto pra cá, devo fazer mais alguma coisa de
televisão e vou fazer um giro pela Argentina que tem não só, pra mim, a
finalidade de ir até a Argentina pra fazer um negócio que estão me pedindo já
há algum tempo, mas, principalmente, ver se eu agito o lance do Tenório Júnior
com o pessoal de lá que sabe onde ele está.<span class="apple-converted-space"> </span></span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Tem novidades do
Tenório?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">O Tenório, até dois anos atrás, estava vivo numa
prisão em La Plata.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Essa é a informação
mais recente que você tem?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">É a informação mais recente que eu tenho, que eu
passei pro pessoal, porque quem me deu essa informação foi um compositor de lá,
que foi visitar alguém detido por algum motivo, em La Plata, e viu o Tenório.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas as notícias
da OAB, do Itamaraty...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Não, não se pode fazer nada por um simples motivo: o
Idibal Piveta precisa de uma procuração da família do Tenório, ou da mulher ou
dos pais, e a gente não consegue arranjar. A mulher prometeu mandar, não
mandou. Eu estive com o pai dele, três semanas atrás, numa conversa
longuíssima, mas ele insiste que a procuração deve ser dada pela mulher. Agora,
eu acho que não dá pra esperar muito mais.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você não acha que
se fez muito silêncio na história do Tenório?<br />
<br />
ELIS REGINA -<span class="apple-converted-space"> </span></span></b><span style="background: #F5F2D9;">É,
pintou aquela especulação normal. Até o dia que esse menino foi prá minha casa
e falou: "eu vi o Tenório". Aí eu comecei a detonar tudo, né?
Inclusive, com a ajuda de Roberto Menescal, peguei o telefone da mulher dele,
Ronaldo Bastos, mais uma pá de gente metida e até agora não se conseguiu nada,
a não ser dedicar espetáculo à presença de algum amigo e ausência do Tenório
Júnior.</span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - O que é muito
pouco.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Na realidade, é. Mas há uma esperança ainda. De
repente, vai alguém lá, leva um papo com os caras, consegue chegar até perto,
fala: "olha, o lance é outro, nenhuma periculosidade, é um músico,
sumiu". Parece que ele saiu pra passear em Buenos Aires na semana do
famoso pente fino, antes da queda da Isabellita em 1975, esqueceu os documentos
no hotel e sambou. Nunca mais ninguém viu. O Vinícius tentou tudo. Inclusive o
rapaz da embaixada era genro do Vinícius. Eles tentaram tudo o que foi
possível. Agora, a gente esbarra no: "mas o que é que a senhora é
dele?" Eu sou amiga. "Ah, não adianta, a família mesmo é que tem que
ajudar." O governo brasileiro também...</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Como é que foi
seu encontro com o Lula?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Bom, ele primeiro falou uns três palavrões daqueles
maravilhosos, que você fica logo super à vontade. Depois, ele ficou brincando
de ver - pegar no braço - e ver se existe mesmo ou é figurinha de televisão e
ficou me sacaneando um bom tempo. Eu fiquei morrendo de vergonha e conversei
muito pouco com ele. Ele estava muito eufórico com a presença das pessoas lá.
Ele estava contente.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - A imagem que você
tinha dele bateu com a realidade?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu acho que ficou uma coisa mais forte. Ele é uma
pessoa baixinha, troncudinho, fala olhando dentro do olho, tem uma cara ótima.
Mas aquele cara deve saber tudo. Inclusive, eu perguntei pra ele: é você,
rapaz, que está aprontando tudo isso? Ele falou: "eu, aprontando? Imagina,
sou apenas um trabalhador". Eu falei: tá legal. Você não tem tamanho pra
folgar desse jeito não, hein rapaz? Você é muito pequinininho. Aí ele ficou
brincando um tempão. É que o clima estava meio de festa mesmo. Deu pra
conversar pouco, ele deixou o telefone prá gente ligar pra ele, que ele
gostaria muito de ir na minha casa, prá gente conversar, saber uns lances da
profissão da gente. Pra ficar melhor informado.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas como é que
fica essa transa do artista com o operário?<br />
<br />
ELIS REGINA -<span class="apple-converted-space"> </span></span></b><span style="background: #F5F2D9;">"Você
acha que tem muita diferença?" (Risos.)</span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Não é um negócio
mais de moda, não virou modismo estar do lado deles?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu não sei se é moda. Quando acontecem esses
"shows", surgem quatro tipos de adesão: as pessoas que vão porque
acham que é isso mesmo, que têm mais é que ir. Tem o pessoal que vai com medo
de dizer não e ficar ruço, tipo, assim, arregou; tem nego que vai numa de
aparecer, porque é uma oportunidade boa pra aparecer, e tem o pessoal que pinta
porque é festa.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Por que você,
agora, grava na WEA.?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Sabe, eu acho que esse lance aí é o seguinte: não
tem gravadora brasileira, sabe? Eu preciso vender meu peixe, eu vivo disso. O
dia que tiver uma gravadora brasileira periga todo mundo ir pra lá, mas ela não
pintou ainda."</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - E aquele projeto
do Chico, a compra de uma gravadora?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">"Bom, o Chico tem o projeto, mas ele continua
na Polygram, né? (Risos.) Quando ele sair, eu até vou prá gravadora dele.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Semana retrasada
o Tarik de Souza avisou - pelo Folhetim - sobre um encontro de compositores
independentes, no Paraná, liderados pelo Antonio Adolfo. O pessoal que está
gravando os discos de fundo de quintal. Como é que você vê esse projeto?<br />
<br />
ELIS REGINA -<span class="apple-converted-space"> </span></span></b><span style="background: #F5F2D9;">Bom,
no momento em que pintou, ninguém acreditava. O Adolfo já está partindo pro
terceiro disco, e faz dois anos que eu não tenho tido chance de conversar com
ele. Então, eu não sei exatamente em que pé estão essas coisas. Eu sei que o
Adolfo fez, que o Danilo Caymmi fez. Me parece que tem mais uns dois ou três
músicos no projeto. Eu acho que isso tudo é embrião de uma coisa nova. Se tentou
fazer esse negócio de esperar pra ver que bicho que ia dar com a gravadora
Mocambo. Agora, onde estão as pessoas que são os líderes da Mocambo? O Paulinho
da Viola não saiu da Odeon, o Chico não saiu da Polygram, o MPB-4 não saiu da
Polygram; quer dizer, como é que é que você vai endossar um empreendimento em
que os próprios empreendedores não estão colocados dentro dele.</span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - No Brasil 79,
qual é a do artista?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Olha, Osvaldo, eu estou querendo pegar o maior
número de compositores desconhecidos pra gravar, pra arejar um pouco. Está
ruço. Está todo mundo contando as mesmas histórias, está um circo de
elefantinho, todo mundo gravando as mesmas músicas ou uma mesma linha de
composição, porque é tudo feito pelo mesmo compositor. Um pouco desse
desinteresse de parte do público talvez seja por causa disso. Quando você pega
uma remessa de discos de fulano, beltrano, sicrano - por exemplo, vamos falar
das mulheres -, pega Simone, Bethânia, Elis e Gal, você sabe que, basicamente,
o repertório é o mesmo. E que são sempre os mesmos seis caras, compondo há 15
anos. Eu quero furar esse bloqueio.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - E você acha que
tem gente nova e boa por aí?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Tem. Tem alguns que não tiveram possibilidade de ser
ouvidos, ter o trabalho debatido, criticado. Por quê? Porque não tem o Festival
de antigamente, onde a rapaziada nova pintava com força. Televisão estava
aberta, o rádio estava aberto, o jornal estava debatendo, o nego se sentia
impulsionado em direção a alguma coisa. O Festival sumiu. Aparecer num programa
de televisão? Esquece. Porque o espaço está caro e a gente vai botar quem está
em primeiro lugar na parada, quem está tocando mais no rádio. Gravar disco? Pô,
ao preço que está o vinil? Vamos investir, mas rapidinho pra voltar. Como em
todas as áreas, malandro. Tu acha que se o Folhetim não tivesse vendendo
jornal, tu estava escrevendo no Folhetim ainda? (Risos.) Sabe? Tu não estava
escrevendo. Pra começar você cria muito caso com censura, muito corte, muita
confusão, fecha o Folhetim, que está dando muita treta. É isso aí, bicho. Em
qualquer área está assim. Me dá o meu. Essa é a filosofia reinante. Clima de
últimos dias de Pompéia. Eu não sei o que está pra acontecer, porque está todo
mundo na caça ao dinheiro, com uma força que eu fico até com medo. Agora, a
moçada que compõe está num gueto. Quer dizer, não tem acesso à gente. Por quê?
Porque, se eu não estou no Recife, estou em Porto Alegre, estou rodando a minha
bolsa em várias praças, né? Assim também é com os demais. Segundo grande
problema: os compositores, com justa causa, diga-se de passagem, são todos
intérpretes hoje em dia. Não tem espaço pra intérprete novo.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mesmo porque,
como compositor, eles morreriam de fome.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Morreriam de fome. Eu falei: com justa causa.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - É, mas deveria
deixar claro que essa "justa causa" é a fome.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Não recebe direito autoral. Agora mesmo a Sueli
Costa está passando pelo vexame de receber do Ecade Cr$ 1.673,00 de arrecadação
de um ano de execução de músicas dela em todo o território nacional. Quer
dizer, a Sueli Costa vai passar pires na praia pra viver e sustentar o filho
dela? Estou juntando xerocópias de todas as arrecadações de Transversal do
Tempo, que eu fiz com músicas de Sueli, pra ela poder chegar no Ecade e dizer
assim: olha, pelo menos a Elis Regina e a Simone pagaram. Está aqui a papelada,
olha. Aí, ela vai receber ou não. Quem sabe?</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Elis, quando é
que começou tua abertura maior de visão, de simplesmente cantora a algo mais
que uma simples cantora?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu acho que eu pintei no pedaço muito jovem, 19 anos
e não sabendo nada da vida. Vinda de uma camada pobre da população. Quer dizer,
o "alegro desbum" realmente se estabeleceu na minha cabeça a partir
do negócio do "Arrastão". Eu fiquei famosa, saia na rua, todo mundo
parava e pedia autógrafo. Eu entrava na loja, comprava um negócio, o nego não
deixava pagar. Fiquei com crise de supermulher, Mulher Maravilha, durante algum
tempo. Eu rodopiava, falava Shazan e estava tudo certo. Quer dizer, não
precisava nem rodopiar. Eu cantava e o mundo desabava.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Rodopiava os braços
naquele tempo.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">É, rodopiava os braços. Eu não passei um período
grande de ficar tentando. Desnorteou a minha cabeça, né? Depois, a barra
começou a pesar. Você descobre que existe contrato, que é como um outro
qualquer, que tem cláusula que tem que ser lida, porque, se você não ler,
dança. Que o empresário nunca é um cidadão acima de qualquer suspeita. Esses
baratos todos foram me dando uma visão do lado profissional, que é igual a
você, ao arquiteto, ao médico. A partir daí, eu comecei a encarar esse negócio
de cantar como uma profissão mesmo.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você
"explodiu" em 64, com o País mudando de dono. Como é que estava a tua
cabeça em 64, com relação ao que estava fora. Você não percebia o que
acontecia?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Percebia, mas eu não tinha as informações todas.
Percebia na hora que um companheiro ia cantar uma música e aí já não podia
mais. Um aviso que eu recebia de que certas músicas não podiam mais ser
cantadas. Mas eu tomei um susto em 68, quando tudo ainda parecia "coincidência".
Acabou o "Fino da Bossa", e não foi um negócio isolado destruir uma
trincheira de defesa da música brasileira, com expoentes de linguagem como Edu
Lobo, Geraldo Vandré, Sérgio Ricardo. Mas ficou a Jovem Guarda, Hebe Camargo,
sabe? Então, passados os anos, você começa a ver que tudo tinha uma razão de
ser.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Isso em 68?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">É. Aí pinta muita guitarra no samba, é a chegada da
ordem de fora mesmo. Vamos faturar porque isso é um negócio como outro
qualquer. Quer dizer, o romantismo da gente foi pro brejo. Dane-se que você
goste de samba, vai começar a gostar de samba com guitarra, agora. Começa a
massificação. Toca de manhã no rádio, de tarde, de madrugada. Daqui a pouco
está todo mundo achando ótimo. Esse negócio pegou um monte de caras, nego que
foi embora, nego que resolveu ir estudar fora, aqueles lances todos. Aí você
começa a saber as causas e, como está mais sozinho, tem que procurar gente de
outras áreas pra conversar e já fica sabendo de outras coisas. O panorama se
arma, você saca o lance e não dá mais pra fugir. Quer dizer, tem gente que
consegue fugir e até inventa um discurso diferente pra desdizer o anterior.
Mas, se eu não tinha muros, minha cabeça foi feita e está aqui.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você e o Jair
formaram uma dupla que balançava. Era uma coisa muito boa de se ouvir. Até
hoje, botar aqueles discos e ouvir... O que aconteceu com o Jair? Você
acompanha ainda o trabalho dele, você fala com ele, vocês...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Não, a gente continua se falando, se cruza.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas e a relação,
que parecia tão ligada num momento importante da história da música da gente e
toma caminhos totalmente diversos, opostos. A Elis hoje é uma coisa, na cabeça
da gente, nos discos que se ouve. Outra coisa é o Jair. Ele é uma lembrança.
Uma agradável lembrança.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu acho que ele está começando a se dar conta de uma
série de coisas. O fato de ele ter se tornado um cantor famoso provocou uma
confusão séria na cabeça dele. Porque o Jair era plantador de cana, sabe? Um
cara que não tinha sapato. Foi uma pessoa muito marcada. De repente, farinha
pouca, meu pirão primeiro, e tudo bem, eu até entendo. Eu não entendo noutro
tipo de gente, sabe? Que teve informação, que conviveu com os lances, que
passou por umas tantas coisas, de repente ficar com esse comportamento
arrivista...</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Talvez a
diferença tenha sido que, num dado momento, você percebeu o que era tudo aquilo
e ele não percebeu.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu acho até que percebeu, porque ele tem essa
consciência. A gente, quando conversa com ele, praticamente ouve as mesmas
coisas e fala a respeito de tudo. Da mecânica profissional ele sabe tudo, mas
também não briga contra, pelo medo de voltar pro lance que foi marcante no mau
sentido. Bom, mas eu tive uma notícia ótima nos últimos 15 dias. Ele está muito
ansioso, esteve conversando com um amigo comum, dizendo que queria me
encontrar. Não sei se é pra conversar, se é pra lembrar alguma coisa, retomar
algum negócio. Porque, durante os dois anos do "Fino da Bossa", eu
mais convivi com o Jair do que com a minha família mesmo. A gente estava
despencado em cima de avião pelo Brasil inteiro. E foi, realmente, um grande
amigo. Amizade mesmo assim daquelas de amarrar bode e ficar de boca no chão
chorando. Então, de repente ele está inseguro, meio desnorteado sobre o que
fazer daqui pra diante, procurando a velha turma pra bater papo, o que eu acho
muito bom.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas não está
chegando o momento, você não está sentindo chegar um momento assim, em que,
tanto a meia verdade quanto a mentira deslavada, elas vão ter que ser colocadas
na mesa? Quer dizer, no nosso setor, já que você está falando nele?<br />
<br />
ELIS REGINA -<span class="apple-converted-space"> </span></span></b><span style="background: #F5F2D9;">Eu
acho. Está na hora. Faz uns 10 anos que eu estou esperando. Prá gente atingir
os fins, vai aproveitando todos os meios, e tem nego que está no meio. Não
quero saber quem é, não vou dar nomes. Agora, existe uma coisa chamada tempo,
que está solta aí. O mundo não pára de rodar. Ele é redondo. Saí daqui e pra
aqui volta, sabe? E vai chegar uma hora que esse pessoal vai ter que se explicar.
Ou, se não quiser se explicar, a tal da máscara da face vai cair. Porque não é
possível que tenha tanta gente sacando o lance e tenha que engolir em seco, em
nome da não-agressão, do não-patrulhamento. Agora, a cada dia que passa há
menos chance pra você representar. Porque as pessoas aprenderam. Elas estão
sentindo o cheiro de longe da fajutagem.</span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Há muita
diferença entre gravar um disco na WEA e na sua antiga gravadora?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Claro. A WEA, por incrível que pareça, é
democrática. É assim: "o que é que você quer fazer? Como é que você
gostaria de fazer? Pelo seguinte: você é o artista e nós lidamos com artista.
Artista de cinema, artista de televisão e artista de disco. Você faz o que
quiser, porque a gente tem um departamento especializado em divulgar e vender a
tua idéia, a gente está comprando a tua idéia". É bem diferente você ter
um departamento de divulgação e um departamento de vendas a serviço do
departamento artístico. Em outras gravadoras, os departamentos artístico e de
divulgação estão a serviço do departamento de vendas.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Só pra constar da
entrevista: já foi resolvido o problema do LP lançado pela Polygram com músicas
de testes das gravações?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Olha, eu recebi dois impulsos. Primeiro, achava que
devia firmar jurisprudência a respeito do assunto. Porque eles estão um pouco
equivocados. Eles, na realidade, são donos de um fonograma, quer dizer, são
donos de uma gravação, mas eles não são donos da minha voz. O disco só pode
sair se, em princípio, eu estiver de acordo com ele. E eu não estou de acordo,
porque aquilo era refugo de gravação. Isso aí, nas mãos de um juiz sério,
competente, dá pra discutir uns dois anos. Afora isso, eles não têm uma
gravação, mas um esboço de gravação. E isso se prova pelas críticas todas que
saíram no Brasil. Todo mundo se tocou que aquilo era uma voz guia, quer dizer,
tem o lado moral querer formar jurisprudência, pra todo mundo ter como se
comportar, caso ocorra uma desgraça dessas. Agora, tem o outro lado. A pobreza
é tamanha que, de repente, você se misturar nesse lance, também te diminui. E
fica dando divulgação para o que você está a fim que não seja visto.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas, não se
falando mais, você não acha que eles podem aproveitar e fazer isso com outras
pessoas, também?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">É que a rapaziada arrepiou lá dentro. O pessoal da
mão-de-obra, como eles chamam, chiou. Pintaram empurrões, umbigadas, negócio
esquisito. Agora, eu aprendi que de hoje em diante vou gravar tantas músicas e
só elas é que vão ser gravadas. Não tem mais prova de nada.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Por que é que
você não partiu, em termos de show, para vôos mais arriscados, como atriz e não
só como cantora.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Porque já tem gente fazendo isso.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Tem gente que já
cantou, também. O Pelé, por exemplo.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Até já gravei música dele.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Nunca te bateu
vontade de partir pra uma de atriz?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu tenho muita vergonha.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Ué, mas você não
tem vergonha de subir no palco e cantar...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Ah, mas eu canto desde os 12 anos. Por isso eu falei
que cantar é só abrir a boca. Agora, representar tem um barato diferente. Sabe,
eu acho que, inclusive, é uma hora legal de teatro e música se juntarem mais
uma vez, pra ampliar o raio de ação dos dois. Agora, não adianta eu ficar muito
preocupada, porque as três coisas que eu tenho pra fazer de imediato são:
ensaiar, fazer um festival de jazz, na Suíça, e um festival de jazz, no Japão.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - O que você vai
apresentar em Montreaux já está definido?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span style="background: #F5F2D9;">Ainda não. Tem três músicas do Milton, uma do
Chico e do Gil, tem mais outras coisas que a gente está vendo aí, mas que não
estão definidas. Parece que tem umas coisas do Gonzaga.</span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você pensa em
fazer alguma coisa como "O Clube da Esquina nº 2"?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Em fevereiro eu e o Milton vamos fazer um disco
juntos. E o trabalho do ano que vem vamos também fazer juntos, no Brasil todo e
no Exterior.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Como é que foi
esse negócio de gravar o "Bolero de Satã" com o Cauby?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Bom, o Cauby Peixoto é paixão antiga, dos tempos de
ser ouvinte da Rádio Nacional. E eu ouvi essa música do Guinga com Paulo Cesar
Pinheiro. O Guinga me foi apresentado da seguinte forma: eu fui ouvir as
músicas do Nogueira e ele convidou um amigo dele pra tocar violão. Aí, o João
gravou uma fita e pediu ao Guinga: "agora mostra as tuas músicas prá
Elis". Ele me mostrou quatro. E eu tinha duas pra gravar e gravei essa. A
outra está reservada pro outro lado. Uma chama "Bolero de Satã", e a
outra, "Valsa Maldita". Veja a barra do cara. E eu, desde a hora que
estava ouvindo a música, sentia que faltava alguma coisa. Tinha alguma coisa
pra colocar junto com a minha voz. E eu tinha me fixado na Ângela Maria. Um
dia, eu estava dando uma entrevista, numa rádio aqui de São Paulo, e o Cauby
entrou pelo corredor da rádio. Ia fazer um outro programa, num outro estúdio.
Eu falei: é a peça! É essa figura que eu estava ouvindo e não tinha me tocado.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você tinha
cruzado com o Cauby antes?<span class="apple-converted-space"> </span><br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Já, muitas vezes. Sempre nos aviões da vida. Aí a
gente gravou essa música. E ele me convidou pra fazer a produção do próximo
disco dele.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Como é que foi o
clima da gravação do "Bolero de Satã"?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Profissional pra chuchu. Ele trabalha muito
seriamente. E ele estava - eu imagino que ele estivesse - emocionado, também.
Pelo lance todo, aquela montoeira de gente jovem sabendo as coisas dele,
maneirismos e tudo, o jeito dele falar - ele estava muito envolvido pela gente.
Acho que ele não pensou que tivesse essa penetração, que ele faz parte do
inconsciente da gente.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Elis, agora
falando de amenidades, nunca notei que você ligasse prá moda e, de um tempo pra
cá, estou percebendo mudanças...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Bom, tem um detalhe: depois dos 34, a gente tem que
dar um certo trato.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você está
gostando da moda de hoje, também. Eu estou sentindo isso, você está amando a
década de 40/50, que está na moda.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu estou vestida de minha mãe, está ótimo. Ela tem
uma fotografia que tem essas coisas, e eu estou sentada no colo dela, vestida
de cetim com veludo e não sei o quê. Na verdade, as mulheres muito ativas,
participantes, obrigatoriamente têm que ser um pouco masculinas, também. O que
é uma defesa prá gente. Porque você passa oitenta por cento do tempo convivendo
com homens. Então, começa a transar muita calça Lee, tamanquinho, camisa,
camiseta, colarzinho, sem chamar muito a atenção, que é pra não sofrer, também,
as consequências de estar muito arrumadinha no meio da homarada.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Muita bandeira.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Sabe, um pouco assim medo de levar um chega pra cá e
um bizu no pé do ouvido e ter que tomar uma atitude. Sei lá. Ou então, por
outro lado, as intelectualidades da vida dizerem "aí, ataviada".
"Credo, que nojo." "Olha que mulher fresca." Mas eu não
tenho nada contra ser fresca, muito ao contrário, eu fiquei oito anos botando
isso pra dentro, até o dia que eu falei: quer saber? Vou botar as minhas penas
de fora um pouco."</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Agora, e sobre as
feministas?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Tem o seguinte: o movimento feminista procura a
emancipação da mulher. Eu fui uma mulher emancipada aos 14 anos de idade, e
pelo meu próprio pai, que de "chauvinista" tem tudo e talvez por isso
tenha me emancipado. Não é uma boa? Então, eu acho que na minha cabeça está
tudo. Eu trabalho. Sei das dificuldades que uma mulher participante e atuante e
que pensa tem. Quando senta numa mesa pra deliberar, nunca é olhada com a mesma
seriedade. Mas é tudo uma questão de colocação. Podem não te olhar com
seriedade cinco minutos, mas, se a conversa durar duas horas, daqui a pouco tem
que estar falando de igual para igual. Afinal, qual é a diferença? Se uma coisa
foi feita pra encaixar na outra, é tudo igual. Depois, tem outro lance aí. Eu
acho que não está muito diferente a situação da mulher e a situação do homem,
hoje em dia. Eu não sei porque, de repente sai todo mundo esbravejando: porque
os homens, porque os homens. Esses homens "chauvinistas", machistas e
supercomandados pelo esquema paternalista foram criados, gerados, alimentados,
comandados e educados por mulheres que aceitavam isso. Então, o cara não tem a
culpa sozinho, sabe? O meu irmão conseguiu dar o pinote quando ele saiu de
casa, porque enquanto ele estava dentro de casa ele era um saco. Ele era o meu
pai tudo de novo. Casou com uma mulher com a cabecinha toda certa, e ele troca
fralda, e não se sente diminuído por isso. Eles dividem as responsabilidades da
casa, do trabalho, do dinheiro, do carro, da moto, de tudo, sabe? Ali é uma
comunidade, não tem homem, não tem mulher. São dois amigos que moram juntos. E
são duas pessoas profundamente solidárias, que é uma coisa que eu não vejo em
80% dos homens brasileiros, a solidariedade. Sempre o homem é o que fica mais
doente, o resfriado nele pega mais forte. Mas isso aí é resultado do quê? Da
mamãe, da vovó, não é culpa deles. Mas tem que haver essa mulher chata que a
gente é hoje em dia, pra falar assim: malandro, tu está cansado, mas eu também
trabalhei até agora. Como é que é? Tudo numa boa. Não pode chegar, pegar uma
foice e decapitar o cara só porque ele é homem. Ele é homem que foi filho de
uma mulher.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Vou fazer uma
pergunta bem idiota. Todo mundo acha que Elis vem de Elizabeth. Mas seu Elis é
Elis mesmo. Como é que foi essa transa?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">A minha mãe estava lendo um livro, um romance de
amor, e tinha uma "Miss Elis" e Mr. Elis. E eu acho que era o casal
romântico. E essa "Miss Elis" devia ser assim aquela mulher
maravilhosa, que minha mãe gostaria de ter sido. Ela ficou fascinada por esse
nome. Que não é um nome, é um sobrenome. Quer dizer, eu sou a Kelly Cristina
dos idos de 45. Aí meu pai foi me registrar: às tais horas, do dia tal, dia 17
de março de 1945, uma criança do sexo feminino, que terá como nome... ele falou
Elis. O cara falou: "não! Pode parar. Elis não pode". Então ele
perguntou por quê? O cara falou: "porque Elis Carvalho Costa é um nome que
pode ser de homem e pode ser de mulher. O senhor tem que arranjar um outro nome
feminino pra colocar depois desse Elis aí". Aí ele pensou um pouco. Na
semana anterior tinha nascido uma prima, filha de uma irmã dele, que se chamava
Sandra Regina. Não podia ser Elis Sandra, porque ficou esquisito até no ouvido
dele. Aí, Elis Regina.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você acredita na
anistia ampla, geral e irrestrita?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Eu acho que, se não derem, vai ficar esquisito.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Pra quem?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Vai ficar esquisito pra quem prometeu e não cumpriu.
Acho que tem mais é que pintar, principalmente porque essa questão de crime
político é um negócio muito relativo. Depende do lado vitorioso. O lado
vitorioso prega uma coisa, o que era de oposição pregava outra, e isso é uma
contingência de um determinado momento.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você sente que
sua categoria é unida, hoje?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Não. Eu não sinto não.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Bem, há condições
objetivas de que isso aconteça?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Um grupo. Sempre um grupo. Muito pequeno e muito
ativo, do qual fazem parte Aldir Blanc, João Bosco, Paulo Cesar Pinheiro,
Sérgio Ricardo, Gonzaga, Vitor Martins, Ivan Lins, Milton...</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Seria mais ou
menos a turma que trabalhou em São Bernardo.<br />
<br />
FOLHETIM - Não houve a renovação do grupo, do mesmo jeito que não houve uma
renovação na música popular brasileira.</span></b><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Mas,
eu acho que aí é que está. Está no começo da conversa da gente. Está precisando
arejar esse lance todo. Quer dizer, precisa pintar gente nova, precisam pintar
compositores recém-saídos das universidades. Novos músicos, novos cantores,
porque senão vai ser sempre a gente mesmo. E você vai esperar o quê? Que no
Congresso da UNE o Roberto Carlos fosse cantar em Salvador? E eu falo. Pode
botar, o Roberto Carlos cantar em Salvador, não vai. É mais fácil ele cantar
noutros lugares, mas no Congresso da UNE? Não vai segurar. Vai cantar em São
Bernardo? Não vai.</span></span><br />
<b><span style="background: #F5F2D9;"><br />
FOLHETIM - É, mas a gente também está falando de um fundo do baú, quer dizer, é
o mesmo pessoal.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Também é o mesmo pessoal. Eu estou falando. Por quê?
Porque desde 1966 as pessoas que fazem música, que interpretam música, que
executam música, são sempre as mesmas. É o circo do elefantinho que está
armado. E em processo de antropofagia. Alas se entredevoraram, numa flagrante e
evidente e palpável luta pelo poder. Só.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Você já pensou em
fazer um tipo de trabalho mais chegado ao operário?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Já. Já conversei com eles todos, estão só esperando
a confusão das greves e intervenções acabarem prá gente começar a transar isso.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Quer dizer,
existe um plano.<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Existe.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas é do grupo ou
teu?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Meu. Mas aí é simples. Porque o esquema está montado
e é só perguntar: João, estás nessa? Ou Clara, estás nessa? João Nogueira, como
é que é? Tem 19 Sindicatos do Interior de São Paulo querendo comprar
"shows". Agora, você tem que encarar um artista que está sabendo que
vai trabalhar por uma bilheteria de 30 cruzeiros por pessoa.</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Mas o que te
altera, e altera no sentido positivo, é que esse público, com uma distância
muito grande em relação a você, vai te impor até um tipo de repertório, a
linguagem musical...<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">A linguagem da terra. Não é só a linguagem musical.
É como é que essa terra fala. Como é que essa terra se comporta. Como é que ela
reage diante das coisas. O que é que na realidade eles acham da gente? O que é
que eles estão esperando da gente? Qual o tipo de aproximação que pode ser
feito, sem que um seja triturado pelo outro?</span></span><br />
<br />
<b><span style="background: #F5F2D9;">FOLHETIM - Como você vê essa
apresentação tua em Montreaux, com Gismonti e com o Hermeto? Você conversou com
eles?<br />
<br />
ELIS REGINA -</span></b><span class="apple-converted-space"><span style="background: #F5F2D9;"> </span><span style="background: #F5F2D9;">Não. Ainda não. Essas apresentações não são
coletivas. Eu não sei se vai pintar o que o Ciro Monteiro chamava de
"hipotenusa final". Agora, os "homens" estão interessados
em botar meus discos lá fora. Isso é cláusula contratual. A melhor chance pra
chegar à Europa é o festival da Suíça, transmitido pela Eurovisão, imprensa
toda reunida, aquelas coisas. Dizem que o primeiro mercado discográfico do
mundo é do Japão. Eu já tenho todos os discos lá e os homens mandaram me
convidar pra cantar. Eu vou também. Mas não consigo me imaginar de Pequena
Notável de novo, sabe? Estou a fim de transar essa, mas não é só. Não é a
prioridade da minha vida, tanto que, se fosse, eu não estava pensando mais nos
negócios dos sindicatos. Isso é meta pra daqui a pouco. Inclusive, tem uma
outra, que é a do circo. Fazer circo e sair pela periferia. São duas coisas que
eu vou fazer e muito breve. Já tenho um cara do circo. O cara já está com a
lona. Sujeito que tem os contatos em todos os lugares. E vamos embora. Quer
dizer, o meu lugar é aqui...</span></span></span><span style="font-family: "Arial Rounded MT Bold","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Aparajita;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="http://almanaque.folha.uol.com.br/leituras_20jan03.shtml">http://almanaque.folha.uol.com.br/leituras_20jan03.shtml</a></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-82994009358703618082013-11-05T05:40:00.000-08:002013-11-05T05:40:35.416-08:00Los "Hombres huecos", el trauma y lo real<h1 style="color: #ff6600; font-family: 'Open Sans', arial, sans-serif; font-size: 20px; font-weight: 300; line-height: 1.29; margin: 20px 0px; padding: 0px;">
<span style="background-color: #fff2cc;">Miquel Bassols</span></h1>
<span style="background-color: #fff2cc;"><span style="color: #222222; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-size: medium;">Respuestas a la revista <i>Mediodicho, </i>de la Escuela de la Orientacion Lacaniana (Sección Córdoba, Argentina)</span></span></span><br />
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;"><b><span lang="ES-TRAD" style="background-color: #fff2cc;"><br /></span></b></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">1-Considerando la vía ya abierta hacia el próximo Congreso de la AMP “Un real para el siglo 21”, pensamos que el asunto del trauma dice y toca algo de ese real ¿Cuál es el valor del trauma en la clínica y en la civilización de hoy?<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">En efecto, lo que desde Freud llamamos “trauma” sigue siendo una vía privilegiada de acceso a lo real, si entendemos lo real en la forma que Lacan lo abordó lógicamente, como aquello que <i>no </i>cesa de <i>no</i>escribirse. Puede parecer una forma extraña de situar lo traumático pero es la más apropiada que podemos encontrar para despejarlo de todo aquello que hace de pantalla a su extraño lugar, de intrusión radical, para cada sujeto. Abordado desde esta forma lógica, en realidad el trauma no es tanto lo que ocurrió, no es aquello que llegó a realizarse, por muy terrible que lo imaginemos o recordemos, sino más precisamente aquello que <i>no </i>cesa de <i>no </i>ocurrir, aquello que <i>no</i>cesa de <i>no</i> realizarse, tanto en lo imaginario del recuerdo como en las representaciones del lenguaje con el que intentamos simbolizarlo. Este rasgo de lo traumático que permanece fuera del tiempo, fuera de toda simbolización, pero retornando a la vez de forma repetida en la realidad, es lo que nos muestra el estrecho parentesco del trauma con el registro de lo real. Lo constatamos en la clínica. Aquello que retorna una y otra vez para el sujeto tocado por el trauma, aquello que lo despierta en la pesadilla, no es tanto aquello que le ocurrió, sino aquello que no llegó a ocurrir, aquello que desde entonces <i>no</i> cesa de<i>no</i> ocurrirle y que pide ser realizado, reintegrado de alguna manera a su historia. “Un momento más y la bomba estallaba…” —es el ejemplo que Lacan tomó en una gramática que deja suspendido el sentido de lo que no cesa de no ocurrir: ¿estalló o no? Y a partir de entonces no deja de no estallar… hasta que estalla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">Pues bien, digamos también que nuestra civilización, esta “civilización de hoy”, es una civilización que está continuamente pendiente de si la bomba estalla a no. Estamos traumatizados por lo que creemos que va a ocurrir más tarde o temprano, en cada desastre, desde el más local hasta el más planetario. Y lo sabemos bajo la forma de aquello que <i>no</i>cesa de <i>no</i> ocurrir, de aquello que, sin embargo, está siempre a punto de ocurrir y en lo que nos sentimos inevitablemente implicados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">Que este estrecho vínculo del trauma con lo real se siga haciendo especialmente presente en el campo de la sexualidad, en los rodeos y avatares de la relación entre los sexos, es sin duda uno de los signos de la actualidad del descubrimiento freudiano. La bomba de la sexualidad sigue activada en cada esfera y significación de la vida del sujeto de nuestro tiempo. Y lo constatamos tanto en la clínica diaria como en los hechos de una civilización tan marcada por este real del sexo como siempre, aunque cada vez de una forma nueva. En esta perspectiva, nuestro próximo Congreso de la AMP será una exploración de las nuevas formas en las que lo real traumático se hace presente para el sujeto de este nuevo siglo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #fff2cc;"><br /></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">2- En el <i>Paper 1</i> del pasado Congreso "El orden simbólico en el siglo XXI" leemos la perspectiva del “analista trauma”, sabiendo que es con mucha delicadeza que debemos tomar esta noción. Si el analista trauma es quien acepta tomar riesgos -calculados- pero riesgos al fin ¿cómo podríamos pensar hoy esa tensión “delicadeza-riesgo” en la experiencia analítica? ¿Cómo juegan estos dos aspectos en relación a la prudencia y la audacia que habitan el deseo del analista?<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">Un “delicado riesgo”, una “audaz prudencia”, son bonitas variaciones de este oxímoron canónico que encontramos en la expresión del “analista trauma”. Y es cierto, el analista siempre estará del lado del retorno de lo reprimido, de aquello que no cesa de no escribirse… hasta que se escriba, de la explosión controlada de la bomba de lo real para cada sujeto que viene a buscarlo, de hecho, para desactivarla. El analista es así una suerte de artificiero de lo real. Un artificiero es el experto en el manejo de explosivos al que se suele llamar para desactivar una bomba. La paradoja es que la mayor parte de las veces debe realizar una explosión controlada y debidamente preparada de esa misma bomba, siempre en la premura de la situación más inesperada. Y a veces, en el colmo de los colmos, debe añadir él mismo un poco más de explosivo para llevar a cabo esta operación con éxito. Es lo que llamamos deseo del analista en la causa de la transferencia. Y todo ello para minimizar los daños directos y colaterales de una explosión “espontánea” de la bomba sin control posible. El dispositivo analítico es así una suerte de laboratorio <i>ad hoc</i> para realizar una explosión controlada de la bomba de lo real que el sujeto trae consigo sin saber muy bien cuándo ni cómo puede explotar. En realidad, a veces ni sabe que aquello con lo que viene es una bomba y la primera operación es mostrarle que en las repeticiones de su discurso quejoso ya se lee el “tic-tac” persistente de la bomba de lo real que lo acucia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">Realmente hay que sostener un deseo bastante inédito para ponerse en el lugar de artificiero de lo real. Es algo que siempre tiene sus riesgos. Pero es precisamente con el artificio del significante y del objeto <i>a</i> como el analista trata para cada sujeto la bomba de lo real, esa bomba que no cesa de no estallar... hasta que estalla en el síntoma. Allí lo real, aquello que en una primera definición lacaniana "no tiene lugar", aquello que concuerda con a la propia definición de lo imposible lógico, obtiene finalmente su lugar en lo simbólico y en lo imaginario de una forma siempre singular y contingente para cada sujeto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #fff2cc;"><br /></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">3-Lacan, en 1978, en su Seminario “El momento de concluir”, introduce su noción de los <i>trumains. </i>Hemos leído cómo J.-A. Miller retoma esta expresión (o neologismo) refiriéndola a “Los hombres huecos” de T. S. Eliot. Pensamos nosotros que hace alusión a la huella del traumatismo que lleva cada <i>parlêtre</i> de ese encuentro de<i>lalengua</i> con el cuerpo<i>. </i>¿Cómo piensa Ud. el alcance de esta expresión de Lacan? ¿Qué podemos extraer de ella?<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">Siguiendo las resonancias de la expresión lacaniana, indicaré una preciosa versión de los <i>trumains</i> relatada por aquel interesante escritor que fue René Daumal. Es un breve mito incluido en "El Monte Análogo", la novela que quedó interrumpida por la temprana muerte de su autor, y es una historia que lleva el mismo nombre de "les hommes-creux", los hombres-huecos. Es fácil suponer su parentesco directo con los "hollow men" de T. S. Eliot, y es fácil suponer también que Lacan mismo, lector de René Daumal, la conociese. De hecho, "Función y campo de la palabra y del lenguaje", texto en el que se encuentra la referencia a los "hollow men" de T. S. Eliot, concluye con la conocida historia de Prajapâti, de la voz del trueno y de los tres "da" que hay que saber interpretar, referencia que se encuentra en el libro de René Daumal titulado "Los poderes de la palabra", otro título que nos es muy cercano ya que fue el tema de un Encuentro Internacional del Campo Freudiano. En todo caso, la historia de "los hombres-huecos" de René Daumal me parece una referencia excelente para tratar el vínculo del trauma con lo real. Merece una lectura tan cuidadosa como el poema de T. S. Eliot y vale la pena reproducirla aquí:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD"><span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;">Los hombres-huecos viven en la piedra, circulan por ella como cavernas viajeras. Se pasean por el hielo como burbujas de forma humana. Pero nunca se aventuran por el aire, ya que el viento se los llevaría. Poseen casas en la piedra, con las paredes hechas de agujeros, y tiendas de campaña en el hielo, con la tela hecha de burbujas. De día permanecen en la piedra, y de noche vagan por el hielo, bailando a la luz de la luna llena. Pero nunca ven el sol, de otro modo estallarían. Solo comen vacío, comen la forma de los cadáveres, se emborrachan de palabras vacías, de todas las palabras vacías que nosotros pronunciamos. Hay quienes dicen que siempre fueron y que siempre serán. Otros dicen que son muertos. Y otros más dicen que cada hombre vivo tiene en la montaña su hombre-hueco, así como la espada tiene su funda, así como el pie tiene su huella, y que se encuentran en el momento de la muerte.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="Body1" style="color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #fff2cc; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD">Cada ser que habla tiene pues su ser hueco en alguna parte, no como un complemento suyo sino como aquello que lo descompleta de manera irreductible. Es la falta de ser que escribimos con la $ y que se alimenta del vacío producido por el propio significante. Pero es a la vez el encuentro del cuerpo con los significantes de <i>lalengua </i>lo que introduce en este ser que habla la dimensión del goce y de la muerte. Pues bien, el estrecho vínculo del trauma con lo real de los “hombres-huecos” puede resumirse en lo siguiente: un momento más y tu hombre-hueco estallaba... como lo más real de tu inconsciente a la luz del día. Y a ti te corresponde descifrar los signos que su vacío deja inscritos en la piedra y en el hielo de tus días y tus noches.</span><span lang="ES-TRAD" style="color: windowtext;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Body1" style="font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #fff2cc;"><span class="post-author vcard" style="font-size: 11px; line-height: 17px; margin-left: 0px; margin-right: 1em;"><span class="fn" itemprop="author" itemscope="itemscope" itemtype="http://schema.org/Person"><span itemprop="name"><a class="g-profile" data-gapiattached="true" data-gapiscan="true" data-onload="true" href="http://www.blogger.com/profile/16378966146485290507" rel="author" title="author profile">Miquel Bassol</a>s</span></span></span><span style="color: #222222; font-size: 12px; line-height: 16px; text-align: start;">Psicoanalista membre de la "Escuela Lacaniana de Psicoanálisis" i de la "École de la Cause freudienne". Vicepresident de l'Association Mondiale de Psychanalyse. Coordinador de l'Institut del Camp Freudià a Espanya.</span></span></div>
<div class="Body1" style="font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 13px; line-height: 18px; margin-bottom: 16pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #fff2cc; color: #222222; font-size: 12px; line-height: 16px; text-align: start;"><br /></span></div>
<div>
<a href="http://miquelbassols.blogspot.com.br/2013/09/los-hombres-huecos-el-trauma-y-lo-real.html" style="background-color: #fff2cc;">http://miquelbassols.blogspot.com.br/2013/09/los-hombres-huecos-el-trauma-y-lo-real.html</a></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-71103083760360980872013-11-05T05:30:00.000-08:002013-11-05T05:30:07.211-08:00O Outro sem o Outro por Jacques-Alain Miller<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
O Outro sem o Outro é meu título <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[1]</a>. Esse título é uma abreviação, sob uma forma enigmática, de uma frase, uma proposição, um dito de Lacan que se enuncia de um modo conhecido por alguns de vocês: “Não há o Outro do Outro”. Essa fórmula foi lançada por Lacan num certo dia do ano 1959, 8 de abril, durante seu<em>Seminário</em> intitulado <em>O desejo e sua interpretação. </em>Ela comentava a escritura de forma lógica <strong>S (</strong><strong><img border="0" height="15" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image004.png" width="15" /></strong><strong>) </strong>e era precedida de uma frase bem feita para mobilizar a atenção dos ouvintes de seu <em>Seminário</em>: “é, se assim posso dizer, o grande segredo da psicanálise” <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[2]</a>, dizia Lacan.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<strong>“O grande segredo da psicanálise”. </strong><strong></strong><br />Lacan queria, assim, dar a essa fórmula o valor de uma revelação, no sentido da descoberta, do trazer à luz uma verdade oculta. Verdade oculta para quem? Compreende-se que esse grande segredo era uma verdade oculta, em primeiro lugar, para os próprios psicanalistas, uma verdade desconhecida pelos praticantes da psicanálise. Pensemos - enfim, de todo modo, eu pensei – em uma frase de Hegel em seu curso de estética, quando ele falava dos egípcios, cujos mistérios eram sondados pelos gregos, pelos romanos e por todo mundo, se assim posso dizer. A fórmula de Hegel era a seguinte: <em>os mistérios </em>dos egípcios eram mistérios para os próprios egípcios <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[3]</a>. Pois bem, da mesma forma – pelo menos é assim que leio essa frase de Lacan -, o segredo da psicanálise, como ele o chama, permaneceu uma verdade oculta para os próprios psicanalistas.<br />Eu me perguntei se a revelação desse segredo por Lacan, em 1959, foi suficiente para levantar o véu que encobria o Outro sem o Outro. É muito possível que essa revelação não tenha sido registrada, validada, assumida – não estou falando dos alunos de Lacan. Os psicanalistas não acusaram recebimento. E talvez seja apenas hoje, em 2013, que podemos levá-la a sério e dar a ela todas as suas consequências.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Veremos se poderemos pôr essa revelação à prova da clínica quando a NLS estiver em Gand. Não digo qual será o título deste Congresso, mas proponho que este “Outro sem Outro”, que Lacan fez surgir outrora em seu <em>Seminário</em>, nos sirva de bússola. Proponho também que ele nos sirva de bússola para a leitura do<em>Seminário</em> no qual Lacan proferiu essa frase, o <em>Seminário</em>: <em>o desejo e sua interpretação. </em>Esse <em>Seminário</em> será lançado dentro de alguns dias. Ele foi anunciado, inclusive pelo editor, para o dia 6 de junho próximo. De todo modo, fiz o trabalho que me cabia a esse respeito. E espero que, enquanto eu estiver aqui, ele seja impresso como convém, que lhe acrescentem as últimas correções feitas por mim, antes de vir aqui. Proponho, portanto, que esse <em>Seminário</em> sirva de referência para o Congresso da NLS, em Gand.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Depois de ter passado o tempo de redigi-lo ao longo dos anos e ter cernido essa escrita nos últimos tempos, gostaria de dar, aqui, algumas orientações, pelo menos as minhas, para a leitura desse <em>Seminário</em>e, em particular, explicitar diante de vocês esse grande segredo da psicanálise. </div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>Um momento de báscula </strong><br />O <em>Seminário</em> comporta, na introdução, a construção do grande grafo de Lacan, chamado por ele de grafo do desejo, cuja edificação ele começara no <em>Seminário</em> 5. Isso compõe os dois primeiros capítulos – o comentário detalhado desse esquema demandaria, evidentemente, um enquadre diferente deste. Depois de sua introdução, a primeira parte do <em>Seminário</em> é dedicada à leitura dos sonhos extraídos de “A interpretação dos sonhos”. A segunda parte reanalisa, de maneira detalhada, um sonho surgido em um tratamento conduzido pela psicanalista inglesa Ella Sharpe. Em seguida, na terceira parte, estão as lições sobre <em>Hamlet</em>. Por fim, um certo número de capítulos dão uma orientação mais geral, que não posso cogitar resumir em meia hora, quarenta e cinco minutos.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Explicitar o grande segredo da psicanálise é, sem dúvida, menos difícil, porque este se explicita diante de nossos olhos no vasto movimento social que, por toda parte, progressivamente, nas sociedades democráticas avançadas, põe em questão o patriarcado, a prevalência do pai. Pois bem, é precisamente em torno do questionamento do pai, da função paterna que, a meu ver, se organiza a orientação fundamental desse <em>Seminário</em>. E não é por acaso que Lacan tenha ido pescar em “A interpretação dos sonhos” o sonho do pai morto, que visa precisamente a relação de um filho com seu pai e que constitui uma versão da relação pai-filho diferente da versão edipiana típica. E se, por outro lado, Lacan se interessou, nesse <em>Seminário</em>, por Hamlet, é porque precisamente em <em>Hamlet</em> o pai, longe de ser uma função normativa e pacificadora, porta, ao contrário, uma ação patogênica.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Parece-me então não excessivo, mais de meio século depois de ter sido proferido, ler esse <em>Seminário</em> de Lacan, como dizia Yves Vanderveken<a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[4]</a>, por suas virtudes proféticas. Lacan deu à fórmula “Não há Outro do Outro” o valor de uma revelação, de um segredo, porque ela era uma proposição que ele próprio desconhecera. Essa proposição constitui um momento de báscula inteiramente decisivo para a sequência de seu ensino. E não creio que seja o entusiasmo de ter concluído esse trabalho que me faz dizer as coisas nestes termos. Foi preciso, de fato, que Lacan pensasse contra ele próprio para formular “Não há Outro do Outro”. No princípio, ele ensinava o contrário. </div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>O Outro do Outro: o Nome-do-Pai</strong><br />No ano anterior, em 1958, ele ensinava o contrário – condenso, junto, aqui, uma de suas fórmulas, ela não figura como tal nem em seus <em>Escritos</em> nem em seus <em>Seminários</em> -, ou seja, há um Outro do Outro. E, se tivéssemos que dar-lhe um nome, seria <em>o nome </em>por excelência: o Nome-do-Pai. Acrescento que isto não é uma interpretação de minha parte. Ou que só é uma interpretação na medida em que decifro a definição do Nome-do-Pai dada por Lacan no final de seu artigo, que permanece para nós um texto essencial sobre a psicose: “De uma questão preliminar a todo tratamento possível da psicose” <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[5]</a>. Citarei uma frase desse texto que me faz dizer que, justo antes de proferir “Não há Outro do Outro”, Lacan dizia exatamente o contrário. Os termos nos quais ele formulava o Outro do Outro merecem ser levados em conta de modo muito preciso. Trata-se da definição do Nome-do-Pai dada por Lacan, no final desse artigo, em que ele transmite sua construção da metáfora paterna. Cabe dizer que essa metáfora paterna impressionou de tal forma os espíritos – constatamos isto na França este ano – que ela permaneceu, para o grande público, o essencial do que disse Lacan: ele é aquele que promoveu o Nome-do-Pai a uma função decisiva de normativação, como a pedra angular de tudo o que sustenta o mundo que nos é comum.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />No momento em que Lacan constrói essa metáfora paterna, ele dá, muito precisamente, a seguinte definição do Nome-do-Pai: o Nome-do-Pai é o “significante que no Outro, como lugar do significante, é o significante do Outro enquanto lugar da lei” <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[6]</a>. Basta ler essa definição de modo formal para se dar conta de que ela põe em cena dois Outros, dois estatutos do grande Outro: o Outro do significante e o Outro da lei. E o primeiro Outro, o Outro do significante, é apresentado como contendo o significante do segundo, o Outro da lei, do qual digo que ele vale, desde então, como o Outro do Outro. É assim que decifro esta definição: o Outro da lei é o Outro do Outro. O que Lacan chama de Outro da lei, cujo significante é o Nome-do-Pai, é o Outro do Outro.<br />Há um tempo, em meu curso, fiz a leitura dessa frase de “Questão preliminar...”. Eu a fiz rapidamente porque ainda não tinha, na época, redigido detalhadamente o <em>Seminário: o desejo e sua interpretação</em>.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Essa frase me permitiu compreender por que Lacan dava uma importância tão grande a esta fórmula misteriosa: “Não há Outro do Outro”.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />O que então quer dizer o Outro do Outro se simplifico sua formulação? Quer dizer, de um lado, que a linguagem obedece a uma lei, que ela é sobrepujada por uma lei, que há uma lei da linguagem. Do outro, isso instala o grande Outro como um conjunto de significantes entre os quais há o significante do Outro. E, aqui, não podemos deixar de reconhecer as repercussões da noção logicista – não digo lógica – de Bertrand Russell, que distinguia os catálogos que contêm a si mesmos e os catálogos que não contêm a si mesmos – o que faz do Outro, de fato, um conjunto que contém seu próprio significante. Na época com a qual nos ocupamos, Lacan não explorou esse recurso russelliano que comportava seu conceito de Outro, mas uma grande parte de seu <em>Seminário</em> 16: <em>de um Outro ao outro</em> desenvolve precisamente esse ponto, em referência exclusiva a Bertrand Russell e aos paradoxos que disso podem decorrer, quando se tenta formar um catálogo de todos os catálogos que não se contêm a si mesmos. Ele, então, explora esses paradoxos para o discurso analítico.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>A paixão do primeiro Lacan : as leis da linguagem </strong><br />O que é que Lacan chama aqui de lei, que é a lei da linguagem?<br />É preciso constatar que o primeiro Lacan constantemente se dedicou, se empenhou em determinar quais eram as leis da linguagem, as leis do discurso, as leis da fala, as leis do significante – isso me impressiona retrospectivamente. Chamo aqui de primeiro Lacan ao que há de anterior ao corte introduzido no <em>Seminário</em>6, que nega o Outro do Outro, ou seja, o Lacan do “Discurso de Roma”, aquele dos cinco primeiros<em>Seminários</em>. Podemos fazer a lista dessas leis, cuja formulação encontramos em todas as viragens de seus textos e de seus <em>Seminários</em>, e nos damos conta de que elas são diversas, não são de modo algum homogêneas. E isso a tal ponto que se pode dizer que há ali uma espécie de paixão, a paixão do primeiro Lacan: a busca das leis.<br />Para fazê-los sentir o valor que se pode dar a essa observação, farei um curto-circuito pelo último ensino de Lacan. É este mesmo Lacan que, em seu último ensino, enunciará que <em>o real é sem lei </em><a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[7]</a>. Ele chegará então a separar de tal modo a linguagem e a lei, que a linguagem aparecerá como um parasita – Miquel Bassols recordava isto<a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[8]</a>. Em seguida, ele renunciará inclusive ao conceito de linguagem, ou, pelo menos, tentará ir aquém desse conceito para designar o que chama de <em>lalíngua – lalíngua </em> que se diferencia da linguagem na medida em que é, precisamente, sem lei. A linguagem é então concebida como uma superestrutura de leis que capturam <em>lalíngua</em>, esta sem lei. O ensino de Lacan desenvolveu-se, portanto, numa direção totalmente contrária à sua paixão inicial. Ele começou, pode-se dizer, sob a égide da lei e, quanto mais progredia, mais valorizava o <em>sem</em> <em>lei. </em>Pensem na ênfase dada por ele, na clínica, à contingência, ao acontecimento, uma vez que este acontece como por acaso. Caberia evidentemente precisar o que faz uma espécie de juntura entre a lei e a contingência, ou seja, o momento em que Lacan renuncia, explicitamente, a recorrer à lei, no começo de seu <em>Seminário </em>11, quando ele explica que o inconsciente é mais do registro da causa do que do registro da lei.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>Cinco registros da lei </strong><br />Por que há essa paixão pela lei, no começo do ensino de Lacan? E por que ele renucia a ela, quando enuncia: “não há Outro do Outro”? Ele nos ensinou a balizar – na linguagem, na fala, nos discursos – diferentes leis, até chegar a esta expressão: a lei. Fiz o esforço de tentar classificar todas essas leis utilizadas por Lacan e explicitadas em sua paixão legalista, se assim posso dizer.</div>
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<br />Primeiramente, há as leis linguísticas. São aquelas que Lacan toma emprestadas de Saussure, que conduzem a distinguir o significante e o significado, a sincronia e a diacronia. São aquelas que ele encontra também em Jakobson, que articula e distingue a metáfora e a metonímia. Ele fala delas como leis, como mecanismos.<br />Em segundo lugar, há a lei dialética, que Lacan vai buscar em Hegel: esta lei propõe que, no discurso, o sujeito só pode assumir seu ser pela mediação de outro sujeito. Lacan a chama de lei dialética do reconhecimento.</div>
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<br />Em terceiro lugar, encontramos em Lacan – o que foi muito popular em certa época que não é mais a nossa – as leis matemáticas, como aquelas que ele explora em seu “Seminário sobre a “A carta roubada””, com seu primeiro grafo, o das α, β, γ, δ, que dá o modelo da memória inconsciente.</div>
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<br />Em quarto lugar, há as leis sociológicas, as leis da aliança e do parentesco, que ele adotou do livro de Lévi-Strauss sobre as estruturas elementares de parentesco.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />E, em quinto lugar, há a lei, ou a suposta lei freudiana, o Édipo do qual o primeiro Lacan fez uma lei, a saber: o Nome-do-Pai deve se impor ao Desejo da Mãe e é sob essa condição que o gozo do corpo se estabiliza e que o sujeito acede a uma experiência da realidade que lhe será comum com outros sujeitos.</div>
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<br />Dei-me, então, ao trabalho de enumerar cinco registros da lei: linguístico, dialético, matemático, sociológico e, por fim, freudiano. Quando Lacan começa a refletir sobre a experiência analítica, pelo menos quando começa a ensinar a esse respeito, esses cinco registros da lei são, para ele, constitutivos do que chamou de simbólico.<br />Mas basta enumerar esses cinco registros para perceber que o simbólico é uma noção tipo saco de amontoados, um <em>catch all category</em>, uma noção pega-tudo, que pega as matemáticas, a linguística, a dialética etc. É isso que constitui, para Lacan, o simbólico, na medida em que ele obedece à lei, repartindo-se nesses diferentes registros. </div>
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<br /><strong>A ordem simbólica</strong><br />Por que Lacan deu uma importância tão central à noção de lei? Foi sem dúvida porque, para ele, a lei era a condição da racionalidade e, inclusive, mais precisamente, da cientificidade. É como se ele obedessece, de certo modo, ao axioma “só há ciência ali onde há a lei”. E podemos, a partir daí, dar todo o seu peso a uma noção que marcou os espíritos e influenciou o público, a tal ponto que, na França – pudemos constatar isto este ano –figurava no primeiro plano dos debates em torno da abertura do casamento para homossexuais.<br />Trata-se da noção de <em>ordem simbólica. </em>Essa noção, que pertence ao começo do ensino de Lacan, exprime a solidariedade dos cinco registros da lei no simbólico. Fiquei surpreso de vê-la ressurgir na França, nos últimos tempos, mais de cinquenta anos depois de sua formulação, promovida como a objeção maior à abertura do casamento para homossexuais, à transformação do parentesco, à adoção etc. Não sei como isso acontece na Grécia. No ensino de Lacan, porém, é preciso constatar isto, depois de ter sido promovida, essa noção desapareceu. Lacan a inventou, conduziu, ela surgiu como a base de sua concepção, como essencial à tripartição entre o simbólico, o imaginário e o real e, depois, precisamente, ele não a conservou.</div>
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<br />É preciso notar que, nessa noção de ordem, os cinco registros da lei são confundidos. Sob o ângulo da ordem, na perspectiva da ordem, eles de fato aparecem como equivalentes, quer se trate da lei matemática, da lei dialética etc. É como se o traço comum a esses diferentes registros fosse pôr ordem. A lei põe ordem ou exprime a ordem que há. Onde há lei, há ordem. E, no sistema do primeiro Lacan, só há ordem simbólica.<br />À ordem simbólica se opõe, pode-se dizer, a desordem imaginária. No simbólico, cada coisa, cada elemento está em seu lugar; para falar com propriedade, só mesmo no simbólico há lugares.</div>
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<br />No imaginário, pelo contrário, os elementos trocam seu lugar, embora os lugares não se distingam, e não se pode estar certo de que os próprios elementos se distinguem como tais. No imaginário não há elementos discretos, separados, como há no simbólico. É nesses termos que Lacan descreve as relações entre o eu e o outro, que não é senão sua própria imagem no exterior. O eu e o outro invadem um ao outro, rivalizam, guerreiam, só encontram entre si equilíbrios instáveis, embora o imaginário apareça marcado por uma inconsistência essencial e não seja senão, disse Lacan uma vez, “sombras e reflexos” <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[9]</a>.</div>
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<br />Quanto ao real, ele está fora da clivagem entre ordem e desordem. Ele é, pura e simplesmente.<br />Nós nos demos conta, este ano – e foi preciso, num certo sentido, que explicássemos o contrário –, de que a noção de ordem simbólica se tornara popular. Ela assim se tornou para todos aqueles que militam pela proteção da ordem estabelecida, dentre os conservadores. Um mundo regido pela ordem simbólica é, de fato, um mundo no qual cada coisa está em seu lugar, um mundo que é aferrolhado pelo pai, o patriarcado. A desordem que se constata é então logo desvalorizada como sendo imaginária, ou seja, a um só tempo inconsistente e parasitária. Serviram-se, então, da noção lacaniana de ordem simbólica para promover a ideia de uma ordem harmoniosa, regida por leis invariáveis, leis enganchadas ao Nome-do-Pai.</div>
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<br />E é preciso dizer que Lacan deu margem a isso, ele deixou uma abertura nesse sentido no começo de seu ensino. Ele pôde dizer, por exemplo, em seu “Relatório de Roma”, eu o cito, que o Nome-do-Pai era o suporte da função simbólica <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[10]</a>. Que tudo o que é da ordem simbólica tinha o Nome-do-Pai como suporte, o pai encarnando a figura da lei como tal. Mas esse foi o ponto de partida de seu ensino. Depois disso, todo o seu ensino vai no sentido contrário. Se o ensino de Lacan tem um sentido, uma direção, é aquela do desmantelamento metódico, constante, feroz, da pseudo harmonia da ordem simbólica. Foi justamente por ter exaltado a função do Nome-do-Pai, ter-lhe dado todo o seu brilho, que ele pôde, em seguida, questioná-la de maneira radical. </div>
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<br /><strong>Desconstrução da metáfora paterna</strong><br />Há aí uma espécie de ironia da história. O que marcou o público e permaneceu inesquecível foi a forma linguística que Lacan deu ao Édipo freudiano: a metáfora paterna governada pelo Nome-so-Pai. E isso quando todo o desenvolvimento de seu ensino, a partir do corte do <em>Seminário</em> 6, vai na direção do desmantelamento, da desconstrução da metáfora paterna. Podemos precisar isto em diferentes pontos.<br />Em primeiro lugar, já se pode observar que Lacan só levou adiante o Nome-do-Pai e a metáfora paterna para mostrá-la deficiente, no que concerne à psicose.</div>
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<br />Em segundo, ele mostrou a permanência, enquanto objeto <em>a</em>, de um gozo que não recebe seu sentido da metáfora paterna.</div>
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<br />Em terceiro, quando foi excomungado da IPA, tendo, então, renunciado a dar seu Seminário “Os Nomes-do-Pai”, a fim de realizar o <em>Seminário :</em> os <em>quatro conceitos</em>, ele acusa muito claramente, nesse <em>Seminário</em> – releiam-no –, o desejo de Freud como submetido à figura do pai.</div>
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<br />Em quarto lugar, em se tratando do Édipo, ele lhe deu o estatuto de um mito que a um só tempo designa e vela a castração, e cessou de fazer dele uma lei. Fez dele um mito, ou seja, uma história imaginária, organizada, mas imaginária.</div>
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<br />Em quinto, a metáfora paterna escreve, de certa maneira, a relação sexual sob a forma da prevalência viril sobre a posição feminina materna, o que ele desmentiu por meio do teorema “não existe relação sexual”. Esse teorema arruína a noção de ordem simbólica.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Em sexto lugar, ele, por fim, definiu o Nome-do-Pai como um <em>sinthoma</em>, quer dizer, como um modo de gozar, dentre outros.</div>
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<br />E termino com um sétimo ponto, no qual inscrevo o que é, de fato, o ponto primeiro, o ponto de virada a partir do qual começou a desconstrução do Nome-do-Pai como Outro do Outro. No <em>Seminário</em>, livro 3: <em>as psicoses</em>, Lacan anunciava a descoberta da metáfora e da metonímia, as duas figuras de estilo que, segundo Jakobson, resumem toda a retórica. Ele começou por utilizar a figura da metáfora. Ele se serviu dela para formalizar o Édipo freudiano, no <em>Seminário</em> 4: <em>a relação de objeto.</em> Somente depois ele utilizou a segunda figura, a metonímia, para formalizar o desejo. Eu diria que há, aqui, dois termos que se respondem: a metáfora paterna e a metonímia desejante. Lacan trouxe primeiro a metáfora paterna e, em seguida, de um modo que foi menos retumbante, a metonímia desejante. </div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>Via do Pai ou via do desejo </strong><br />Aqui, penso em Hércules, o Hércules do mito que é representado diante das duas vias que se oferecem a ele. Da mesma forma, duas vias se abriram diante de Lacan: a via da metáfora paterna e a via da metonímia desejante. Qual via ele, então, seguiu? Primeiro ele formulou, evidentemente, a metáfora paterna, mas a via que ele seguiu em seu ensino – não há equívoco nisto – foi a via do desejo e não a via do pai. No <em>Seminário</em> 4, ele formalizou a metáfora paterna. No <em>Seminário</em> 5 e no <em>Seminário</em> 6, ele construiu um grande grafo de dois patamares, que é estudado em todas as Seções clínicas: <em>o grafo do desejo.</em>Poderíamos nos perguntar por que ele fazia do desejo a função essencial, a ponto de merecer que esse grafo seja designado como tal. Direi o valor que tem para mim, em minha leitura, essa denominação. Ela adquire seu valor precisamente por diferença e por oposição com o nome que esse grafo poderia ter tido e que Lacan afastou: em vez de ser o grafo do desejo, esse grafo poderia ter sido o do Nome-do-Pai.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>Qual final da análise? </strong><br />Suponhamos que Lacan tivesse mantido que há um Outro do Outro e que o Nome-do-Pai fosse o significante desse Outro do Outro. Se ele tivesse mantido o que escrevera no final de seu artigo sobre as psicoses, o elemento fundamental a ser trazido à luz em uma análise, o elemento determinante para o final da análise seria o Nome-do-Pai de vocês, seria o significante, as particularidades do significante que, para vocês, deu sentido ao gozo do qual o corpo de vocês padece. Então, ao alto e à esquerda do grafo, ali onde se inscreve a resposta última esperada de uma análise, a revelação em que ela culmina, se escreveria como S(A). Isso quereria dizer que o final da análise seria o surgimento do Nome-do-Pai como o significante que designa a lei do ser de vocês como sujeito. Ora, nesse lugar se inscreve: <strong>S (</strong><strong><img border="0" height="15" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image006.png" width="15" />)</strong><strong>.</strong> Isso significa que a resposta dada por Lacan à questão formulada pelo sujeito em sua análise não se encontra no nível da relação com o Nome-do-Pai, que a solução do problema não está no nível da metáfora paterna. Pois, nesse nível, tudo o que o sujeito encontra é a falta de um significante, a falta do significante que designaria seu ser ao designar a lei desse ser.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
Faço então surgir, por hipótese, o que seria uma análise cujo final seria a emergência do Nome-do-Pai como o significante da lei do ser do sujeito. Formularei uma segunda hipótese e digo que esta hipótese está fundamentada. Ela está fundamentada no próprio final do texto de Lacan sobre as psicoses, assim como em outra passagem desse mesmo texto. Aqui está ela: poderíamos pensar que a falta de significante seria a solução, que o final da análise poderia ser a revelação de uma falta. A meu ver, é preciso admitir que Lacan levou em consideração essa versão do final de uma análise. É inclusive nesse ponto que ele conclui seu escrito “A direção do tratamento...”, que precede imediatamente o <em>Seminário: o desejo e sua interpretação</em>.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
Quando vocês lerem o <em>Seminário: o desejo e sua interpretação</em>, eu os aconselho a se reportar a este escrito de Lacan: “A direção do tratamento...”. Vocês verão que o <em>Seminário</em> se encadeia diretamente na quinta parte de “A direção do tratamento...”, na qual Lacan formula uma injunção no que concerne ao analista: “É preciso tomar o desejo ao pé da letra”<a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[11]</a>. O desejo é aqui definido pela metonímia, da maneira mais explícita, ou seja, como um efeito da sucessão dos significantes, como um puro efeito do significante – puro quer dizer um efeito insubstancial, sem substância. E, para mostrá-lo a vocês, basta citar a definição dada por Lacan, com todas as letras, no final de “A direção do tratamento...”: “...o desejo é a metonímia da falta-a-ser” <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[12]</a>. Não há como dizer melhor o fato de que o desejo, aqui, está em sintonia com a falta, é sem substância, está, com efeito, em sintonia com <strong>S (</strong><strong><img border="0" height="15" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image008.png" width="15" />)</strong><strong>, </strong>com a inexistência de uma metáfora terminal que faria surgir uma significação definitiva.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
Aliás, a esse propósito, Lacan dá uma definição do que é a interpretação do desejo no final de seu escrito. É essa mesma questão da interpretação do desejo que ele começa a examinar em seu <em>Seminário: o desejo e sua interpretação</em>. Todavia, nos damos conta de que, aos poucos, ao longo do <em>Seminário</em>, ela se dilui. A definição da interpretação do desejo dada por ele em seu escrito, é que se trata de indicar a falta, de visar a falta, sem dizê-lo, por alusão – o que ele chama, numa frase poética, de: “reencontrar o horizonte desabitado do ser”<a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[13]</a>.</div>
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<br /></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
Isto quer dizer algo muito preciso: ele considera, então, a possibilidade de que o final da análise seja a assunção, pelo sujeito, do nada que ele é. E é no nível do inconsciente que ele seria nada. Por meio do sonho sabemos, com efeito, que o sujeito é identificado a muitos elementos, que ele é disperso e múltiplo, e que essa multiplicidade traduz precisamente a falta do significante que significaria plenamente seu ser. Em outras palavras, <strong><img border="0" height="15" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image010.png" width="15" /></strong><strong> </strong> quer dizer também que nada garante para vocês a verdade de qualquer significante, de qualquer cadeia significante. Nesse sentido, não há metáfora.<br /><br />Lacan evocou, portanto, algo da ordem de um final da análise pela metáfora paterna, pela constituição da metáfora paterna, pelo acesso à plena metáfora paterna, mas ele o afastou. Ele afastou o final da análise pelo Nome-do-Pai, o final da análise que seria a revelação do Nome-do-Pai de vocês como designando a lei do ser de vocês. Ele igualmente cogitou que o final da análise pudesse ser a assunção do nada, da falta designada pelo <strong><img border="0" height="15" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image012.png" width="15" />. </strong>Um final de análise no qual se revelaria que só se pode assumir a falta e saber que não se pode confiar, que nada garante o sujeito quanto à verdade da boa fé do Outro. Cabe dizer que esse é um final possível da análise. É precisamente o que Lacan chamará, mais tarde, o final da análise que faz do sujeito um não-tolo. O não-tolo é o sujeito que se satisfaz com o grande A barrado, <strong><img border="0" height="15" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image014.png" width="15" />,</strong> com a inconsistência do Outro.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
No <em>Seminário</em> do desejo, Lacan propõe um terceiro final para a análise. O lugar que será decisivo para Lacan, no que concerne ao final da análise, e isso na sequência de todo o seu ensino, delineia-se, aqui, pela primeira vez. Esse lugar decisivo em que se joga o final da partida da análise não é o Nome-do-Pai, é a fantasia. Percebemos, a partir desse <em>Seminário</em>, que se instalam as linhas que cingem a fantasia como o lugar em que pode estar em questão o final da análise. E essa questão não cessará de circular na sequência do ensino de Lacan.</div>
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<br /></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
O <em>Seminário</em> 6 se intitula <em>O desejo e sua interpretação</em> porque dá seguimento, em seu começo, à linha aberta pela conclusão de “A direção do tratamento...”. Mas esse <em>Seminário</em> é justamente feito para contestar a conclusão do escrito de Lacan que lhe deu seu ponto de partida. O <em>Seminário </em>6 contesta que o final da análise esteja sob a dependência da definição do desejo como metonímia da falta-a-ser. E, cabe dizer, se há alguma coisa que salta aos olhos desde as primeiras páginas do <em>Seminário</em> 6, é que o desejo, tal como Lacan o apresenta aqui, não é mais, de modo algum, uma metonímia da falta-a-ser, ou seja, um desejo definido como puro efeito do significante. O cerne desse <em>Seminário</em> não é a interpretação, mas a relação inconsciente do sujeito com o objeto na experiência desejante da fantasia.<strong></strong></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>O desejo e a fantasia </strong><br />Portanto, Lacan nomeia como fantasia a relação sujeito-objeto no desejo inconsciente. E o verdadeiro título do <em>Seminário </em>6 é, aliás, “O desejo e a fantasia” – pelo menos, foi o que concluí de minha leitura e de minha redação. A fantasia, aqui, está no singular. Não se trata dos devaneios do sujeito, das histórias que ele se conta ou conta ao seu analista; trata-se de uma relação que permanece inconsciente – é preciso seguir, no detalhe, as extraordinárias abordagens de Lacan para cernir uma experiência inconsciente da fantasia. É nesse <em>Seminário</em> que encontramos, uma vez, a expressão – fiz dela o título do capítulo XX – “A fantasia fundamental”, que reencontraremos dez anos mais tarde, quando Lacan elaborará sua teoria do passe como final da análise, a teoria do passe como travessia da fantasia.</div>
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<br />Lembro-me de, na época, ter perguntado o que é exatamente essa fantasia fundamental. Pois bem, é nesse <em>Seminário</em>: <em>o desejo e sua interpretação</em> que a fantasia é precisamente pensada no singular e como fundamental, como uma relação do sujeito com o objeto inteiramente diferente da relação do conhecimento. No conhecimento que se tem no âmbito da realidade, há harmonia, congruência, adaptação do sujeito ao objeto. O conhecimento culmina na contemplação, no acordo do sujeito com o objeto. Ele pode, inclusive, desembocar na confusão, na fusão do sujeito com o objeto, o que se busca na intuição.</div>
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<br />Mas o desejo de que se trata nesse <em>Seminário</em> não é homogêneo à realidade. O desejo de que se trata é o desejo inconsciente. O objeto do desejo não é um elemento da realidade, como Lacan o considerava até então, não é uma pessoa, não é uma ambição. O objeto que ele chama aqui de pequeno <em>a </em>e que ele inscreve na fantasia, é precisamente o objeto na medida em que ele escapa à dominação do Nome-do-Pai e à metáfora paterna.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Esse objeto não era desconhecido na psicanálise quando Lacan o ressituou na fantasia. Ele era chamado de objeto pré-genital e encontrado sob a forma oral, anal e, eventualmente, se inscrevia nele a fantasia. Mas o interesse ligado a esses objetos, o interesse de gozo ligado a esses objetos era suposto ser absorvido no estádio dito fálico. É o que a metáfora paterna de Lacan traduzia ao fazer emergir o que ele chamava de significação do falo, em sua forma linguística. Isso queria dizer que todo gozo tem a significação fálica quando o desejo chega à maturidade, ou seja, quando ele se situa, por fim, sob o significante do Nome-do-Pai. Por essa razão, pode-se dizer que o final da análise pelo Nome-do-Pai era a ambiçao de todos os analistas que acreditaram na maturação do desejo. Freud já havia podido constatar que não era nada disso. Ele pôde constatar a impotência do Nome-do-Pai em reabsorver todo o gozo sob seu signo. E, inclusive, eram esses restos não absorvidos que, segundo ele, impediam a análise de terminar, obrigavam a retomá-la periodicamente. Pois bem, no <em>Seminário</em> 6, Lacan toma uma orientação sobre esse ponto, que será decisiva para a continuação de seu ensino. Enunciarei essa orientação sob uma forma negativa: não há maturação nem maturidade do desejo como inconsciente – este é um enunciado verdadeiramente básico para a prática psicanalítica de orientação lacaniana. O que, para Freud, eram restos a serem reabsorvidos numa tarefa infinita constitui elementos permanentes aos quais o desejo inconsciente permanece enganchado na fantasia. Trata-se de elementos, ou melhor, substâncias que produzem gozo e que estão fora da significação do falo, como em infração, digamos, no que concerne à castração. São gozos, substâncias gozantes suplementares que Lacan chamará, bem mais tarde, de mais-de-gozar. Esses mais-de-gozar já estão em preparação aqui e o estarão mais ainda no final do<em>Seminário</em>, quando este se dirigir para a sublimação. Esses novos gadgets e todas essas aparelhagens que nos ocupam são, de fato, no sentido propriamente lacaniano, objetos da sublimação. São objetos que se acrescentam: este é exatamente o valor do termo mais-de-gozar introduzido por Lacan. Quer dizer que nessa categoria não se tem apenas os objetos que vêm do corpo e que são perdidos para o corpo, por natureza ou pela incidência do simbólico; há também objetos que repercutem os primeiros objetos sob formas diversas. A questão é saber se esses objetos novos o são completamente ou se eles são apenas formas retomadas dos objetos <em>a </em>primordiais. </div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /><strong>Desejo e <em>pai-versão </em>(<em>père-version</em>)</strong><br />A consequência que já se pode extrair do <em>Seminário</em> 6, e o direi uma vez mais de forma negativa, é que não há normalidade do desejo. O desejo inconsciente permanece ligado, na fantasia, a gozos que, em relação à norma idealizada pelos psicanalistas, permanecem intrinsicamente perversos, gozos perversos. A perversão não é um acidente que sobreviria ao desejo. Todo desejo é perverso, na medida em que o gozo nunca está no lugar em que a pretensa ordem simbólica gostaria que ele estivesse.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />Por essa razão, mais tarde, Lacan poderá ironizar sobre a metáfora paterna, dizendo que ela é também uma peversão. É uma ironia no sentido em que ele escreve <em>pai-versão </em>(<em>père-version</em>)<em> </em>para significar uma versão, um movimento em direção ao pai. Essa ironia, porém, designa alguma coisa de capital: é que o pai não pode ser confundido com o Nome-do-Pai, ele não pode ser reduzido a um puro significante, instaurando uma ordem simbólica total e consistente, porque, se for o caso, se o pai joga como sendo o Outro do Outro, o Outro da lei, então ele expõe sua descendência ao risco da psicose.</div>
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<br />A ironia de Lacan vai longe – e termino neste ponto porque sei que muitos de vocês trabalham com sujeitos psicóticos e que este é também o tema deste Congresso de Atenas. A ironia de Lacan sobre a pai-versão dá, de fato, uma teoria da psicose inversa à teoria permanecida clássica. Não é a foraclusão do Nome-do-Pai, mas, pelo contrário, sua excessiva presença, que é a mola da psicose. O pai não deve ser confundido com o Outro da lei. É preciso, ao contrário, que ele tenha um desejo enganchado e regulado por uma fantasia cujo objeto seja, ocasionalmente, um gozo estruturalmente perdido.</div>
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<br />O <em>Seminário </em>6 termina, vocês o constatarão, abordando a perversão. Ele termina, em primeiro lugar, abordando uma clínica da perversão, opondo o voyeurismo e o exibicionismo. Com efeito, é na passagem ao ato do voyeurista e do exibicionista que podemos ver encarnar as modalidades da fantasia inconsciente.<br />Durante todo o <em>Seminário</em>, Lacan falava de uma fantasia inconsciente da qual não há a experiência direta, sendo preciso, portanto, reconstituí-la. Ele termina esse <em>Seminário</em> encarnando a lógica da fantasia pela passagem ao ato do voyeurista e do exibicionista. Aqui, vemos, com efeito, a relação desarmônica, conflitual entre o sujeito e o objeto.</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br />O <em>Seminário</em> termina, portanto, abordando a perversão. Ele termina primeiro abordando uma clínica da perversão e, em seguida – para impelir a provocação até aqui –, fazendo um elogio da perversão no sentido comum, precisamente da homossexualidade, uma vez que ela representaria a revolta do desejo contra a rotina social, ou seja, contra a pseudo ordem simbólica. Portanto, é de maneira inteiramente abusiva que se acreditou poder classificar Lacan, no que concerne à questão da homossexualidade, entre os reacionários. Acredito que as páginas ali publicadas são decisivas. Por fim, o <em>Seminário </em>6 anuncia o<em>Seminário: a ética da psicanálise</em> que, sob esse título, buscará articular a relação entre o desejo e o gozo.</div>
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<br /><strong>A interpretação </strong><br />Vou concluir este percurso com o tema da interpretação. O ponto de partida do <em>Seminário</em> é, portanto, a noção explicitada por Lacan em seu escrito: a interpretação do desejo deve incidir sobre o nada. Ele deu a ela a célebre imagem do São João Batista, de Leonardo, apontando com seu dedo para um lugar vazio. O ponto de chegada desse <em>Seminário</em> – e isto só será explicitado por Lacan bem mais tarde – é que a interpretação incide sobre o objeto <em>a.</em> A interpretação não incide sobre o nada, ela incide sobre o objeto <em>a </em>da fantasia, sobre o gozo como proibido e dito nas entrelinhas.</div>
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<br />Como, então, ler o <em>Seminário</em> 6? Eu diria que é um <em>Seminário</em> encruzilhada, um <em>bivium</em>, duas vias estavam abertas para Lacan. Está claro que ele não seguiu a via do Nome-do-Pai, mas a do desejo que o conduziu a levar em conta o gozo. Para nós que o lemos, uma vez que temos uma ideia do percurso de Lacan em seu conjunto, vemos como se traçam nele as pistas que nos levaram à nossa prática de hoje assim como à nossa política. </div>
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<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
Não precisei o tema do próximo Congresso da NLS, que acontecerá em Gand. Caberá às instâncias fazê-lo. De todo modo, nesse <em>Seminário</em>, há com o que apoiar todos os trabalhos clínicos que se possa almejar. Um veio importante me parece ser o seguinte: a oposição entre a ordem fechada do pai – a metáfora é sempre um ponto de parada<strong> – </strong>e aquilo que o desejo, ao contrário, comporta de irregular e de fundamentalmente deslocado. Talvez se possa ressaltar esse veio nos fatos clínicos <a href="http://www.wapol.org/fr/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=38&intEdicion=13&intIdiomaPublicacion=5&intArticulo=2658&intIdiomaArticulo=5#notas" style="color: #95201a; text-decoration: none;">[14]</a>.</div>
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</div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /></div>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
Transcrição: Dossia Avdelidi</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
<br />Texto estabelecido por: Anne Lysy e Monique Kusnierek, não revisto pelo autor.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
<br />Tradução: Vera Avellar Ribeiro</h4>
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<br /></div>
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<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<img alt="Description: http://www.wapol.org/images/invisible.gif" border="0" height="3" src="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005_clip_image016.png" width="7" /></div>
<h3 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 13pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
N O T A S</h3>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
1- Apresentação do tema do próximo Congreso da NLS em Gand (maio de 2014), apresentado como encerramento do XI Congresso da NLS, “O sujeito psicótico na época <em>Geek </em>“, Atenas, 19 de maio de 2013.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
2- Lacan, J., <em>Le Séminaire</em>, livre VI, <em>Le désir et son interprétation</em>, Paris, Éditions de La Martinière, Le Champ freudien, 2013, p. 353.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
3- Hegel G. W. F., <em>Esthétique, </em>tomo primeiro (1835, posth.), p. 111 da edição eletrônica – http://classiques.uqac.ca – realizada a partir do texto de Georg Wilhelm Friedrich Hegel, <em>Esthétique</em>, tomo primeiro, Paris, Librairie Germer-Baillère, 1875, segunda edição, tradução francesa de Ch. Bénard. <em>Cf</em>. também Vorlesungen über die Ästhetik, em Theorie Werkausgabe, Bd. 13, Frankfurt am Main, Suhrkamp, p. 465, (nota dos tradutores).</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
4- Cf. a intervenção de Y. Vanderveken, que precedeu a intervenção de J.-A. Miller por ocasião do Congresso, a ser publicada em<em>Mental</em>, n° 30.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
5- Lacan, J., <em>Escritos</em>, Rio de Janeiro, J.Z.E., 1998, pp. 537-590.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
6- Ibid., p. 589.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
7- Lacan J., <em>O Seminário, </em>livro 23:<em> o sinthoma, </em>Rio de Janeiro, J.Z.E, 2007, p.133.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
8- <em>Cf</em>. intervenção de M. Bassols por ocasião do Congresso da NLS em Atenas, a ser publicada em <em>Mental</em>, n° 30.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
9- Lacan J., « O seminário sobre “A carta roubada” », <em>Escritos, op. cit</em>., p. 13.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
10- Lacan J., <em>Escritos, op. cit</em>., p. 279.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
11- Lacan, J., « A direção do tratamento e os princípios de seu poder », <em>Escritos, op. cit</em>, p. 626.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
12- Ibid., p. 629 et p. 646.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
13- Ibid., p. 648.</h4>
<h4 style="color: #95201a; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 9pt; font-weight: 300; margin: 0px;">
14- Em uma troca com o Presidente de sessão, depois de sua intervenção, J.-A. Miller acrescentou estas observações: “[...] Não faremos um congresso sobre a perversão, a não ser que a escrevamos como Lacan: <em>père-version</em> (pai-versão) [...] É um seminário cuja clínica é essencialmente a da neurose. [...] Podemos explorar a determinação do lugar onde se situará o final da análise”.</h4>
<div>
<a href="http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005.asp">http://www.ebp.org.br/dr/orientacao/orientacao005.asp</a></div>
<div style="font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 11pt;">
<br /></div>
Denise Abreuhttp://www.blogger.com/profile/12022222623759772877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9081301121935153441.post-42251200702639358132013-10-28T00:37:00.000-07:002013-10-28T00:37:38.731-07:00Hannah Arendt en Jerusalén<span style="color: #565144; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;">Por José Pablo Feinmann</span><br />
<span style="color: #565144; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;"><br /></span>
<div class="margen0" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px;">
Hannah Arendt forma parte del operativo Heidegger. Que es así: a mediados de los sesenta, la filosofía francesa inicia su ruptura con el marxismo cautivada por la certeza de la caída de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría. Hay que reemplazar a Marx por otro gigante del pensamiento que también haya sido crítico con la modernidad capitalista. Ahí está –a la mano– el maestro de Friburgo y sus desarrollos contra la técnica, el humanismo, el sujeto. Esos desarrollos constituyen el pasaje del Heidegger I (el de Ser y Tiempo, obra no casualmente inconclusa) y el Heidegger II, que parte de la crítica al cogito cartesiano y condena al hombre, ese ente que desoye el llamado del ser y se arroja a la conquista (devastamiento) de la tierra. El ser –dice algo misteriosamente Heidegger– se retira. El hombre queda definido como amo de la ente. La técnica se adueña de todo y pasamos a una nueva forma de la metafísica centrada en la subjetividad. El ente que posibilitaba, en Ser y Tiempo, la pregunta por el ser, ese ente al que en su ser le iba el ser (le importaba, era requerido por él y formulaba la pregunta fundamental de la filosofía, la pregunta de la ontología: qué es el ser, qué pasa con él) pasa a ser la negación de todo lo auténtico, lejos de preguntarse por lo ontológico se consagra a lo óntico, a su dominio. El Heidegger II, el de la crítica a la técnica, no es casual que, en su condena al Dasein de Ser y Tiempo, en su condena al hombre, termine adhiriendo al nacional socialismo, movimiento que habría de consagrarse al exterminio en –de modo muy esencial– los campos de concentración. En Auschwitz, cuyo jefe habrá de ser el hombre que es juzgado en Jerusalén, el 11 de abril de 1961, juicio al que asiste la conocida ensayista Hannah Arendt, radicada en EE.UU., como representante del diario New Yorker, y del que surgirá su libro Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal, dos de cuyas tesis levantarán un alboroto que ella no esperaba o acaso sí, que provocó deliberadamente. Las cuestionadas dos tesis del libro son la condena a los Judenrat (Los Consejos judíos) y eso que Arendt llama la banalidad del mal.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Arendt –dijimos– forma parte del operativo Heidegger: aniquilar al sujeto para entrar en Heidegger y tener otro gran maestro para seguir con la crítica a la modernidad (palabra que empieza a tener celebridad desde ese momento, antes el concepto de modernidad se expresaba en el modernismo literario). El estructuralismo francés y el post y el posmodernismo dejan atrás y olvidado al que había sido el líder de la filosofía desde 1943 hasta el mayo del ’68 incluido: Jean-Paul Sartre. Parte del aura de este filósofo, la que desempeñaba el rol de “la mujer detrás del gran hombre”, era Simone de Beauvoir. Ahora, que se ha deslizado todo hacia Heidegger, no sería inadecuado encontrarle ese personaje al Rektor de Friburgo. Ahí está Hannah Arendt, brillante discípula del maestro en sus años jóvenes, pensadora judía-alemana (algo que, de paso, sirve para nublar el señalado antisemitismo del agro-filósofo de la Selva Negra), su apasionada y secreta amante. Hannah lo tiene todo para ocupar el sitio que –hay que decirlo– gozosamente ocupó. Vivió siempre a la sombra de Heidegger, todo su pensamiento se basa en él, y es, algo que no es poco, la más aventajada de sus discípulas/os. Pero Hannah no es ni encarnó lo que propone ese espléndido dictum: Detrás de todo gran hombre hay una mujer asombrada. Acaso porque verdaderamente se enamoraron en esa lejana década del veinte, en que Heidegger era capaz de escribirle cartas impensables en él: “Querida Hannah: ¿Por qué es el amor tan rico, superando todas las dimensiones de las otras posibilidades humanas, y por qué supone una carga dulce para aquellos a quienes afecta? (...) Cuando llegue el nuevo semestre será mayo, y la lila inundará los viejos muros y los árboles en flor ondearán en los jardines ocultos –y tú franquearás la vieja puerta con tu vaporoso vestido de verano. Los atardeceres estivales harán su entrada en tu habitación y repicarán a tu joven alma hablándote de la quieta alegría de nuestra vida”. No se trata aquí de juzgar a Heidegger como poeta. Aunque –en fin– hay en su texto más de Amado Nervo o Becquer que de Hölderlin. Jamás creo haber escrito la palabra “vaporoso”, que es horrible e insalvablemente kitsch. Pero la joven Arendt debió emocionarse con esa inesperada prosa de su maestro (Ver: Hannah Arendt-Martin Heidegger, Correspondencia 1925-1975, Ediciones Herder, 2000, Barcelona.)</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Así, Arendt entra en el canon de la filosofía de los últimos cuarenta años del siglo XX y se prolonga hasta hoy. Se la consagra como la gran pensadora política de su tiempo, como un alma libre, díscola, se supravalora su muy buen libro sobre Los orígenes del totalitarismo y –actualmente– se proyecta en los cines de Buenos Aires un film de la talentosa directora alemana Margarethe von Trotta, Hannah Arendt, centrada en el juicio de Jerusalén. La bella actriz alemana Barbara Sukowa encarna a Arendt como antes –también dirigida por Von Trotta– se había metido en la piel (o bajo ella) de Rosa Luxemburg, film de 1986. Hannah es célebre y reina a la izquierda de Heidegger, a quien salvó de la ruina no bien regresó a Alemania y encontró a su maestro decidido a vender el original de Ser y Tiempo en veinticinco mil dólares, o suma semejante. No, dijo la discípula. Que volvía por su amor. Heidegger le presentó a su esposa, Elfride, y el resto es silencio. Que alguien haga otra película con ese material. La cuestión es que si el mundo había amado a la pareja Sartre-De Beauvoir ahora –aniquilados el sujeto, el humanismo y bajo las ruinas del Muro de Berlín– podía encandilarse con la historia –sin duda más “vaporosa”– de Heidegger-Arendt. El canon se ve en las librerías y en los libros que las grandes editoriales lanzan al mercado. Estamos inundados de Heidegger. Sartre no está en ninguna parte. De Beauvoir menos (aunque no derramo lágrimas por ella).</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
La célebre banalidad del mal la inventó Sarmiento. Hasta tal punto llegaba su genio de escritor. En la Introducción de Facundo escribe: “Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él; por Rosas, falso, corazón helado, espíritu calculador, que hace el mal sin pasión, y organiza lentamente el despotismo con toda la inteligencia (de un Maquiavelo)”. Pongo “Maquiavelo” entre paréntesis por las dudas. Aquí no se trata de teorizar sobre él. Importa decir que Sarmiento señala en el florentino la inteligencia. ¿Qué tenemos entonces? Un enfrentamiento entre dos modos de hacer la historia. Facundo, con pasión (Sarmiento conocía fragmentos importantes del pensamiento de Hegel a través de Victor Cousin). Rosas, con frialdad, con inteligencia, con esa razón que Heidegger denostará oponiéndola al “pensar” (ver línea final de La frase de Nietzsche “Dios ha muerto”). Rosas hace el mal sin pasión. Eichmann también, según Arendt. No es posible desarrollar aquí toda esta endiablada temática. Pero tal vez sea menos compleja de lo que uno piensa. Arendt aplicó a Eichmann el concepto heideggeriano del hombre de la técnica. Si el mal burocrático que encarnó Eichmann se hizo posible fue porque el Dasein se había entregado a la tecnificación, a la burocratización, que permitiría la industrialización de la muerte. La técnica se aplica a la destrucción de los cuerpos como a la destrucción de la tierra. De aquí esa frase de Heidegger que despertó innúmeras polémicas: la identificación entre la tecnificación del campo y la tecnificación de la muerte en los campos de exterminio. Para Heidegger (y, dentro de su pensamiento, no se equivocaba) era tan barbárico arrasar con la naturaleza como arrasar con los hombres. El concepto de razón instrumental de la Escuela de Frankfurt (que cambia el eje marxista de la lucha de clases al del devastamiento de la naturaleza) proviene de esas elucubraciones del maestro de la Selva Negra, del agro-filósofo de Friburgo, pero no de Berlín, esa ciudad carcomida por el cosmopolitismo de la República de Weimar.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
La tesis de Arendt sobre la banalidad del mal olvida el factor formativo-ideológico de los asesinos nacional-socialistas. Todo verdugo es un ser ideologizado por quienes lo envían a matar. Claro que Eichmann (dijera lo que dijese) odiaba a los judíos. Tenía que odiarlos. Si no, no podía ser nazi. Los oficiales de las SS se formaron con Mein Kampff y los discursos de Hitler y Goebbels. Como los franceses de Argelia y los grupos de tareas de Videla se formaron con La Guerra Moderna de Roger Trinquier. No hay verdugos que se pongan al servicio de un régimen político maléfico sin que conozcan las razones por las que deben matar a los que matan. El principio central de una ideología asesina es excluir de la condición humana a quienes se propone aniquilar. Recordemos la frase de Camps: “Nosotros no matamos personas, matamos subversivos”. Esto les permite matarlos con más furia y pasión pero sin culpa. Arendt fuese, acaso, una periodista que deseaba ser original. Ofrecer algo que nadie ofrecía. En el film de Trotta, los del New Yorker, al arrepentirse por haberla enviado, dicen de ese concepto de la banalidad del mal: “¡Cómo iba a evitar no inventar algo novedoso! Tenía que ser distinta a todos”. No estaban equivocados.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
<a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-232216-2013-10-27.html">http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-232216-2013-10-27.html</a></div>
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